La urgencia de una educación sexual integral
- La falta de conocimiento sobre sexualidad ocasiona un aumento de casos de infecciones de transmisión sexual, de embarazos no deseados y de situaciones de desigualdad y de violencia de género.
- La pornografía se está convirtiendo en la fuente de información de los jóvenes y adolescentes, quienes cada vez empiezan a ver estos contenidos antes y más frecuentemente.
La educación sexual es un proceso de enseñanza y aprendizaje que abarca aspectos físicos, emocionales, sociales y éticos de la sexualidad humana . Va más allá de las relaciones sexuales y es tan importante como aprender matemáticas o lengua castellana . Los expertos defienden la necesidad de una educación sexual integral y de calidad pero los prejuicios continúan dificultando su implementación en España.
Según la RAE la sexualidad se define como el conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a cada sexo . Desde el punto de vista histórico cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de prácticas asociadas a la búsqueda de emoción sexual, que marcan de manera decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su desarrollo.
Según la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE ) es obligatorio impartir educación sexual en todas las etapas educativas de los niños , desde infantil hasta secundaria. Sin embargo, cada centro educativo es libre de aplicarla puesto que no hay una regulación específica que se asegure de que estos contenidos se impartan.
El objetivo es proporcionar información precisa y comprensible sobre el cuerpo, las relaciones interpersonales, la reproducción y la salud sexual , además de promover actitudes responsables y respetuosas. Se aborda en el ámbito escolar y familiar, pero también a través de políticas públicas y organizaciones comunitarias. La educación sexual busca capacitar a las personas para tomar decisiones informadas y seguras sobre su sexualidad y bienestar.
Olga Elvira Sierra es una sexóloga, educadora social y psicopedagoga que empezó a interesarse por la sexualidad el día que un ginecólogo vino a dar una charla a su colegio sobre el tema. «Vino un ginecólogo a mi cole y flipé, en ese momento supe que yo quería hacer esto, mejorarlo, hablar sobre ello. Empecé a leer libros en casa, a escondidas, porque cómo le iba a decir a mis padres que me interesaba tanto el tema de la sexualidad, las relaciones, las parejas… fue ahí donde se me encendió la chispa».
¿Por qué es tan importante recibir una buena educación sexual?
La educación sexual es esencial para el desarrollo integral de las personas. Aporta las herramientas necesarias para que cada individuo comprenda su cuerpo, gestione su sexualidad de manera segura y promueva relaciones saludables. Además, contribuye a prevenir embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual (ETS) y abusos sexuales . Al fomentar el respeto y la igualdad de género, también promueve una sociedad más inclusiva y libre de prejuicios. La educación sexual temprana y continua ayuda a construir una base sólida para el bienestar emocional y físico, mejorando la calidad de vida de la sociedad en general.
Olga trabaja en la Asesoría Joven de Sexualidad del Ayuntamiento de Alcobendas , un servicio gratuito diseñado para resolver dudas sobre sexualidad, educar para la prevención y atender a adolescentes y jóvenes del municipio . Además, da charlas en centros educativos sobre sexualidad a niños de todas las edades. La sexóloga defiende que la educación sexual debería estar presente en los niños desde los 0 meses. «Cuando te enteras que un bebé es niño o niña, el trato con ese bebé, cómo vas a poner la habitación, la ropa que compras… ya estás haciendo un trato diferenciador. La diferencia es maravillosa y existe, hombres y mujeres tenemos diferencias, pero a veces es muy brutal lo distinto que se vuelve el trato o el cuidado si el bebé es niño o niña» .
En una de sus charlas a niños de infantil, Olga puso un vídeo en el que se hacía un experimento con un bebé al que le ponían un pijama rosa y un pijama azul. En él, las mismas personas trataban de forma diferente al bebé si pensaban que era un niño o una niña. Si era un niño le cogían y le balanceaban diciéndole “qué fuerte eres” y si era una niña la acunaban despacito y le decían lo bonita que era.
