Fundación Aladina: más de 15 años al lado de los niños con cáncer

Pulseras benéficas de la Fundación Aladina. Fotografía de Andrea Gázquez

· Ana Dávila: “Aladina identifica las necesidades del hospital, a partir de ellas busca cómo dárselas”

· Ana Dávila: “Hemos hecho un esfuerzo de comunicación para visibilizar el aislamiento, la soledad y el miedo de estos niños inmunodeprimidos a un posible contagio”

La Fundación Aladina lleva más de 15 años trabajando en posiblemente la planta más delicada de un hospital, la planta de oncología para menores. Una planta en la que la esperanza a veces puede estar en peligro. Aladina trabaja para devolver y mantener la sonrisa de estos pacientes tan especiales sin dejar atrás a sus familias, que a pesar de no ser pacientes, la fundación los considera igual de importantes. Gracias al apoyo emocional ya otro tipo de ayudas a las personas que pasan por esta planta no se sentirán solas. 

La Fundación Aladina se creó en 2005, cuatro años después de que Paco Arango , el fundador, fuera voluntario en un hospital oncológico infantil. Arango es un reconocido director, guionista y productor de cine. Su ópera prima, Maktub (2011) le dio cinco nominaciones a los premios Goya 2012. Pero, a pesar de que se encontró en un momento profesional importante, estaba triunfando con la serie ¡Ala … Dina !, como ha señalado en varias entrevistas. Arango necesita devolver toda esa suerte que estaba teniendo en ese momento, por ello decidió involucrarse en una causa para poder ayudar. Fue en ese momento cuando decidió hacerse voluntario en 2001. Desde ese momento supo que quería poner su granito de arena, no solo para aportar si no para mejorar y cambiar cosas que podrían ser mejor. Dieciséis años después, Aladina atiende a 1500 menores en 17 hospitales públicos de toda España. 

Hace dos semanas se supo que El Corte Inglés y La Liga colaborarán a favor de la Fundación para llevar juguetes a los hospitales estas fiestas. Estos juguetes serán distribuidos por los 17 hospitales por todo el país en los que Aladina está presente. Este proyecto viene en la fecha más delicada del año, en especial para los menores que tienen que pasar las navidades en un hospital. Hasta el 12 de diciembre los empleados de La Liga pudieron comprar sus regalos en la página web de El Corte Inglés, con el fin de donarlos a Aladina. Pero esta no es la única sorpresa que le ha dado la empresa a la Fundación este año, El Corte Inglés anunció que le comprará a Aladina las figuritas sorpresa de sus roscones de reyes, que se podrá comprar en los supermercados El Corte Inglés, Hipercor y Supercor.

Objetivos de la Fundación

Esta fundación se dedica a que los niños y adolescentes que sufren cáncer no pierdan nunca la ilusión y la esperanza, para ello, Aladina les acompaña a los pacientes y familiares en esta fase para que sientan que no están solos y que tienen apoyo. Por ello sus objetivos específicos son: eliminar el aislamiento social y la vergüenza; fortalecer la comunicación y la cooperación; fortalecer la identidad personal y la imagen corporal. El punto de partida general es utilizar el juego de forma terapéutica. Los juegos son una expresión global de la juventud, sus sentimientos, sus miedos, sus deseos y su realidad, es también un fenómeno universal que promueve el crecimiento y conduce a las relaciones grupales.

La hospitalización es una experiencia traumática para el niño y su familia, especialmente si se trata de una enfermedad tumoral, en la que el proceso de combatirla configura una serie de comportamientos extraños y amenazantes que puede experimentar el niño. El equilibrio entre adultos y niños se ha roto. Los niños y adolescentes experimentan las etapas de la enfermedad que los adultos: ira, negación, negociación, frustración y aceptación. La mayor dificultad es escucharlos y comprenderlos, porque se sienten solos y necesitan calor humano. Cuando hablamos de cáncer infantil, no debemos olvidar que un niño enfermo es un niño primero; por lo tanto, es muy importante hablar sobre el cuidado de todos los aspectos de la vida del paciente.

Una de los proyectos que lleva Aladina a los hospitales. Imagen vía Fundación Aladina

No solo debemos cuidar su salud física, sino también su salud psicológica, emocional y espiritual, y atender sus necesidades como niños y jóvenes, así como sus derechos y deberes. Hoy en día, la oncología pediátrica como medio, especialmente como una forma de comprender la salud de los pacientes, se ha desarrollado enormemente. En este sentido, la clave está en proteger al máximo de daños a la infancia y la adolescencia. Este es el marco de atención integral del cáncer infantil y adolescente en el que se enfoca la Fundación Aladina donde se centran en apoyo emocional, ayuda en otros ámbitos: terapias lúdicas, el apoyo psicológico, el programa de ejercicio físico, los cuidados paliativos, los campamentos internacionales de verano, el programa de ayudas extraordinarias, y el apoyo a la investigación, entre otros. Por otro lado, ha llevado a cabomejoras en las instalaciones de los hospitales donde trabaja. Como la reforma de la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del Hospital Niño Jesús o la creación del Centro de Trasplante de Médula Ósea Maktub. 

Con el inicio de la pandemia hasta hoy, la entrada a los hospitales están restringidas, es más, aún desde hace más de un año y medio fundaciones y asociaciones como Aladina no pueden hacer su labor presencial como hacían con anterioridad. Por ello han tenido que adaptarse a estas circunstancias amargas. Las tecnologías como en muchos otros ámbitos han sido los grandes aliados para hacer frente a las repercusiones del aislamiento de la pandemia. Como nos ha contado Ana Dávila (responsable de medios y acciones de comunicación), en la entrevista con este medio. El equipo de la fundación ha tenido que llevar a cabo un cabo muchas sesiones mediante videollamadas para poder dar el apoyo emocional del que ellos son tan defensores, al describirlo como esencial y necesario. Para este tipo de servicio cuentan con un equipo de psicooncólogosy psicooncólogas además de los voluntarios que se prestan a Aladina. Dávila nos contaba que desde que comenzó la pandemia por la Covid-19, han querido visibilizar hacer consciente a la sociedad, la soledad que se ha vivido y se sigue viviendo en los hospitales, en especial para los menores de la planta de oncología. 

Niños pacientes oncológicos. Imagen vía Fundación Mapfre

Cómo siguen manteniendo sonrisas

La Fundación no recibe ningún apoyo institucional, por lo que depende de las donaciones de entidades, los socios, donaciones esporádicas y los beneficios de su propia tienda online donde además de tener sus propios productos, dan la opción de hacer celebraciones solidarias, es decir, hacer los recuerdos de bodas, comuniones, bautizos… en colaboración con Aladina. El hecho de que empresas grandes se acuerden de esta Fundación es muy importante para llevar a cabo proyectos que necesitan cantidades económicas considerables, como por ejemplo la reforma prevista para el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Una reforma millonaria ya aprobada para la que se necesita financiación. Como ha comentado Ana Dávila, “que sea complicado llegar a la cantidad estimada, no significa que no se vaya a hacer”. Por ello noticias como la que se dio a conocer el pasado viernes 10 de diciembre, son tan importantes. La Fundación Soliss que hace labores sociales, culturales y medioambientales a partir de la Aseguradora Soliss, ha decidido dar el beneficio de sus calendarios solidarios de 2022 a la Fundación Aladina. O como la donación de 20 mil euros por parte de la empresa Ardinol, el pasado mes de noviembre, al acabar una acción solidaria de meses.