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periodismo universitario en internet

El precio oculto de ser joven

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Aumentan los problemas de salud mental de los jóvenes/The Objective

  • El 41,1% de los adolescentes españoles ha experimentado problemas de salud mental, duplicando la media mundial

  • Profesionales de salud mental alertan sobre los riesgos del autodiagnóstico en redes sociales: “Muchos jóvenes confunden emociones comunes con trastornos graves”

“Hace apenas un año, nunca imaginé que me sentiría tan perdida. Pensaba que solo yo estaba pasando por esto, hasta que comencé a hablar con mis amigos y descubrí que muchos sentían lo mismo”, el testimonio de Nerea, una joven de 21 años, refleja una realidad que ya no puede ignorarse. La salud mental de los jóvenes ha dejado de ser un tema marginal para convertirse en una de las mayores preocupaciones de nuestra sociedad. Según un informe reciente de Unicef España, el 41,1% de los adolescentes españoles ha tenido, o cree haber tenido, un problema de salud mental en el último año. Este dato, que casi duplica las cifras globales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), evidencia la creciente magnitud del problema y subraya la necesidad de abordar el bienestar emocional de los jóvenes con urgencia y eficacia.

 

La presión que sufren a diario los jóvenes

Con el auge de las redes sociales, las presiones académicas y las crecientes desigualdades económicas, los adolescentes enfrentan un cúmulo de desafíos que afectan directamente a su salud mental. A pesar de los avances en la concienciación, muchos siguen sin pedir ayuda, atrapados por el miedo al juicio, la falta de recursos o la percepción de que su problema no es lo suficientemente importante.

En los últimos años, la salud mental ha ganado relevancia en España, dejando atrás el estigma y convirtiéndose en una prioridad de salud pública. Factores como el aumento de trastornos como la ansiedad y la depresión, sumados a crisis como la económica y la pandemia, han centrado la atención en el bienestar emocional. Nerea, considera que hoy es más común hablar de nuestros problemas emocionales con los cercanos, algo impensable hace unos años. Sin embargo, Patricia, resalta que todavía persiste el tabú en torno a la figura del psicólogo, asociándolo erróneamente con personas de entornos desestructurados.

Marta Carmona, psiquiatra y diputada en la Asamblea de Madrid, conocida por su enfoque crítico hacia el modelo tradicional de atención en salud mental, alerta sobre la “dictadura de la felicidad”, una presión social para mantener una actitud positiva constante y trabajar en el “desarrollo personal”. Esta exigencia, según Carmona, es contraproducente, pues no reconoce que la salud mental fluctúa y que es natural no estar bien en algunos momentos. A la experta le preocupa la tendencia de los jóvenes a buscar soluciones rápidas, lo que puede llevar a no abordar las raíces de los problemas: “La sociedad actual valora la inmediatez, influenciada por la tecnología, lo que puede generar una falsa percepción de que los procesos terapéuticos deben ser breves y rápidos”.

Un informe del Observatorio Español de la Salud Mental Infanto-Juvenil, revela datos preocupantes sobre la salud mental en adolescentes españoles, basado en encuestas a 5.652 estudiantes de entre 9 y 16 años. Según el estudio, un 18% de los adolescentes ha intentado quitarse la vida, mientras que el 50% ha sentido que la vida no merece la pena en algún momento. Las chicas muestran una mayor prevalencia de estas conductas. El informe también destaca que el 38% de los jóvenes han pensado en autolesionarse y que el 67% de quienes lo han hecho lo realizaron en el último año, siendo los primeros episodios más comunes a los 12 años. Además, un 19% de los adolescentes está en riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria (TCA), especialmente las chicas.

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Los trastornos mentales, el mayor reto en atención sanitaria del siglo XXI/Telemundo

 

Las redes sociales: ¿aliadas o enemigas de la salud mental?

En la era digital, las redes sociales han modificado drásticamente la forma en que los jóvenes interactúan y se apoyan emocionalmente. Aunque estas plataformas han facilitado la conexión instantánea entre amigos, también han creado nuevas expectativas sobre el apoyo emocional que deben brindarse entre sí. Es común que los jóvenes se sientan responsables de estar siempre disponibles para sus amigos, una tendencia que se ha visto intensificada por la rapidez y la inmediatez de la comunicación digital.

Patricia, explica cómo en su círculo de amigos se ha convertido en un apoyo constante: “Intento estar siempre ahí para ellos, sobre todo cuando se trata de problemas personales. Me gusta compartir mis experiencias y consejos de lo que yo he superado, esperando que eso les ayude”. Sin embargo, reconoce que, en ocasiones, esta disponibilidad constante puede resultar abrumadora, especialmente cuando los problemas son demasiado complejos o graves. “A veces siento que no puedo con todo, y me pesa tener que ser siempre la persona fuerte”, señala.

