El calvario de los vecinos de San Rafael
Desde la adjudicación de la concesión de la autopista de peaje AP-6 a la empresa Iberpistas S.A. Concesionaria del Estado en 1972, los vecinos de la localidad de San Rafael, Segovia, perteneciente al municipio de El Espinar, están viviendo un auténtico martirio. Miles de vehículos circulan diariamente por la travesía del municipio, parte de la antigua Carretera Nacional VI (N-VI), eludiendo el pago del peaje por atravesar el túnel ubicado en Guadarrama. Además del intenso tráfico, los vecinos conviven a diario con el riesgo de atropellos, la contaminación y la suciedad que este tránsito genera. Durante el pasado 2017, una media de 13.000 automóviles transitaron diariamente por esta travesía, de los cuales 1.700 eran vehículos pesados. Los vecinos llevan años denunciando la situación y solicitando la Administración central que regule este paso, liberalizando el túnel de Guadarrama o construyendo una variante a la N-VI.
La construcción del primer túnel se inició en el año 1961 y fue inaugurado por Francisco Franco el 4 de diciembre de 1963, convirtiéndose así en la nueva puerta de entrada a Madrid. A raíz de la oficialización de este proyecto de tramos de peaje de la autopista, los problemas se han ido sucediendo y las consecuencias pueden verse reflejadas hoy en día.
En el año 1968 se produjo la adjudicación a Iberpistas Concesionaria del Estado de la construcción y explotación del peaje Villalba-Adanero, municipios de Madrid y Ávila respectivamente, por un periodo de 50 años. Algunos años más tarde tuvo lugar la construcción del segundo túnel, finalizando el último tramo en 1976. Pasados 20 años, el Estado previó la construcción de dos autovías (sin peaje) para conseguir la conexión directa entre las ciudades de Ávila y Segovia; no obstante, tras la victoria del Partido Popular en las elecciones generales de este mismo año, el Gobierno adjudicó de nuevo a Iberpistas la construcción y explotación de las nuevas autopistas.
La Asociación Ecologista Centaurea y el sindicato Comisiones Obreras de Ávila, denunciaron ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea la ilegalidad de este proceso, el cual condenó, en el año 2010, el concurso público que realizó el Ministerio de Fomento, que se encontraba bajo la dirección del popular Rafael Arias Salgado en el año 2000, para la construcción de las autovías que conectasen las ciudades de Segovia y Ávila con la AP-6.
El pasado 6 de enero de 2018 una intensa nevada azotó las provincias de Segovia y Ávila, por las que transcurre la AP-6, lo que provocó que la calzada se cubriera de nieve y que más de 3.000 que vehículos quedasen atrapados durante cerca de 18 horas a la intemperie. Tanto los afectados como el resto de la población criticaron la actuación de Iberpistas, encargada de mantener limpia la carretera, así como al Gobierno central por mantener la concesión a la empresa. Durante esos días, medios de comunicación nacionales revelaron importantes datos sobre el peaje de esta vía, que recauda diariamente 178.000 euros. El Ministerio de Fomento entonces, con Íñigo de la Serna a la cabeza, tomó la decisión de no renovar la concesión a Iberpistas a finales de enero de este mismo año, cuando acababa su vigencia, y concedió este privilegio a Castellana de Autopistas S.A., que forma parte del grupo Abertis, al igual que Iberpistas, y que hasta noviembre de 2019 será la encargada de gestionar la AP-6.
Solución Travesía San Rafael Ya: la unión del pueblo
Durante los últimos cincuenta años, cerca de 10 personas han perdido la vida por atropello en esta travesía, siendo cientos los heridos. Fue el pasado mes de septiembre cuando esta vía se cobró la última víctima: Manuel R. Gea, conocido vecino de San Rafael por su vinculación con el Club Deportivo Caloco, que fue atropellado por un camión. Este duro momento sirvió para que el Gobierno municipal y los vecinos se lanzaran una vez más a la calle, pidiendo una solución urgente a las administraciones. Para ello han creado la plataforma Solución Travesía San Rafael Ya, de la que forman parte decenas de vecinos, así como los grupos políticos municipales. Juan Manuel Gea, hijo del último fallecido en la travesía, cuenta a Variación XXI las labores que están realizando desde la plataforma, así como los perjuicios que este problema ocasiona para los habitantes de San Rafael.
