Comunión Gamer
- Madrid tiene más de 15 locales gaming en pleno auge
- La retransmisión de competiciones es otro de los grandes alicientes de estos lugares
La oscilación entre los locales al propio hogar ha tenido, con la aparición de los centros de alto rendimiento, un resurgimiento de los espacios dedicados a los videojuegos, como Elite Gaming Center «el Santo Grial de los gaming ahora mismo», según Adrián Pérez, programador de Pure Gaming. En los 90 fue en los salones recreativos donde las monedas desaparecían a una velocidad vertiginosa para acabar Cadillacs&Dinosaurs o Knights of the Round. Diferentes causas fueron las que borraron del mapa a la mayoría de salones de máquinas recreativas, para disgusto de los más aficionados, entre las que se encuentran los factores de cambio socioculturales, el éxito de las consolas en casa y la degradación progresiva del negocio de los arcades junto con los avances tecnológicos paulatinos.
A principios de la década y con una mala conexión a internet en casa, los jugadores se dirigían a cibercafés para jugar con amigos o desconocidos a juegos como el Counter Strike o Splinter Cell. De nuevo, la mejora de las conexiones en el ámbito doméstico sentenció la caída de estas salas.
En ese horizonte de futuro en el que se vislumbra a los eSports, hay también una fusión con el pasado: los ciberlocutorios, el inicio de los juegos en línea, los antiguos (y ahora modernizados) arcade, etc. Son el espíritu comunitario y social que ahora exploran hosteleros y propietarios de espacios de ocio en la capital. Los bares de gaming han resultado ser un nicho de mercado potente, apto para diferenciarse y captar una clientela que, se prevé, está en aumento. «Sobre todo por un mercado que va destinado a los famosos millenials, aunque esté enfocado a toda clase de público, porque todo el mundo juega a videojuegos», afirma Álvaro Aspas, de Oh My Game.
En nuestro país existen ya más de 32 bares dedicados al gaming, o centros eSports (deportes electrónicos), según una lista elaborada por Pure Gaming, y en Madrid ya superan la veintena. Estos espacios suponen una versión actualizada de los cibercafés de antaño y representan la parte más pequeña del gigante gaming: del bar se salta a la competición, a las retransmisiones en directo y de ahí, a las grandes competiciones en masa.
La industria
Las cifras de la industria, por otro lado, explican la rápida proliferación de estos nuevos espacios. Los eSports atraen a las masas de jóvenes aficionados a estos juegos, rompen barreras e incentivan las ganancias. «Entonces cada año que pasa es una ornada gigante de gente que ha cumplido los dieciocho años o que ya va teniendo dinero y que quiere salir a sitios más afines a sus gustos», cuenta Álvaro en referencia a que su modelo de negocio se dirige a este tipo de público.
Hace 8 años, el ocio digital abarcó el 53% de las ventas de entretenimiento en los hogares españoles, por delante de la industria musical, el cine y el DVD. Si bien no era una tendencia homogénea, los videojuegos como industria del entretenimiento facturaban en 2009 un grueso que superaba a la caja de Hollywood en cuanto a ingresos globales. Y, hace dos años, los videojuegos generaron mil millones de dólares en todo el mundo según un informe del analista de mercado SuperData Research.
En 2014, la final internacional del League of Legends fue más seguida que las finales de la NBA, según apunta el ‘Observatorio del Deporte Electrónico’. En 2016, las nuevas categorías de gaming, como la realidad virtual, los eSports y el contenido audiovisual sobre gaming, seguían unos pasos atrás de a los videojuegos tradicionales, aunque los analistas predijeron un rápido crecimiento en los siguientes años. A medida que las nuevas tecnologías evolucionan a un ritmo acelerado, también lo hacen los contenidos y productos de gaming, la realidad virtual, los eventos especiales y torneos de videojuegos.
Estas son solo algunas de las formas en las que la industria se está convirtiendo a paso lento pero efectivo en un modelo de ingresos recurrentes y está consiguiendo capitalizar una mayor demanda. SuperData research avanza que la industria de los videojuegos podría alcanzar un valor de casi 138 mil millones de dólares para fin de año, y se presume que el ‘boom’ aún está por estallar. La compañía analista de mercado, Newzoo, prevé que los ingresos, los fans y los jugadores de todos los niveles no harán más que aumentar durante los próximos años; los jugadores en España gastarán 2 mil millones de dólares en 2018, lo que lo convierte en el noveno mercado de juegos más grande del mundo. Por último, el gigante del branding Momentum prevé que en torno al año 2022, los beneficios del e-gaming serán mayores a los obtenidos con los deportes convencionales.
La profesionalización y el streaming
Entre el año 2000 y 2010 se empiezan a organizar las primeras competiciones de eSports y la industria empieza a coger fuerzas. En 2011, nace Twitch, la plataforma de vídeos por streaming enfocada a videojuegos y retransmisiones de eSports; así, se inicia una nueva forma de consumir este producto y que rompe las barreras existentes.