Este testimonio refleja una realidad común en muchos jóvenes, que se ven presionados no solo a brindar apoyo emocional, sino también a cumplir con las expectativas de estar “siempre disponibles”. En un contexto donde la comunicación en redes sociales es continua, la idea de la amistad como un espacio de disfrute ha evolucionado hacia un modelo más emocionalmente exigente. Carmona, comenta que las relaciones de amistad hoy en día se centran mucho más en la expresión emocional: “Los jóvenes han internalizado la idea de que la amistad no solo implica diversión, sino también apoyo emocional profundo, lo que, en muchos casos, se convierte casi en una terapia informal”.

Sin embargo, el acceso constante a las redes sociales ha aumentado las expectativas sobre este rol. A menudo, los jóvenes sienten la presión de estar siempre conectados, de responder rápidamente y de ser eficaces en la solución de problemas emocionales. Carmona, advierte que esta presión puede generar estrés y ansiedad tanto en quienes ofrecen el apoyo como en quienes lo reciben: “Es una carga emocional que puede generar agotamiento y, a veces, resentimiento. Si uno de los amigos siente que está dando más de lo que recibe, la relación se desequilibra”.

Este sentimiento también ha sido experimentado por Patricia, quien admite que, cuando no sabe cómo ayudar a un amigo en una situación emocional compleja, se siente frustrada. “Es complicado. Si no logras dar una respuesta adecuada, sientes que has fallado, pero la verdad es que no eres un profesional”, comenta. Esta frustración puede convertirse en un ciclo negativo que afecta tanto al que da el apoyo como al que lo recibe.

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Las redes sociales influyen en la salud mental de los jóvenes/Infobae

 

El peligro de diagnosticar desde las redes

Uno de los aspectos más preocupantes del impacto de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes es el fenómeno del autodiagnóstico. Plataformas como TikTok e Instagram se han convertido en espacios donde los usuarios comparten abiertamente sus experiencias y emociones, pero este contenido muchas veces simplifica o distorsiona los trastornos mentales. Muchos jóvenes recurren a estos contenidos en busca de respuestas rápidas a sus malestares emocionales, lo que puede llevar a diagnósticos erróneos. “El problema es que, a menudo, este tipo de contenido ofrece soluciones rápidas o consejos simplificados que no reflejan la complejidad de los trastornos mentales”, explica Carmona.

La rápida popularización de conceptos relacionados con la salud mental en redes sociales puede fomentar una falsa sensación de competencia emocional, donde los jóvenes creen que estar informados sobre términos como “ansiedad” o “depresión” les capacita para ofrecer orientación seria a sus amigos. Esta tendencia, aunque bienintencionada, puede ser peligrosa, ya que puede llevar a decisiones incorrectas sobre el tipo de apoyo necesario. Carmona, lo describe como una forma de “hipocondría emocional”, en la que los jóvenes confunden emociones comunes como el nerviosismo o la tristeza con trastornos más graves como la ansiedad o la depresión.

Este fenómeno es cada vez más evidente en las consultas psicológicas, como señala Carmona: “Muchos jóvenes llegan a consulta con un diagnóstico que han sacado de internet o de redes sociales, pidiendo una técnica específica que vieron en un video viral”. Aunque Carmona reconoce que es natural buscar explicaciones sobre lo que nos sucede, advierte que la información en las redes sociales no siempre es fiable ni adecuada para abordar problemas complejos de salud mental. “Es humano querer entender lo que nos pasa, pero hay que ser cautelosos con el contenido que consumimos, ya que lo que vemos en redes sociales no siempre refleja la realidad de los trastornos, lo más importante es buscar ayuda profesional si existen dudas sobre el bienestar emocional”, agrega.

 

 

Brecha en los recursos

Uno de los principales obstáculos para mejorar el acceso a la salud mental en los jóvenes es la falta de recursos en el sistema sanitario público. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), España cuenta con tan solo 5 psicólogos por cada 100.000 habitantes, lo que coloca al país por debajo de la media europea, que es de 18 psicólogos, y de la OCDE, donde la cifra asciende a 26. Esta disparidad en los recursos se traduce en un sistema saturado, con largas listas de espera y una atención insuficiente, especialmente para aquellos jóvenes que se encuentran en situaciones económicas vulnerables. Es urgente invertir en salud mental con un enfoque integral. “La salud mental de los jóvenes debe ser una prioridad en las políticas públicas. Es esencial que se incrementen los recursos disponibles, que se forme a los profesionales de la salud y se aumente la visibilidad del problema para reducir el estigma que aún existe alrededor de estos trastornos”, explica Carmona.

Patricia, describe la dificultad de acceder a servicios de salud mental: “Acudir a un psicólogo es casi un lujo. Si tienes problemas económicos, es difícil priorizar la salud mental cuando tienes tantas otras necesidades básicas”. Según un estudio realizado por el Consejo de la Juventud y Oxfam, el 60% de los jóvenes que atraviesan situaciones económicas graves presentan problemas de salud mental, pero muchos no reciben la ayuda necesaria debido a la falta de recursos. Este dato subraya cómo la desigualdad económica amplifica las barreras para acceder a la atención psicológica adecuada. Además de las limitaciones económicas, el estigma sigue siendo un gran obstáculo para que los jóvenes busquen ayuda profesional.