Autoconocimiento y autoestima
El autoconocimiento es una parte clave de la educación sexual, ya que implica el entendimiento y la aceptación del propio cuerpo y las emociones. Esto ayuda a las personas a sentirse más seguras con su identidad y con las decisiones que toman sobre su sexualidad. La autoestima , que está vinculada a la autoaceptación y al respeto hacia uno mismo, se fortalece cuando las personas reciben una educación sexual adecuada. Conocer el propio cuerpo y aprender a valorarlo no solo reduce el riesgo de conductas sexuales inseguras, sino que también fomenta el bienestar emocional y la capacidad de establecer relaciones saludables y respetuosas.
Natalia Piñas es psicóloga experta en sexualidad, autoestima y desarrollo personal. Afirma que la autoestima es la imagen que tenemos de nosotros mismos y nos influye en cómo nos ven los demás. Cuando tenemos intimidad con alguien, se muestra nuestro verdadero yo, el no tener una autoestima sana nos hace no poder conectar con las personas y estar en alerta en una situación de intimidad lo que no podrá disfrutar de las relaciones personales e íntimas», asegura Natalia . . .
«El autoconocimiento es un proceso que lleva tiempo y se consigue poco a poco, cuanto más te conozcas a ti mismo más disfrutarás de tu sexualidad». Natalia Piñas
Enfoque inclusivo
Un enfoque inclusivo en la educación sexual asegura que se respetan y se aborden las diversas realidades y orientaciones sexuales, identidades de género y contextos culturales . Este enfoque permite que todos los estudiantes se sientan reconocidos y valorados, sin importar su identidad o experiencias. Al incluir temas como la diversidad sexual, el respeto por las diferencias y los derechos reproductivos, se promueve la equidad y se combate la discriminación . La inclusión no solo refuerza los valores de igualdad, sino que también ofrece a todas las personas la información necesaria para vivir su sexualidad de manera libre y responsable , adaptada a sus propias vivencias y circunstancias.
En su taller de sexualidad en el colegio Juan XXIII de Alcobendas, Olga comenzó presentándose de forma amistosa, acto seguido, invitando a los alumnos a presentarse uno a uno. La sexóloga propuso un juego para romper el hielo que consistía en decir palabras que se les venían a la mente cuando escuchaban la palabra sexualidad. Los estudiantes, levantando la mano de uno en uno, comienzan a decir palabras, algunas de las que salen en la puesta en común son «sexo», «tetas», «follar» y «condones» .
«La educación sexual es hablar de cuerpos, de amistades, de conflictos, de relaciones sanas. En mis charlas, lo que más me preguntan es sobre cómo poner un condón, sobre la primera relación sexual, si el tamaño importa… por eso intento exponerlo desde otro lugar», afirma Olga.
Propuestas de mejora
La educación sexual tradicional tiende a centrarse únicamente en la reproducción , dejando de lado otras funciones biológicas y, sobre todo, la importancia del conocimiento integral del cuerpo como fuente de salud, bienestar y placer . De ahí surge la idea de la necesidad de una asignatura , una materia que se dé en todos los cursos a lo largo del proceso educativo impartido por profesionales formados . El contenido de la asignatura estaría adaptado a las edades de cada curso.
Uno de los pilares fundamentales para comprender la sexualidad es el conocimiento básico de la anatomía y la fisiología del cuerpo humano . Aunque el tema de la sexualidad se ha abordado desde distintos enfoques sociales, psicológicos y culturales, entender las características biológicas que nos definen es esencial para tener una visión clara y sin mitos .
Natalia Piñas afirma que para que la población pueda recibir una educación sexual plena y de calidad es necesario instaurar en el programa educativo una implicación sexual tanto a nivel emocional como social y cognitivo en cada fase de desarrollo . Asegura que hay que ir más allá de enseñar a los alumnos un dibujo del aparato reproductor y exige una educación sexual que vaya más allá en la que se tratan temas como la menstruación, las enfermedades de transmisión sexual, la pornografía en comparación con la realidad, etc.
