No hay mal que por bien no venga
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Los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Información sienten que sufren una gran desventaja al entrar en el mundo laboral a falta de prácticas curriculares
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Según el vicedecano de calidad, no será hasta 2024 cuando las prácticas formen parte del plan de estudios
Las prácticas durante el periodo universitario cada vez cobran más importancia. En los puestos de trabajo siempre se solicita una experiencia previa, algo que es complicado de conseguir si no se trabaja durante los años de estudio de grado. Por esto mismo, las prácticas curriculares son la nueva integración a los planes de estudio universitario, sin embargo, no todos los grados gozan de la misma suerte. Carreras como la de periodismo o la de comunicación en algunas universidades, como la Universidad Complutense de Madrid, todavía no han dado el paso y siguen apostando por las prácticas extracurriculares, donde el alumno tiene que buscar por cuenta propia dónde trabajar.
GIPE UCM
Leire Fuentes, estudiante de cuarto de carrera de periodismo en esta universidad muestra estas preocupaciones acerca de las prácticas. Se trata de una alumna que ha tenido varias dificultades a la hora de encontrarlas y afirma que hay muchos ámbitos donde la universidad puede mejorar. «Las prácticas son necesarias en el sentido de que sales de la carrera, te sacas el título, vas a un sitio a pedir trabajo y te piden experiencia en todas partes. Si te piden experiencia de algún sitio la tienes que hacer cuando te acabas de sacar el título». Así expresa Leire su preocupación frente a la necesidad casi segura de tener experiencia para poder optar a un futuro puesto de trabajo. Cuando las prácticas no son facilitadas, los alumnos se agobian pensando en las dificultades a las que se van a tener que enfrentar en un futuro próximo cuando la experiencia empiece a tomar partida en las entrevistas de trabajo.
A pesar de ello, la UCM proporciona cierta ayuda a los estudiantes a través de una bolsa de prácticas denominada GIPE, sin embargo, los estudiantes ven muchos fallos en ella. «Está bien tener un portal de ofertas de manera más directa para los alumnos, pero hay algo que no es nada práctico que es el hecho de que solo puedas escoger 5 ofertas máximo y una vez estás en el proceso de selección de las 5 ya no puedes seguir eligiendo más. Esto va un poco ligado a que no es útil en la forma en la que lo llevan a realidad, es decir, el concepto es muy útil como plataforma, pero da la sensación de que las empresas no están pendientes», añade Leire. Esta alumna, al igual que el resto de los estudiantes de la facultad, dispone de pocos recursos y plataformas a su disposición para la búsqueda de prácticas y, a eso se añade el hecho de que, en realidad, no son tan útiles como parecen. Por ello, muchos de ellos se ven inmersos en el envío de miles de correos sin respuesta o en un continuo rechazo por parte de los medios de comunicación. Algo que tal vez pudiese cambiar si tuviera detrás a una universidad que pudiese ayudar durante ese proceso que resulta tan tedioso.
Enfoque al futuro profesional
Las prácticas durante el periodo de formación universitario adquieren gran importancia tanto dentro de los conocimientos adquiridos como a la hora de facilitar la entrada al mundo laboral. Esto lo sustentan varios expertos en el tema, que afirman que las prácticas siempre suponen un efecto positivo. En el caso de la CEU Universities, afirma que las prácticas profesionales ayudan a «reforzar y asentar conocimientos adquiridos en el aula «, lo que significa que no solo ayudan a superar la época de adaptación al entorno laboral sino también en la parte de formación, ayudando a adquirir mejor los conocimientos adquiridos en las clases. También se afirma que a la hora de hacer prácticas, el alumno puede conocer de primera mano las diferentes salidas laborales de su titulación. Esta es otra ventaja, pues, durante los 4 años de carrera es normal que se cambie de idea sobre futuros trabajos y, de esta manera, el alumno puede conocer y entrar en contacto con distintas ramas que le permitan enfocar su futuro profesional. De la mano va también la facilidad que proporcionan al alumno de empezar a construir una red de contactos profesional lo que ayudará al futuro trabajador creando un entorno con un tono mucho menos hostil.
Si nos centramos en la carrera de periodismo, como es el caso de Leire Fuentes, las prácticas cobran, si cabe, más importancia. La profesora de Periodismo Jaqueline Bini afirma que « las prácticas son una manera directa y efectiva de poner en un plano de realización profesional lo aprendido en el cursado de la carrera. Les ayuda a vencer temores, inseguridades, nervios, es decir, todo aquello que puede provocar estar frente a un micrófono ». En el caso del periodismo, se trata de un oficio donde hace falta mucho desparpajo y seguridad para desenvolverse bien dentro del propio mundo laboral. Por ello, las prácticas dentro de este grado cobran aún más importancia porque ayuda a los alumnos a quitarse ese temor de mostrarse ante las cámaras y micrófonos. Las prácticas dentro de la carrera de periodismo ayudan al futuro profesional de la comunicación a ir ganando confianza y solidez para desenvolverse, en un futuro, dentro de un medio de comunicación.
