No sin mi móvil
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La adicción a los ‘smartphones’ es ya una realidad
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La nomofobia es el miedo irracional a no llevar encima el teléfono
En casa, en la calle, en un bar, en un parque, incluso en la playa, en todos estos sitios se puede encontrar lo mismo: personas mirando el móvil. Hoy en día, los ‘smartphones’ ofrecen un sinfín de posibilidades y han mejorado la vida de los ciudadanos en muchos aspectos. El problema aparece cuando el uso de estos dispositivos se convierte en una adicción. Esta dependencia al teléfono tiene incluso su propio nombre: nomofobia.
Malestar por no llevar el móvil encima
La nomofobia es el miedo irracional a salir de casa sin el móvil o no llevarlo encima. El término viene del inglés «No Mobile Phone Phobia» y fue acuñado por la Oficina de Correos de Reino Unido tras realizar un estudio para estimar la ansiedad que provoca separarse de estos dispositivos. La investigación determinó que el 53% de los encuestados siente malestar cuando no tiene su móvil encima o se queda sin batería.
Otro término asociado a este problema es el phubbing, que viene de la combinación de las palabras phone -teléfono- y snubbing (hacer un desprecio) y hace referencia al hecho de ignorar a alguien en una reunión social por estar prestando atención al móvil.
Los jóvenes reconocen ser dependientes de sus teléfonos
No hace falta irse muy lejos para encontrar ‘adictos’ a los teléfonos móviles. Marta García admitió que usa su ‘smathphone’ demasiadas horas al día. «Al final estás todo el rato mirándolo», añadió la joven. Por su parte, Daniel Álvarez reconoció que pasa «cuatro horas y media diarias (usando el móvil) por lo menos».
La línea entre lo que es un uso razonable de las tecnologías móviles y aquello que se considera adicción es difícil de trazar, puesto que, hoy en día, la sociedad está habituada a usarlos para todo. Un estudio de la revista Adicciones en 2018, tras encuestar a 1.276 personas de 80 países hispanohablantes, reveló que un 57,5% de los menores de 18 años presenta un uso problemático de los teléfonos móviles, seguido de un 45,1% en internet, un 25,3% en redes sociales y un 10,9% en videojuegos.
La adicción a los ‘smartphones’ se está convirtiendo en un problema serio, por lo que la Comunidad de Madrid ha empezado a ofrecer un servicio pionero para ayudar a gestionar esta dependencia de las nuevas tecnologías en los adolescentes de entre 12 y 17 años.