La inteligencia artificial en la universidad: ¿enemiga o aliada?

Conferencia sobre la IA en la Universidad Técnica de Múnich-Sven Hoppe/DPA

• No solo los alumnos, son muchos los profesores que ven la IA con buenos ojos

• La educación universitaria presenta una época de cambio, debido a las nuevas tecnologías

La llegada de la inteligencia artificial (IA) a la vida universitaria es algo evidente y ha llegado para quedarse y representar un punto de inflexión en el desarrollo del día a día. Los alumnos empiezan a utilizar estas herramientas, y hay muchos profesores que no se quedan atrás y ven la IA como algo positivo, siempre y cuando se utilice con la cabeza. Poder contar con un asistente como ChatGPT o como copiloto del navegador Bing, nos permite encontrar y organizar información en segundos. Esto llevó a que se desarrollara un cambio radical a la hora de buscar y organizar la información como lo habíamos previsto en ese momento.

La aparición de la IA y su implementación

La posibilidad de que aparezca este sistema de inteligencia artificial abre un debate en el ámbito educativo universitario a la hora de defender su utilidad. Para muchos, es una herramienta que viene a dinamizar el sistema educativo y también, una amenaza a la hora de suplantar la identidad de los estudiantes cuando estos entregan su trabajo o sus funciones oficiales. Sin embargo, para muchos otros representa una nueva oportunidad para que, junto a la cooperación entre estudiantes y la IA, se pueda alcanzar un nivel educativo mucho más perfeccionado y elaborado.

Si tienes un ejemplo de Internet , podrás apreciar cómo hace 20 años muchos eran críticos de este nuevo modelo revolucionario que cambiaba día a día para siempre. Pero no asumió el fin de los docentes, ni el fin de la educación como se conocía hasta el momento. Ocurrió todo lo contrario, el modelo educativo mejoró en todos los niveles educativos. Implementando nuevas técnicas y mejorando la apariencia de Internet , apareció la informatización de sistemas, contenidos y la aparición de portales educativos que ayudaron tanto a profesores como a estudiantes.

Hologramas de IA trabajando en un taller-XH4D/GETTY IMAGES

Del mismo modo, la IA puede influir en la educación actual. No había razón para acabar con el sistema educativo, no había razón para que los estudiantes lo utilizaran como la herramienta definitiva para conocer y adquirir todo tipo de conocimientos sin necesidad de cursar una carrera universitaria . Pero sólo se puede suponer un punto de inflexión a la hora de desarrollar el formato educativo universitario. 

Adaptación, capacidad y progreso

Otra cuestión a considerar es la necesidad del estudiante de adaptarse y familiarizarse con una herramienta con un enorme potencial como es la inteligencia artificial. Esta necesidad es fundamental para que la IA pueda encontrar una herramienta capaz de proporcionar la información necesaria, crear resúmenes sobre temas necesarios, realizar traducciones o crear diseños gráficos, entre muchas otras funciones.

El sistema educativo universitario presenta un periodo de cambio y desarrollo con la aparición de la inteligencia artificial. La revolución tecnológica avanza a un ritmo enorme, y la precisión a la hora de recopilar información y desarrollar trabajos es cada vez más precisa.

La conexión entre el mundo real y la inteligencia artificial – Andriy Onufriyenko/GETTY IMAGES

Uno de los principales valores que permite implementar la IA en la educación universitaria es gracias a su aceleración en la investigación científica. En las universidades existen estudios continuos que ayudan a desarrollar las áreas en las que trabajan estos. Este tipo de investigaciones implican costosos gastos, además de una gran cantidad de tiempo e inversión económica. La IA aparece como un nuevo camino para que este tipo de investigaciones reduzcan su coste y tiempo, y de esta forma acelerar el proceso y acortar el proceso de investigación. 

