La vida del rugby universitario
· La Universidad Complutense de Madrid como referente en la promoción del rugby universitario en nuestro país
· No hay cabida para la discriminación en un deporte que invita a cualquiera a aprender de sus valores
La Universidad Complutense de Madrid es, junto a la Politécnica de Madrid, la única que cuenta con una liga interna de rugby entre distintas facultades de la propia universidad. De hecho, el rugby es probablemente el deporte que más se promueve entre facultades, así como el más vistoso y querido por toda la comunidad de estudiantes. Esto se puede argumentar por la numerosa cantidad de equipos que participan, tanto en la liga femenina como en la masculina. En total suman con 28 equipos, 14 femeninos y 12 masculinos. En todos ellos existen tradiciones, himnos y valores propios que transmite el mismo deporte.
Por otra parte, también existe una liga interuniversitaria, que se disputa entre las universidades de Madrid que consiguen sacar un equipo para jugar, tanto en selección femenina como masculina. Dicho plantel de jugadores está formado por los mejores de la Universidad y son seleccionados por su entrenador, Mariano Martín Fernández. La UCM cumple un papel fundamental en dicha competición, ya que suele ser uno de los candidatos a llevarse el título, llegando en la última edición del torneo (Temporada 2021/2022) a jugar el campeonato de España universitario contra la Universidad de Sevilla, la de Zaragoza, y un largo etcétera.
Dentro de la UCM, es uno de los deportes que más influyen en el alumnado, puesto que, al dar comienzo a una nueva etapa como es la universitaria, probar cosas nuevas que te llamen la atención puede resultar un aprendizaje que te sirva para madurar tanto personal como profesionalmente en un futuro. Además, las instalaciones que posee la UCM resultan un gran atractivo para aquellas personas que se encuentran por primera vez ante el llamativo escenario en el que se convierte un partido de rugby. Se cuenta con cuatro campos, distribuidos por toda Ciudad Universitaria entre el Complejo Deportivo de Paraninfo Sur, Paraninfo Norte y el complejo deportivo de Cantarranas.
Rugby federado vinculado a la Complutense
No se puede pasar por alto, que en favor de la profesionalización de este deporte, la propia Complutense cuenta con su propio equipo federado, el Club de Rugby Complutense Cisneros. Es uno de los más importantes dentro de la Comunidad Autónoma de Madrid, proporcionando y dando relevancia y presencia real a los jugadores y jugadoras provenientes de la cantera universitaria, jóvenes que en un futuro podrán estar en la élite española jugando para el primer equipo y pudiendo llegar a vivir del deporte que admiran. El Cisneros se encuentra vinculado con la Universidad Complutense de Madrid porque es la que subvenciona, patrocina y comparte sus instalaciones con el club para poder entrenar y competir muchos findes de semana.
Esta profesionalización del rugby va acompañada de una disciplina más rigurosa que la acostumbrada en los equipos amateur de facultades, como sucede en todos los deportes, lo cual puede desilusionar a muchos que esperaban encontrar las mismas responsabilidades que en sus equipos de la universidad. Sin la misma flexibilidad de horarios y con un significante mayor esfuerzo, tanto física como económicamente, muchos pueden ver diluidos aquellos atractivos que inicialmente le atrajeron hacia el rugby. La práctica del deporte se vuelve menos lesiva y el nivel de competitividad es mayor, pero valores como el compañerismo se pueden ver, en ocasiones, menos a flor de piel.
Valores y tradiciones del rugby universitario
Un antiguo dicho británico declara, “El fútbol es un juego de caballeros jugado por villanos y el rugby es un juego de villanos jugado por caballeros“. Esta metáfora hace alusión a algunos de los valores y las tradiciones más reseñables del rugby. Hay grandes diferencias que sorprenden a cualquiera dentro del rugby , como el hecho de que nadie pueda hablar con el árbitro más que el capitán, y que siempre se le hable de “Señor/Señora”. Cuando hay una persona lesionada dentro del campo, el juego se para y, si al final esa persona tiene que salir del campo, tanto su equipo como el contrario, aplaude al jugador, que ha dado todo su potencial durante el tiempo que ha jugado. Este tipo de comportamientos nos hablan de una lealtad dentro del deporte que no es característica común con muchos otros.
De este deporte destacamos también el respeto que hay al juego en sí, debido a que, al ser mayoritariamente de contacto, resulta muy antideportivo hacer una falta de manera intencionada, porque suele acabar en una lesión a tu contrincante. A diferencia de otros deportes, se respetan las normas por el bien común de la integridad física de las personas. Además, al ser un deporte donde la defensa se hace de una manera conjunta, es muy importante resaltar el espíritu de equipo y el compañerismo, ya que no hay cabida para las estrellas individuales. Esto tiene mucho que ver con las tradiciones dentro de los equipos, sobre todo universitarios, para poder sentir que tus compañeros son una parte igual de importante que tú, y que todo el mundo debe estar en armonía, se crean tradiciones, normas y jerarquías dentro de los equipos.
En los equipos universitarios se sigue cierta jerarquía entre novatos y veteranos, siendo los primeros aquellos que acaban de entrar en el equipo y necesitan de sus veteranos para conocer las tradiciones de cada equipo, y además, como referentes a la hora de jugar. Para que el rugby universitario sea un deporte que pueda jugar todo el mundo y nadie se sienta excluido, algunos equipos genera familias y subastas de novatas, donde las veteranas tienen que “compran” a aquellas novatas que quieran tener en su familia, y así hacer piñas dentro de los equipos, y tener una especie de árbol genealógico de cada familia. Esto facilita el trabajo de los capitanes, ya que los veteranos también se encargan de saber si las personas nuevas están cómodas o no dentro del equipo, y qué cosas se puede cambiar para mejorar en conjunto.
Por último, destacar los cánticos y el tercer tiempo, que se realizan dentro de los equipos al terminar un partido. Esta puede ser la representación más real tanto de los valores como de las tradiciones dentro de los equipos. Cuando termina un partido, el equipo ganador le hace un pasillo al perdedor, y le aplauden por el esfuerzo que ha hecho durante el partido. Luego pasan por el pasillo los ganadores y tras eso se aplaude a la grada por acudir al partido y por haber respetado los momentos de silencio, ya que, cuando se patea en rugby, tanto la grada como los jugadores deben mantenerse en completo silencio, para no despistar al pateador.
Una vez terminado el pasillo, el equipo ganador canta su himno y le acompaña el otro equipo, y luego viceversa, y en ese momento, se da por finalizado el partido y se pasa al tercer tiempo. El concepto de tercer tiempo radica en la importancia de los equipos universitarios y federados en socializar con el contrincante, ya que se entiende que dentro del campo se ha jugado de una forma violenta pero limpia, y entonces, todos juntos disfrutan de una comida y unas bebidas, mientras hablan todos con todos y disfrutan, ya no tanto del resultado, sino del haber podido jugar al rugby, porque a fin de cuentas, eso es lo importante, poder jugar al rugby con honestidad y más importante aún, aprender de él lecciones que podrán servirte para la vida.