Pages Navigation Menu

periodismo universitario en internet

¿Deportes o conciertos? El dilema del uso de las instalaciones deportivas en España

 

Wizink Center, cartelera, conciertos, eventos deportivos

Cartelera Wizink Center del mes de diciembre/ Wizink Center

  • El uso de instalaciones deportivas para fines culturales pone en riesgo la integridad física de los deportistas

  • Es necesario son una regulación concreta para que este uso no deportivo no suponga un deterioro de estos espacios.

 

David Bisbal, Jason Derulo, Alejandro Sanz o Melendi son algunos de los artistas que, en este mes de diciembre, celebrarán una serie de conciertos en el Wizink Center. El antes conocido como Palacio de los Deportes ha dejado a un lado su espacio dedicado exclusivamente a los deportistas del Real Madrid y el Estudiantes para recibir a unos artistas que se pelean por realizar un concierto en ese lugar. Esto se debe no solo al prestigio del sitio, sino también a la buena acústica y el espacio que ofrece capaz de albergar a más de 17.000 espectadores.  

En contraposición a los artistas, los residentes del distrito de Salamanca denuncian que “cada vez hay más eventos y menos deporte”. Sin embargo, lejos de ser un caso que solo afecta al antiguo Palacio de los Deportes, la cesión de instalaciones deportivas con otros fines es una práctica muy habitual en toda España.

 

La cesión de espacios deportivos

Según la Ley 7/1985 de 2 de abril, Reguladora de Bases de Régimen Local, en su artículo 25.2.m) se establece a los municipios ejercer competencias «en materia de actividades o instalaciones deportivas y ocupación del tiempo libre». De esta manera, son los propios municipios y, por tanto, los determinados ayuntamientos los encargados de ceder los espacios deportivos. 

Todas las ciudades, a través de sus ayuntamientos, han llevado a cabo una serie de reglamentos donde queda estipulado el uso adecuado de los servicios deportivos. En todos ellos, a partir de diversos artículos, se especifica de qué manera los usuarios y deportistas pueden acceder a las instalaciones, las normas, el uso, las faltas y sanciones, etc. Sin embargo, estos reglamentos no incluyen de forma específica el uso de estos lugares para fines no deportivos. Únicamente en el reglamento propio del Ayuntamiento de Madrid (en concreto en el artículo 50.4) se puede encontrar una mención a estos casos: «Cuando la utilización de las unidades deportivas sea para la celebración de partidos de competición federada u otros eventos considerados de interés público, podrán regularse las condiciones de uso específicas, que en cada caso se deriven, de la utilización de la citada instalación.» De esta manera lo que se muestra es que, para usos más concretos como determinadas competiciones, conciertos o eventos, los ayuntamientos firman contratos aparte siguiendo en todo momento el interés público.

 

Festival Gigante de Guadalajara

Fuente de la Niña, Guadalajara, atletismo, Ayuntamiento de Guadalajara

Pistas de atletismo Fuente de la Niña (Guadalajara) / Ayuntamiento de Guadalajara

Guadalajara fue nombrada en 2020, por parte de la ACES Europe, la Capital Mundial del Deporte. Sus buenas instalaciones deportivas, su accesibilidad, convenios y calendario de eventos le proporcionó el premio. Hace unos años, uniéndose como el resto del mundo a la celebración de eventos y festivales en espacios deportivos, el Ayuntamiento de Guadalajara empezó a ceder las pistas de atletismo de Fuente de la Niña para que se celebrase el Festival Gigante. Un festival que ya lleva a su espalda seis ediciones y que contaba, este año, con artistas como Rozalén, Zahara, Carlos Sadness o Rayden. 

Aunque este tipo de eventos fomenta la cultura en la ciudad y en el país en general, también impide que los atletas puedan utilizar las instalaciones por un largo periodo de tiempo. Así lo confirma el director técnico de la instalación deportiva de Guadalajara, Ildefonso Rodrigo García, quien calcula que mínimo durante tres semanas las pistas quedan inutilizadas en su totalidad. Esto se debe a que no solo la pista no se utiliza cuando hay conciertos y festivales, sino también en los momentos previos a montar los escenarios, así como su posterior recogida y limpieza.  Al ser un periodo tan largo de tiempo, Ildefonso trata de utilizar algunas zonas de la pista sobre todo en mayo al ser esta la época del año donde más competiciones y en mayor apogeo se encuentra la temporada de competición de atletismo para que los atletas puedan entrenar.

Sin embargo, el problema no solo reside en el tiempo en el que los deportistas no pueden acceder a estas pistas, sino también al deterioro del césped que se encuentra en el centro de la pista, ya que se trata de un campo de rugby. «El césped tarda unas cuatro semanas más o menos en volver a estar en las mismas condiciones que se encontraba antes de los conciertos», explica el director técnico. Esto se debe a que, para montar y desmontar los escenarios, se utiliza una maquinaria muy pesada que provoca surcos en el césped de forma irreparable. «Al final hay que volver a plantar y segar todo», continúa. Pero esto no dejan de ser daños que se ven en el momento. También van surgiendo daños a largo plazo como el que se produce en los sistemas de riego. Hay muchas ocasiones en las que pequeñas piedras se encuentran cerca de los tubos de riego de manera que, cuando pasa la maquinaria por encima, la tierra se compacta cada vez más y, tarde o temprano, el tubo se acaba rajando. «De este tipo de averías solemos tener dos al año, aunque hemos llegado a tener cuatro o cinco», señala Ildefonso. 