Problemas y desventajas de la IA

Las barreras que surgen a la hora de implementar la inteligencia artificial en el ámbito universitario son los profesionales del sector que están impidiendo que este cambio tecnológico llegue a la vida universitaria. Para ello, es necesario brindar oportunidades de capacitación y reclutamiento para que todo el personal se sienta cómodo con esta nueva herramienta. Además, deberían incrementarse las campañas que reflejen los beneficios que aporta la IA a la vida universitaria.

Pero en general, es positivo en lo que respecta al uso de la inteligencia artificial. Todo tiene su riesgo y este aparece sin un buen uso del mismo. Así como esta herramienta puede generar contenidos con un alto nivel de veracidad y eficacia para el ámbito educativo, también puede generar contenidos de forma fraudulenta y con nula validez. Por lo que será necesario establecer un tipo de códigos éticos para la comunidad universitaria, como guía para evitar un mal uso de esta comunidad.

La inteligencia artificial y sus problemas-DNY59/GETTY IMAGES

Las instituciones educativas también juegan un papel fundamental a la hora de la implementación de la inteligencia artificial en la vida universitaria. Los planes deben ser realistas, ya que deben tener en cuenta los costes económicos asociados al uso de programas de inteligencia artificial.

El riesgo de fuga de veracidad en la información que se recoge en algunas aplicaciones, como ChatGPT, es inevitable. En este tipo de aplicaciones, los datos provienen de fuentes abiertas en internet y la información que se obtiene en el uso real de la aplicación. Por lo tanto, al utilizar estas aplicaciones debes ser consciente de ellas y comprobar siempre esta información para evitar el uso de información errónea o el uso de algunos datos personales protegidos por el datos personales protegidos por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). 

Programas de IA implementados en la vida universitaria

Numerosas instituciones universitarias han implementado aplicaciones que incluyen tecnologías de IA en su metodología de trabajo. Timely, un software de gestión de eventos con tecnología de inteligencia artificial cuyo fin es organizar y promocionar eventos en el campus. Cousera para campus , es responsable de crear experiencias de aprendizaje personalizadas para los estudiantes al proporcionar información basada en datos sobre el progreso académico del estudiante. También se encarga de automatizar las evaluaciones. Brainly, otra plataforma con contenidos de inteligencia artificial encargada de resolver dudas relacionadas con la clase. Gradescope de Turnitin, otra aplicación que se compone de inteligencia artificial y desarrolla la función de calcular tareas, exámenes y pruebas de manera eficiente, ayudando así a los docentes.

Alumnos utilizando la inteligencia artificial en clase – AIRE IMAGES

El uso de estas aplicaciones representa el mejor desarrollo académico tanto en el ámbito de los profesores de contenidos como en el ámbito de los estudiantes. Una forma clara y evidente de cómo hacer un buen uso de las herramientas de inteligencia artificial puede mejorar el nivel académico y elevar el rendimiento del propio sistema educativo.

Sergio Mena Muñoz es catedrático de Periodismo de la Universidad Complutense de Madrid y también miembro del Departamento de Periodismo y Nuevos Medios de la Facultad. Para desarrollar sus clases, se apoya en el famoso chat GPT y otras tecnologías más específicas que le permiten crear elementos de apoyo con mayor impacto visual para tus alumnos. “Hay que entender que la IA es una herramienta y que como tal sirve, por ejemplo, para desarrollar muchas tareas” comenta Sergio. 

La percepción generalizada de los compañeros de departamento de Sergio Mena sobre el tema propuesto es optimista, pero a la vez realista: aceptan y valoran la opción de incorporar técnicas de enseñanza universitaria que impliquen el uso de tecnologías de IA, sin negar la posibilidad de que se produzca una distorsión de la calidad académica causada por el mal uso de la IA en las clases. 

La influencia de las herramientas de IA en la universidad en el futuro

En el escenario educativo, los nuevos materiales que se introducen en las clases han sido generalmente objeto de discusión entre defensores y reacciones al uso de estas modernidades que suscitan múltiples opiniones. Está sucediendo con las calculadoras y las computadoras, y está sucediendo con las herramientas de inteligencia artificial. 