Como comenta Gea, hace años, cuando las conexiones terrestres no eran tan rápidas, los vecinos de la localidad se nutrían económicamente de los viajeros que atravesaban la carretera. «Actualmente, San Rafael es un impedimento para cruzar de Madrid a este lado de Castilla y León […] cuando la gente llega, está deseando cruzarlo y no soportar el atasco de cada día», añade. Además, el tráfico crea inseguridad entre los vecinos, ya que la carretera divide el pueblo en dos y obliga a cruzar diariamente por los pasos de cebra, los cuales no están en su totalidad regulados por semáforos. El pasado 24 de febrero, los vecinos de San Rafael y miembros de los grupos políticos de la provincia se reunieron en una manifestación por la travesía, cortando la carretera durante cerca de una hora, y pidiendo una solución urgente al problema.
El sindicato Comisiones Obreras de Ávila -provincia también afectada por el transcurso de la AP-6 hasta la localidad de Adanero- y la Asociación Ecologista Centaurea de El Espinar, han creado una campaña de crowdfunding para conseguir financiación para la creación de un documental que explique toda la intervención política que ha sucedido en el caso de la autopista de peaje, bajo el título de «AP-6: La moral del vampiro». Estos también critican la vulneración de las directivas de impacto ambiental que se produjeron en las diversas construcciones que se han llevado a cabo en la autopista, afectando a animales y plantas del entorno de la Sierra de Guadarrama.
La localidad de San Rafael es una de las principales afectadas por este caso. Como pudimos conocer de las palabras de Juan Manuel Gea, se trata de un pueblo de paso y de estancia, que atrae a miles de turistas al año por su magnífica oferta gastronómica y natural, al encontrarse inmersa en plena Sierra de Guadarrama, entre otros tantos atractivos.
Esta condición de carretera de paso, se ha convertido en un inconveniente en los últimos años, debido a la aglomeración de vehículos y el tráfico constante que tiene su vía principal, convertida en la alternativa gratuita a la carretera de pago de la AP-6.
Hace meses que los habitantes de este pequeño pueblo no viven en paz. No disfrutan de sus calles ni pasean tranquilos con sus niños pequeños. Hace años, que los sanrafaeleños viven con miedo y con la angustia que conlleva el flujo constante de circulación. Llevan años soportando y protestando ante esta situación a las instituciones del país, exigiendo soluciones para solventar el bloqueo que sufre la travesía y, por ende, sus habitantes.
La respuesta de la Administración
Durante la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este ejercicio económico a principios del mes de abril, el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, aprobó una partida presupuestaria de 1,5 millones de euros para el inicio de la construcción de una variante a la travesía de San Rafael. Para esta idea, el Gobierno tiene previsto crear una carretera que conecte el puerto de montaña de Guadarrama, que atraviesa la sierra del mismo nombre, con la N-VI una vez pasado San Rafael. Aunque por el momento no se ha determinado una fecha exacta para el inicio del plan de construcción, los vecinos de San Rafael tienen una primera parte de la respuesta a la solución que llevan esperando años.
Pilar Sanz, subdelegada del Gobierno en Segovia, ha comentado a Variación XXI que para este ejercicio «contamos con una consignación presupuestaria importante», tras confirmar que una de las opciones que podrían solucionar, o al menos, mejorar la situación sería la construcción de una variante que conectara la N-VI con la autopista. Tanto los vecinos y el Ayuntamiento de la localidad como el Ministerio de Fomento, son conscientes de que la intensidad de tráfico genera un problema que solo se podrá solucionar si las instituciones colaboran para subsanar esta situación, que como bien confirma la Subdelegada, no es un problema de ahora, si no que viene de mucho tiempo atrás.