« Hay muchas mujeres que no saben llegar a un orgasmo o hay hombres que no saben dónde se ubica el clítoris por ejemplo. Queda mucho camino para concienciar y educar sexualmente a la población », Natalia Piñas
Riesgos y consecuencias
Según un estudio de la Revista Española de Sanidad Pública , la falta de educación amenaza la preparación de las personas para que tengan una vida plena y tiene consecuencias en la sociedad como el aumento de casos de infecciones de transmisión sexual, de embarazos no deseados y de situaciones de desigualdad y de violencia de género. Raúl González Castellanos es un sexólogo, psicopedagogo y maestro de educación especial que imparte cursos de formación en centros educativos sobre educación sexual y dirige programas de reeducación sexual para jóvenes con una condena por delitos sexuales.
«”Primero me la chupas tú a mí y luego te la chupo yo a ti”, fue lo que le dijo uno de los niños al otro. Ahí es cuando uno se plantea que algo está pasando. Vivimos en un mundo hipersexualizado en el que se está frivolizando la idea del sexo. Yo entiendo que dos niños de ocho años sientan curiosidad, pero a esa edad habría que estar pensando en otras cosas», Raúl González
Un aspecto muy importante que se debería aprender sobre educación sexual y que es fundamental para tener una sexualidad sana es el concepto del consentimiento . Durante mucho tiempo, la educación sexual ha fallado al no poner suficiente énfasis en la importancia del consentimiento en las relaciones sexuales. Muchos programas, especialmente aquellos que se centran solo en la abstinencia o la biología, dejan de lado los aspectos emocionales y relacionales que acompañan a la sexualidad. Este vacío ha permitido la perpetuación de situaciones de abuso, malentendidos y relaciones desequilibradas, donde el poder y el respeto no siempre son compartidos equitativamente.
«Por un lado están los valores que pueda tener una familia y por otro está la educación. Entiendo que la familia pueda o quiera tener sus límites pero tampoco puede negarse a que sus hijos reciban algo tan necesario como es una buena educación sexual integral. Lo que hay que evitar es que se doctrina a los estudiantes», Raúl González.
En los últimos años, gracias al movimiento #MeToo ya un enfoque creciente en las conversaciones sobre el consentimiento, ha habido un cambio en cómo se perciben las relaciones sexuales en la cultura popular. La idea de que el consentimiento era algo implícito, o que bastaba con que una persona no dijera “no”, ha sido rechazada en favor de una visión más proactiva y clara . Cuando no se educa a las personas sobre la importancia del consentimiento, las consecuencias pueden ser graves. Las tasas de violencia sexual, especialmente entre adolescentes y jóvenes, reflejan la falta de una comprensión adecuada del respeto y los límites en las relaciones sexuales. La falta de consentimiento no solo es ilegal, sino que causa daños emocionales profundos y duraderos en las víctimas .
En este sentido, la educación sexual que enfatiza el consentimiento no solo es una medida preventiva, sino una herramienta fundamental para crear una sociedad más igualitaria y segura . Las personas que aprenden desde temprana edad a valorar el consentimiento están mejores preparadas para tener relaciones interpersonales saludables, basadas en la comunicación y el respeto mutuo .
«Tenía a una chica menor delante llorando porque había sufrido un abuso sexual. Ella no se podía relacionar sexualmente porque su cuerpo tiene memoria y le estaba diciendo que se había educado sexualmente de forma negativa. Buscas la manera de ayudarla, pero son momentos duros como profesional», situación real, Olga Elvira.
La pornografía referente
El acceso a la pornografía ha cambiado periódicamente en los últimos años. Lo que antes estaba limitado a revistas o películas, ahora está a solo un clic de distancia. Cualquier persona con un dispositivo conectado a Internet puede acceder, en cuestión de segundos, a contenidos pornográficos de todo tipo. El problema surge cuando este contenido se convierte en la principal fuente de “educación” sexual . La pornografía, al estar diseñada como entretenimiento, presenta una visión distorsionada y poco realista de las relaciones sexuales, omitiendo elementos cruciales como el consentimiento, la comunicación y el respeto mutuo. Además, tiende a perpetuar estereotipos de género, cosificar el cuerpo humano y mostrar prácticas extremas que no reflejan la mayoría de las experiencias sexuales saludables .
