Salud mental: la ansiedad en los jóvenes tras la pandemia
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El COVID-19 ha tenido un impacto grave en la salud mental de aquellos jóvenes que ya presentaban enfermedades mentales previas o que consumieron drogas u otras sustancias
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Antonia Plaza: «En las escuelas de magisterio debería incluirse una parte de formación psicológica»
El confinamiento ha tenido un gran impacto en la salud mental de los jóvenes y la franja de edad más afectada ha sido la que comprende desde los 18 hasta los 24 años. La pandemia ha supuesto una amenaza para aquellos que ya presentaban enfermedades mentales previas, aunque también para aquellos que iban a comenzar una carrera universitaria o buscar empleo. Además, el consumo de drogas u otras sustancias por parte de los jóvenes durante el confinamiento ha ayudado a evitar la situación, pero ha generado graves consecuencias a nivel psicológico.
La ansiedad es un estado mental que se caracteriza por una gran inquietud, una intensa excitación y una gran inseguridad. Existen distintos grados de ansiedad, y un alto nivel de esta podría desembocar en un trastorno de ansiedad. Este último es considerado como una enfermedad de carácter mental.
Una gran parte de los jóvenes sufre o ha sufrido alguna vez ansiedad, y a pesar de que se presenta de la misma forma en adultos, tiene unos síntomas específicos. Estos síntomas podrían ser el miedo, la angustia por tomar decisiones, la dependencia emocional, los problemas de sueño, los cambios de ánimo o el aislamiento social. Algunas de las causas por las que la ansiedad ha aumentado en los jóvenes son: los cambios físicos, el abuso de las redes sociales, la presión académica y el consumo de sustancias.
Consecuencias de la pandemia en la salud mental de los jóvenes
La organización de UNICEF demuestra que la crisis por COVID-19 ha causado un impacto en la juventud de Latinoamérica y el Caribe, así como otros informes sobre la misma cuestión avalan lo sucedido en otras regiones como España tras un estudio elaborado por el psiquiatra R. Paricio del Castillo y MF Pando Velasco.
Un 27% de los jóvenes afirma haber sentido ansiedad y depresión por parte del 15% durante el mes de septiembre. La razón principal para el 30% es la situación económica. Un 46% se siente pesimista frente al futuro, particularmente en el caso de las mujeres que sienten la necesidad de pedir ayuda a personas cercanas e instituciones, concretamente en un 73%.
Los factores de riesgo que alteraron durante la pandemia la salud mental de los jóvenes fueron el aislamiento, la violencia familiar, la pobreza y el abuso de nuevas tecnologías. Las medidas recomendadas para la prevención de la ansiedad en el entorno familiar es una comunicación positiva, educar en hábitos de salud, incorporar técnicas de crianza positiva en situaciones de crisis dando herramientas para el manejo emocional a los hijos y un seguimiento bajo signos de alarma acudiendo a la salud pública.
Servicios ofrecidos por las instituciones
Estos son algunos de los recursos de ayuda psicológica que se ofrecieron durante la cuarentena :
- El Ministerio de Sanidad y el COP ofrecieron un servicio telefónico de primera atención psicológica para afectados por COVID-19 (también se incluyen familiares de personas enfermas o fallecidas, sanitarios, cuerpos de seguridad, policía local, etc.).
- El COP y la Dirección General de Protección Civil y Emergencias ofrecieron recomendaciones psicológicas para la población.
- Material del COP Galicia online para la población en situación de impacto psicológico, así como una guía de prácticas de mindfulness para momentos de estrés, elaborado por el Grupo de Intervención Psicológica en Catástrofes y Emergencias (GIPCE).
Los siguientes recursos son algunos de los ofrecidos por distintas instituciones para los jóvenes que sufren ansiedad post COVID:
- El Ayuntamiento de San Lorenzo del Escorial pone en marcha talleres de apoyo psicológico post COVID “Para ayudar a recuperarte, tu ayuntamiento contigo”.
- El proyecto “Konsulta’m” de Ada Colau en Barcelona para tratar la salud mental.
