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periodismo universitario en internet

La música a distancia

La música a distancia por la COVID

Arte callejero durante la crisis sanitaria
Fuente: pexels.com

  • El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a sortear las licencias

  • La calle se asocia a pedir y a la miseria, pero es nuestro trabajo

Desde las esquinas de La Castellana hasta los aledaños de Malasaña, en cada rincón de una ciudad que emana vida y melodía. Las bocas de metro y sus numerosas líneas acogen, cuando el tiempo no favorece, a esos músicos que comúnmente llamamos callejeros. Personas que llenan Madrid de vida en cada rincón, independientemente del barrio y estación en la que nos encontremos. Son la banda sonora de cada transeúnte que recorre sus calles, bueno, lo eran. La crisis sanitaria ha silenciado las calles de la ciudad y ha arrasado con cada esquina en la que resonaba la música.

Los estudiantes del conservatorio tocando al unísono frente al Palacio Real o el anciano con su violín en las entrañas del metro de Argüelles son algunos de los muchos músicos que han tenido que cesar su actividad desde el pasado marzo. Una necesidad de reinvención ante un cierre total, a causa de la pandemia, que ha provocado que debamos disfrutar la música desde la distancia.

 

Una situación insostenible

Además de ser un sector muy maltratado, tras la cuarentena los músicos de las calles madrileñas han vivido una situación crítica. Según aseguraba uno de ellos, el Ayuntamiento de Madrid ha comenzado a sortear las licencias. Estas se reciben de forma individual, es decir, dentro de un grupo le puede tocar a una sola persona. Asimismo, se están repartiendo para las zonas de Sol, calle Carretas, calle del Carmen, Gran Vía y Cibeles.

Roberto y Diego, dos artistas callejeros que no han querido dar más datos personales, afirman que los músicos que trabajan en la calle o en «garitos» pequeños no tienen contratos, por lo que el Estado no les proporciona ayudas. «Creo que falta regularización que podría darse gracias a ayudas habituales no por una pandemia, sino para ayudas al sector en general», afirma Diego. Sin ir más allá, muchos de ellos viven únicamente del dinero que reciben tocando en la calle y otros han podido subsistir porque tenían otro trabajo. «Soy de Argentina y llegué hace tan solo un año a Madrid. Al haber conseguido la nacionalidad tan tarde, el Estado tampoco me ha dado ninguna ayuda», explica uno de ellos desde el anonimato.

Música en la calle A.C (Antes de Coronavirus)

La música en la calle antes del coronavirus
Fuente: pexels.com

Con la llegada de la COVID-19, el público tiene miedo, incluso muchas salas donde se realizaban conciertos diariamente han cerrado sus puertas por tiempo ilimitado. Los músicos opinan que volverá la normalidad, pero el proceso será de unos cuantos años y será de forma paulatina. «El ser humano tiende a olvidar», manifiesta un artista callejero. Además, la mayoría de ellos sostienen que necesitan al público extranjero ya que, a nivel económico, éstos ofrecen más dinero. 

Sin duda, la crisis del coronavirus ha afectado en todos los ámbitos y a muchos sectores de la sociedad, este es uno de los más castigados, el mundo artístico y, en concreto, el de la calle. Miles de músicos esperan poder volver a vivir de lo que les apasiona en un mundo que lamentablemente está sufriendo grandes cambios. 

 

Regulación por cuenta propia

Con o sin una pandemia mundial, el colectivo de los artistas callejeros siempre ha tenido dificultades para el correcto desarrollo de sus actividades. La COVID-19 no ha hecho otra cosa que precarizar más su situación, poniendo además en relieve la necesidad de sentarse a negociar más que nunca una fórmula única con la que poder regularizar la situación de tantos trabajadores y trabajadoras de la calle. 

Hablamos de una fórmula única ya que en España las actividades artísticas en la vía pública o en los lugares públicos siempre han estado reguladas por diferentes normativas municipales. Es decir, dependiendo de las comunidades autónomas y de sus municipios, la regularización siempre ha variado en tiempo, precio, condiciones y lugar. En Madrid, por ejemplo, durante el mandato de Carmena en 2011, las actuaciones callejeras fueron reguladas mediante una protección de «acústica especial» (ZPAE). Sin embargo, sobre todo por las quejas de numerosos vecinos, a finales de 2019, el Ayuntamiento presidido por el gobierno PP-Ciudadanos, propuso modificar esta regulación, que ya en julio de ese mismo año dejó de emitir autorizaciones para actuar en la zona centro de la capital. Una cortina de humo mientras se preparaba la nueva regularización y con la sombra de  multas de hasta 600€ en caso de arriesgarse a actuar sin permiso.

Los hándicaps de los artistas

Con este panorama que se lleva arrastrando desde hace un par de años y con el nuevo hándicap del coronavirus, muchos integrantes del colectivo de los artistas callejeros no tienen ningún marco legal al que acogerse para subsistir económicamente. Algo que se volvió insostenible durante el parón de la actividad que provocó el primer estado de alarma el pasado mes de marzo.

El nuevo trabajo de Benat

Bernat tocando por las calles de Cataluña
Fuente: metropoliabierta.com

Muchos artistas no ganaban lo suficiente como para cotizar como autónomos, otros muchos no obtuvieron ingresos hasta que se aprobaron ayudas como el ingreso mínimo vital y aún así, acceder a ellas fue y sigue siendo muy complicado. Y tras el reinicio de la actividad, que no significó acabar con la presencia del virus, las limitaciones del movimiento, la distancia de la seguridad y la necesidad de desinfectar todo lo que se tocaba con geles hidroalcohólicos fueron factores que dificultaron aún más este trabajo. 

«La calle se asocia a pedir y a la miseria, pero es nuestro trabajo», afirman numerosos artistas desde el anonimato. En España el protagonismo de la falta de actividad y de ingresos se lo ha llevado especialmente el sector de la hostelería, pero lo cierto es que hay más sectores en peligro y éste es uno de ellos. No solo es necesario acabar con la «leyenda urbana» de la mendicidad de los artistas callejeros, tampoco se podrá avanzar mientras no exista un marco legal que regularice de forma única esta actividad profesional.

7 Comments

  1. Muy buen trabajo ,interesante y actual.

    • ¡Muy buen trabajo!

    • Con el arte no se juega. Muy buen artículo, actual y de interés social. 👏🏻

  2. Un gran artículo y con mucho criterio

  3. Très bon article, bravo!

  4. Buen trabajo. Grandes artistas se forjaron en las calles

  5. Fenomenal.

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