El tesoro Nacional de la Sierra de Guadarrama
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En 2013 el Parque de Guadarrama obtuvo la distinción de Parque Nacional
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El número de visitantes ha aumentado entre un 30% y 40%
De entre los 15 Parques Nacionales actualmente distinguidos en España, el madrileño/leonés de la Sierra de Guadarrama ha sido el último en ser incluido en esta exclusiva lista gracias a la riqueza de su flora y fauna. Reconocido como tal en 2013, su condición de Parque joven no le impidió convertirse ya en 2014 en el más visitado de la Península, con una afluencia de casi tres millones de personas, solamente superado a nivel español por el isleño en número de visitas turísticas: el Teide. Tal y como nos ha indicado Delia Tabanera, informadora del Parque Nacional de Guadarrama, «desde que el Parque obtuvo dicha distinción, el número de visitantes ha aumentado en un 30 o 40%», unas cifras abrumadoras que vienen a demostrar, de forma contundente, el impacto que puede generar a todos los niveles la distinción de ‘Nacional’.
Efectos colaterales
Pero las consecuencias -obviamente positivas- del gran tránsito de turistas y visitantes no se sienten únicamente en el Parque Nacional como institución única, sino que afectan directamente a todos aquellos negocios y proyectos que lo rodean. En una entrevista de Variación XXI a Enrique Tendero, de la Asociación de Desarrollo de la Sierra de Guadarrama (ADESGAM), que trabaja en favorecer el desarrollo económico y social de la sierra madrileña, ha comentado que «esta distinción ha tenido un efecto de querer potenciar la misma, con la creación de nuevas empresas y otras reinventándose para colocar sus servicios en este proyecto ambicioso». Aunque, por otra parte, «ha creado diferentes prohibiciones a las que este territorio no estaba acostumbrado y eso ha creado una alta decepción para su utilización».
Ser Nacional
Para obtener este reconocimiento, el requisito principal es que se trate de un espacio natural con un valor cultural alto, poco alterado por el hombre y cuya rica variedad y peculiaridad de flora y fauna sea merecedora de su especial conservación. Así, un parque se convierte en patrimonio cultural español declarado de interés general. Estas características, desglosadas, serían:
Ocio rural
Este gigante verde en pleno centro de la península no solo cuenta con más de mil especies diferentes de animales y plantas, sino que también ofrece a sus visitantes una variadísima lista de actividades que realizar por sus vastos pastos y sombreadas colinas. Las áreas recreativas son públicas y de fácil acceso, acondicionadas para proporcionar servicios básicos; cuentan con zona de estacionamiento, mesas y asientos. El Parque está inundado de sendas y caminos que forman un entramado de rutas de senderismo, con centenares de kilómetros y decenas de posibles combinaciones: Siete Picos, La Pedriza, Peñalara, el Montón de Trigo, Valle de Fuenfría o el Valle del Lozoya son algunos de los más destacados.
El acogedor clima supone una oportunidad de oro para las prácticas al aire libre: deportes como la escalada en roca, rutas en bicicleta, y el senderismo se pueden practicar por doquier en toda la estancia natural. Sin olvidar el paraje invernal, destacan las posibilidades deportivas como esquí de fondo, raquetas de nieve, trineos y alpinismo. En algunos de los pueblos que componen el Área de Influencia Socioeconómica del Parque Nacional existen museos de diversa naturaleza, con colecciones pictóricas, etnográficas y arqueológicas sobre tapices y vidrio.
«La naturaleza no es un lujo, sino una necesidad del espíritu humano, tan vital como el agua o el buen pan», afirmó el escritor y ambientalista estadounidense Edward Paul Abbey en el siglo XX. Ese complejo organismo que ha existido siempre, con vida propia y belleza única, jamás ha dejado de resultar atractivo para un ser humano que no puede evitar sentir respeto por un ente cuya longevidad y espectacularidad sobrepasa nuestro entendimiento. Porque, como Julio Verne solía predicar, las personas podemos desafiar las leyes humanas, pero no podemos resistir a las naturales.
Quizá esa profunda admiración tenga su origen, precisamente, en la ignorancia de un ser humano que si bien no puede explicar racionalmente la naturaleza, puede sentir emociones al observarla. Y, de hecho, quizá sea también esa admiración la que ha convertido, a la naturaleza, en una experiencia sensorialmente enriquecedora de valor intangible por la que es digno pagar y que, en definitiva, merece la pena conservar.
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Muy interesante,y con ganas de visitarlo
Tiene pinta de ser una visita muy interesante
Qué interesante!! No sabia todas esas cosas del Parque de Guadarrama y eso que vivo muy cerca! Gracias chicos buen trabajo
Interesante
Excelente y completo trabajo.Enhorabuena a todos los redactores……seguro que llegaréis lejos.
Muy buena información
Cooooool!
Una pena que la gente al visitar Madrid se olvide de esta maravilla que tenemos. Un artículo muy interesante y ameno que sin duda te transporta a la Sierra de Guadarrama. Datos muy interesantes y redacción muy clara.
Chulisimo!!
Muy interesante
Estupendo!!! Qué interesante! GRACIAS
¡Muy chula la información!
Estupendo reportaje!! Muy bien explicado.
Me lo apunto para visitarlo!! Muchas gracias!!
Muy recomendable. Me escapó siempre que puedo
Gran aporte ! Un gran sitio para visitar pasar el día
Muy interesante.
Interesante. Descubrir la naturaleza y protegerla es nuestro deber y nuestro derecho
Gracias, un buen articulo, lleno de sensibilidad. Enhorabuena
La gente que viene a Madrid de turismo no sabe que tiene una de las sierras más bonitas de lapeninsula.
Por otro lado la gente no cuida mucho la sierra yo vivo en ella y esa es mi apreciación se debería cobrar una entrada como hacen los franceses en sus partes aunque sea testimonial para poder dar trabajo a gente que la cuide