Toda una vida dedicada al deporte
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Miles de deportistas de élite se alojan en los centros de alto rendimiento
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En los CAR, los jóvenes reciben educación deportiva y académica
Fútbol, tenis, baloncesto… Estos son algunos de los deportes mejor pagados en el mundo, y también los que cuentan con mayor número de instalaciones en nuestro país. Alejados de los focos mediáticos encontramos deportes más minoritarios como son la natación, la gimnasia rítmica, judo… Sin embargo, la mayoría de estas disciplinas no cuentan con un gran número de instalaciones en España. Miles de jóvenes no pueden permitirse el desplazamiento a una piscina a kilómetros de su casa para lograr su sueño de ser medallista olímpico. En este contexto, encontramos los centros de alto rendimiento, donde los jóvenes pueden cumplir sus objetivos, formarse como deportistas y como personas.
¿Qué es un CAR?
Los Centros de Alto Rendimiento, también conocidos por su abreviatura (CAR) son instalaciones deportivas de derecho público cuyo fin es el de mejorar el rendimiento de los deportistas españoles de más altos niveles. Para ello, en estos centros se les proporcionan los mejores materiales y herramientas que puedan necesitar en el transcurso normal del desarrollo de sus entrenamientos para conseguir, de esta manera, los resultados más cercanos a la perfección en cualquier disciplina deportiva con vistas a la competición de máximo rango a nivel internacional.
Además, se hacen también cargo de la formación educativa de estos atletas, para los que también disponen de una residencia en caso de concentraciones de algún deporte concreto. En estas concentraciones de deportistas de toda España para competiciones de algún deporte concreto, se pueden congregar numerosos atletas debido al gran número de federados en cada una de las distintas disciplinas.
Actualmente España cuenta con Centros de Alto Rendimiento en Madrid, el CAR del Consejo Superior de Deportes de Madrid; en San Cugat del Valles; el Centro de Alto Rendimiento para entrenamiento en altura del Consejo Superior de Deportes en Sierra Nevada, y el otro CAR del Consejo Superior de Deportes, que se encuentra en León. También hay centros de Alto Rendimiento especializados por toda España. Como el especializado en ciclismo, en Palma de Mallorca, en golf, situado en Madrid; el especializado en remo y piragüismo, en Sevilla; en tiro olímpico, en Granada; y el especializado en vela de Santander.
El Centro de Alto Rendimiento del Consejo Superior de Deportes de Madrid es una de los principales y mejor equipados. Entre sus distintas prestaciones cuenta con completas instalaciones como pista polideportiva, gimnasio, piscina, sala de musculación, sala de judo, aulas, pista de tenis, de balonmano, baloncesto, salas de deportes de combate, de gimnasia artística y rítmica, salas de control médico y fisioterapia, pista de atletismo completa con módulo de atletismo cubierto y completo, y zona especialmente adaptada para tiro con arco.
En la actualidad los CAR cuentan con un gran prestigio en nuestro país, llegando incluso a ser utilizados como ejemplo de como se debería gestionar la totalidad de la educación pública en España. Un periodista de El País hacía esta comparativa en la que argumentaba que se debería aprender más de la gestión de estos centros para extender sus excelentes resultados a todos los aspectos de la educación, dados los resultados que tienen formando a una gran cantidad de deportistas del más alto nivel en los últimos tiempos. Incluso se están empezando a crear los primeros centros de alto rendimiento para jugadores de videojuegos profesionales, debido al increíble despunte y profesionalización que ha experimentado esta disciplina.
Experiencias personales
Para conocer cómo es un centro de alto rendimiento desde dentro contamos con las experiencias de Ana García-Arcicollar, medallista en distintos juegos paralímpicos, y de Sergio Muñoz, quien actualmente sigue en el CAR.
Sergio Muñoz se podría decir que se inició tarde en el mundo del piragüismo, con doce años se montó por primera vez en una piragua y quedó prendado de este deporte. Comenzó a entrenar en el club de su ciudad, el Talavera Talak, uno de los más laureados a nivel nacional. Pronto empezó a destacar y logró una gran progresión en muy poco tiempo que le permitió obtener buenos resultados y entrar como deportista no interno en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid.
