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periodismo universitario en internet

Subiendo a los palacios y bajando a las cabañas

 

Bar en el barrio de Vallecas / Variación XXI

Cafetería en el barrio de Salamanca / Variación XXI

  • Nos adentramos en los barrios de Salamanca y Vallecas, dos zonas a primera vista opuestas

  • «Las propinas, aunque no os lo creáis, son mayores en Vallecas», nos cuenta un taxista en la calle Serrano

 

Los barrios de Salamanca y Vallecas, dos de los distritos más importantes de la ciudad de Madrid, se diferencian principalmente en el poder adquisitivo de sus habitantes, pero también tienen algunas cosas en común. Hemos visitado para nuestra página Variación XXI ambas zonas con el propósito de compararlas y comprobar el nivel social y económico de las dos. Dentro del barrio de Salamanca hemos estado en las zonas de Serrano, Velázquez, Goya y Gregorio Marañón; dentro del barrio de Villa de Vallecas, en Puente de Vallecas, Nueva Numancia y El Pozo.

En el barrio de Salamanca

Llegamos al barrio de Salamanca, a la calle de Serrano, donde en primer lugar entramos en una cafetería. Entre los clientes, gente de todo tipo, especialmente jóvenes y adultos. La población de personas de entre 16 y 64 años triplica a la de mayores de 65, a pesar de ello hay más defunciones que nacimientos. Pero todos tienen algo en común: son o bien de clase media-alta, o bien de clase alta.

Más tarde, hablamos con un taxista, que se mueve sobre todo por La Guindalera (la zona más habitada de este distrito), a quien preguntamos por su experiencia en este barrio, pero también en Vallecas. Nos cuenta que, curiosamente, las propinas son mejores en el barrio obrero. Otro tópico que cae.

Después, en un bar llamado La niña nos cuentan que lo que más se consume son desayunos de precio económico, y que, a pesar de encontrarse entre tiendas de lujo, tiene mucha clientela de clase obrera que va a tomar un café y una tostada antes de entrar a trabajar.

En un supermercado de la cadena de supermercados Día en una de las calles paralelas a Serrano notamos que la mayoría de los productos son de marca. Entre la clientela, en general señores mayores que han ido a comprar algún producto para consumir ese mismo día. Nos atiende una empleada ecuatoriana, una de las 6.000 personas de América Latina que residen en este barrio, que nos cuenta que mucha gente gasta una media de 100 euros en la compra semanal.

Por último, charlamos con el portero de uno de los edificios más emblemáticos de esa calle, en el que viven, según nos cuenta, desde condes y marqueses hasta presidentes de empresas. Le preguntamos por algún nombre destacable, pero nos dice que no le está permitido dar información ni ser grabado.

Comprobamos que el dato sobre población analfabeta, según el cual la media es de 168 personas, se corresponde con la realidad, puesto que la gente con la que hablamos tiene un nivel cultural elevado. También que las mujeres son mayoría (81.000 frente a 63.000 hombres).

En el puente de Vallecas

Llegamos al barrio de Vallecas y desde un principio notamos la diferencia: nada más salir de la boca de metro encontramos un comercio tradicional y una tienda de comestibles regentada por un hombre chino.

A pesar de que la población de 65 años o más supera en nueve mil habitantes a los más jóvenes (entre 0 y 15 años), hay un crecimiento vegetativo positivo.

En primer lugar nos dirigimos al Día más cercano, para comprobar la diferencia con el del barrio de Salamanca. En efecto, a pesar del parecido, son muy distintos. En este supermercado, mucho más grande que el otro, hay sobre todo productos de marca blanca, y la clientela es, en gran medida, extranjera: personas sudamericanas o de la Europa del este que han venido a comprar productos básicos para la semana.

Después, en un bar de toda la vida, regentado por un portugués que se vino a vivir a España hace años, un cliente, ataviado con un sombrero y tomando una copa de vino tinto, nos cuenta su hartazgo con algunos problemas del barrio y su visión de éste.

