Navidad, Navidad, «pobre» Navidad

Luces navideñas en Alcalá de Henares, por Alejandra de Jesús García Barreto.

• Las familias optan por productos de primera necesidad evitando los de lujo

• “Con la tradición seguimos, pero un poco ajustando el cinturón”

La Navidad es la época más esperada del año, donde las familias se reúnen para celebrar el nacimiento del Niño Jesús, la llegada de Papá Noel y Fin de Año. Sin embargo, debido a la crisis económica que está afectando al mundo entero, tanto las cenas navideñas como los regalos para los más pequeños se están viendo amenazados. La subida del precio de la luz y la inflación que se ha producido está influyendo en las decisiones de los consumidores a la hora de realizar la compra navideña, especialmente de alimentos y juguetes. Para las personas con bajos recursos, ni siquiera la calefacción entra dentro del presupuesto de fin de año.

Crisis en la fábrica de Papá Noel por falta de recursos

Los niños son los principales protagonistas de las navidades con la llegada de los Reyes Magos. Sin embargo, con la crisis económica, la capacidad adquisitiva de las familias podría llegar a amenazar la felicidad de los más pequeños. Según la Asociación Española de Videojuegos (AEV), los videojuegos descendieron un 17,8% de 2020 a 2021. También, cayó la venta de peluches (16,6%) y coches de juguetes (11,8%), según la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ). Sin embargo, la demanda de muñecas, figuritas de acción, juegos de mesa y juegos para bebés subió enormemente.

A pesar de la mala racha económica, añadiendo sucesos más recientes como la guerra de Ucrania, las jugueterías no tiran la toalla y esperan mejorar sus ventas a finales de 2022. Según NPD Group, para la navidad de 2022 el precio de los juguetes oscila entre los 30 a 50 euros, manifestando un ligero crecimiento con respecto a temporadas anteriores. A su vez, el sector de jugueterías está a la espera del resultado de la temporada navideña de 2022, la más importante del año.

Con respecto a las familias, en España la mitad de la población suele hacer las compras navideñas en diciembre, según el Estudio de Consumo Navideño de 2022 de Deloitte. El resto se aprovecha de fechas como el Black Friday o el Cyber Monday para anticipar los regalos de Navidad o Reyes Magos y el dinero ahorrado destinarlo a la compra de alimentos navideños.

«Con la tradición seguimos, pero un poco ajustando el cinturón», «vamos a adquirir otros productos de primera necesidad sin ir a productos de lujo», «las compraré menos que antes», son algunas de las declaraciones de familiares frente a una época navideña muy distinta a la de otros años. La mayoría de los entrevistados continuará con las tradiciones, pero realizando ajustes en su consumo.

Para familias con niños pequeños, la solución yace en la compra de regalos según el poder adquisitivo de las familias. «Antes podía hacer más regalos, pero este año daré regalos de lo que es realmente útil para las niñas», es la declaración de una madre de familia cuya situación económica le ha llevado a optar por la practicidad frente a la cantidad de regalos. Muchas serán las familias que no tendrán de otra que adaptarse a los mínimos recursos para dar un poco de alegría a los más pequeños. 

Cena navideña versión fit, los atracones ya no serán un problema

Actualmente, la crisis económica amenaza la celebración tradicional de las fechas navideñas, que es la época del año donde más se consume. 2022 será el primer año donde se podrán celebrar las fiestas sin restricciones del Gobierno. Gracias a ello, los restaurantes de todo el país cuentan con agendas completas hasta finales de enero. Sin embargo, aquellos más afectados por la subida de precios podrían tener que realizar cuantiosas reducciones en la cena navideña.

Entre las familias entrevistadas, todas han manifestado verse en la situación de reducir el consumo u optar por alternativas más baratas de los productos típicos de la última época del año. Según datos aportados por el estudio de Deloitte, cada hogar español estima gastar unos 634€ estas navidades. No obstante, el espíritu navideño se mantiene presente, ya que, aún con menos recursos que en años anteriores, todos los entrevistados continuarán celebrando las fiestas dentro de sus capacidades. A su vez, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Lluis Planas, tiene esperanzas de una bajada del mercado a precios razonables a inicios del 2023.

