Patinetes eléctricos: un nuevo intruso que no encuentra su lugar

Patinetes eléctricos aparcados en Nuevos Ministerios. (Foto: Variación XXI)

. Madrid ha sido pionera en regularlos con la Nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible

. Los accidentes, el precio, la seguridad y la nueva normativa son la principales fuentes de polémica

Los madrileños han sido testigos de cómo en apenas unos meses los patinetes eléctricos han invadido el centro de la ciudad. Desde que la empresa californiana Lime.S fuese fundada hace apenas un año atrás, este fenómeno circulatorio ha colonizado prácticamente toda la capital española y amenaza con ir a más. Pero la proliferación de estos patinetes no está exenta de polémica. Si los usuarios más fieles se han quejado en numerosas ocasiones del alto precio por viaje, ahora se le ha unido la nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible que acaba de aplicar el Consistorio madrileño, limitando su uso no solo en las áreas circulables, sino también su velocidad.

En VariaciónXXI hemos comprobado como la intención del Gobierno de Manuela Carmena de mejorar la convivencia entre los viandantes y los amantes de las nuevas tecnologías parece no haber sido del gusto de todos. Mientras que los usuarios han visto limitada su libertad de circulación, los peatones consideran que aunque esta nueva normativa les protege de posibles accidentes en zonas peatonales, sigue dificultando la circulación en las aceras.

¿Quién usa los patinetes eléctricos?

El público joven es, sin duda, el primero en sumarse a esta nueva forma de movilidad traída desde California; ya sea «para evitar andar» o, simplemente, «por probarlo». Algunos repiten y deciden usarlo con frecuencia, pero para casi la mayoría, con matar la curiosidad les parece suficiente. Si en algo coinciden todos los usuarios de estos vehículos, es en que su compañía favorita es Lime.S.

Los trayectos realizados con los patinetes eléctricos suelen durar entre 3 y 15 minutos. El precio de los mismos es de 1€ de desbloqueo, al que se le debe sumar 0,15€ por minuto de viaje: «asequible» según la mayoría, aunque «un poco caro» para otros. Gran parte de los usuarios coincide en haberlos usado como sustitutos del transporte público y para moverse por el centro de Madrid.

Riesgo, mal tiempo y alto coste: los tres factores que le roban popularidad a los patinetes

La realidad es que la idea de los patinetes es muy popular, pero su uso no es tan generalizado. Cuando en verano inundaron nuestras calles y periódicos, cuando aún el tráfico invernal de Madrid no había despertado de la temporada estival y los percances no habían comenzado, el patinete eléctrico era el nuevo protagonista. Ahora, ya se está convirtiendo para muchos en un villano.

Según una encuesta que Variación XXI ha realizado tomando como muestra a 109 personas entre 18 y 26 años, la mayoría, el 85,3% no ha utilizado un patinete eléctrico de alquiler nunca, mientras que casi la totalidad de los encuestados, el 96,3%, no se considera usuario regular.

Encuesta realizada por Variación XXI a usuarios de los patinetes y peatones.

En la lucha de opiniones por apoyar su uso o no, los porcentajes no se muestran tan radicales, aunque siguen predominando sin ninguna duda aquellos que no están a favor de su uso, ya que no ven con buenos ojos a este nuevo intruso en el centro de la capital. Esto supone que un 69,7% los haría desaparecer de las calles frente a un 30,3% que los defiende.

En cuanto a la Nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible, en vigor desde el 24 de octubre de este año, son pocos los que la consideran adecuada. Un 59,6% señalan que no están de acuerdo en que los patinetes solo puedan circular por la carretera. Estos se justifican aludiendo a la peligrosidad de circular con este tipo de vehículo por la carretera y confiesan que seguirán yendo por la acera por su propia seguridad.

Los accidentes, la principal preocupación entre los peatones

Desde el pasado mes de junio, la Policía Municipal de Madrid ha registrado un total de 22 accidentes causados por este medio de transporte. Entre ellos, ocho viandantes han sido atropellados, mientras que el resto han sido los propios conductores de los patinetes los que han salido perjudicados. Además, dos de los heridos han tenido heridas de gravedad.