En la misma línea, Lusverlyn Arias, exdirectora de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Tecnológica de Santiago afirma que « la práctica profesional ayuda al estudiante a mejorar su habilidad en la redacción, desarrollar una actitud crítica, a ampliar las miradas y el enfoque ético », lo que son cualidades cruciales para un futuro periodista o comunicador. Pero, también se centra en otros aspectos que son fundamentales a la hora de trabajar independientemente del oficio «otro beneficio que otorga es la posibilidad demostrar capacidad para el análisis de problemas, propuestas de resolución, organización y dirección de tareas profesionales». Las prácticas no solo ayudan a desarrollar a un futuro periodista, sino que también ayudan a sentar las bases que todo futuro trabajador necesita para desenvolverse de la mejor manera dentro del entorno profesional.
Queda de esta manera demostrado que las prácticas, tanto en la carrera de periodismo como en cualquier otra, son imprescindibles dentro de la formación universitaria. Aunque, aun sabiendo su importancia, algunas universidades o facultades todavía no las incluyen dentro del plan de estudios de grado, como en el caso de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Pero es importante dejar claro que esto no ocurre en todas las universidades.
En otras universidades
Leire Fuentes menciona que en algunas universidades se ofrece una mayor ayuda al estudiante. «En la Carlos III, por ejemplo, tienen un listado y se les adjudica, e independientemente de que no les guste el sitio, ya van a tener unas prácticas. De cara al futuro ya tienen esa experiencia en el currículum. En nuestro caso, si nadie nos coge, ya no los tenemos». Aunque sea el mismo grado, dependiendo de la universidad que se seleccione en Madrid, se tendrá más o menos ayuda a la hora de conseguir las prácticas. No solo en la Carlos III, sino también en la universidad Rey Juan Carlos proporcionan una mayor ayuda al alumnado para conseguir prácticas. Esto se produce porque las prácticas en estas dos universidades se encuentran integradas en el plan de estudios y, por tanto, tienen un peso en la calificación del último año del grado. Las prácticas son consideradas como una asignatura que se tiene que cursar para poder llegar a graduarse.
En el caso de la Universidad Rey Juan Carlos tanto Belén de Marcos Martí como Paula Luna Platas, estudiantes de Periodismo en esta universidad, explican que las prácticas « efectivamente están dentro de los créditos de la carrera, es como una asignatura más, aunque son 24 créditos y están reconocidas, son las curriculares de hecho». En el caso de Paula, confiesa que «personalmente no las he seleccionado a través de la universidad, pero sí que es verdad que la página está súper bien. Yo me he suscrito a ofertas dentro de esta página y me han llamado, ósea que funciona».
Esto en la Complutense no se ha logrado pues, el GIPE, no funciona cuando se sobrepasa el número máximo de solicitudes de prácticas y, en rara ocasión, se ponen en contacto con el solicitante. En el caso de Paula Luna, ha conseguido sus prácticas por cuenta propia, pero, detrás de esa libertad de búsqueda que realizó ella misma, hay una institución que ampara en el caso de que no encontrar unas prácticas. «La empresa con la que contactas para hacer las prácticas tiene que contactar con tu universidad, aunque las hayas conseguido por camino propio, y meterse en ese mismo banco de prácticas de la página y seleccionarte a ti», confiesa Paula Luna. Es decir, aunque las prácticas las consigas por tus propios medios, la universidad siempre estará atenta para hacer que presenten esas características necesarias para que sean consideradas dentro de los créditos de las propias prácticas curriculares.
Además, se les asigna un tutor académico que es el responsable de hacer el seguimiento durante la realización de las prácticas, supervisar su calidad y adecuación y evaluar la asignatura cuando finalice, basándose en el informe final del tutor en la empresa y en la memoria final elaborada por el estudiante, como se afirma en la propia web de la Universidad Rey Juan Carlos. Esto ayuda mucho al alumno ya que tiene una persona referente a la que acudir cuando experimenta cualquier tipo de problema. En esta misma web afirma que la Universidad Rey Juan Carlos, a través de la unidad de prácticas externas, cuenta actualmente con más de 6.000 entidades privadas y públicas para la realización de programas de prácticas de sus alumnos, incrementándose cada año el número de aquellas que desean formar convenios de colaboración con la URJC. Hay gran cantidad de medios de comunicación o empresas entre las que los alumnos pueden elegir. De esta manera, es casi imposible que el alumno no encuentre prácticas curriculares para llevar a cabo durante su último año de carrera.
Pero esto no funciona de la misma manera en la UCM, por lo menos en la Facultad de Ciencias de la Información. Las prácticas no forman parte del plan de estudios, pero tampoco se conocen con exactitud los motivos.
