Violencia de Género en Medios Digitales
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El lenguaje sexista continúa formando parte de los diarios españoles
La violencia y discriminación por género hacia las mujeres continúa siendo, por desgracia, algo actual. Rara vez no aparece alguna noticia sobre ello en los medios de comunicación. En aproximadamente quince años, los mismos en los que se empezó a registrar el número de casos por violencia de género en España, se han contabilizado 950 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, 44 de ellas durante este año, según el balance del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En 2004 se aprobó la Ley de Violencia de Género para intentar luchar contra esta lacra, pero parece que las medidas son insuficientes. Por esto, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de visibilizar y saber tratar estos casos, pero ¿pueden estar contribuyendo al aumento de la violencia? ¿Son también uno de los agravantes?
Los medios de comunicación son un altavoz a la hora de tratar estos casos. Pero, ¿son a su vez uno de los agravantes? ¿Están contribuyendo al aumento de la violencia? Los datos demuestran que sí. Parece que no se ha avanzado lo suficiente en el tratamiento de la violencia hacia las mujeres.
Numerosas investigaciones han demostrado que los medios de comunicación discriminan positivamente al masculino. Además, se potencian comportamientos machistas y misóginos. En la mayoría de los casos, por ejemplo, se habla de “muerte de…” o “muerta a manos de…”, pero nunca “asesinada”. En los medios, parece estar mal visto el nombrar los hechos de forma categórica.
Cada vez hay más voces que piden un cambio en el tratamiento de este tipo de noticias. Numerosos colectivos feministas y diferentes profesionales del sector alzan la voz para pedir un mayor respeto hacia las víctimas y mayor información por parte de los periodistas para poder informar correctamente.
Según la opinión de la Doctora en Ciencias de la Información, Isabel Tajahuerte, la violencia de género en los medios de comunicación se trata mal porque las periodistas y los periodistas en general no tienen formación en género al igual que el resto de la sociedad, no se puede tratar sobre un tema específico sin haber recibido formación, sin embargo Javier Maestro opina que sí se está generando conciencia en la sociedad, aunque no sea perfecta ni se hayan formado, y que gracias a eso puede llegar a otras personas que no saben absolutamente nada sobre el tema.
Así, la profesora Tajahuerte accede a compartir de punto de vista con nosotros para entender más a fondo este tema.
En el lenguaje periodístico sigue usándose el masculino para englobar a mujeres y a hombres, haciendo esto, ¿se discrimina a una parte de la sociedad invisibilizandola? Por parte de Isabel esto es así, se debería usar un lenguaje inclusivo, en vez de decir “los ciudadanos” cambiarlo por “la ciudadanía” y cuando sea necesario usar el masculino y el femenino a la par, hoy por hoy no está bien visto usar el femenino para generalizar, gran parte de la población masculina se ofende cuando ocurre este hecho, ¿por qué esto es así? , debido a nuestra educación en una sociedad patriarcal, para acabar con esto deberíamos usar un lenguaje inclusivo siempre y nombrar a las mujeres, hay que hacer el esfuerzo de usar este tipo de lenguaje para cambiar el pensamiento, pero el problema del género en el lenguaje es la tediosidad al escribir los dos géneros, por eso es mejor usar los neutros explica Javier.
Los medios suelen realizar preguntas sexistas a las mujeres, como por ejemplo; ¿cómo compaginas el trabajo con la familia? ¿de quién es el traje que llevas puesto? ¿cómo mantienes tu figura? ¿cuándo vas a tener hijos?…
Este tipo de preguntas, ¿las exige el medio o son por lo que demanda la sociedad?, ambos coinciden en que es una interacción mutua, uno es producto del otro, Isabel propone que este tipo de preguntas también sean formuladas para los hombres cuando un medio de comunicación haga una entrevista y así visibilizar la superfluidad de este tipo de cuestiones. Además la “prensa rosa” está dirigida para las mujeres por el mito del amor romántico, se les incita al cotilleo, se entiende que su ocio tiene que ver con eso y con cosas superficiales y a ellos les destinan la prensa deportiva, es una forma de dividirnos, nos educan así desde pequeños.
A la pregunta de si los titulares de prensa que culpabilizan a las mujeres que han sufrido violencia machista es por causa de la editorial o de la sociedad nos contestan que es de los dos, pero que el medio tiene que ser consecuente y responsable con el cumplimiento de las leyes orgánicas sobre la violencia de género.
El ministerio del interior ha lanzado una campaña para luchar contra el maltrato físico y psicológico que son las llamadas “gafas para no mirar a otro lado”, son unas gafas de realidad virtual que nos permite introducirnos en un escenario de 360 grados para presenciar tres historias de manera real como si estuviésemos allí, este tipo de campañas para ponerse en el lugar de la otra persona es importante y positivo para empatizar, el problema que puede surgir es la existencia de las personas con empatía cero, por eso lo más importante para Isabel y Javier es comenzando desde la educación y la formación sobre el tema de género.