Todos los deportistas españoles compiten para ser los mejores en sus disciplinas y representar a España en las competiciones internacionales, y el Centro de Alto Rendimiento es lo que se dedica a preparar, ¿pero cómo se accede? Cada modalidad tiene un tipo de acceso, pero suele ser por rankings individuales dependiendo de lo que vayas haciendo en la temporada y a partir de ahí cogen a un límite de personas, si hay diez plazas cogen a los diez mejores. En el caso del piragüismo, deporte que practica Sergio, nos explica que «En concreto en piragüismo solía variar dependiendo de la modalidad que se fuese a preparar ese año en el CAR. Este año, por ejemplo, se está preparando el 1.000 metros y para un ciclo olímpico suele haber seis plazas: una para el k1 (competición individual), otra para el k2 (competición por pareja) y para el k4 (una piragua con cuatro piragüistas), que son seis o siete plazas». Él destaca que la principal virtud del CAR es poder entrenar con los mejores de tu disciplina, lo que te permite dar un salto de calidad en el espectro deportivo y en el físico.
Competitivamente el CAR te da unas ventajas que no pueden alcanzar el resto de deportistas que entrenar en sus clubs y, como dice Sergio, «suele haber dos ligas: la de los concentrados en el CAR y la de los no concentrados. Al final hay un salto muy grande entre unos y otros».
Muchos deportistas entran en el CAR a edades tempranas, con categoría de juvenil o inferior. Esto hace que el entrenamiento de su disciplina deportiva interceda muchas veces con sus estudios, pero estos deportistas de alto rendimiento tienen una serie de facilidades a la hora de los estudios para poder compaginarlo con su disciplina deportiva. «Para estar en el CAR no es requisito imprescindible ser deportista de alto rendimiento, pero una vez que estás dentro te distinguen como tal. Al ser deportista de alto rendimiento un deportista juvenil al presentarse para hacer la selectividad tiene un tipo de notas de corte diferente al resto de estudiantes y puede entrar casi cualquier carrera que quiera porque hay plazas reservadas específicamente para ellos».
Estas facilidades en el nivel académico no son iguales en el económico. «La ventaja que tienes en el CAR es que no pagas estancia, ni residencia, ni manutención ni nada. Pero económicamente no hay una beca que a ti te pagan por estar en el CAR». Aunque no obtengas una retribución económica por estar en el CAR, sí que hay becas que otorga el estados a los deportistas en función de sus resultados en las competiciones. Como declara Sergio: «A ti te dan una beca por los resultados que obtengas en la temporada y, evidentemente, si estás en el CAR significa que has obtenido unos resultados y, por lo tanto, vas a tener beca, pero estar en el CAR no te da dinero, te lo dan tus resultados».
Los centros de alto rendimiento dan al país una mejora y un desarrollo en lo deportivo que sin ellos sería imposible, pero para Sergio no es el modelo ideal y propone su propia alternativa: «Creo que debería haber una forma mixta; el centro de alto rendimiento está muy bien porque concentrar a los mejores te permite mejorar una modalidad deportiva, pero creo que tendría que haber una fórmula mixta entre centro de alto rendimiento y deporte universitario, como lo hay en Estados Unidos». En España la Universidad Católica de Murcia, UCAM, está apostando por este sistema. En sus instalaciones abarca diferentes deportes y ofrecen unas becas y unas condiciones a los deportistas mejoras que las que ya tienen y eso les está permitiendo reunir a los mejores deportistas de cada modalidad y juntarlos en la universidad.
Jóvenes que renuncian a su juventud para lograr el sueño de ser deportistas, de conseguir estar en lo más alto de un podium. Años de lucha y sacrificio de una vida “normal” para cumplir sus metas, pero ¿Merece la pena toda una vida dedicada al deporte?