Para las familias con bajos recursos, que no se pueden permitir tanto gasto en estas fechas, la solución consiste en realizar la compra navideña semanas antes de las fiestas para anticiparse a la subida de precios de los supermercados. Algo tan simple como congelar el pavo o comprar un jamón ibérico más barato, permitirá un gran ahorro frente a los precios exorbitantes de los días cercanos a las fiestas. Por otro lado, los establecimientos de alimentos están preocupados por la incertidumbre en cuanto al comportamiento del consumidor en la última temporada del 2022, ya que, para sobrellevar la inflación, se han visto obligados a subir los precios de los alimentos, incluso a los productos más económicos.

«La clientela es la misma, pero consumen menos», «su economía tampoco se lo permite», «la gente viene menos y con poquito se conforman», son algunas de las declaraciones de negocios autónomos frente a la evidente disminución de clientes durante el último período del 2022. A su vez, la mayoría de negocios autónomos, como carnicerías o fruterías, consideran que las ayudas del gobierno para minimizar el impacto de la crisis son insuficientes. «Lo que tienen que hacer es potenciar a las pequeñas empresas como nosotros para que nos levantemos», declara la dueña de una panadería en Madrid.

Luces navideñas, la nueva alternativa a la calefacción

La exorbitante subida del kilovatio durante la época más fría del año podría llevar a las familias a tomar medidas como el poco o casi nulo uso de la calefacción. Muchas son las recomendaciones para reducir el consumo, siendo el uso de luces LED la principal opción debido su bajo consumo energético, un 80% menor a comparación con las bombillas regulares. Sin embargo, las ciudades optan abiertamente por la encendida de las luces, adoptando ciertas medidas para contrarrestar los efectos de la subida de la luz. 

El desplazamiento de la inauguración de las luces a fechas más cercanas a las fiestas navideñas es una de las principales medidas adoptadas. En Pontevedra, por ejemplo, la encendida se programó para el 16 de diciembre, la fecha más tardía en el territorio nacional. Otra de las medidas adoptadas por los ayuntamientos ha sido la reducción de las horas de las luces, lo que se ha visto en grandes provincias como Barcelona, Zaragoza o Málaga. En Vigo, por ejemplo, se optó por encender las luces media hora más tarde y apagarlas media hora más temprano; en Año Nuevo o Nochebuena serán apagadas a las 2 de la mañana, en vez de tenerlas encendidas toda la noche.

La polémica sobre las luces frente a la crisis energética no ha impedido que las ciudades continúen con la tradición navideña y todo se debe al atractivo turístico que colabora con la industria hostelera. Entre las ciudades más visitadas en navidad, Madrid ocupa el primer lugar un año más y se alza con el título de «mejor ciudad» para ver las luces de Navidad, quedando Vigo y Málaga respectivamente en segundo y tercer lugar.  

Por otro lado, aún con la alegría del ambiente navideño por las ciudades iluminadas con la festividad navideña, la situación dentro de los hogares se torna un tanto más oscura. Cada año la llegada del frío trae consigo el uso de la calefacción, sin embargo, en 2022 no todos se podrán permitir su uso. 

Según la Red Eléctrica de España (REE), los hogares españoles alcanzan el mayor consumo de electricidad en los meses de diciembre-enero, llegando a consumir un 40% más de electricidad a comparación con el resto del año. A su vez, la calefacción es la que mayor demanda de energía ejerce, abarcando hasta un 47% del consumo total en los hogares españoles según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). El precio de la luz llevará a las familias a situaciones extremas donde tendrán que decidir entre la renuncia a la calefacción o una factura desorbitada a fin de mes.

«Lo veo muy exagerado» y «podrían haberse ahorrado la encendida de luces al precio que va la luz y ese dinero destinarlo a las familias que son más vulnerables», son criterios de los españoles entrevistados, que reflejan una clara oposición contra la inversión en la iluminación navideña. Sin embargo, hay quienes creen que la magia de la Navidad y las luces puede ser la única manera de subir el ánimo y alegrar al espíritu frente a las situaciones complejas que está viviendo el mundo.