Árbitro tenías que ser
-
La violencia en los campos se produce todos los fines de semana
-
Insultos y amenazas por parte de padres y entrenadores
No somos conscientes que todas las conductas que vemos cada fin de semana en el fútbol profesional son el reflejo de lo que ocurre en las categorías inferiores de fútbol base. No dejamos de preguntarnos el por qué vemos al árbitro rodeado de jugadores en cada partido cada vez que una decisión no es del agrado de éstos y todavía menos a la grada de aficionados y en su mayoría padres, regalando calificativos que no son precisamente respetuosos con el profesional que simplemente está desarrollando su trabajo conforme a las bases y reglas de este deporte. ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿A qué les den un spray que en vez de trazar las líneas de campo sirva para espantar a aquellos que irrumpen en el campo con ansias de “justicia” que resolverán recitándoles una lista incalculable de insultos o propinándoles algún empujón u otro tipo de violencia física?
Historias de árbitros
Estos son los testimonios reales de Erick Guerrero, Marcos Fernández, Adrián Pinilla e Ignacio Bordons, árbitros de fútbol base y regional en la Comunidad de Madrid y Cataluña que cuentan en primera persona sus experiencias en los campos de fútbol españoles.
Temor a equivocarse
Miedo, esa sensación que paraliza a muchos de los que se dedican a esta profesión. Miedo a expulsar, miedo a pitar un penalti, miedo a aficionados violentos, pero, sobre todo, miedo a equivocarse y a las posibles consecuencias que esa decisión pueda acarrear. “Dedícate a otra cosa”, “gilipollas”, “no tienes ni idea”, “eres muy malo”, “no ves una”, son algunas de las perlas que ha recibido Iván Manzano, colegiado de categoría juvenil de fútbol base, “en uno de mis primeros partidos fue la primera vez que viví en primera persona la sensación de tener miedo cuando un entrenador se dirigió a mí en tono amenazante diciéndome que luego fuera me pediría explicaciones”. Los ojos de Santiago Manzano, entrenador del C.D. Samper de Coslada corrobora el testimonio anterior, “Cuando el partido se calienta, hay muchos árbitros que se desconcentran y empiezan a fallar por culpa del miedo”.
https://drive.google.com/open?id=1tIczOVyEEX4bTtgQ-4cnumzVTI9_RbW2&usp=sharing
Viaje al pasado
El arbitraje lleva existiendo desde el inicio del fútbol y al igual que éste, ha ido evolucionando. Han ido cambiando y actualizándose las normas del reglamento. Al igual que con el fútbol, se ha ido profesionalizando y parte de la gran presión que sufren los árbitros hoy en día es debido a la competitividad que se genera en cualquier campeonato o partido. Da lo mismo que sean niños o un partido de primera división, para los entrenadores o padres parece más importante ganar que educar y esto lo toman cómo ejemplo los niños que se terminan comportando de la misma manera. Al final el árbitro parece el enemigo de ambos, cuando en realidad no deja de ser un elemento más en el juego, que tiene una labor fundamental, pues no se debe olvidar que sin él no existiría el deporte tal y como lo conocemos
¿Es justo que una persona deba sentir miedo únicamente al realizar su trabajo? ¿De quién es la culpa? No lo sabemos, pero lo que sí está claro es que esto es un problema que engloba a toda la sociedad y es algo que no defiende los valores del fútbol. Es más, va en contra de uno de los valores más importantes, el respeto.