La incertidumbre sobre los centros de educación especial

Manifestación Valladolid 23 febrero / rtve.es

• La nueva Ley de Educación propone la integración de alumnos con necesidades educativas especiales de aquí a diez años

• Los expertos piensan que será muy complejo llevar a cabo este proceso

La educación en España ha sido un tema primordial, sometido a numerosos cambios con el fin de alcanzar un sistema más inclusivo y accesible para todos. El nuevo proyecto de ley de educación, conocida como Ley Celaá, pretende integrar, de aquí a diez años, a todos los alumnos con necesidades educativas especiales (NEE) en centros ordinarios.El objetivo final de pedagogos, especialistas y educadores es la inclusión total. Sin embargo, dicha ley plantea varias dudas en distintas organizaciones y familias. Una se refiere a la posible inclusión de 30.000 alumnos con discapacidad en dichos centros.  El otro foco de incertidumbre es si el profesorado está capacitado para ejercer su labor eficientemente.El panorama de la educación especial, políticamente hablando, ha recibido infinidad de promesas de mejora, pero la visibilidad actual no se corresponde con lo propuesto. Los casos que precisan una atención personalizada y especializada necesitan una inversión en recursos y personal muy alta.

En 2016 España ratificó su adhesión a la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas. Los estados suscritos están obligados a suprimir los itinerarios alternativos que separan a los alumnos con dificultades de aprendizaje.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha aprovechado el panorama dejado por la nueva ley de educación para apoyar las enmiendas de la ONU que piden el cierre de los centros  de educación especial. El pasado mes de enero el presidente de dicho Comité, Pérez Bueno, destacó que ha llegado el momento de que se sienten las bases de la educación inclusiva sin segregación para el alumnado con discapacidad.

Ley Celaá / Variación XXI

Dudas

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La plataforma “Educación inclusiva sí, especial también” representa, en Castilla y León, más de 30 asociaciones de padres y madres; ésta convocó el pasado 23 de febrero una manifestación en Valladolid. Aproximadamente 5.000 personas se concentraron para reclamar la capacidad de elegir el tipo de colegio donde llevar a sus hijos. La satisfacción de los padres y madres con los centros de Educación Especial les hace reticentes al cierre de estos.

Tras observar los diferentes puntos de vista acudimos a entrevistar a Luis Simarro para Variación XXI, trabajador del centro Aleph TEA, que dedica todo su empeño en realizar una educación especial, y dice: «El derecho de los padres no es ilimitado, también está el derecho de los hijos», a lo que añade que hay que luchar por crear las condiciones necesarias para los alumnos con NEE.

Hay multitud de casos particulares  y normalmente pensamos que la atención especial que necesitan se puede satisfacer en los centros ordinarios. Actualmente la falta de inversión en recursos imposibilita una educación personalizada para cada alumno.  Sobre este tema el psicólogo, Luis Simarro añade: «La base de una educación especial tiene que ser enseñar habilidades imprescindibles para la vida, sin dejar de lado el temario de la escuela. En nuestro centro enseñamos a cepillarse los dientes y a estar en una sala de espera, pero también a leer, escribir, etc».

Datos de alumnos con NEE / Variación XXI

La formación del profesorado supone otra duda en este campo de la educación. Hoy en día para estar habilitado para la enseñanza de alumnos con NEE solo existe una mención, una pequeña especialización dentro del grado de Educación Primaria. La poca demanda para cursar esta carrera ha provocado una nota de corte más baja, dando cabida a alumnos que no se encuentran motivados en sus estudios, entorpeciendo así a los que entran por vocación. Las consecuencias no solo afectan a la educación inclusiva, sino al sistema educativo.

Futuro

Los recursos existentes destinados para la educación ordinaria son insuficientes pero habría que valorar si el uso del dinero dedicado a la educación especial es suficiente para cubrir el gasto. El problema es que hay que hacer un cambio de mentalidad y actitud, ¿por qué no llevar a los centros ordinarios todos los materiales y profesionales de la escuela especial? Si hubiéramos cogido el presupuesto para construir y mantener los centros y se hubiera invertido en una educación inclusiva de garantías el escenario actual y de futuro, quizá,  sería distinto.

El otro margen de mejora corresponde con formación del profesorado, nombrado anteriormente. Los mejores países en cuanto a educación se refiere se centran en tres puntos: en primer lugar el proceso de selección del profesorado, por ejemplo, en Finlandia sólo el 7% de las personas que se presentan son seleccionadas. La segunda como formas a esos profesores, en estos países existe una especie de MIR para profesores, con un periodo de prácticas en tu especialización. Y la tercera es el seguimiento del alumno que no consigue los resultados esperados.

Luis Simarro cerraba la intervención: «Yo estoy con los defensores que dicen que ahora mismo no están las condiciones como para que todas las personas estén en colegios ordinarios. La discrepancia es que eso es lo que pasa ahora, pero otra cosa es lo que debería ser.»