Prácticas universitarias: falta de formación profesional en hospitales
– Muchos alumnos de prácticas en hospitales piensan que no tienen la suficiente preparación para el mundo real
– La carrera de ingeniería biomédica tiene una difícil organización en cuanto a prácticas en hospitales por ser una carrera relativamente nueva
La Comunidad de Madrid y en concreto, la metrópolis madrileña, concentra una gran cantidad de centros sanitarios. Tantos son los hospitales que alberga la ciudad y su área metropolitana, que los universitarios en algunas ocasiones pueden elegir según sus intereses académicos y/o profesionales. Pero no en todas las universidades pasa lo mismo. Precisamente, los estudiantes del ámbito sanitario se enfrentan a planes de estudios que contemplan prácticas externas que no ofrecen las mejores oportunidades para su formación profesional. Puede parecer injusto, pero lo cierto es que una matrícula en un centro público de la comunidad, es un gran condicionante para la futura formación del estudiantado madrileño.
La mejorable coordinación universitaria
Lidia Jiménez, estudiante de cuarto de ingeniería biomédica en la Universidad Autónoma de Madrid, es una de las decenas de estudiantes que se han encontrado con esta situación en los hospitales madrileños. Precisamente, las cinco semanas que ha estado realizando sus prácticas en el Hospital La Princesa de Madrid, le han servido para conocer y vivir esta situación. «Las prácticas me gustaron dentro de lo que cabe. tenía mucha ilusión en las rotaciones y además las consideraba muy importantes».
Su valoración de todo el proceso de prácticas es positivo. Pero no le impide asegurar que no son un para nada un proceso fácil ni justo entre universitarios ni hospitales. Su experiencia con la gestión y administración de las prácticas fue su primera toma de contacto con este nuevo mundo hostil. «las universidades no contribuyen tanto como hubiera esperado». Además, a pesar de buena valoración, las prácticas han tenido sus altos y sus bajos: «me hacían mucha ilusión pero no han contribuido tanto como por ejemplo para mis conocimientos sobre ingeniería» Jiménez insiste en que no tiene mucho sentido ver operaciones constantemente. Asegura que son siempre los mismos métodos y técnicas. «No aportan tanto a la experiencia académica, por lo menos desde nuestro punto de vista» «Eché en falta un poco de organización entre profesionales y profesores».
La gestión fue mala, lamenta la joven estudiante. Asegura además que fueron avisados de su plan de prácticas y los hospitales correspondientes de su formación a penas dos semanas antes del comienzo. «Me molestó eso de que nuestro grado esté planeado y muy bien organizado y las prácticas no lo estuvieron tanto». «No creo que sea tan complicado organizar a 45 estudiantes» exclama Jimenez. Añade además que «las gestiones deberían ser más sencillas y algo más automatizadas, pero la organización creo que sería mejorable si la universidad mejorase». Insiste en la situación de los profesionales de la salud. «Ellos están todos los días haciendo cosas, si no les organizas o preparas ellos no saben qué hacer contigo».
Lo mismo lamenta Irene Jiménez, estudiante de cuarto de medicina en la Universidad Complutense de Madrid. «Peleas por la atención de los profesores. Luchas por esa atención y a veces se hace muy costoso» En este caso, realizó sus prácticas en el Hospital Clínico San Carlos. A pesar de valorar positivamente sus prácticas, siente que se dejó a lo largo de la carrera muchas especialidades por ver. «Yo hubiera rotado por más servicios para conocer todo mejor y las especialidades»
Respecto a las instalaciones sanitarias, celebra que «San Carlos es muy especializado y central” Insiste precisamente en la «buena tecnología y buenos tratamientos con respecto a otros hospitales»
Respecto a la burocracia y su plan de prácticas asegura que están bien pensadas pero que también falta una implicación de los médicos. «Falta fijarse en el estudiante» aunque entiende la situación peliaguda a la que se enfrentan cada día en los quirófanos. Sin embargo, tiene claro que esos mismos profesores sanitarios «Te tratan como uno más con respecto a los profesores de la universidad, que son más fríos. Nos acercan más al gremio, son más cercanos»
Cosas tan básicas cómo no saber dónde iban a realizar su trabajo, tener que decidir a qué departamento quieren ir sin saber qué se realiza ahí, supone un estrés increíble para los estudiantes. Así lo relata Irene, estudiante de Ingeniería Biomédica en la Universidad Autónoma que realizó las prácticas en el Hospital Puerta del Hierro, «lo ideal sería que personas de cada departamento nos contasen de qué se trata y así poder elegir. Elegir a ciegas supuso un estrés para todos»
Si las universidades no realizan un buen trabajo de coordinación con los hospitales, vuelve a suceder lo mismo, descontento por parte del alumnado. Por ello los hospitales no se quedan callados, se quejan de que no pueden planificarse con tiempo, en dos semanas, que es la antelación con la que les avisan, no pueden preparar unas buenas prácticas para que los estudiantes aprendan todo lo necesario. Haciendo que los estudiantes salgan con la sensación de que no les prestan la atención necesaria durante sus prácticas y además, con el sentimiento de que no aprenden lo suficiente por las prisas.
La complicada gestión de las prácticas hospitalarias
Al otro lado del charco podemos situar al doctor Villacampa, jefe asociado del servicio de otorrino en el Hospital Fundación Jiménez Díaz y a su vez coordinador de las prácticas de Ingeniería Biomédica y de Medicina en la Universidad Autónoma quien reclama que existe poco trato de las prácticas por parte de las universidades.
La falta de comunicación entre estas dos instituciones es el principal causante de la pésima organización. Suponer la cantidad de profesionales hospitalarios que hay es un error que año tras año cometen las universidades, «no puedes enviar un número de alumnos tan elevado a un hospital, porque no van a poder estar ocho alumnos con un médico que esté pasando consulta» es algo que al doctor Villacampa le inquieta.
No se puede saber exactamente de donde viene el principal problema, pero se sigue repitiendo este mismo patrón todos los cursos. Por ello tanto los estudiantes como los profesionales reclaman que se revise a conciencia estas gestiones, que se reestructuren para poder salir de las prácticas todos con una buena sensación. Es frustrante para todos, nadie se queda con el mejor sabor de boca posible tras estas semanas de experiencia, aunque está claro que todo tiene sus pros y contras, cuando la mayoría son contras algo hay que mejorar.
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