Larga vida a los museos: la cultura y el COVID-19
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Aforos limitados, gel hidroalcohólico y distancia de seguridad, la nueva normalidad de los museos
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La adaptación online ha llegado para quedarse
Tras el confinamiento provocado por la pandemia del coronavirus y con el comienzo de la desescalada, los museos reanudaron su actividad. Cada centro adoptó las medidas decretadas por el Ministerio de Sanidad y el Gobierno de España, además de elaborar planes propios para evitar una excesiva concentración de gente en el mismo lugar, limitar la entrada al museo o atraer al público para recuperar el máximo nivel de visitantes posible. Aunque aproximarse a las cifras anteriores al COVID-19 ha sido imposible, dada la reticencia de gran parte de los espectadores a salir de casa o la falta de turistas que acudan en masa a los museos más famosos, la lucha por volver a llamar la atención del público ha sido la prioridad de las galerías madrileñas.
Los museos como espacios seguros
La desescalada tras el confinamiento domiciliario obligó a los museos a reinventarse. Adoptar las medidas de Sanidad para proporcionar seguridad al visitante fue la prioridad número uno. Aforo limitado en las salas y en el museo, grupos reducidos, gel hidroalcohólico, advertencias para mantener la distancia, señalización del sentido de la circulación para ver las exposiciones y la obligación del uso de la mascarilla han sido las claves para mantener los museos como un espacio seguro frente al virus.
Además de estas medidas, ha habido museos y salas de exposiciones que han tratado de generar una mayor sensación de protección al público. Este ha sido un factor fundamental de cara a atraer de nuevo a la gente a los museos. Sofía Sicilia García, responsable del área Comercial y Difusión del CaixaForum de Madrid, asegura que «a pesar del miedo inicial, la gente necesita salir y no ve un museo como un sitio peligroso. Hay medidas que dan una sensación de seguridad».
Las medidas de seguridad contra el COVID-19 han sido devastadoras para la afluencia del público: la limitación de aforo y la cancelación de exposiciones no solo han reducido el número de las visitas, sino que disuaden al público de acudir a los museos. Por ello, devolver la vida a los museos ha sido el gran reto de sus dirigentes.
Devolver al público a los museos, el gran desafío
El hecho de cumplir las medidas sanitarias y garantizar la seguridad al visitante no ha sido suficiente para recuperar un número de audiencia que se acerque a los niveles de antes del Estado de alarma. Diseñar exposiciones para atraer al público hubiera sido un buen reclamo, pero estos trabajos se planifican con meses e incluso un año de antelación, lo que ha sido imposible preparar presentaciones en un tiempo tan limitado.
Sin embargo, algunos museos han optado de nuevo por reinventarse. Un recurso interesante ha sido el utilizado por el Museo del Prado, que ha tratado de recordar al visitante el por qué de su primera visita. La exposición Reencuentro no ofrece nada nuevo, pero innova. Disponible desde junio, consiste en que las piezas más importantes del museo se concentran ahora en su galería central, una estructura que permite ver las joyas del museo juntas por primera vez. También la exposición “Invitadas”, planificada antes de la pandemia, ha servido para llamar de nuevo la atención de los visitantes.
Sin embargo, el público, a partir del mes de octubre, ha comenzado a acercarse a los museos, situándose en alguno casos a niveles más que aceptables teniendo en cuenta las restricciones de aforo. Sofía Sicilia García, del CaixaForum, explica que esto se debe a que «el hecho que la gente no pueda salir de Madrid les ha hecho redescubrir la ciudad y acudir al Museo». Lo mismo opina Luis Palop, jefe del Servicio de Difusión y Comunicación en el Museo Arqueológico Regional de Alcalá de Henares: «La gente tenía ganas de salir, y cuando se confinó parcialmente hubo un turismo interior local, y eso hizo que la gente escogiera este museo y Alcalá como destino», asegura en declaraciones a VariaciónXXI.
Por otra parte, se han intentado reemplazar con otros medios las actividades que se han cancelado a causa de la pandemia. Los talleres divulgativos y educativos del CaixaForum de Madrid, según Sofía Sicilia García, se han tenido que suspender. La dificultad para realizar actividades, no obstante, ha abierto la puerta a innovaciones que estaban previstas, pero que la pandemia ha obligado a adelantar.
Adaptación online: renovarse o morir
La adaptación online durante la pandemia es una de las grandes novedades de los museos tras el confinamiento. El Museo del Prado ha organizado una gran cantidad de actividades y de visitas online que han permitido disfrutar del arte desde casa. Una innovación que estaba planificada pero que la pandemia ha obligado a implementar cuanto antes. Los folletos del museo han desaparecido a favor de los códigos QR (desde donde puedes acceder al folleto y a material adicional como audioguías) en una medida que parece que ha llegado para quedarse.
En el CaixaForum también han optado por los contenidos online para paliar la falta de exposiciones y actividades. Sofía Sicilia asegura que «nos hemos tenido que adaptar al contenido digital, y es algo que funciona y que ha sido beneficioso para el centro». Además, la adaptación online abre la puerta a un nuevo tipo de público que consume ocio online. Cabe preguntarse si, cuando la pandemia haya pasado, los museos habrán logrado captar a este nuevo tipo de público. Para Sicilia, «el futuro va a pasar por el formato digital y hay un porcentaje del público que se consolide online».
