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periodismo universitario en internet

Ciencias de la Desinformación

Metro de Ciudad Universitaria / Marta Morales

La supresión del periodo de exámenes en septiembre ha generado un malestar generalizado entre los universitarios de comunicación

 

La supresión del periodo extraordinario de exámenes de septiembre en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid en el presente curso 2018/2019 ha provocado quejas e indignación tanto por parte del alumnado como del profesorado. La falta de información, la manera de proceder por parte del rectorado a la hora de efectuar los cambios y la falta de tiempo de los alumnos para afrontar sus exámenes y proyectos han generado un ambiente de impotencia y desesperación en las aulas que amenaza con desestabilizar los horarios de los futuros profesionales de la comunicación.

El calendario de organización docente oficial del curso 2018/2019 realizado cada año por el Consejo del Gobierno de la Universidad, decidió el pasado 27 de febrero del 2018 trasladar de forma permanente el periodo extraordinario de exámenes localizado en el mes de septiembre al mes de junio.

El adelanto del periodo extraordinario de exámenes ha provocado como consecuencia directa que todo el calendario académico del curso 2018/2019 haya tenido que ser adelantado un mes respecto del pasado curso 2017/2018, provocando que los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Información hayan tenido que someterse a una reducción del tiempo de estudio entre exámenes ordinarios y extraordinarios de más de 60 días.

Los estudiantes lograron el pasado año frenar los cambios una vez iniciado el curso

El propio rectorado el pasado curso 2017/2018 intentó llevar a cabo la implantación del nuevo calendario en la facultad sin éxito. Los alumnos, mediante movilizaciones y una recaudación masiva de firmas, organizada por el Consejo de Estudiantes, lograron frenar el adelanto de los exámenes extraordinarios, ya que según sus propias declaraciones <<no fueron informados de dichos cambios hasta el mes de marzo>>.

<<Tal era la confusión que ni los profesores ni los alumnos sabíamos si tendríamos que enfrentarnos a los exámenes en julio o en septiembre a pocos meses de finalizar el curso>> expresaba Nerea Dominguez, alumna de la facultad y estudiante de cuarto año de periodismo.

La implantación de dicho cambio, una vez comenzado el curso, suponía a los estudiantes comenzar los exámenes extraordinarios inmediatamente después de la finalización de los exámenes del segundo semestre, en muchas ocasiones si margen de tiempo y sin saber a qué asignaturas debían de enfrentarse o no. Por parte del rectorado no hubo ningún tipo de comunicación oficial y durante varias semanas la confusión y el desconcierto primaron entre los pasillos de la Facultad de Ciencias de la Información.

Gracias a la recaudación de firmas y la imposición del Consejo de Estudiantes, la implantación del nuevo calendario fue pospuesta para el curso 2018/2019, ya que según declaraciones del propio Consejo <<no podían llevarse a cabo los exámenes de septiembre las primera semanas de julio cuando los exámenes finales del segundo semestre finalizaban la última semana de junio>>.

Según nos explica Yolanda Martínez Solana, profesora y Doctora de la Universidad Complutense de Madrid y delegada de la Facultad de Ciencias de la Información, el cambio quiso producirse <<debido a que Ciencias de la Información era la única facultad sin establecer el horario impuesto por Bolonia>>. En el resto de las Facultades esta normativa ya estaba vigente y el desconcierto y la sorpresa fue debido <<a las prisas>> por expandir el horario en la última facultad del campus.

Por todo ello, el Rectorado y el Consejo de Gobierno decidieron posponer los cambios académicos para el presente curso, adelantando un mes el inicio del curso 2018/2019 y los exámenes correspondientes a los dos semestres en los que se distribuyen las diferentes asignaturas de los grados.

Sin embargo, la calma y armonía sigue sin reinar ni convencer tanto a los estudiantes como a gran parte de los profesores de la Facultad de Ciencias de la Información. El propio Calendario de la Organización Docente Oficial del presente curso sigue generando dudas y temor entre los universitarios debido a la reducción excesiva del tiempo de estudio en cuanto al periodo de exámenes extraordinarios.