Y es que, hasta un 21,1% de los encuestados asegura haber tenido algún percance con los patinetes, ya sea como peatón, conductor o usuario. Esta es una de las principales razones por las que los patinetes empiezan a perder confianza no solo entre los peatones, sino entre los propios usuarios del gadget, quienes, tras verse obligados a circular por la carretera, están recurriendo de nuevo a los viejos medios de transporte público.

Usuarios de los patinetes eléctricos en el parque de El Retiro. (Foto: Variación XXI)

No obstante, tras la aplicación de la nueva Normativa Ordenanza de Movilidad Sostenible, la Policía ha señalado que el número de accidentes se reducirá en las aceras, aunque esperan que los accidentes en las vías habilitadas para la conducción de los patinetes aumenten.

Asimismo, la polémica no sólo pone en el peligro a los peatones, también al ya escaso estacionamiento en el centro de la capital. Según esta nueva ordenanza, está permitido que los patinetes se puedan aparcar en aceras y lugares reservados siempre que haya tres metros de espacio libre. Sin embargo, en lugares como la Gran Vía de Madrid, que actualmente se encuentra en obras, los usuarios aparcan los patinetes en cualquier lugar, obligando a los peatones a ir esquivándolos todo el rato.

Patinetes eléctricos aparcados en la plaza de Callao. (Foto: Variación XXI)

Por todo ello, la mayoría de los peatones opinan que es peligroso que los patinetes circulen por la acera, sobre todo en días festivos o fines de semana. Además, los viandantes que se mueven por el centro tienen que estar continuamente pendientes de no cruzarse con los patinetes para no tener un accidente. Por otro lado, los ciudadanos más mayores, los cuales no son usuarios habituales, no están acostumbrados a tener que compartir acera con estos vehículos, por lo que no tienen una opinión favorable hacia ellos.

Muchos de los peatones entrevistados han admitido que rara vez han usado los patinetes debido al buen transporte que les ofrece el Metro de Madrid, y opinan que la nueva normativa es buena a la hora de aplicarla en los lugares más céntricos, como Callao, Gran Vía o Sol, pero que por otras calles es más peligroso. Por otro lado, los hay que opinan que los patinetes eléctricos son innecesarios en Madrid, debido a la existencia de las bicicletas, en las que el usuario no tiene que pagar.

La polémica de las cargas nocturnas

No se extrañe si paseando por el centro de Madrid por la noche se encuentra a un grupo de jóvenes recogiendo con sus automóviles todos aquellos patinetes que se encuentran por su camino. Se trata de los Lime Juicer, en el caso de los que trabajan para la compañía californiana, o simplemente todos aquellos que por alrededor de 5€ se encargan noche tras noche de dejar listo el gadget para que por la mañana todos los usuarios de este medio de transporte puedan utilizarlo sin problema.

Y es que a principios de agosto, Lime, a través de varios portales de búsqueda de trabajo como InfoJobs, publicó varias ofertas de trabajo ofreciendo entre 12 y 24€ brutos la hora a cambio de recoger, recargar y reubicar en nuevas zonas todos aquellos dispositivos que contasen con poca batería. Eso sí, la gasolina empleada y por su puesto la luz, corre a cargo del trabajador. Como requisitos: ser mayor de 18 años y tener tu propio vehículo, además de tener que darte de alta como autónomo.

Este polémico modelo de recarga, que poco o nada ha gustado a la alcaldesa de Madrid, es el que utilizan la gran mayoría de empresas que distribuyen estos vehículos de moda, aunque en España existe una compañía que ha decidido optar por otro método.

Desde la empresa española Eskay aseguran que no siguen este modelo de recarga americano porque quieren que los patinetes estén perfectos todos los días por la mañana. «Nosotros tenemos una empresa especializada que solamente se dedica al mantenimiento y carga y que conoce como la palma de su mano el patinete», asegura uno de los responsables a Variación XXI.