Asia y la búsqueda del fútbol de élite
Es innegable cuestionar el crecimiento del futbol asiático en los últimos años. En general, el deporte asiático siempre ha sido una potencia mundial, no hay más que ver los resultados en JJ.OO de países como China o Japón. Deportes de raqueta, el criquet o las artes marciales, entre muchos otros, han sido tradicionalmente los deportes principales de estos territorios.
El futbol no entiende de fronteras y desde que en el S. XIX se consolidase como deporte moderno, ha ido expandiéndose por todo del mundo. Gracias al reciente crecimiento de popularidad e influencia que ha sufrido el futbol en los últimos años se ha convertido en el “deporte rey” por excelencia.
Dos de las grandes potencias mundiales a todas las escalas, como lo son China y Japón, se han puesto manos a la obra para serlo también en este deporte. Y es que con el elevado número de habitantes con los que cuentan ambos países y su alto potencial adquisitivo, están haciendo que, en los últimos años, el futbol adquiera mayor importancia en dichos lugares.
Debido a la conexión mundial que propicia el fenómeno del futbol, las relaciones internacionales entre equipos no hacen más que crecer. Las grandes ligas de futbol como la Premier League o la Liga Española, sirven de apoyo y referencia para el desarrollo óptimo de las ligas asiáticas.
Pero este desarrollo genera a su vez una serie de cambios desde el inicio de la cadena futbolística. La creación de academias para niños, así como la familiarización con este deporte, son el comienzo de un gran proyecto que en el continente asiático no ha hecho más que comenzar.
El Mundial de Corea y Japón de 2002 es un importante punto de inflexión, ya que es el primer mundial disputado fuera de Europa y América, el primero del siglo XXI y el primero en ser organizado por dos países. La FIFA lo eligió, al igual que Estados Unidos en 1994, para incentivar la práctica de este deporte en países donde no es muy popular. 18 de los 20 estadios utilizados para el evento fueron de nueva construcción, lo que habla claramente del nivel económico de ambos países para embarcarse en un proyecto de estas magnitudes y la poca tradición futbolística que hay en ambos.
Las dos potencias asiáticas comparten una tradición más o menos reciente por el futbol, quizás Japón en los años 90 empezara a atraer las miradas de los grandes jugadores, pero actualmente es China quien puja más fuerte para construir una cultura futbolística de éxito.
Fútbol Chino
Profesionalizado en 2004, desde 2012 son numerosos los futbolistas que han recalado en el país mandarín para acabar sus días de gloria. Recientemente, muchos de ellos son atraídos por ingentes cantidades de dinero y oportunidades de negocio. Didier Drogba, Frédéric Kanouté o Nicolas Anelka fueron algunos de los primeros jugadores que buscaban, en el final de sus carreras, un retiro dorado. Pero últimamente, también están llegando, consecuencia de los altos salarios, jugadores que se encuentran en el ‘prime’ de su carrera, como Oscar, Axel Witsel o Yannick Ferreira Carrasco, ex jugador del Atlético de Madrid.
Esta llegada de estrellas bendecida por el presidente chino Xi Jinping, y la Federación China de Fútbol, ha sido con el objeto de convertir la Superliga China en una de las más potentes y atractivas del mundo. No solo con la llegada de jugadores, sino también con la llegada de entrenadores, para ganar en conceptos, como Luis Felipe Scolari, Manuel Pellegrini o Félix Magath. Estos últimos, con el propósito de mejorar también el producto local.
Muchos preparadores físicos y técnicos europeos y sudamericanos han recalado en el gigante asiático para preparar a las categorías inferiores de la selección y el fútbol base chino, ya que el objetivo del país es ser una potencia futbolística en 2050. De hecho, José Antonio Camacho, mito de España y del Real Madrid en los años 70 y 80, fue entrenador durante dos años de la selección china con el propósito de llevarlos hacia el Mundial de Brasil de 2014, pero no logró conseguirlo.
Las previsiones más optimistas apuntan a que, en 2020, más de 50 millones de niños y adultos chinos practiquen asiduamente fútbol. Dos años más tarde, se busca que China sea una potencia regional en Asia, pueda celebrar una Copa del Mundo y sea un habitual en las fases finales de los campeonatos del mundo de selecciones. Pero no solo en el cuadro masculino, sino también en el femenino. Para el mismo año, 2020, se busca que China sea el país más potente, futbolísticamente hablando, del continente asiático, mientras que el combinado femenino aspira a estar entre los mejores del mundo.
