CBD: el auge de la marihuana medicinal

Aceite y molécula CBD / Fuente: Sensiseeds

• El consumo de cannabidiol (CBD) entre la población ha aumentado considerablemente a raíz de la pandemia.

• Algunos estudios científicos apuntan a este derivado de la marihuana como un buen tratamiento para el estrés y algunas enfermedades.

En pleno debate sobre la legalización del cannabis en España, el cannabidiol, más conocido como CBD, está de moda: tanto es así que, si buscamos el término en Google, aparecerán más de 44 millones de resultados cerca de la Comunidad de Madrid. Pero, ¿por qué tiene tanto éxito? ¿Cuáles son realmente sus propiedades terapéuticas? ¿Es tan efectivo y beneficioso como aseguran sus vendedores? 

El cannabidiol es un compuesto natural que se encuentra en la flor resinosa del cannabis, una planta con una rica historia como medicamento que se remonta miles de años atrás. Considerada una sustancia segura y no adictiva, el CBD es uno de los más de cien fitocannabinoides, que son exclusivos del cannabis y le confieren a la planta su robusto perfil terapéutico. Aunque se habla mucho de las virtudes de los productos que contienen CBD, que cada vez podemos encontrar más fácilmente en tiendas especializadas o en Internet, los científicos y médicos de todo el mundo continúan probando los beneficios reales de esta sustancia. 

El CBD está estrechamente relacionado con otro fitocannabinoide activo importante a nivel medicinal: el tetrahidrocannabinol (THC), el compuesto que causa la psicoactividad por el que es famoso el cannabis. Ambas sustancias tienen atributos terapéuticos significativos, pero, ¿qué diferencia existe entre el CBD y el THC, a efectos prácticos? ¿En qué medida es seguro su consumo?

Diferencias entre CBD y THC / Fuente: Cannameda

El cannabidiol, a diferencia del THC, no hace que la persona que lo consume se sienta “drogada” o intoxicada, ya que estas sustancias actúan de diferentes maneras en diferentes receptores en el cerebro y el cuerpo. Mientras que el THC provoca el famoso “colocón” por sus propiedades excitantes, el CBD puede llegar a disminuir o neutralizar los efectos psicoactivos del THC. De hecho, la OMS estableció en su informe de diciembre de 2017 que el CBD no causa adicción como sucede con el THC, y señala que “sus bondades terapéuticas son numerosas”. 

El hecho de que el CBD sea terapéuticamente potente y no intoxicante, y fácil de tomar, lo convierte en una opción de tratamiento atractiva para aquellos que son cautelosos al probar el cannabis por primera vez. Así, no es sorprendente que el consumo haya aumentado radicalmente en España a raíz de la pandemia, y no solo eso: diversos estudios económicos aseguran que el mercado del CBD podría aumentar hasta en un 400% en los próximos tres años. Parece que el lugar nos ha dejado la situación sanitaria nos ha empujado a explorar fórmulas y alternativas para “mantener la calma”, y precisamente eso es lo que ofrece el CBD y el secreto de su éxito exponencial en ventas, asegura Jorge, empleado de la tienda SensiSeeds.

¿De qué forma se puede consumir CBD?

La forma de consumir este tipo de fitocannabinoide depende del tipo de consumidor y de sus necesidades específicas. Principalmente se puede ingerir de cuatro maneras diferentes: 

1. CBD oral

La forma más sencilla y eficaz de tomar este compuesto es tragar varias gotas de aceite de CBD. Otra opción es mezclar el aceite de CBD con la comida o bebida para enmascarar su sabor, también existe las opciones de tomarlo en formato gominola o hacer postres con CBD.

En el mercado actualmente estas son las opciones más accesibles: aceite de CBD, cápsulas de gel con CBD insípidas e inodoras, aceite de CBD liposomal, o cristales de CBD con una pureza del 99%. 

Gominolas con CBD / Fuente: Alphagreen

2. CBD sublingual (debajo de la lengua)

La vía sublingual implica poner unas gotas de CBD debajo de la lengua, reteniéndolas en la boca hasta que se absorban en la mucosa oral. Este método no requiere preparación previa y sus efectos pueden sentirse rápidamente.

Productos en el mercado: aceite de CBD, cristales que hacen que el compuesto llegue antes a la sangre. También existe el meladol, que combina el CBD con melatonina o el aerosol nasal de CBD. Aunque se aplica en los orificios nasales, este spray atraviesa la membrana mucosa de la nariz hasta alcanzar la circulación sistémica. 

3. CBD de uso tópico

El CBD de uso tópico no llega al torrente sanguíneo, sino que interactúa con los receptores de la piel para mantenerla equilibrada, sana y flexible. Podemos encontrarlo en cremas médicas que contienen el CBD como ingrediente adicional, cremas de belleza que combinan CBD con varios ingredientes cosméticos de eficacia probada, bálsamos labiales o geles para el contorno de ojos.

