Atrapados en las redes

Rocío utiliza filtros de belleza / Yerhom De Lange

• Instagram ha generado un aumento en los casos de trastornos como la ansiedad, la depresión, la fobia social o el aislamiento

• Los jóvenes recurren a la cirugía estética para alcanzar los ideales de belleza creados por las redes sociales

A primera vista, Instagram se define como un espacio virtual amigable y social, donde poder compartir imágenes de interés. En esta plataforma se permite seguir el contenido de personas o grupos sociales con diferentes estilos de vida. 

 Sin embargo, Instagram no solo tiene su lado positivo tanto a nivel de relaciones interpersonales y de empresa, sino que también es el motivo por el que muchos jóvenes se están viendo afectados en su salud mental en un momento tan crucial como es su desarrollo como adultos. Lamentablemente, para un número creciente de usuarios, el uso excesivo de estilos de vida “idílicos” se está convirtiendo en un problema para los usuarios de esta red social.

Bienvenido al sentimiento de ansiedad, a la inseguridad personal y a la frustración humana. Bienvenido a Instagram.  

Instagram ¿amigo o enemigo?

Detrás de 10 filtros, algunos retoques y debajo de tanto maquillaje, está Rocío, una joven estudiante usuaria de Instagram desde los 14 años. Ella dice ser en sus redes sociales una persona segura de sí misma y con una personalidad muy marcada, pero no todo lo que se percibe en forma de post es verdad si lo publica tras una pantalla. Rocío elige el filtro y la hora perfecta para publicar una de sus fotos con la esperanza de recibir el mayor número de visualizaciones y “likes” posibles. Sus seguidores son cosificados en números de interacciones, ya no son personas sino números, pero ¿Qué pasaría si Rocío empieza a recibir menos “likes” de los que ya está acostumbrada?, ¿Ya no es lo suficientemente guapa para su público? ¿No cumple las expectativas de sus seguidores? 

Jorge sacándose un selfie para Instagram en Callao, Madrid / Yerhom De Lange

Desde pequeños buscamos un ejemplo a seguir con el que poder construir y proyectar nuestro prestigio entre los demás, con el fin de crear una imagen que pueda ser aceptada y admirada por el resto. Empezando por la imagen paterna o materna y terminando por como es hoy en día, la imagen de vida perfecta que se publica en las redes sociales como es Instagram, que da la posibilidad de poder ser admirado por tus amigos y por un número de usuarios que supera enormemente los vínculos posibles reales. Así mismo se impulsa a los usuarios a compartir un contenido fuera del ámbito social y con una máscara que oculte todas las imperfecciones.

¿Es realmente sano para nuestra salud mental buscar siempre la aceptación de los demás a través de un número de interacciones?

Instagram y el impacto en la salud mental

La inclusión de redes sociales como Instagram ha generado un aumento en los casos de trastornos como la ansiedad, la depresión, la fobia social o el aislamiento. Los más jóvenes comparten una imagen irreal a la vez que se comparan con otros usuarios. Instagram se convierte en un espejo que muestra la vida y la imagen perfecta, y que oculta una baja autoestima. Promueve comparaciones poco sanas que producen sentimientos de inferioridad y de fracaso al pensar que la vida de la otra persona es mucho mejor que la suya propia. 

Rocío sacándose un selfie en Callao, Madrid para Instagram / Yerhom De Lange

Desde la infancia, el ser humano busca la aprobación de sus padres, profesores y amigos. Con las redes sociales encontramos una retroalimentación positiva mediante un like o un comentario que sube el ánimo al instante. Ese feedback se vuelve cada vez más adictivo, y menos complaciente. Ya no es suficiente tener 3 likes en una foto, si en la anterior tuvimos 4. El número de interacciones señala la valía de la persona que sale en la foto. Cuando el feedback es inferior al esperado, se genera un estado de insatisfacción corporal, que está muy relacionado con un aumento de la ansiedad y una disminución de la confianza. Instagram se ha dado cuenta de los problemas psicológicos que se están generando en su plataforma y para minimizarlos sacó hace unos meses, una actualización en la que no se podían ver los likes en una publicación. Pero la acabó eliminando, ya que a las empresas no le beneficiaba para su promoción de productos no saber qué repercusión estaban teniendo los influencers. Se superpone, una vez más, el interés económico a la salud mental. 