Además, cabe destacar que:
- Un 6,3% ha necesitado ingreso en Unidad de Agudos.
- Un 21,4% ha necesitado un aumento de la mediación antipsicótica para prevenir la posible aparición de una crisis.
Perfil de los jóvenes que sufren ansiedad
Existe cierto perfil de pensamientos y conductas en las personas que padecen ansiedad. Los rasgos de estas personas más propensas son los siguientes: darle mil vueltas a un mismo pensamiento o asunto inconcluso, no expresar sus enfados o preocupaciones, pretender tener todo bajo control, tendencia a caer en conductas excesivas, agobiarse sin motivo aparente, etc.
Además de estos rasgos generales, hay más datos curiosos sobre el perfil de las personas con este trastorno psicológico:
- Es más frecuente en las chicas.
- De acuerdo con el Instituto Nacional de la Salud, cerca de 1 de cada 3 adolescentes entre las edades de 13 y 18 años pueden tener un trastorno de ansiedad. El número va en aumento; entre el 2007 y el 2012, los trastornos de ansiedad en los niños y adolescentes aumentaron un 20%.
- La depresión es una de las principales causas de enfermedad y discapacidad entre adolescentes a nivel mundial.
- El suicidio es la cuarta causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 19 años.
- Según el CIS, el porcentaje de personas de clase baja que se han sentido decaídas, deprimidas o sin esperanza durante la pandemia, casi duplica al de aquellas que se identifican con la clase alta (32,7% frente a 17,1%).
- Según el Ministerio de Salud y el INE, en el año 2017, la tasa más alta de personas con ansiedad crónica estaban en la franja de edad entre 55 y 64 años.
- Según el INE, durante la pandemia, la mayor parte de la población que ha tenido problemas de poca alegría, decaimiento e insomnio tienen de 15 a 44 años. La mayor parte de personas que han tenido problemas de apetito, movilidad o habla y concentración tienen entre 45 y 64 años. La mayoría de ciudadanos con problemas de cansancio y autoestima son de 65 años de edad en adelante.
- Según el INE, las defunciones de enero a mayo de 2020 por suicidio y lesiones autoinfligidas fueron 983 hombres y 360 mujeres. 188 hombres y 97 mujeres murieron por envenenamiento accidental por fármacos y drogas. 61 hombres y 40 mujeres por homicidio.
En todas estas causas de defunción fallecieron más hombres que mujeres. La diferencia es mayor en el caso de los suicidios, con casi 3 hombres por cada mujer.
Educación, empatía e inteligencia emocional dentro de las aulas
La salud mental podría relacionarse directamente con todo nuestro mundo interno y con el mundo de las emociones. La educación emocional es un proceso de enseñanza que, en general, no se ve en las aulas de los colegios. Para profundizar en este tema hemos tenido la oportunidad de hablar con Antonia Plaza, maestra de primaria desde hace más de 25 años. Antonia nos ha comentado la importancia de que los maestros y maestras estén formados en este ámbito para poder desarrollar una buena educación emocional .
Para fomentar todo esto, Antonia ha explicado que le dedicaría 1 hora al día a actividades como, por ejemplo, dinámicas de grupo para la socialización, ejercicios de autoconocimiento, actividades de gestión emocional, ejercicios para el desarrollo de la empatía, formación psicológica o expresión del mundo interno. «Hay todo un mundo por trabajar interesantísimo que, al final, es el que de verdad nos está guiando en la vida real y somos verdaderos desconocidos y desconocidas de quiénes somos y lo que nos pasa», afirma la maestra.
En cuanto a la gestión interna y por parte de las instituciones para ayudar a los colegios de cara a la pandemia , Antonia opina que se deberían haber ofrecido muchos más recursos de tipo humano.
Demanda y abuso de fármacos contra la ansiedad
Si hablamos de salud mental y, en particular, de la ansiedad que ha surgido tras la pandemia causada por la COVID-19, también tenemos que hablar de los fármacos . Según encuestas del CIS, antes de la pandemia existía un 8.8% de personas que consumían alguna medicación por algún tipo de problema de salud mental.