Titulares Sexistas
La jugadora de bádminton Carolina Marín, que está entre las 10 mejores según la BWF (Badminton World Federation) y ha sido tres veces campeona mundial, recibió el titular de “Y hasta se ha echado novio” después de su victoria en las olimpiadas de 2016 en el periódico El Mundo.
De la misma manera, la sección del corazón de El Español publicaba un tweet sexista sobre la medallista olímpica de halterofilia, Lydia Valentín, mencionando a la campeona como: “La exuberante belleza de la olímpica de bronce”.
También lo hacía el periódico deportivo Récord sobre la medallista Paola Pliego, bajo el titular “El mundo podría perderse la belleza y sensualidad de Paola Pliego”, acompañando de una foto de la medallista en bikini. Este ha sido finalmente eliminado tras el revuelo que causó.
Un hecho similar ocurrió este mismo año, cuando el Balón de Oro que recibió la futbolista Ada Hegerberg quedaba eclipsado después de que el animador de la gala le preguntara si sabía hacer twerking. Aunque la pregunta fue públicamente criticada por la audiencia y por diversos medios, al final la anécdota más destacada fue la pregunta machista del presentador y no el hecho de que era la primera mujer en la historia en recibir este galardón.
Según la correctora lingüística Montserrat Vallvé: “el lenguaje expresa qué hay en el cerebro”, por esto recomienda tomar conciencia de lo que se piensa (si puede ser denigrante o no para alguien) y modificar la manera de expresar lo que se quiere comunicar. Un caso contrario ocurrió durante los pasados JJOO de Río, donde la Universidad de Cambridge hizo un análisis del lenguaje que empleaban los medios en sus retransmisiones deportivas. Se dieron cuenta que cuando los locutores se referían a las hombres decían “compiten” y cuando hablaban de las mujeres decían “participan”.
Para mujeres
A pesar de que los movimientos feministas son uno de los principales factores que encabezan el empoderamiento de las mujeres, el machismo continúa formando parte del estigma social. Por esto, muchas veces las mujeres quedan marginadas en los medios como “mujer de…” o “madre de…”, en lugar de mencionar su profesión. Como ocurrió en el diario Mediterráneo Digital que publicaba la siguiente noticia:
Un ejercicio para entender el androcentrismo en los medios de comunicación lo explica García Messeguer que ofrece una forma bastante sencilla de determinar si un lenguaje es sexista o no, consiste en cambiar el sujeto por el género gramatical contrario y ver si sigue siendo correcto. El periódico El Mundo publicaba una noticia con el siguiente titular en Twitter: “¿Pueden sobrevivir las astronautas sin su maquillaje?” La pregunta a un hombre es totalmente impensable.
El lenguaje sexista no solo encara el “nosotros” que engloba a mujeres y hombres, sino a las imágenes de portada de un desnudo femenino sin consentimiento, a preguntas machistas a mujeres profesionales o a titulares denigrantes y ofensivos. La violencia machista forma parte de este comportamiento despectivo hacia las mujeres que continuamente quedan relegadas a un segundo plano en el ámbito informativo, comparadas con hombres y valoradas casi exclusivamente por su aspecto físico.
Cara a Cara
Hemos contactado con una víctima de violencia de genero que, para hacernos llegar el mensaje de Tolerancia Cero, comparte su historia con nosotras y nosotros, aunque por seguridad hemos preferido guardar anónima su identidad.
La violencia de género nos concierne a todos como sociedad. Que hayan tantas víctimas demuestra un fracaso de la Ley de Violencia de Género, al mismo tiempo que habla del fracaso de una sociedad que permite que actos como estos sigan repitiéndose. Está en la mano de los medios de comunicación que este tipo de comportamientos machistas dejen de proyectarse.
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Fantástico artículo y muy necesario en estos días. Hacen falta muchos más como este. Gracias!!
Que artículo tan interesante, que bien abordado un tema tan duro y difícil como es la violencia que sufrimos las mujeres.
Gracias por escribir las cosas tan bien.
Espero que continueis así
Un artículo interesante dentro de un movimiento necesario. Es importanísimo el análisis de la violencia machista a todos los niveles y la presencia del mismo en todos los medios posibles. Mucho animo, y que sigas trabajando para construir una sociedad justa e igualitaria en todos los aspectos
Ya era hora de encontrar un artículo que defina tan bien el gran problema al que estamos expuestas la gran mayoría de las mujeres en la actualidad: comentarios machistas allá donde vamos, titulares sexistas y un sinfín de barbaridades que hoy en día tenemos que seguir aguantando. Me ha parecido realmente interesante y ojalá se visibilizara más este problema. Os felicito.
Quizás una de las cosas que más me ha llamado la atención sea el vídeo donde aparece la chica contando su experiencia. Hay tantas chicas y mujeres que han sufrido maltrato y que aún lo sufren, y tantas que pueden contarlo, por desgracia. Ojalá esto termine algún día. Gran artículo.