Aunque la solución para San Rafael parece ver un rayo de luz, la concesión de la AP-6 a Castellana de Autopistas S.A. se mantiene, por el momento, como hasta ahora. Los que utilicen este tramo de carretera, entre Villalba y Adanero, deberán pagar 12,5 euros, en el caso de los vehículos ligeros; 25 euros los vehículos pesados de categoría 1 (camiones y autobuses con dos o tres ejes, microbuses y turismos con remolque de un eje); y 28,1 euros los vehículos pesados de categoría 2 (camiones y autocares con cuatro o más ejes y turismos y microbuses con remolque de dos o más ejes).
Buen reportaje. ¡Un verdadero martirio para los vecinos de San Rafael!, con lo fácil que sería solucionarlo al quitar el peaje de la Autopista.
Creo que es bastante triste que no se preste atención a una necesidad tan básica como es poder vivir el día a día con tranquilidad, y se exponga a esas personas a tanta contaminación ambiental y acustica. Tal vez por no influir a una cantidad considerable de la población no es un tema tan attactivo como otros, pero gracias a estas noticias todos podemos ser conscientes de los problemas, que aunque no nos afecten directamente, nos conciernen a todos. Muchas gracias por el reportaje.
De vergüenza!! Menos mal a reportajes así que saquen esto a la luz!
Indignante como nuestro gobierno le da concesiones a las empresas privadas año tras año y no vea las consecuencias que con eso causa, tanto por la explotación de infraestructuras, de sobra pagadas, como de las poblaciones afectadas por casos como el de San Rafael. Es importante dar a conocer estos problemas y pugnar por una solución. Muy interesante el reportaje.
Buen reportaje chicos, muy documentado, incluso históricamente. ¡Mi enhorabuena!
No es un ejemplo más de que el sistema fiscal no funciona tal y como lo conocemos, pues si sus ciudadanos pagan los mismos impuestos que otras localidades, deberían tener derecho a una misma calidad de vida.
Ojalá este tipo de artículos ayuden a dar un pasito más allá y a que la gente conozca los hechos y adopte una postura conforme a ellos.
Paso una vez al año por ahí y no sabía que estaba así la situación, gran reportaje chicos
Muchas gracias por dar a conocer este problema. Es una vergüenza que la Administración estatal, autonómica y local ignoren a estos vecinos. Espero que con la partida presupuestaria de los Presupuestos de este año se le ponga solución.
Parece que dentro de lo que cabe , lo deben de estar pasando muy mal por los atascos, hay gente QUE LE DA LO MISMO QUE LOS HABITANTES LO PASEN MAL, con tal de no pagar 10 o 12 euros que vale la autopista, hasta Avila o Adanero, hacen lo posible por no pagar, ir por una carretera general bastante mala, con numerosas curvas, con tramos MUY PELIGROSOS, tambien lo hago extensivo a gente que se mete por el tunel y salen en la PRIMERA SALIDA, para pagar menos, que al final hay que adelantarlos a la salida del tunel, porque suelen formar cola en la autopista.
Yo vivo en Madrid y soy de un pueblo de Salamanca, y paso por el tunel y alguna vez por el puerto de los Leones, que suele ser en dias de diario en Primavera (si no llueve) ,y dSemana Santa, Verano SIEMPRE POR AUTOPISTA. no voy a engañar tampoco y lo reconozco, intento siempre sobre todo en los meses de verano, semana santa utilizar la autopista aunque haya que pagar el peaje , como hay que ser un poco solidario , prefiero pagar 10 euros de autopista hasta Avila, (Carretera de Piedrahita) que hacer pasar mal rato a los habitantes de TODOS los pueblos que hay desde el puerto hasta Avila, que son varios,
Antes de dejar gente incomunicada que tenga que cruzar la carretera general para comprar una barra de pan, me meto por la autopista, las paradas las hago en otro sitio que ancha es castilla.
La solucion es que la gente utilice la autopista que para eso está y si no pueden pagarla , reduzcan los viajes a lo necesario, y los que hagan, lo hagan por la Autopista, que antes no se viajaba tanto.