La mujer en la política
Tania Sánchez en su despacho del Congreso / VariaciónXXI
Tania Sánchez es autoridad. Camina decidida. Se detiene ante la llamada de sus secretarios para tratar una partida presupuestaria, los trata por su nombre de pila, de igual a igual. Todo en orden. Instantes después, su alma política rebosa un despacho sin apenas ornamento. No duda. Sus palabras, siempre bien hiladas, forman una argumentación al nivel de su experiencia. «Me duelen los datos porque me parece importante que en la política también se tenga una presencia justa y equilibrada con respecto a la sociedad». Tres de cada diez políticos en España son mujeres. Seis de ellas, desde dentro, cuentan cómo se abren paso en un mundo dominado por los hombres.
No es la primera vez que Tania habla de ello, los debates parlamentarios y platós de televisión le otorgan una seguridad omnipresente. Mientras, continúa. «Si oyes los debates de igualdad y las medidas que todo el mundo atribuye, se habla de conciliación, básicamente lo resumo en las cosas de las chicas cuando es un problema estructural de la sociedad».
No da puntada sin hilo. Al igual que ella, el sociólogo político y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Luis García Tojar apunta en la misma dirección. «Vivimos en una sociedad patriarcal, la mujer lo tiene más difícil, incuestionablemente».
Aparcan los colores a un lado
Ana María Zurita, diputada Popular por Santa Cruz de Tenerife en el Congreso comparte el análisis: «La sociedad está claro que nos dan a nosotras unos roles que no tienen los hombres, y eso es una realidad. Todavía el rol del trabajo en casa afecta mucho más a la mujer que al hombre. Hay que trabajar por la conciliación». Precisa.
Sofía Miranda Esteban es concejala del Grupo Municipal Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid, además, coincide en el análisis. «Vivimos en una sociedad muy patriarcal, la conciliación no está al orden del día, la corresponsabilidad no se entiende como tal todavía, toda esta situación se ha agravado por la crisis, las políticas que sufren más recortes son las políticas de igualdad». Afirma seria.
Esther Capella diputada por ERC / VariaciónXXII
Con solo 34 años ya es una de los siete concejales con los que cuenta el partido de la ciudadanía en la capital madrileña desde 2015. Dos años son suficientes para explicar cómo el trato en ocasiones traspasa la línea. «¿Has oído hablar del ‘man speaking’? Eso pasa en el Ayuntamiento, y con concejales que se definen feministas que además están en Ahora Madrid. Es la forma de hablarte con una condescendencia como si fueras tonta. No es tanto los comentarios, porque se cuidan mucho, sino como te tratan, al final la condescendencia esconde ciertas actitudes machistas». Declara contundente.
«Un compañero en una discusión de tú a tú me dijo hace poco: ¡tú en esto te callas!» – Esther Gómez
La historia no es casual. Esther Gómez es concejala del gobierno de Ahora Madrid. Sus ojizarcos cautivan la atención. Su sonrisa perenne, sin embargo, se pierde por unos instantes mientras rememora. «Más que comentarios verbales, son formas de actuar. No voy a dar nombres, pero hubo un comentario de alguien muy cercano, un compañero, que en una discusión de tú a tú me dijo hace poco: ¡tú en esto te callas! eso para mí fui muy importante, porque además de un compañero ni me espero eso, ni se lo permito». Sostiene sin rodeos.
Barreras invisibles. Techos palpables
Luis García Tojar insiste en que existen barreras fehacientes en nuestro tiempo, el famoso techo de cristal continúa frenando el ascenso de las mujeres. «Se tiene que romper ese techo. Todavía hay una cierta cultura de que las mujeres más valiosas solo pueden aspirar a puestos secundarios, eso es muy malo para la política española en general». Sin embargo, recalca: «Ahora hay una nueva generación de mujeres políticas, vienen pisando fuerte, y la sensación es que no hay nada que las pare».
Ester Capella i Farré, diputada por Esquerra Republicana en el Congreso, comparte el análisis. «Todas coincidimos en lo mismo, estas formas jerarquizadas, seguramente nos pilla lejos, es un sentir general entre las mujeres políticas, no nos gustan estos juegos de estrategia que se ciernen siempre, cuando hay una carrera política para acceder a un cargo». Asegura.
Romper las costumbres puede ser la acción
María Jesús Serrano, ex alcaldesa del municipio cordobés de Baena, cuenta cómo rompió a martillazos el techo de cristal. «Yo me gané con mi trabajo en la concejalía el ir de número dos en la candidatura del PSOE en las municipales de 2011». Recuerda.
