Del Spectrum a la universidad: el videojuego en España
Los videojuegos están presentes en la cultura desde hace ya muchos años. Constituyen una parte importante del ocio entre distintos rangos de edad. Tanto es así, que en la actualidad existe formación específica para la creación de videojuegos con el objetivo de atender una demanda que no deja de crecer.
Asociaciones como AEVI (Asociación Española de Videojuegos) nacida en el año 2004 trabaja por implicar a todos los agentes en el proceso de creación del videojuego. Desde los desarrolladores, pasando por editores hasta la comercialización de los mismos.
A menudo se ha visto el videojuego en los telediarios por aspectos negativos, como estudios sobre adicción. Sin embargo, al igual que el cómic, este medio de expresión artística se ha consolidado en la sociedad como una de las industrias que más facturan y un medio diferente de narración de histroias con herramientas propias.
Según la propia asociación, la industria de los videojuegos emplea directamente a 8.790 personas y por cada euro invertido en el sector tiene un impacto de 3 euros en el conjunto de la economía. A su vez, ha llevado a cabo diversos estudios y análisis sobre las competiciones en los videojuegos, estudios sobre piratería, el cumplimiento del sistema PEGI (Pan European Game Information) Información paneuropea sobre videojuegos, el impacto económico del sector…
Asimismo, cuenta con un programa de ayudas para el desarrollo de videojuegos en España que estará abierto hasta el 31 de julio de 2018. Todas estas iniciativas van en línea con los objetivos de la propia asociación. Como el desarrollo de la industria del videojuego en España, la defensa de los intereses de los agentes que participan en la creación de los mismos, y, especialmente, el fomento positivo del carácter cultural e innovador del sector. Lo que incluye la búsqueda de un consumo plural junto con una actitud responsable por parte del consumidor.
La asociación tuvo la oportunidad de reunirse con Álvaro Nadal, ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital. Con el objetivo de fomentar la industria del videojuego en España, más concretamente tratar de aumentar las inversiones y competir en igualdad de condiciones con otros países como Canadá, Francia o Reino Unido
El videojuego en España
Históricamente España ha sido un país puntero en el desarrollo de videojuegos. Entre 1983 y 1992 se dio la llamada edad de oro del software español. En esa época encontramos títulos como La Pulga, de los extremeños Paco & Paco, Livingstone Supongo y La Abadía del crimen inspirada en El nombre de la rosa), de Opera Soft. Esta época coincide con la llegada a los hogares españoles del Spectrum y la aparición de las revistas especializadas, en especial Microhobby.
Sin embargo, la llegada de ordenadores de 16 bits y la tercera generación de consolas, con al Megadrive al frente. Los estudios españoles de la época no se amoldaron al nuevo hardware, prácticamente extinto en Europa, por lo que se vieron obligados a cesar su actividad.
Hubo que esperar a finales de los noventa para ver una recuperación del sector en nuestro país. Pyro Studios, fundado en 1996 por desarrolladores de la época anterior, creó el posiblemente mayor éxito de un videojuego español, la saga Commandos. En 2012 Pyro Studios se fusionó con Play Wireless, dando resultado a Pyro Mobile, dedicada a juegos de móvil.
Es importante este detalle, pues la apertura del teléfono móvil como plataforma de juego ha permitido abrir a estudios e incluso desarrolladores individuales la posibilidad de poner a prueba su creatividad con menos recursos necesarios para llevarla a cabo.
Sin embargo, las consolas, y el ordenador desde 2008 con las plataformas de distribución digitales, con Steam a la cabeza, siguen siendo el foco principal tanto de crítica como de audiencia. En la actualidad, Mercury Steam es el estudio español más destacado. Se fundó el 2002, pero cogió notoriedad en 2007 con Clive Barker’s Jericho y en 2010 con Castlevania Lords of Shadow, éste en colaboración con Konami y Hideo Kojima.
Pendulo Studios, fundada en 1994, es de las más veteranas que se mantienen hoy en día. Se dio a conocer con Igor: Objetivo Uikokahonia y alcanzó la consolidación fama con Holiwood Monsters, otra aventura gráfica que marcaría sus futuros títulos. en 1997. Su último trabajo es de 2016: Yesterday Origins.
La industria en España también tiene presente. Estudios más recientes como Tequila Works (2009) lanzó el año pasado Rime y The Sexy Brutale en pc y en todas las consolas. Deconstructeam, fundado en 2012, lanzó este año The Red Stings Club, un éxito en la crítica. No es de extrañar que las Instituciones públicas hayan empezado a prestar más atención a este medio.
Formación académica
Hace pocos años se creó el grado universitario de Diseño y desarrollo de videojuegos, que se imparte, entre otras, en 6 universidades públicas españolas, entre las que se encuentran la Complutense y la Rey Juan Carlos. Así como en la U-Tad, Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital, lugar donde estudia José Ortiz, uno de los jóvenes que se ha aventurado en este nuevo grado. En él ha encontrado especial satisfacción en el ámbito del diseño artístico, una de las claves de la oferta laboral de la titulación, pues la carrera de diseño de videojuegos ofrece salida laboral al ámbito del diseño gráfico.
Mirando hacia el futuro, José no se quiere envalentonar. Primero le gustaría dedicarse a otro ámbito profesional ya que remarca que “es importante saber de todo para poder encontrar tu camino”. Más adelante se decantaría por adentrarse en el mundo del videojuego, empezando por una empresa con largo recorrido en el mercado y posteriormente decidir si abrir su propio negocio o seguir creciendo profesionalmente en una gran empresa.
Evidentemente, la salida de desarrollador es la principal salida profesional de esta carrera. José explica las diferencias entre los grandes estudios y los independientes: los grandes son los que más recursos tienen, pero al tiempo son los que menos libertad creativa dan a sus creadores. Lo contrario pasa con los independientes, más austeros pero con mayor libertad creativa en historias y mecánicas. Como José, otros muchos jóvenes están estudiando esta titulación. En el futuro, esta preparación que no tuvieron sus predecesores puede ser diferencial para que el videojuego español pueda ser reconocido en el mundo otra vez.