Las casas de apuestas: la «heroína» del siglo XXI
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Las casas de apuestas se han convertido en uno de los negocios más lucrativos de los últimos años
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En nuestro país hay más de 400.000 personas diagnosticadas con ludopatía, según la FEJAR
«Apostar a perder», así se define para muchos amantes de las apuestas la nueva «heroína» del siglo XXI. Y es que, cada vez son más los casos de personas que sufren ludopatía como consecuencia de su inclinación hacia los juegos de azar. Un fenómeno global que afecta a miles de españoles y que se ha convertido en un problema latente en nuestra sociedad. Este hecho se debe en gran parte a que apostar es cada vez más fácil, puesto que ahora ni si quiera es necesario tener que acudir a los locales físicos de las casas de apuestas. La modalidad de juego online ha crecido de forma excesiva durante los últimos años, especialmente después de la aprobación de la Ley del Juego de 2012. Junto a ello, los establecimientos físicos han ido mejorando sus localizaciones, buscando lugares más estratégicos en los que tratar de conseguir llamar la atención de un mayor número de personas con «sed de apuestas».
Estas empresas en busca de dinero localizan los barrios más vulnerables para instalar sus negocios. Así mismo ocurre en Carabanchel y Puente de Vallecas, dos barrios de la Comunidad de Madrid que suman 135 locales de casas de apuestas, una cifra que supera la totalidad existente en Cataluña.
Aunque no existen estudios concluyentes sobre la dependencia en menores, debido a que no pueden jugar de manera legal, la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR) indica que los jugadores con problemas de adicción son cada vez más jóvenes. Una información que las casas de apuestas también parecen tener en consideración a la hora de instalarse en lugares próximos a la clientela más joven.
Por este mismo motivo, las zonas próximas a los institutos y centros educativos suelen ser las más recurrentes a la hora de elegir los emplazamientos en los que situar los locales. «Consiguen enganchar a la gente joven estudiante con apuestas deportivas y con la ruleta, garantizando que obtendrán beneficios», explica a Variación XXI Alberto Sánchez, un antiguo estudiante de un instituto situado en Vallecas cercano a una casa de apuestas. En nuestro país, cerca de medio millón de personas son ludópatas, por lo que se trata de un grave problema que, en lugar de solucionarse, se agrava cada vez más.
El surgimiento de las apuestas en España
No obstante, la historia de las apuestas se remonta cientos de años atrás, aunque no tenían los mismos efectos en la sociedad de aquel entonces que en la actual. Las apuestas son el primer juego de azar del que se tiene conocimiento. El origen de este juego se sitúa en Grecia, hace más de dos mil años, aplicado a diversas disciplinas. Años después fueron los romanos los que lo introdujeron en eventos lúdicos.
Los combates entre gladiadores se convirtieron, además de en un elemento de ocio, en un extenso negocio que reunía cada semana a miles de personas entorno al circo. Fue, sin embargo, en los siglos XVIII y XIX cuando las apuestas aumentaron su extensión y se consolidaron, pero hasta 1780 estos juegos no adoptaron la forma con la que los identificamos hoy en día.
En España el juego se introdujo con la llegada de la lotería en 1763. El marqués de Esquilache le trasladó esta idea a Carlos III con la intención de aumentar las arcas del Estado sin que esto supusiera la implantación de un nuevo impuesto. Al monarca le resultó interesante y aceptó.
Perfil del jugador
Desde aquel momento el auge de las apuestas fue incrementándose poco a poco hasta llegar a convertirse en el problema que supone para ciertas personas con un perfil muy similar entre ellas. Tal y como ha podido comprobar este medio a través de diferentes estudios, el principal perfil de los adictos al juego ha ido cambiando con el transcurso del tiempo.
Hoy en día este perfil se corresponde con personas que se relacionan en un entorno repleto de tecnologías. De este modo, el móvil es la principal herramienta para acceder a sus juegos, mediante el cual la mayoría de ellos realizan sus apuestas.
La gran parte de los consumidores del juego online son hombres de entre 18 y 35 años, con un nivel adquisitivo medio y medio-bajo. La mayoría de ellos suelen frecuentar los casinos o realizar sus apuestas una media de una vez por semana. Además, dentro de los principales clientes a los que se dirigen este tipo de negocios, se pueden encontrar individuos de edades hasta los cincuenta y cinco años asociados a las nuevas tecnologías.