El caso particular de la UCM
En la Facultad de Ciencias de la Información, las prácticas curriculares todavía no son una realidad. A pesar de lo que piensan diversos estudiantes, desde arriba, no tienen olvidadas la importancia de las prácticas. « Son absoluta y totalmente necesarias », confiesa Ángel Rubio, Vicedecano de Calidad de la facultad. Este es el encargado de dirigir todo aquello que tenga relación con el rendimiento de cualquier titulación. «La calidad se ha convertido o, es en cierta forma, la esencia que garantiza si se está cumpliendo los objetivos para los cuales se ha puesto una titulación o no se está cumpliendo y en ese caso bien hay que reformular esa misma titulación o bien directamente cerrarla» afirma Ángel Rubio.
A pesar de la importancia que le dan, no se entiende por qué razón no se implementan en el plan de estudios. Ángel explica que esto se debe a la gran cantidad de alumnos que había cuando los tres grados que se imparten en esta facultad – Publicidad, Comunicación Audiovisual y Periodismo – se ofertaron. «Quizá la razón más de peso es que erais tantos los alumnos que os matriculabais en cada una de las tres titulaciones que garantizar prácticas de calidad y en igualdad de condiciones para todos era imposible. Es verdad que incluso a día de hoy, con el número de alumnos que hemos ido progresivamente reduciendo, no es fácil garantizar prácticas para todos». De este modo, el problema ya no solo reside en encontrar prácticas sino en encontrar unas prácticas adecuadas y de calidad para el estudiante. «Tiene que haber prácticas de calidad verdaderamente formativas. Si un medio te dice que busca un perfil concreto para una serie de funciones que luego cuando el alumno o alumna finalmente acceda a esa plaza que sea eso y que no se dedique a ser el chico o chica de los cafés. Sabemos que en muchas ocasiones el becario de prácticas acaba haciendo un poco de todo, pero que sean fundamentalmente prácticas formativas donde se aprenda», explica.
«Las prácticas deben ser de provecho para el aprendizaje del alumno, y eso no está en manos de la universidad. Las empresas son las que ofertan los puestos y están limitadas por muchas cuestiones que, a veces, perjudican a cómo son concebidas. La cuestión de la remuneración, donde se busca que las prácticas sean pagadas con un pequeño sueldo; la necesidad a partir de enero de 2024 de que el alumno en prácticas esté dado de alta en la Seguridad Social, donde no queda muy claro qué entidad debe hacer el papeleo y pagar el coste; o incluso los costes que supone a una empresa tener a un alumno en prácticas. Por ello, algunos medios de comunicación están considerando no renovar convenio con las universidades para poder ahorrarse todo este quebradero de cabeza que causan los alumnos en prácticas dentro del medio. Pero bueno, hemos tenido problemas con las prácticas siempre y esto lo pasaremos» afirma el vicedecano.
El futuro de los estudiantes
A pesar de todo, parece que las quejas son oídas y ya hay ciertas ideas y actitudes que se intentan llevar a cabo para cambiar esta problemática. « Estamos en un momento idóneo para que las prácticas se puedan implantar en los planes de estudio, es más, no tiene ningún sentido cambiar un plan de estudios que no vaya a tener prácticas curriculares. Lo sabréis cuando salgan y esperamos que salgan pronto. Eso lo tenemos que probar este año, en el 23-24 », confiesa Ángel. Nuevos cambios a futuro se avecinan para los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Información y así lo corrobora el vicedecano « van a tener prácticas obligatorias sí o sí, entre otras cosas porque probablemente no nos dejarán sacar adelante un plan de estudios sin prácticas, pero porque además son indispensables.»
Aun así, desde la facultad se valoran todos los años anteriores donde, a pesar de no poseer esas prácticas de forma obligatoria, los estudiantes han salido bien formados y han podido acceder al mundo laboral sin problema. « Una de las cosas buenas y malas del estudiante de comunicación en la UCM cuando hablamos con las empresas es que siempre nos dicen y que insisten mucho que se nota cuando un alumno es de la Complutense porque tienen una iniciativa y una capacidad de valerse por sí mismos. Y eso se nota porque os habéis buscado las prácticas, porque habéis sido muy proactivos en el sentido de hacer algo más que el título y eso también, digamos, que forma parte del proceso formativo. Esa iniciativa que has tenido te servirá para el futuro », afirma Ángel.
El sufrimiento y las dificultades que han pasado los alumnos para encontrar prácticas curriculares y llevarlas a cabo compaginándolas con las clases parece que pasa a un segundo plano para dar cabida a una coherencia y una ayuda por parte de la facultad con su implementación en el plan de estudios. Aun así, si algo caracteriza a estos estudiantes tras tener que sacarse las castañas del fuego constantemente, es una capacidad indiscutible de valerse por sí mismos y de enfrentarse a las adversidades que supone adentrarse en el mundo laboral: la competencia para conseguir ese puesto de trabajo o la dificultad de abandonar el sentimiento de inseguridad y comenzar a creer en uno mismo para llevar a cabo un trabajo. De una u otra forma, los estudiantes desarrollan unas cualidades indiscutibles y que se valoran enormemente en el mundo laboral. Como dice el refrán «No hay mal que por bien no venga».