Probablemente piensen que la IA va a revolucionar y reemplazar los modelos educativos tradicionales. Los defensores de este movimiento tecnológico señalan que este tipo de herramientas participan en la construcción de un plan académico más completo y moderno. Fomentan el asociacionismo docente y por tanto animan a los docentes a replantearse la incorporación progresiva de algunas técnicas inteligentes, procurando que funcionen como meros asistentes, y no como cuerpo docente principal del profesorado. 

Un profesor habla a sus alumnos sobre ChatGPT-FABRICE COFFRINI/AFP

La tendencia y lógica mental más común en la sociedad se basa en la creencia de que las herramientas creadas con inteligencia artificial e introducidas en el ámbito académico seguirán un camino similar al de los programas o software que han adquirido un protagonismo clave en las clases. Se decide que dentro de unos años el ChatGPT o los programas antes mencionados se utilicen diariamente durante todo el recorrido académico. 

Todo indica lo que eres. Sin embargo, la increíble capacidad de completar estas herramientas, independientemente de dichas herramientas, supone tener que seguir un proceso de adaptación e incorporación totalmente diferente en el que se han llevado a cabo otras “máquinas” menos potentes y que ya se utilizan por completo en el aula. 

A un gran número de gente nueva provoca en ocasiones miedo y escepticismo. La irrupción de las nuevas tecnologías inteligentes ha generado desde su aparición miles de reacciones inesperadas, conciencia de teorías conspirativas y algo así como otro pronóstico desesperado. Y estos comportamientos se repiten con mayor frecuencia cuando se incluye a jóvenes en el equipo. 

Pero no todo tiene por qué ser blanco o negro. No todas las reacciones están polarizadas. No surgió ningún hilo conductor de este tema. De hecho, la mayoría de opiniones sobre la aplicación de la IA en la universidad coinciden en que es un modelo interesante, pero debe aplicarse con moderación y, en un primer intento, de forma complementaria. Sergio Mena forma parte de este grupo. “No creo que estas herramientas sean esenciales en el futuro de la educación. Es una herramienta más poderosa, porque si no la usas, seguirás en la misma clase”. 

¿La IA en las clases amplía la brecha educativa global?

El desarrollo tecnológico entre países es desigual. Esto es algo que lógicamente repercute en el grado de influencia que se otorga a las herramientas de IA en los sistemas educativos de las distintas regiones del mundo. Probablemente, entre los gobernadores de la mayoría de los países haya surgido el deseo de incorporar algunas de estas técnicas innovadoras en sus centros de enseñanza, pero pueden hacerlo cuando no se dispone de los recursos necesarios para llevar a cabo este proceso. 

Problemas con la brecha educativa y el uso de IA- Tp-link/GETTY IMAGES

Es relativamente difícil negar que los planes académicos con herramientas de inteligencia artificial que se presentan tanto a estudiantes como a profesorado resultan atractivos e interesantes. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que el nivel de investigación e innovación tecnológica no es equitativo a nivel internacional. China y Estados Unidos lideran el ranking mundial en el manejo de herramientas de IA. El resto de países están intentando hacer lo mismo, pero a un ritmo mucho más lento. 

Por ello, es posible que cada vez se introduzcan más planes de estudio basados ​​en modelos modernizados a medida que la brecha educativa y digital entre países se amplíe poco a poco. Como se puede leer en el resumen de un informe publicado en la web de Espacios de Educación superior escrito por Andrés Pedreño : “La implementación de la IA muestra una distribución geográfica desigual, con regiones desintegradas (Europa, África Subsahariana, algunas zonas de Asia Central y del Sur y América Latina), lo que podría amplificar las brechas educativas existentes en estos zonas”. 

Discutir los límites de la IA en el ámbito académico

El principal objetivo que se plantea al crear un programa con tecnología de IA es conseguir que dicho programa cumpla con las condiciones propias de un ser humano. Esto es algo peligroso si lo piensas detenidamente, ya que la herramienta que creaste reunirá las características que tu creador quiso darle. Luego de la construcción del programa, entró un debate ético sobre si la “máquina” presenta marcadas diferencias ideológicas o deficiencias derivadas de un proyecto inadecuado. 

