Mujeres, cámara y acción
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El papel de la mujer en el cine sigue siendo muy inferior al de los hombres.
Las mujeres se encuentran con diversos problemas a la hora de enfrentarse al mundo laboral. Males como el techo de cristal o las diferencias salariales inundan múltiples sectores, y la industria cinematográfica no es una excepción. Según un estudio realizado en septiembre de este año por CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales), los hombres ocupan el 76% de la industria cinematográfica frente al 24% de mujeres. Los datos hablan por si solos, las diferencias son abrumadoras y el papel de la mujer está claramente relegado a un segundo plano. Los hombres copan ciertas tareas dentro del sector, y como explica CIMA en su informe, hay áreas masculinizadas: Producción (74%), Dirección (88%), Guion (87%), Composición Musical (96%), Dirección de Fotografía (93%), Montaje (80%), Responsable de Sonido (93%) y Efectos Especiales (99%).
Estos datos muestran el panorama de nuestro cine actual, y son indicadores de las desigualdades que existen dentro del sector. Además, se pueden traducir en un fenómeno social porque el cine es cultura y ésta actúa como un reflejo de nuestra sociedad; pero no solo esto, sino que también la crea, ayuda a generar un ideario común. Debemos visibilizar las fallas que existen dentro del séptimo arte y poner en el punto de mira el trabajo de las mujeres cineastas, porque ¿cuántas directoras de cine conocemos?
Estos porcentajes no solo afectan a la cantidad de trabajadores, también a los puestos que ocupan dentro de la industria. Según el informe CIMA, el 24% de los cargos de liderazgo en producción son mujeres, el 76% restante son hombres. En otros ámbitos considerados como las profesiones feminizadas dentro de la industria del cine, como maquillaje o vestuario, son casi un 90% las mujeres las que se encargan. Carlota Coronado Ruiz, profesora de Comunicación y Género, y realizadora y productora de Zamprano Producciones cinematográficas cuenta en Variación XXI cómo las mujeres ocupan puestos medios dentro del departamento de producción o de dirección, pero no llegan a los puestos de decisión, «quiero ser optimista respecto al futuro y a los posibles cambios. Aunque desde que CIMA empieza a realizar sus informes en 2010, los datos no han mejorado, y en algunas áreas han incluso empeorado».
La importancia de las mujeres en el cine.
Es por esto que visibilizar el trabajo que hacen las mujeres en el cine no solo es necesario para darles el reconocimiento que se merecen, sino también para crear referentes entre las nuevas generaciones y que tengan figuras femeninas a las que admirar por su trabajo y sentirse identificadas con ellas.
Sin embargo, también debemos poner de relevancia las corrientes feministas que están inundando la industria, y que ayudan a generar un debate sobre las desigualdades existentes en el mundo del cine.
El movimiento #MeToo, que comenzó en Hollywood pero que también llegó a nuestras fronteras, denunciaba el acoso sexual vivido por algunas actrices dentro de su entorno laboral. Este proceso fue abanderado por nombres mundialmente conocidos como Viola Davis o Patricia Arquette, entre muchas otras.
En España han sido los abanicos rojos el símbolo que representa el descontento de las mujeres de nuestro cine, siendo un complemento fundamental en la pasada gala de los Goya.
Estos abanicos, convertidos ahora en símbolos del cambio, llevaban escritos #MásMujeres y buscaban denunciar la situación de desigualdad en la que se encuentra la industria cinematogáfica.
También se volvieron a lucir en el pasado Festival de San Sebastián, en donde se firmó la Carta por la Paridad y la Inclusión de las Mujeres en el Cine, por la cual el festival se compromete a:
- Compilar estadísticas desagregadas por género, tanto aquellas que se refieran al número de películas recibidas para su selección, como a las elegidas y programadas, para disponer de datos fiables y reales sobre la presencia de proyectos liderados por mujeres.
- Hacer pública la lista de miembros de los comités de selección y programación.
- Establecer un calendario de cambios en los órganos ejecutivos del festival con el fin de alcanzar la paridad en el actual período de mandato de dichos órganos.
- Realizar una comunicación anual sobre los progresos realizados.
«Con este tipo de proyectos se busca que la mujer pueda ocupar puestos en todos los sectores de la industria, que haya una visión más global a la hora de hacer cine, y que las mujeres no tengan que enfrentarse de manera continuada a las barreras sociales que inundan el sector», así lo explicaba a Variación XXI, Silvia Ocaña, editora de la revista Mujeres A Seguir, publicación encargada de visibilizar y premiar el trabajo de las mujeres en diversas áreas del mundo laboral y que cuenta como mentora con la directora de cine Isabel Coixet.
La conciencia feminista ha llegado al mundo del cine para quedarse. A través de diversas iniciativas las mujeres del sector han enseñado a la sociedad el problema que existe dentro de esta glamurosa industria. La desigualdad laboral que viven las mujeres en este tipo de trabajos sigue siendo una realidad que los datos avalan. Este desequilibrio está ahora en el punto de mira. La cultura, siempre ha estado llena de mujeres, aunque estas, de un modo u otro, fueran invisibilizadas, pero ahora el cine es ese bastión en el que se lucha por la igualdad y la representación de las mujeres y de sus obras como parte de nuestra sociedad.