Sin embargo, como en muchos otros aspectos, esta adaptación online no está a la altura de todos los museos. Porque, aparte de los museos grandes, con mucha infraestructura y con un mayor presupuesto como el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Thyssen, también debemos poner el foco en aquellos museos que no cuentan con tantos recursos y que se han visto obligados a innovar de otras formas para llamar al público.
Las diferencias entre los grandes museos y los museos más humildes
Los museos de referencia han perdido millones de visitantes con la llegada del COVID-19, pero siguen contando con más recursos que la gran mayoría de museos que subsisten estos días con muy pocos visitantes. Un ejemplo es el Museo de Historia de Madrid, situado en el centro de la capital, en la calle Fuencarral. Para este modesto centro, la pandemia ha supuesto un duro golpe. No a nivel de recaudación, ya que la entrada es gratuita; pero si en cuanto a visibilidad y asignación de recursos.
Siguiendo las recomendaciones de Sanidad, el Museo de Historia limitó las visitas de grupo hasta el máximo de 6 personas establecido. Al ser pequeño, esto reduce drásticamente el número de visitantes al cabo del día. Además, se han tenido que suspender gran parte de actividades como talleres o conferencias, uno de los grandes activos del centro, así como la atención a investigadores y las consultas a los fondos documentales e incluso la tienda del museo.
Al igual que en el Prado, los folletos han desaparecido a favor de recursos web. Eva Corrales Gómez y Begoña Domínguez Iniesta, de la División de Exposiciones, Acción Cultural y Difusión del Museo de Historia de Madrid, aseguran que la adaptación a los medios digitales para generar contenido en Internet ha sido una de las notas positivas de la situación provocada por la pandemia, si bien coinciden en que son necesarios más medios por parte de la administración para generar más contenido online.
La falta de recursos, exposiciones o público ha obligado a los museos más pequeños a buscar soluciones diferentes. Por ejemplo, el Museo de Historia organizó durante la desescalada un concurso de fotografía sobre la ciudad de Madrid en tiempos de coronavirus. Se repartieron una serie de premios y está prevista una exposición con algunas de esas imágenes. También está preparado un concurso de microrrelatos para los próximos meses.
Las diferencias entre los grandes museos de la capital y los más modestos son evidentes y en esta situación se están poniendo de manifiesto. El Museo Arqueológico Regional, con sede en Alcalá de Henares, es otro ejemplo de la adaptación que estos museos menos conocidos han tenido que seguir. Para este museo y otros tantos, la pandemia ha supuesto una oportunidad para reflexionar. Luis Palop asegura que «hemos tenido un respiro para mirar cosas que íbamos dejando. Nos estamos poniendo a renovar la exposición permanente del museo, que era un poco la gran olvidada».
Los contrastes de financiación son determinantes en todo, y una situación así convierte estas diferencias en algo tangible. Sin embargo, el ingenio y la voluntad por ofrecer lo mejor de sí mismos ha ayudado a museos como el Museo de Historia o el Museo Arqueológico a salir adelante y mantener su función social de acercar la cultura al público.
Tiempos difíciles que marcarán el futuro
Es evidente que la pandemia ha afectado todos los aspectos de nuestra forma de vida. Sin embargo, los museos, desde el primer día, se pusieron manos a la obra para enfrentarse a esta situación y mantener su servicio al público. La pandemia ha dejado muchas dificultades, pero también muchas lecciones y muchos conocimientos para el futuro, como la adaptación online o nuevos formatos para trasladar la cultura al público. Su trabajo ha permitido una cultura segura, y el número de contagios ha sido mínimo en unos lugares que, ahora más que nunca, son necesarios. Un museo sin asistentes, como puede ser el Museo del Prado estos días de otoño, supone una estampa única, tan bonita como dolorosa por la realidad que supone. La cultura necesita público, y el público necesita cultura.
Estupendo!!
Está genial!!!
Son importantes
Estoy de acuerdo con que se mantengan los museos aviertos.
Buen trabajo!
Quería mencionar las dificultades que hay en los museos más humildes para la adaptación hacia nuestros mayores, ya que hay veces que no tienen dispositivos móviles con acceso a un lector qr, o simplemente no están tan familiarizados con la tecnología como otras generaciones y cuesta. Desde mi puesto (Oficina de turismo con exposiciones dentro) intentamos facilitarles la tarea, y enseñarles a usar los medios disponibles, además que tenemos explicado en cada parte de las expos lo que están experimentando. Pese a que prefieren tener folletos (y los siguen pidiendo), salen muy contentos, y eso es lo que importa.
Muy interesante
Muy interesante
Es increíble que aún se siga percibiendo la cultura como insegura por algunos sectores. Ojalá todo pase pronto.
¡Me ha encantado! Buen trabajo. Curioso y difícil ver todo adaptado desde esta nueva situación. Ánimo y enhorabuena, para ser estudiantes parece mucho más profesional. Gracias por el artículo.
Muy buen reportaje. Muy necesario mantener la cultura en los tiempos que corren.
Muy interesante
Muy buena información , pienso que los museos serán siempre más seguros que las terrazas donde hay muchos encuentros sin mascarillas …..
La Cultura es necesaria.
Gracias a todos los que trabajan por hacerla llegar a todos, incluso en estos momentos de nuevas normas.
Buen artículo.