María Jesús Serrano posa con la imagen de Pablo Iglesias / VariaciónXXII
Y es que en Baena nunca había gobernado una mujer. Las elecciones de 2011 no otorgaron la mayoría necesaria para gobernar al PSOE. Luis Moreno, alcalde por más de 15 años y número uno de la lista, dimitió ante las presiones de Izquierda Unida. Llegó entonces su turno. María Jesús cogió el timón. El barco zarpaba.
Seis años después aún rememora aquellos momentos. «No estuve dispuesta a tolerar que se cuestionara que si él no iba a la investidura yo tampoco debía de ir por ser mujer, hubo gente que lo cuestionó. Era la número dos, me considero tan válida y preparada como el que más». Asevera.
Políticas 24/7
Otra de las claves en las pésimas cifras recae en las eternas jornadas laborales. Llamadas, reuniones, actos, homenajes, plenos, inauguraciones o visitas son solo una parte de sus días. Sofía Miranda cuenta su experiencia: «Cuando estás fuera de la política y ves los datos te sorprendes, pero cuando estás dentro lo entiendes, yo no tengo pareja ni hijos. Tampoco tengo vida personal. Este trabajo es tan absorbente que mis compañeras que sí que tienen marido o hijos tienen que hacer auténticos malabarismos para poder tener un equilibro. Al final lo que te quita te lo tiene que compensar, cuando tienes familia es muy difícil que te lo compense», afirma con rotundidad.
Para Esther Gómez, que además es la concejala presidenta de los Distritos de Carabanchel y La Latina, lo peor llega en el nivel personal. Trabaja las 24 horas del día y los 365 días del año, sin descanso. Ahora hace jornadas de entre 12 y 14 horas de media, antes no lo hizo nunca en su puesto de trabajo.
«La vida es política o la política es vida. A veces no sabes dónde están los límites» – Ester Capella
Ester Capella coincide en la misma lectura: «Yo estoy separada, las mujeres pagan el mayor peaje, cuesta mucho compatibilizar la vida política y la vida personal, los tiempos de la política muchas veces no son los tiempos de la vida, intentas buscar espacios para conciliar y dedicarlo a las personas que quieres, la vida es política o la política es vida. A veces no sabes dónde están los límites».
Ana María Zurita en su despacho del Congreso / VariaciónXXI
Ana María Zurita sigue en la misma línea. «Estar en la vida política requiere mucha dedicación, es un trabajo de sol a sol, renunciar a muchas cosas, yo ahora mismo me puedo permitir estar aquí porque mis hijas son mayores». Asegura
María Jesús Serrano cuenta también su experiencia en estos diez años. «La política te consume muchísimo tiempo, sobre todo tiempo personal y de la familia. Yo he tenido la suerte de tener una hija maravillosa. Cuando te vienen momentos de bajón dices ¿Merece la pena todo lo que estoy sacrificando? Yo tenía una niña cuando entre en política y ahora tengo una mujercita, ha pasado sin darme cuenta».
Para Tania Sánchez es «una especie de símil parecido al caso de Matrix, una vez que levantas una inquietud y entiendes que casi todo lo que sucede en este mundo no son accidentes naturales, sino que son fruto de correlaciones de poder es muy difícil ver la tele sin pensar que hay detrás de las noticias».
Que hablen los números
Según las cifras del Instituto Nacional de Estadística a enero de 2018, España tiene una población de 46.468.102 personas, con 23.654.467 mujeres, lo que supone el 50,9% del total, frente a los 22.813.635 hombres que son el 49,1%.
Las últimas cifras del Instituto de la Mujer, también a enero de 2018, muestran que en España hay 77.445 políticos electos, de los cuales 26.247 son mujeres (33,89%). De las 17 Comunidades autónomas y 2 ciudades autonómicas en las que se divide el territorio español, hay una mujer al frente en 4 de ellas (Andalucía, Comunidad de Madrid, Islas Baleares y Navarra), (21,05%).
Además, de los 8.120 ayuntamientos que hay en España, el número de mujeres que están al frente de los mismos es de 1.550 (19,09%). En el caso del órgano que representa al pueblo español, el Congreso de los Diputados, de los 350 diputados que lo componen 140 son mujeres (40%). La cámara alta, el Senado, cuenta con 266 senadores, de los cuales 98 son mujeres (36,84%)
Si se analizan las portavocías del Congreso de los Diputados, entre 1977 y 2017, han pasado por sus butacas 196 portavoces. De esos casi dos centenares, sólo 12 han sido mujeres (6,12%). Los datos se agravan si se observa que 9 de esas 12 mujeres, han pertenecido a los Grupos Mixtos.