Regulación jurídica de la inteligencia artificial – INFORMÁTICA

Hablando a nivel general, existe una regulación oficial que regula el uso de la IA en Europa. Fue redactado por el Parlamento Europeo y aprobado por la Eurocámara el 13 de marzo de 2023 . La base principal de esta regulación es limitar las acciones de la IA en múltiples aspectos, pero en cambio, con su aplicación, se apoya en un modelo modernizado que sitúa a la IA como una interesante herramienta adicional. Entre las prohibiciones contenidas en la norma destaca la identificación biométrica por parte de las fuerzas de seguridad o algunas aplicaciones que puedan suponer vulnerar los derechos de la ciudadanía. 

“Estoy de acuerdo en redactar un reglamento ético que limite la influencia de la IA en la universidad. Supongo que iremos añadiendo poco a poco a nuestras políticas antiplagio”, informa Héctor Fouce, también catedrático de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Universidad que parece estar avanzando para regular el uso de consejos tecnológicos en sus clases. “También tengo entendido que el rector nos envió una directiva a los docentes sobre esto”. 

Pon la IA al alcance de todos

La brecha educativa no sólo es una posible consecuencia negativa entre países, también podría incrementar las diferencias entre estudiantes y docentes dentro de un mismo territorio estatal. Actualmente, existen determinadas aplicaciones gratuitas (las más habituales) que están al alcance de la mayoría de personas que llenan los centros de enseñanza universitaria. Sin embargo, por otro lado, puedes encontrar otros programas de pago más exclusivos que puedes usar en todo el mundo y tener la opción de permitirles hacerlo. 

Héctor Fouce ofrece dos posibles obstáculos con respecto a este asunto: “yo creo que tú podrías tener dos limitaciones que impidan acceder a estas herramientas. La limitación tecnológica y la limitación personal. Es un problema más de enfrentarse a esa limitación ideológica de una persona que no vea con buenos ojos instaurar la IA en sus clases”. Fouce también prevé otra consecuencia que conlleva un nivel de enseñanza equitativo entre los docentes, “el problema va a ser sobre todo cuando esto se generalice porque va a haber un grupo de profesores que se queden fuera de esto”.

Por su parte, Sergio Mena se inclina más a pensar que las aplicaciones IA son un instrumento básico y accesible en la mayoría de casos, “están bastante al alcance de cualquiera, lo mismo que cualquier aplicación web o los videojuegos”. Opina también que parte del presupuesto del que dispone la universidad debería invertirse en acercar programas que incluyen inteligencia artificial al alumnado, “deberían hacer porque la universidad pagara el software de algunas IA´s para utilizarlas como herramientas para hacer, por ejemplo, documentales o reportajes”.

Estudiante usando ChatGPT-Frank Rumpenhorst/GETTY IMAGES

Una incógnita para el futuro de la educación 

En definitiva, la introducción de herramientas de inteligencia artificial en el campus universitario es una opción muy interesante si se lleva a cabo mediante una planificación realista y deliberadamente estudiada. Por decir lo menos, es indiscutible que esta tecnología autosuficiente tiene un inmenso potencial que la convierte en una valiosa ayuda para estudiantes y profesores. Además, también está claro que, dada la temprana irrupción de estas instalaciones, un mal uso de la IA podría afectar negativamente al desarrollo educativo. 

La inmensa mayoría de los alumnos conocen cómo acceder a este tipo de aplicaciones, pero muy pocos saben cuáles son los riesgos derivados de su sobre utilización, y cuál es su verdadero alcance. Por tanto, es vital establecer unos límites infranqueables que restrinjan el uso de la IA en las aulas. Convendría que las juntas directivas de las universidades comenzarán a elaborar reglamentos éticos con el fin de evitar a toda costa algo que supondría un daño casi irreparable para la educación: que los alumnos confíen su deseo de aprender a la IA.