Aceite de CBD / Fuente: Unisima

4. CBD inhalable

Al inhalar CBD, el cannabidiol entra en los pulmones y se difunde a través de los alvéolos hasta llegar a la sangre, produciendo efectos casi instantáneos. Aunque no siempre es la forma más saludable de consumir CBD, muchos consumidores prefieren el efecto más relajante producido al fumar o vaporizar, por no hablar de la mayor biodisponibilidad de estos métodos de consumo.

El precio del CBD varía según el formato, la cantidad y la marca. En general, el aceite y las cápsulas oscilan desde 30 euros hasta 200 euros aproximadamente. En cambio los suplementos son algo más económicos, van de los 20 a los 40 euros. Los productos de cosmética varían mucho, nos podemos encontrar desde un bálsamo de 5 euros hasta una crema antiedad de 25 euros. El E-líquido de 500mg cuesta 30 euros. En cristales lo encontramos por 40 euros y en gominolas 300mg por 30 euros.

Cristal puro de CBD / Fuente: IberoHemo CBD Spain

¿Cómo se comercializa el CBD?

Llama la atención que, mientras que el consumo de cannabis en espacios públicos está penado en España, así como su venta, el CBD se puede adquirir prácticamente en cualquier rincón, desde Amazon hasta los numerosos comercios locales especializados. Esto ocurre porque a día de hoy en España no hay ninguna ley concreta que regule la producción o consumo del CBD, por lo que la sustancia está sujeta a la interpretación de convenios internacionales y jurisprudencia, entre los que existen discrepancias acerca del tema.

En diciembre de 2020, el Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TSJE) dictó una sentencia que sentó una jurisprudencia muy favorable a la comercialización de productos de CBD, mientras que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) no es favorable a interpretar el CBD según lo ha hecho el TSJE. Por el momento, en España su producción y venta es legal dependiendo siempre de los niveles THC (no puede ser superior al 0,2%).

Tienda Flower Farm, Madrid / Fuente: Flower Farm

No solo encontramos estos productos en tiendas físicas sino que en los últimos años la comercialización online ha aumentado de forma significativa. Algunos ejemplos serían, entre otros, la marca francesa Naturicious CBD España, que asegura no solo la calidad del producto, sino su legalidad y composición. También han tenido mucho éxito Greenmotive, de Barcelona, con un amplio listado de productos y sus beneficios, y distribuidores como SensiSeeds o Cibdol. 

Los beneficios del CBD, ¿mito o realidad?

El CBD es un fármaco innovador y relativamente nuevo, por lo que aún se siguen realizando estudios y ensayos clínicos. Hasta el momento, existen evidencia científica de que el CBD tiene propiedades analgésicas, antiinflamatorias, ansiolíticas, antitumorales y anticonvulsionantes, entre otras. Además de ser un gran aliado para lidiar con el estrés, también se ha estudiado su aplicación para enfermedades graves y crónicas. Algunos estudios científicos han demostrado que este producto ha traído resultados satisfactorios en su uso contra afecciones como la epilepsia, el asma o la artritis, y algunos psicólogos lo recomiendan para calmar los síntomas de ansiedad o estrés, por su efecto tranquilizante.

Además, se ha demostrado que el CBD puede servir como tratamiento para el síndrome de Dravet y para el síndrome de Lennox-Gastaut. Estos síndromes son similares, y se tratan de convulsiones que se desarrollan en la niñez. Pues bien, en tres ensayos clínicos aleatorios en los que se estudió a 516 pacientes que padecían alguno de estos dos síndromes, tras haberles administrado CBD en aceite (Epidiolex) junto con otros fármacos, se pudo constatar que los pacientes que tomaron el cannabidiol tuvieron menos convulsiones que quienes tomaron placebo. 

La aprobación del uso de CBD en convulsiones despertó la curiosidad sobre la eficacia en otros problemas de salud como el mal de Parkinson, y para algunos pacientes el resultado fue positivo. Sin embargo, el número de candidatos era muy reducido, por lo que los estudios no son concluyentes. Por otra parte, también se ha especulado que puede contribuir a la buena salud de pacientes con esquizofrenia, ansiedad, diabetes y esclerosis múltiple, pero aún falta sustento científico para considerar que sea eficaz y seguro en este tipo de pacientes.

No obstante, tal y como sucede con cualquier medicamento, es posible experimentar algunos efectos secundarios al consumir CBD, que van desde mareos hasta pérdida de apetito. Así, aunque para algunas personas el CBD es una sustancia que ha mejorado su calidad de vida, no podemos olvidarnos de que no es un producto para todo el mundo y de que en ningún caso debe sustituir a la revisión médica profesional.