Los y las adolescentes ven pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 consumen estos contenidos sexuales de forma frecuente. Así lo revela el informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia que ha elaborado Save the Children para estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población y el impacto adolescentes que estos tienen en sus relaciones y su desarrollo.
Las familias y los educadores juegan un papel clave en contrarrestar los efectos de la pornografía en la visión de la sexualidad de los jóvenes . Hablar abiertamente con ellos sobre el tema, sin juzgarlos ni avergonzarlos, puede ayudarles a desarrollar una comprensión más sana y crítica de la sexualidad. Es necesario explicarles que lo que ven en la pornografía no es un reflejo fiel de la realidad y que el sexo en la vida real es mucho más complejo y está basado en la comunicación y el respeto mutuo .
«A la mujer en el porno no se le pregunta qué quiere, qué siente o qué necesita… por lo tanto los chicos no se preocupan de lo que quiere, siente o necesita su pareja, no se ponen el condón porque en el porno no lo usan y se creen que todos los cuerpos son como los del porno y no lo son » asegura Olga Elvira Sierra.
Los padres y los educadores también deben estar preparados para abordar temas que quizás consideren incómodos, como las emociones que rodean al sexo, la presión de los compañeros y la necesidad de establecer límites personales. Estas conversaciones son esenciales para preparar a los jóvenes para tener relaciones saludables y respetuosas en el futuro . La educación sexual debe ir más allá de lo básico para abordar el contexto más amplio en el que los jóvenes están aprendiendo sobre el sexo.
Tenemos acceso constante a la pornografía lo cual afecta a muchos jóvenes y niños que sin querer descubren cosas que no deberían. « Nuestra educación sexual se basa en la pornografía, que no dejan de ser películas de ficción en las que no se mantienen relaciones sexuales con normalidad. Las películas tienen tomas falsas y parones, sin embargo la sexualidad no sigue una rutina determinada, es libre y no hay un orden ni una rutina » , afirma Natalia Piñas . Además, la psicóloga asegura que la pornografía también Influye mucho en los estereotipos, «s i ves en una película a un actor o actriz porno y lo comparas con la gente de la vida real, dista mucho de la realidad » .
« Cuando tenemos un uso continuado de la pornografía se transforma nuestro sistema dopaminérgico, esto hace que no sea suficiente con lo que hemos visto y necesitamos más, necesitamos aumentar la intensidad de lo que vemos porque lo que nos satisfacía ya no es suficiente, y en algunos casos el porno se convierte en una adicción » . Natalia Piñas.
Olga Elvira Sierra recomienda a los padres que sean conscientes de la información que consumen sus hijos y que se les explique de forma transparente lo que puedan llegar a ver en la red . Si se ve porno o si en familia se ve alguna escena sexual, hay que encontrar la oportunidad de establecer una conversación que nos permita más educación sexual, en profundidad y de mayor calidad.
« Siempre debemos ser un p ilar de amor para que de forma incondicional sepan que estamos para ellos y que nos pueden contar lo que sea. Si nosotros les mentimos, no les contamos, les damos inseguridad, les regañamos o por lo que sentimos no van a confiar en padres y madres. La familia debe ser un espacio seguro para que uno pueda ser y sentirse de la forma que sea » afirma Olga Elvira.
Es fundamental que las instituciones educativas y los gobiernos reconozcan el impacto que la pornografía puede tener en la formación de las actitudes sexuales de los jóvenes. Solo mediante una educación sexual integral, que abarque tanto los aspectos biológicos como los emocionales y éticos, podremos proporcionar a las futuras generaciones las herramientas que necesitan para desarrollar una sexualidad sana y plena.