Por último, delante de un supermercado, hablamos con una mujer venezolana (17.000 personas provenientes de Sudamérica residen en este barrio) que lleva unos meses viviendo en España. Nos cuenta que todos los días se dirige a un comedor social cercano para tener algo que llevarse a la boca.

Además preguntamos a varios transeúntes cuál es su presupuesto para la fiesta más cercana: la Navidad. Las dos personas, curiosamente, hablan de la misma cantidad de dinero (200 euros), a pagar entre veinte personas en un caso y quince en otro.

María Sánchez, una vallecana en el barrio de Salamanca

María Sánchez escribiendo un artículo / Variación XXI

María Sánchez Chapinal nació en El Pozo, una zona del barrio de Vallecas, y trabaja en un periódico llamado Magisterio en Gregorio Marañón, ubicado en el barrio de Salamanca. Nos cuenta su experiencia durante estos meses en el diario en el escribe, y algunas anécdotas sobre su vida en Vallecas. También comentarios que ha escuchado en su redacción que tienen que ver con las diferencias que hemos apreciado al realizar este reportaje.

Por otro lado, nos dice que en la facultad de Ciencias de la Información, donde estudia Periodismo, el ambiente es más heterogéneo, al igual que en Vallecas. A diferencia de la redacción en la que trabaja, donde nos cuenta que está muy a gusto, en el barrio de Salamanca, aquí llega y se siente como en casa, en el sentido de que las personas que la rodean tienen diferentes maneras de pensar y provienen de clases sociales distintas.

A vueltas con los tópicos

A pesar de que no queremos caer en los tópicos, nos hemos sentido más arropados en el barrio de Vallecas, hablando con personas humildes y cercanas que no dudaron en responder a todas nuestras preguntas.

Por el contrario, sin querer generalizar, en el barrio de Salamanca resulta más complicado hablar con personas de a pie, ya que o bien no querían participar o bien no podían, como es el caso del portero de uno de los edificios más importantes que, a pesar de querer colaborar con nosotros, nos explicó que le poníamos en un compromiso si hablaba.

Por tanto, podemos concluir que el barrio de Salamanca es más hermético y la gente que vive en él es menos accesible. Es más difícil entablar conversación, o simplemente que se paren a atenderte, las personas de este barrio.

Como anécdota, bajamos por la calle Velázquez en compañía de José Manuel Parada, ex presentador del programa Cine de Barrio, quien fue muy amable con nosotros.

 

Las apariencias muchas veces engañan

Sin embargo, también hemos experimentado que los estereotipos no siempre se cumplen, ya que en ambos barrios nos han tratado con educación y respeto. Siempre se ha dicho que muchas personas que viven el barrio de Salamanca son altivas o prepotentes (cosa que en parte puede ser cierta, ya que algunas personas se han negado a participar de malas maneras), pero hemos charlado con gente estupenda que nos ha hablado sin un ápice de soberbia.

Por otro lado, muchas veces se afirma que en el barrio de Vallecas la gente es en general conflictiva, sin embargo nosotros (salvo alguna excepción, como unas personas de etnia gitana apostados en un portal que nos miraron por desprecio), no hemos tenido ningún problema con nadie.

Hasta aquí nuestro primer reportaje para Variación XXI. Esperemos que os haya gustado.

6 Comments

  1. Muy interesante esta comparación

  2. Un reportaje con un punto de vista muy original!!

  3. Enhorabuena! siempre me había parado a pensar en estas cosas pero nunca lo había visto tan directo y bien reflejado !

  4. Muy buen trabajo en serio.
    Esfuerzo y tiempo. Se nota la complicidad entre los estudiantes. La música uns muy buena elección en los videos, una forma muy profesional de entrevistar a la gente de ambos barrios.
    Me ha gustado mucho.
    ¡Enhorabuena!

  5. Que interesante! Buen trabajo!!!

  6. Intetesantísimo trabajo, sorprendente a cada párrafo.
    Ojalá leer mas pronto!!

    Saludos y bendiciones

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