 

 

Los estudiantes han visto rebajado su tiempo de estudio en más de dos meses

Entrada de la Facultad de Ciencias de la Información / Marta Morales Castañeda

 

Para las partes afectadas, el adelanto de un mes del calendario académico sigue sin ser suficiente. Según reflejan los documentos oficiales proporcionados por la propia facultad, los exámenes ordinarios del segundo semestre, fijados entre el 16 de mayo y el 3 de junio, dejan a los estudiantes el ridículo espacio de 14 días de estudio antes del inicio de los exámenes extraordinarios previsto para el 17 de junio.

Una reducción en el tiempo de estudio de más de dos meses y medio, respecto del curso 2017/2018, que impide, según la opinión de los estudiantes y los profesores, la buena preparación de las materias.

De hecho, según los propios alumnos declaran, los exámenes extraordinarios, adecuados a un periodo de preparación previsto para al menos dos meses, tienen una dinámica, en muchas asignaturas, completamente diferente a los exámenes que se realizan a final de curso.

<<En muchas ocasiones los exámenes de septiembre requieren mucho más tiempo de preparación. Algunas asignaturas cambian totalmente la dinámica. De junio a septiembre la materia puede hasta triplicarse. Los profesores pueden cambiar completamente el temario, sobre todo cuando se trata de asignaturas muy prácticas durante el curso que al ser suspendidas se aprueban mediante el estudio de libros complementarios>> informaba una alumna de comunicación audiovisual, grado en el que las prácticas priman en gran parte de las asignaturas.

 

 

Las Actas, una contradicción dentro del calendario académico

Graffiti decorativo de la Facultad de Ciencias de la Información / Marta Morales Castañeda

Otra anomalía que presenta el nuevo calendario académico, dentro del periodo de separación entre exámenes viene reflejada en las fechas establecidas en las actas académicas pertenecientes al segundo semestre. Las actas son la vía de comunicación oficial entre alumnado y profesor, en el que se distribuyen los resultados finales de las asignaturas.

La fecha oficial de cierre de actas del segundo semestre está fijada para el 21 de junio. Ese día se establece como el último en el que los profesores podrán comunicar al alumno la calificación y superación de las asignaturas del segundo periodo del curso.

Que el cierre de actas este fechado para el 21 de junio supone que los alumnos comenzarían su periodo de exámenes extraordinarios cinco días antes de saber de que asignaturas se deben examinar del segundo semestre, provocando así la imposibilidad de organización y otorgando aún menos tiempo para la superación de dichas materias, ya que el último examen extraordinario está fechado a día 5 de julio.

Todas estas anomalías sumado a la falta de tiempo para la preparación de los exámenes ha generado un desconcierto generalizado entre los estudiantes de comunicación, los cuales denuncian sentirse <<maniatados>> ante la imposibilidad de poder realizar o proponer cambios.

<<De la noche a la mañana nos hemos visto obligados a adoptar un modelo que a ninguno gusta>> denunciaba Alejandro Gracia, actual estudiante de periodismo en su último año de carrera. <<¿Por qué el rectorado he decidido cambiarnos completamente nuestra manera de estudiar y de organizarnos sin preguntarnos previamente si nos parecía bien un cambio de tal magnitud?>> concluía.

 

 

<<Hemos llegado a enterarnos de cambios en la Universidad por rumores en los pasillos antes que por comunicados oficiales>>

Como él, muchos estudiantes denuncian la falta de compromiso de la Universidad Complutense de Madrid a la hora de efectuar cambios, declarando que en muchas ocasiones no se informa de los comunicados oficiales de forma individual mediante el correo electrónico asignado a casa alumno y, como nos expresaba Alejandro, conocen los cambios  << gracias a rumores o por los propios alumnos en las horas de descanso”.

Desde la propia Universidad tampoco se facilita la información ni existen documentos oficiales dentro de sus portales en los que se expliquen los cambios de normativas ni los motivos por los que se ha llegado a efectuar el cambio de horario más allá del calendario académico oficial en el que se han reflejado dichos cambios.

Tampoco desde el propio Rectorado se han mostrado muy colaborativos a la hora de proporcionar información pese a los múltiples intentos por parte de este medio de contactar con el Consejo de Gobierno, otorgando así a la previa confusión, un añadido más de misterio que amenaza con desestabilizar a los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Información.

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