Los bares gaming ofrecen, por su parte, una oportunidad de colectivizar la actividad: se convierte el juego en una experiencia social y compartida que reúne a amateurs y a profesionales por una misma causa. «Las recomendaciones para el público amateur sería que tuvieran mucha paciencia, y jugase y entrenase mucho. Y para los equipos semi profesionales que aquí tiene un lugar magnífico (para entrenar), aparte de su gaming house», dijo Eduardo Pérez, gerente de Elite Madrid.
El auge del gaming en las grandes ciudades: Madrid
A pesar de lo innovador en cuanto a canales de retransmisión en directo, el ser humano es social por naturaleza y le gusta reunirse para disfrutar de una afición de forma colectiva o apoyar juntos a un equipo. Los eSports no solamente han revolucionado la industria de la tecnología, las telecomunicaciones o el desarrollo industrial: el éxito del gaming se ha expandido significativamente a otros sectores como la hostelería, con los llamados BarCraft o Bar de e-sports. En la capital española, el número de bares gaming ha experimentado un importante crecimiento desde que en 2015 llegó el primero de ellos.
El funcionamiento de los bares es sencillo y replica las dinámicas de los cibercafés, aunque se puede comparar sencillamente a los bares donde los aficionados de cualquier deporte se reúnen para visionar y comentar los partidos de sus equipos favoritos: en vez de visionar el clásico, los aficionados comentan League Of Legends, DOTA, Overwatch, CS:GO o Rocket League. Con una consumición, los clientes pueden usar los diferentes equipos con los que cuenta el local para jugar videojuegos y a su vez, funciona como lugar de reunión para seguir las competiciones.
En Madrid existen más de una veintena de bares gaming en pleno auge. Pixel Bar fue el primer BarCraft de Madrid y abrió sus puertas a finales de octubre de 2015. La decoración hace tributo a la cultura gamer americanizada y cuenta con diez ordenadores, consolas y ocho pantallas. Se organizan torneos prácticamente semanales y se retransmiten todas las competiciones y torneos internacionales en directo, y el consumir bebidas y comida al estilo americano está permitido dentro del recinto. Pixel Bar se ha convertido en una franquicia, al igual que ya lo es otro de los más conocidos, Oh my Game! Después del éxito cosechado en Valencia, la cadena anunció la ampliación de su franquicia y llegó a la comunidad de Madrid a principios de este año. «A la hora de hacerla [la franquicia] nos fijamos en muchos sitios e hicimos una especie de frankenstein. Que al final es lo que hace todo el mundo. Coge un poco las ideas del que más les gusta de todos los sitios y hace una composición. A nosotros nos costó un poco más porque cuando empezamos no había muchos» aclara Álvaro Aspas. «Tenemos un límite de 18 años simplemente porque servimos bebidas alcohólicas. En ese sentido pueden venir acompañados por adultos como en cualquier otro restaurante».
Otro de los destacados es el Meltdown Madrid que, aunque cuenta con menos consolas que los anteriores, tiene un amplio catálogo de juegos por ordenador y tiene prohibida la entrada a menores de 18 años. Este en concreto nació en Valencia en 2012 con la idea de constituirse como un bar donde compartir con amigos una bebida viendo alguna competición de e-sports, y ahora trata de constituirse como un bar más serio en el mundo gamer, negando la entrada a menores al tener a la venta bebidas alcohólicas.
Entre las diferentes actividades que se pueden realizar, hay una variedad entre el tipo de juegos o consolas que se solicitan. «Por ejemplo, si no lo tenemos (el juego que se nos demanda), se intenta buscar e instalar en los servidores», dice un empleado de Elite Gaming. La oferta de actividades no acaba aquí, ya que todos estos centros ofrecen la posibilidad de celebrar los torneos que se retransmiten por diferentes canales, y en los que se obsequia al ganador con varios tipos de recompensas, tanto económicas como de puntos de videojuegos, de merchandising de los mismos juegos, de artículos de colección, etcétera. Así como poder asistir a retransmisiones de los principales eventos gaming, que es otro de los alicientes del sector gaming.
Álvaro Aspas confiesa que «todavía hay mucha gente que tiene su idea propia de eSport bar, que quieren tener billares, futbolines, dianas y ordenadores, y otros que pueden pensar distinto, creyendo que un bar de eSport es solo un bar de copas o de comida rápida. Y cada uno lo prueba y va adelante con él». Aspas, sin embargo, advierte que «no se puede decir cuál es el mejor. Si eso, después de diez años, se podrá decir».
Bares gaming en Madrid…
Muy interesante, había muchos datos que no conocía!
Un trabajo magnífico. Nos informa de un asunto no conocido x muchos. Entretenernos mientras consumimos y charlamos con amigos.
Un trabajo excepcional
Es muy interesante que haya este tipo de noticias ya que estos bares cada vez estarán más de moda y es importante que se den a conocer.
Enhorabuena por el trabajo destinado a este sector en auge, sin duda, de gran interés.
Enhorabuena por el trabajob dedicado a este tema, sin duda de gran interés.