A pesar de que la salud mental ha ganado visibilidad en los últimos años, la percepción de vergüenza sigue siendo un problema significativo. Uno de cada cuatro adolescentes considera que las personas que buscan ayuda profesional sienten vergüenza por hacerlo. Este estigma genera un miedo al juicio, lo que impide que muchos jóvenes hablen abiertamente sobre sus problemas emocionales o busquen el apoyo que necesitan. Además, el estigma se ve alimentado por la falta de una comprensión profunda de los trastornos mentales en muchos círculos sociales, lo que genera un entorno de incomprensión y rechazo. La tendencia a trivializar los problemas de salud mental como “cosas de adolescentes” o a etiquetar a aquellos que buscan ayuda como “débiles” es todavía común en muchos casos. Esta cultura del silencio se convierte en una trampa para los jóvenes, quienes, en lugar de acceder a la ayuda que necesitan, terminan alejándose y cargando con sus problemas de manera solitaria.

La situación se ve empeorada por la falta de formación específica en los profesionales encargados de la orientación en los centros educativos. Según un estudio realizado por Unicef, más de la mitad de los adolescentes españoles considera que los profesionales de orientación en sus colegios no tienen la formación necesaria para abordar adecuadamente los problemas de salud mental. Además, uno de cada cuatro jóvenes no se siente cómodo buscando ayuda en su entorno escolar debido al miedo a que sus compañeros descubran que están lidiando con un problema emocional. Este escenario resalta la urgencia de una mayor inversión en la capacitación de los profesionales encargados de brindar apoyo emocional en los centros educativos, para garantizar que los jóvenes puedan recibir orientación adecuada cuando la necesiten.

Salud mental. Joven con trastornos mentales

Consulta de salud mental Las consultas dónde acuden los jóvenes a intentar paliar sus problemas de salud mental/Agencia Sinc

 

Crecimiento del suicidio

La salud mental de los jóvenes españoles está atravesando una crisis alarmante. En lo que llevamos de año, el 50% de los adolescentes ha experimentado en algún momento la sensación de que no merece la pena vivir, y el 55% ha considerado el suicidio. Sin embargo, las cifras son aún más preocupantes cuando se desglosan por género: las chicas presentan una tasa más alta de pensamientos suicidas. A pesar de la alta prevalencia de estos pensamientos, un 18% de los jóvenes han intentado quitarse la vida, un dato que subraya la gravedad de la situación.

La autolesión es otro fenómeno alarmante. Un 38% de los jóvenes ha considerado hacerse daño, siendo las chicas quienes más frecuentemente experimentan estas ideas. Del total, el 67% de los jóvenes que han autolesionado, lo han hecho en el último año. La primera vez que muchos se autolesionan ocurre a una edad sorprendentemente temprana, con un 29% de los casos iniciándose a los 12 años.

El impacto de la desigualdad económica en la salud mental es profundo, un 60% de los jóvenes con graves carencias materiales han tenido pensamientos suicidas. Esta creciente brecha económica no solo afecta la estabilidad financiera de los jóvenes, sino también su bienestar emocional. “La precariedad laboral y la falta de estabilidad están afectando profundamente la salud mental de las nuevas generaciones. Los jóvenes viven en un estado de desequilibrio constante, donde la presión económica se suma a los desafíos emocionales que ya enfrentan”, explica Carmona.

 

5 Comments

  1. Comment *deberían haber más servicios para los jóvenes

  2. Muy buen artículo, redactado de forma clara y coherente. Se entiende a la perfección y es un tema muy interesante que a demás se ha desarrollado muy bien.

  3. Es un artículo que nos deja muy claro que en España hay un gran problema de salud mental en los adolescentes.Y encima parece que hay gente que sin ser profesional se animan y aconsejan sin tener ni idea.Y claro después vienen los pensamientos suicidas.Tendriamos que tener más psicólogos, sobre todo porque igual que tenemos un cuerpo y lo queremos tener sano.Tenemos una mente y también la queremos sana.

  4. Muy buen trabajo donde se habla de la peligrosa influencia de las redes sociales sobre los jóvenes y adolescentes en su salud mental y equilibrio emocional, cuando se utilizan sin un mínimo control por parte de padres, madres y especialistas.

  5. Clara reflexión que refleja la importancia de la salud mental, especialmente en los jóvenes, y cómo de importante es saber detectar a tiempo un problema, y tener los recursos y apoyo necesarios para superarlo. Preocupan las estadísticas de trastornos de la personalidad, depresiones y suicidios que van creciendo a pasos agigantados. Más visibilidad, más concienciacuón y más recursos, medios y ayudas profesionales para frenar los casos.

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