Para Paulina Pacheco Barrera, licenciada en Psicología y Maestría en Análisis del Comportamiento por la Universidad de Guadalajara en México, las Redes Sociales han sustituido los vínculos fuertes creados por relaciones cara a cara, por vínculos débiles con personas que interactúan a través de un like o un comentario. Explica que cuando pasamos mucho tiempo en una red social, le estamos quitando tiempo a hacer otras cosas o a estar con otras personas, debilitando así los vínculos fuertes que hemos construido con el tiempo. Un estudio elaborado por la revista JAMA Pediatrics ha asociado mayores niveles de depresión con el tiempo dedicado a redes sociales. 

Consecuencias de Instagram en la imagen corporal

Otra circunstancia que se está registrando mucho en los últimos años entre los jóvenes es la del impacto en la imagen corporal. Instagram muestra continuamente una comunidad de personas aparentemente exitosas a raíz de su belleza desorbitada y cuerpos perfectos. De esta manera, genera entre los usuarios comunes una insatisfacción generalizada con su apariencia física. Un arma de doble filo capaz de crear numerosos complejos e inseguridades, sobre todo, entre los adolescentes. Por ello, el seguimiento continuado a este tipo de cuentas puede crear unos efectos adversos muy peligrosos, desde la falta de autoestima hasta trastornos de alimentación.

Además, el estudio Social media, young people and mental health, realizado por el Centro de Salud Mental de Reino Unido, ha concluido que el simple acto de publicar un selfie en Instagram impacta negativamente en el estado de ánimo entre las mujeres jóvenes. Apreciaron que aumentaba su ansiedad y desconfianza en comparación con quienes no se molestaban en subir este tipo de contenidos.

Rocío usando su móvil en el transporte público / Yerhom De Lange

Esta red social ejerce una presión social abrumadora sobre los jóvenes. Presenta cuerpos atléticos y delgados como lo normal en nuestra sociedad. Los modelos estéticos que están transmitiendo afectan directamente a la confianza tanto de las mujeres como de los hombres. Finalmente, se sienten avergonzados y decepcionados al ver que no alcanzan el ideal de belleza que se muestra como lo necesario para resultar atractivo a los demás y poder gozar de una vida sexual plena.

El aumento de las operaciones de cirugía estética entre los jóvenes es una consecuencia más del impacto que están teniendo las redes. Chicos y chicas acuden a los quirófanos para poder salir mejor en los selfies o parecerse más a sus “influencers” favoritos. Tanto es así, que ya existen varios perfiles de cirujanos “influencers” que muestran en Instagram con total normalidad las transformaciones que realizan. La operación que más ha aumentado es la de la nariz por el llamado efecto “Instagram”.

La otra cara de Instagram

Los usuarios de Instagram pueden comprar a través de la aplicación / Instagram

Aunque muchos tienden a demonizar Instagram por completo, la realidad es que también tiene su lado positivo, ya que abarca más facilidades para su uso y navegación por dicha aplicación. 

Instagram es una red social extremadamente activa y, sin duda, la mejor para lograr que los usuarios jóvenes compartan sus experiencias mediante Stories, forma de compartir con tus seguidores fotos y videos de tu día a día con una duración de 24h, y Reels, función que permite a los usuarios crear y explorar vídeos cortos de hasta 15 segundos editados, con música y efectos. Además, ha lanzado una nueva función, Instagram Shopping, para mejorar la relación entre Instagram y las marcas que lo usan, ya que la mayoría de los jóvenes sigue al menos a una cuenta comercial o marca. 

Esta iniciativa se creó para permitir que los negocios de comercio online puedan crear una especie de escaparate para que los usuarios exploren los mejores productos con un solo toque, según sus gustos personales. 

El objetivo de Instagram como red social no es solo crear una interacción mediante publicaciones entre distintos usuarios, sino que también utiliza esa interacción para crear una comunidad de negocio y marcarse como plataforma de marketing.