Según la Agencia española de medicamentos y productos sanitarios en 2019 había un total de 55,25 dosis diarias por cada 1.000 habitantes en España, pero a lo largo de 2021 la cifra ha aumentado hasta las 59,07 dosis diarias. Esto supone que el número de dosis diarias ha aumentado aproximadamente un 8% durante los años de pandemia.
Los ansiolíticos más vendidos durante 2019, 2020 y 2021 son los mismos: Lorazepam (39,83%), Alprazolam (27,43%) y Diazepam (17,75%). El abuso de ansiolíticos como estos puede generar efectos secundarios como somnolencia, dependencia psíquica o tolerancia a dichos ansiolíticos.
Daniel Peño es estudiante de periodismo, y en la entrevista que le hemos realizado nos ha contado su experiencia con la ansiedad y con la toma de ciertos ansiolíticos. Previamente a la pandemia, Daniel ya había experimentado ansiedad aunque con el confinamiento la situación se agravó.
Daniel considera que la salud mental en España, al igual que en muchos otros países, no es tratada con la importancia que se le debería dar. La sanidad pública no invierte en psicólogos y psiquiatras de calidad, y esto desemboca en el aumento de casos de suicidio. Muchos optan por el consumo de ciertos fármacos, de los cuales se está abusando como indican los datos.
Incidencia de ayuda tras la crisis sanitaria
Según una investigación de la Universitat de València sobre el impacto del COVID-19 en jóvenes y adolescentes chilenos, el 44’1% de los adolescentes y el 44% de jóvenes presentaban ya problemas psicológicos previos a la pandemia.
Sin embargo, según los datos arrojados por la encuesta, el contexto de la pandemia ha empeorado su estado de salud y bienestar mental. Y es que, por ejemplo, el 70’7% de los adolescentes y el 79’9% de los jóvenes presentan mayores problemas de insomnio que antes de la pandemia.
A su vez, el 73’5% de los adolescentes y el 52’4% de los jóvenes indicaron haber aumentado el consumo de diversas sustancias (tabaco, drogas y/o alcohol) durante la pandemia.
Según el CIS:
- El 55’9% de la población española se ha sentido nerviosa, ansiosa o muy alterada alguna vez durante el periodo de la pandemia.
- El 16’7% de la población española ha tenido pensamientos o recuerdos en relación con el virus corona que han producido reacciones físicas como sudoración, taquicardia, etc.
- El 15’8% de la población española ha tenido alguna vez uno o más ataques de ansiedad o pánico desde que comenzó la pandemia.
- El 46’1% de la población española ha tenido mucha ansiedad o miedo desde que comenzó la pandemia.
- El 52’2% de la población española de los que han convivido con sus hijos (menores de 18 años) durante la pandemia no ha notado ningún cambio o modificación en la manera de ser o de comportarse de sus hijos e hijas en este periodo.
Como conclusión cabe destacar que la salud mental está bastante desatendida. Cuando a alguien le pasa algo y decide ir al psicólogo o psiquiatra recibe una atención inadecuada y, normalmente, pueden atender a esa persona una o dos veces al mes. Hay un ratio de psicólogo – población muy baja (actualmente hay 0.55 psicólogos por cada 1.000 habitantes) por lo que no se atiende a la población. La vía más rápida para desatenderse del incremento de citas al psicólogo resulta ser el recetar pastillas.
Eso no es curar, es aplacar el síntoma. Y es que, en los tiempos que corren y con los casos de ansiedad y salud mental aumentando cada día, deberían de atender la salud mental; con todo lo que ello conlleva, de la misma manera en la que se atiende la salud física. El hecho de que no veamos las heridas no significa que éstas sean menos importantes, de hecho, podrían llegar a considerarse mucho más importantes las heridas que no vemos.
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- variacion XXI | El suicidio: un asesino en serie - […] por lo que insiste en la importancia de su visibilización. Durante su labor en la pandemia vivió 305 llamadas…
Buen trabajo , deberían leerlo algunos de nuestros politicos
Buen trabajo
Buen trabajo mucho ánimo
Está genial mucho ánimo
súper interesante y necesario el artículo! 🙂
Muy Intesante