Estos problemas hacen que las pistas no se encuentren de la manera necesaria para su uso y, en consecuencia, los deportistas no puedan disfrutar de ellas ni el tiempo ni en las condiciones requeridas para llevar a cabo sus entrenamientos.

 

Festival Jardín de las Delicias

Cantarranas, rugby, UCM, Festival Jardín de las Delicias

Campo de rugby Cantarranas / UCM

En el caso de Madrid, para los alumnos de la Universidad Complutense no es raro que se cedan sus espacios para llevar a cabo eventos o incluso festivales. Desde hace dos años, en el recinto de Cantarranas de la Facultad de Ciencias de la Información se celebra el Festival Jardín de las Delicias. Un espacio al aire libre que permitió los días 22 y 23 de septiembre de 2023 recibir a artistas como Dani Fernández, Maldita Nerea, Melendi o Pignoise, entre otros. El festival acogió a más de 45.000 personas y ofreció una variedad de «food trucks» junto con una serie de actividades interactivas con el fin de que los asistentes experimentasen una vivencia completa del evento. 

A pesar del disfrute del festival, no para todos es positivo, sino que hay unas consecuencias y unas críticas muy marcadas por parte de los equipos de rugby de la propia universidad. Para empezar, el problema es que, por un tiempo, el campo queda inhabilitado. Según Juanma, el entrenador de rugby femenino de la facultad, realizar este tipo de eventos supone un campo menos en el que entrenar y jugar los partidos. De esta manera, el mínimo de entrenamientos marcados de lunes a miércoles las horas que se prefiera se pierde. Lo que ocurre, por tanto, es que hay que meter muchos más partidos en otros campos por lo que se pierden muchos días de entrenamiento.  «El año pasado hasta febrero no pudimos volver al campo de Cantarranas», confiesa Juanma. La única forma que han conseguido para seguir entrenando es compartir con varios equipos un mismo campo. «Estamos entrenando 12 equipos, cada uno con 10 metros. Yo hay días que entreno hasta 35 chicas y no puedo hacer nada, no hay espacio. Si puedo hacer algo es literalmente que se peguen, por así decirlo», continúa. 

Sin embargo, hay un dilema mayor en cuanto al uso de estos espacios para fines no deportivos. El mayor problema es que se encuentran residuos de los conciertos. «Nadie se queja porque el campo tenga un boquete porque es un campo de césped natural. Pero de ahí a que te encuentres vidrios, clavos, bridas… hay un gran paso», explica Juanma. Esto se debe a la forma de limpiar que se lleva a cabo cuando los espacios en los que se desarrollan los eventos están hechos con césped. Este sistema consiste en revolver la tierra, de manera que, los residuos se quedan abajo y no es hasta que llueve que los restos vuelven a la superficie. El peligro reside en que al encontrarse todo encharcado por la lluvia, los deportistas no ven en ningún momento los residuos que hay en el campo y su integridad física queda expuesta. 

 

Quejas que quedan en papel mojado

Ana Peleteiro, Guadalajara, atletismo, festival Gigante, Fuente de la Niña

Ana Peleteiro en las pistas de atletismo Fuente de la niña (Guadalajara) / Diario As

Tras estos acontecimientos, residentes del barrio de Salamanca, ciudadanos y atletas de Guadalajara, así como la asociación de rugby de la Universidad Complutense de Madrid han presentado su disconformidad con el fin de que conciertos y festivales se trasladen a otros lugares para causar el menor daño a las instalaciones y minimizar y colocar como prioridad a los deportistas frente a los artistas. 

A través del periódico eldiario.es, Alejandro, uno de los vecinos de la plaza Salvador Dalí denunciaba a través de una conversación este tipo de asuntos. «Cada vez hay más eventos y menos deporte, aunque es para lo que originalmente está destinado el edifico», asegura el residente. Según estudió este periódico, entre septiembre y diciembre del presente año serán solo 17 encuentros deportivos, todos ellos de baloncesto, los que se podrán encontrar en el Wizink Center frente a 76 conciertos. Algo parecido ocurrió el año anterior donde, a pesar de celebrarse 180 eventos, solo un tercio fueron deportivos. Ante este problema, la Comunidad de Madrid asegura que es la concesionaria quien efectúa la programación y que ellos nada pueden hacer sobre el asunto. 