Es decir, los perfiles de los principales adictos al juego normalmente tienen edades comprendidas entre 29 y 30 años con estudios medios o superiores, en plena formación universitaria o trabajando. A su vez, se puede encontrar una diferencia entre el principal consumidor habitual del juego en puntos presenciales, que suelen ser varones de unos cuarenta años de edad, laboralmente activo y con estudios primarios; y los jugadores que realizan sus apuestas mediante internet, que suelen corresponderse con adolescentes de unos 20 años o más.
Falta de control y medidas
Ludópata no es sólo quien lo pierde todo. Ludópata es quien no acepta poner fin a la partida y es capaz de todo con tal de repetir. «Me comencé a obsesionar con ganar sin importarme todo lo que estaba perdiendo. Me daba igual el qué apostar y qué consecuencias tendría», ha explicado a este medio un joven de 25 años que sufrió ludopatía durante varios años.
El problema de estos jóvenes, para muchas personas, ha radicado principalmente en la falta de control y de medidas implantadas al respecto por el Gobierno estatal. Y es que, la expansión de las casas de apuestas hace cinco o seis años fue tan grande que muchos de los adictos al juego actuales, en aquel momento menores de edad, se vieron con completa libertad de «caer en las garras» de esta terrible adicción.
«Durante los años que trabajé en una de las empresas de casas de apuestas con más renombre del país, vi a muchos jóvenes jugar sin tener la mayoría de edad. Aquellos que hemos trabajado en las casas de apuestas somos conscientes del mal que hemos podido hacer en muchos de aquellos adolescentes a día de hoy», ha indicado a Variación XXI Jorge Pérez, antiguo trabajador del sector, al respecto.
Con la de edad de inicio al juego cada vez más baja y la tasa de ludopatía más alta, los juegos de apuestas se han convertido para muchas personas en una pesadilla que va más allá del mero ocio y diversión. Una realidad que ha superado con creces la idea de jugar una partida por probar y que para muchos adictos se ha convertido en una necesidad primaria.
Las casas de apuestas y los medios de comunicación
Los medios de comunicación han tenido y tienen en la actualidad un importante papel al respecto. Y es que, es bastante frecuente observar anuncios de apuestas deportivas en los principales medios de comunicación de nuestro país. Un hecho que evidencia el claro interés económico de los medios a la hora de hacerse eco de una actividad que genera a muchas personas una grave adicción.
Pese a que muchos medios de comunicación son conscientes de su responsabilidad social y el efecto que causan en la sociedad, los beneficios económicos son superiores, por lo que hay medios que han creado su propia casa de apuestas. Así mismo ocurre con el caso de Marca apuestas, el portal de juego del diario Marca.
El tratamiento de las casas de apuestas en los medios de comunicación no se encuentra limitado por ninguna normativa estatal. De este modo, son los propios directivos de los medios los encargados de enfocar los juegos de azar en función de sus intereses. «Lo cierto es que puede haber muchos jugadores que se sientan atraídos por las cantidades que las casas de apuestas indican que se puede ganar. Sin embargo, los medios de comunicación son los que hacen más atractivos estas cifras para conseguir llegar a más gente».
La posible cura para la ludopatía
Ante este grave problema que afecta a una gran parte de la población del país, son muchas las personas que se preguntan si acaso existe alguna cura para aquellos que se han dejado llevar en excesos por los juegos de azar. En este caso, hemos podido comprobar que la respuesta es un posible sí.
Y es que, el hospital Ramón y Cajal, en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid, está llevando a cabo unos estudios basados en genética molecular con los que se pretende aislar genes que parecen más frecuentes en personas ludópatas o en aquellas que no logran determinar ciertos impulsos.
Así pues, los especialistas recomiendan la prevención como un aspecto fundamental para limitar el número de personas afectadas al juego y resaltan que el factor clave para la curación de la ludopatía es la voluntad del paciente en dejar esta adicción, que cada vez crece más entre los jóvenes y se ha convertido en un verdadero lastre para la sociedad.