Fútbol in Events
Inmiscuido en este proceso de desarrollo del fútbol asiático está Futbol in Events, una empresa española dedicada al mundo del Fútbol Base, a través sobre todo de la organización de torneos y la formación específica a jóvenes futbolistas.
Esta empresa, lleva a cabo lo que llaman Training Tours, en los cuales jóvenes de canteras internacionales de distintos países y continentes, incuído el asiático, reciben formación futbolística en una enriquecedora experiencia internacional.
Además de estos entrenamientos de formación, Futbol in Events ha entrado en contacto con el fútbol asiático, a través de clubes japoneses, como son el Lespoir Hamada, Fita Japan Select, y Verdy S.S. Ajunt, que participaron en el reciente torneo llamado Torrevieja International Cup, de los días 24 al 27 de este mes de Marzo.
Manuel Pérez Calvo es el director de los campus que lleva a cabo la empresa. Este joven nos atendió e iluminó en cuanto a la presencia de estos asiáticos en las actividades que desarrollan, así como el posible desarrollo de este efervescente fútbol en un futuro.
A raíz de la inversión económica, material y humana, el futbol en Asia se está convirtiendo en un puntal para muchas personas que quieren hacer al futbol el deporte más importante en este continente.Esta inversión estratosférica no solo se limita a China, los otros gigantes asiáticos, como son Japón y Corea también han dedicado sus esfuerzos a aumentar la cultura futbolística, la técnica y las infraestructuras necesarias para desarrollar el futbol. Una de las claves de esta evolución es, precisamente, la captación de jugadores y entrenadores de primer nivel que coloquen el futbol en el primer plano deportivo.
Javier Miñano Espín
Dentro del éxodo de profesionales europeos que han ido a Asia encontramos a Javier Miñano Espin. Él es preparador físico con casi 30 años de experiencia en el fútbol a máximo nivel, entre los que destaca su presencia en la primera plantilla del Real Madrid entre 1999-2003 y su participación en el cuerpo técnico de los años dorados de la Selección Española de Futbol. Cuenta con un amplio palmarés en el que sobresalen 2 Copas de Europa y 2 Ligas españolas con el Real Madrid y 2 Eurocopas y un Mundial con La Roja.Actualmente se encuentra en el Combinado Nacional de Corea del Sur preparando la cita mundialista de Rusia 2018.
Respecto a la experiencia profesional y personal que está viviendo en este nuevo proyecto destaca que “ha habido un reconocimiento muy grande al que no estamos acostumbrados y un enorme respeto a este trabajo y a nuestra propia figura, valorando muchísimo la experiencia y la edad, que es algo a lo que ellos tienen mucho respeto”.
“El futbol asiático está creciendo y evolucionado. Hay una mayor apertura a la recepción de profesionales como es mi caso, y es una de las maneras de aumentar el nivel futbolístico tanto de entrenadores como de jugadores”.
En el caso de Corea, cuenta con multitud de jugadores en las grandes ligas del mundo como la Bungesliga y la Premier, tales como Park Yi Sung, Heung Min Son o Ki-Sung- Yueng.
Obviamente, esto no es nada sencillo y requiere de una capacidad económica muy amplia, lo que puede mermar en un futuro este crecimiento debido a las trabas financieras que, lógicamente, han de ser impuestas para regular la competición.
El futuro del futbol asiático pasa por un elemento clave. ¿Los jugadores más exitosos se irán a China? Es una buena pregunta, pues vemos complicado que jugadores como Leo Messi o Cristiano Ronaldo, aun en plenitud física decidan marcharse a China para seguir siendo los mejores. Parece que ese no es el camino a pesar de los esfuerzos de muchos empresarios y magnates asiáticos de convencer a base de talonario a aquellos jugadores que, quizá, hayan perdido protagonismo en la élite.
El camino para aumentar el protagonismo del futbol chino pasa por desarrollar una historia futbolística propia, basada en jugadores del propio país o continente, es decir, crear unas estructuras de cantera, con grandes infraestructuras y profesionales dispuestos a enseñar todo lo que saben de futbol a una hornada de jóvenes que deberán demostrar si de verdad el futbol asiático puede triunfar en el mundo.
La ética de tirar de cartera no tiene un porcentaje de éxito demasiado alta. El dinero no te da la gloria futbolística, sino que lo que hace la técnica, el sacrificio y el sentimiento por este deporte. Será mucho más importante introducir estos valores dentro del futbol asiático que seguir regalando millones a jugadores que, simplemente, buscan su retiro dorado o ensanchar sus cuentas bancarias.
Si quieres ver la entrevista completa a Manuel Pérez, pincha aquí.