En el caso de Guadalajara, una joven de 21 años, Lidia Fariñas llevó a cabo una petición dirigida al alcalde que fue firmada por 200 personas a través de change-org. En ella pedía que los conciertos se trasladasen a otros lugares como el campo de fútbol o el recinto ferial ya que, además de las consecuencias que se nombraban con anterioridad, el Ayuntamiento había realizado un programa de reformas para la pista de la Fuente de la Niña. «Uno de los conciertos precede a un evento deportivo de carácter internacional y gran importancia», añadía Fariñas. Ante esta acción, la concejala de festejos Sara Simón señalaba que a pesar de que saben que no es el lugar adecuado y que deberían dedicar las instalaciones deportivas al deporte, no pueden hacer otra cosa. La petición encabezada por Lidia Fariñas quedaba en papel mojado. 

Desde la comunidad de rugby de la Complutense todos los años realizan quejas. «Desde el primer año que llevo aquí se tenían que cancelar partidos porque los propios equipos han hecho batidas de limpieza antes del partido y han encontrado barbaridades», señala el entrenador de Ciencias de la Información. Aun así, las quejas no iban a ningún lado y los deportistas tenían que jugar sí o sí a pesar de las condiciones del campo. «Hasta que no ha pasado lo grave no han decidido cortar el riego y darnos otro campo», continúa. Esto se debe a que hasta que no hubo un incidente con gran magnitud como el de la jugadora de rugby Lena Ladnqyist donde se demostró que la integridad física de los deportistas no estaba asegurada, la universidad no tomó ninguna medida. 

 

 

Esperar hasta que ocurre la desgracia

En ciertos momentos, la integridad física de los deportistas sufre deterioros con lesiones producidas en el campo donde practican su deporte. En rugby, es muy común torcerse un tobillo o la muñeca tras una mala caída. En atletismo son muy comunes los calambres, los desgarros fibrilares o las contusiones. Sin embargo, hay momentos en el que los deportistas sufren lesiones a causa de las condiciones del campo tras una mala limpieza del mismo. 

Hace apenas unos meses la jugadora del equipo de rugby de Económicas, Lena Landqvist, sufría una de las peores experiencias en un partido contra la Facultad de Ciencias de la Información en el campo de Cantarranas. «Tenía el balón, me placaron y cuando puse la mano en el suelo me clavé el tornillo. Me sangraba mucho la mano, acudí al Hospital Fundación Jiménez Díaz y me pusieron tres puntos», explica Lena. La profundidad de la herida y la extensión del tornillo que era de 6 centímetros provocaba que la joven estuviese con la herida abierta dos semanas y le impidiese jugar varios partidos, así como un torneo en París. «También me provocó otros problemas como, por ejemplo, que no podía escribir porque era mi mano derecha. Tampoco podía cocinar y al final me afectó también psicológicamente», continúa.

rugby, UCM, Festival Jardín de las Delicias, tornillo, Lena Landqvist

Herida de Lena Landqvist / 20 minutos

 

Tras lo ocurrido Juanma, como entrenador, acudió a hablar con el árbitro a fin de que se reflejase en el acta que la causa de la salida de la jugadora era por un tornillo. «Le dije al árbitro que por favor apuntase que tenía que salir una chica porque se había clavado un clavo, que tenía un agujero en la mano. El árbitro me dijo, ‘cambio por sangre’ y a pesar de insistirle, me consta que no figuró en el acta”, afirma. El ‘cambio por sangre’ en rugby implica que el jugador que está sangrando no puede jugar por lo que es necesario sacarle del campo y cortar la hemorragia. Si se corta bien, el jugador puede volver a jugar, si no, no puede volver a entrar.  

A pesar de lo ocurrido, el árbitro decidió continuar con el partido. No fue hasta el siguiente partido justo después, en el mismo campo de Cantarranas, cuando el árbitro avisaba de que no se jugaría por falta de visibilidad de las líneas. Sin embargo, Juanma afirma que se debió al hecho de que mientras las chicas de Bellas Artes y Filosofía calentaban buscaron residuos y encontraron más de 15 clavos. 

Tras este suceso, tanto el Festival como el Decanato se pusieron en contacto con la deportista y se tomaron una serie de medidas. Ahora, el campo de Cantarranas se encuentra cerrado y al equipo de la Facultad de Ciencias de la Información se les ha proporcionado la instalación sur de Paraninfo, el central B donde no se celebran festivales y en el campo lo único que encuentran son boquetes. Aun así, se encuentran muchas disconformidades con el asunto. «El problema es que creemos que nuestra integridad física va después de un festival de música. Nos sentimos como si no tuviéramos la importancia necesaria siendo además el deporte más importante de la Complutense», señala Landqvist. 

A pesar de que los ciudadanos comprenden las ventajas de celebrar conciertos y festivales al fomentar la cultura en el país y en las propias ciudades, la disconformidad con respecto al lugar en el que se realizan prevalece mucho más. Tanto residentes como deportistas están de acuerdo en la realización de estos eventos, pero no en lugares deportivos donde no solo el campo se va deteriorando con el paso de las maquinarias de montajes y desmontaje, sino también el hecho de que se va dejando rastro del paso de estos conciertos. La integridad física de los deportistas deja de estar asegurada y lo más importante, la pelota va cambiando de manos con respecto a quién tiene la responsabilidad de lo que sucede sin permanecer nunca en una ante la falta de regulación al ceder estos espacios con fines no deportivos. 

This slideshow requires JavaScript.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *