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periodismo universitario en internet

Madrid cosmopolita: los barrios migrantes

  • Chinos en Usera, bangladesíes en Lavapiés y ecuatorianos en Ciudad Lineal.

  • Dónde están las distintas nacionalidades del Madrid cosmopolita del s. XXI.

  • Gentrificación y políticas de vivienda son las principales amenazas a los migrantes.

¿Hindúes y senegaleses en Lavapiés? ¿Colombianos, dominicanos, ecuatorianos y peruanos en Ciudad Lineal? ¿Rumanos en Alcalá de Henares? Internacionalmente Madrid es conocida por sus tapas, abanicos, el derbi entre el Real Madrid y el Atlético o las puestas de sol en el Templo de Débod, pero poco a poco está apareciendo una nueva imagen de la capital española, esa donde familias que nacieron en otras latitudes llegan a la ciudad en búsqueda de nuevas oportunidades. Los motivos por los que decidieron dejar todo de lado para estar en Madrid y cuáles son los motivos por los que eligieron esos barrios son parte de las respuestas a estas incógnitas.

¿Chinos en Usera? ¿Hindúes y senegaleses en Lavapiés? ¿Colombianos, dominicanos, ecuatorianos y peruanos en Ciudad Lineal? ¿Rumanos en Alcalá de Henares? Internacionalmente Madrid se hace conocida por sus tapas, abanicos, el Real Madrid o las puestas de sol en el Templo de Débod, pero poco a poco está apareciendo una nueva imagen de la capital española, donde familias que nacieron en otras latitudes llegan a la ciudad en búsqueda de nuevas oportunidades. Los motivos por los que decidieron dejar todo de lado para estar en Madrid, qué hay en estos lugares y el por qué conocer estos barrios son parte de las respuestas a estas incógnitas.

Bolivianos conmemorando el 12 de Octubre | (cc) Benjamín Mejías Valencia

A lo largo de Madrid es posible encontrar una amplia diversidad de nacionalidades en distintos lugares de la ciudad. Así como ocurre en grandes metrópolis del mundo, rumanos, colombianos, marroquíes, senegaleses, chinos o hindúes han elegido lugares específicos para establecerse en la capital española y vivir en comunidad, en un refugio donde no sólo puedan adaptarse a la cultura local, sino mostrar parte de la suya propia y aportar a la diversidad de la ciudad.

 

Usera: La ventana china en Madrid

La comunidad migrante china empezó a ocupar el barrio de Usera porque sus condiciones económicas no eran las más óptimas y muchos tenían deudas. Esto hizo que surgiera la necesidad de ocupar un espacio barato. En cuanto una comunidad importante de chinos se instaló en este barrio, se convirtió en un destino muy cómodo para ellos, ya que les permitía mantener su cultura, sus costumbres y su idioma a pesar de vivir en el extranjero.

Comercio chino en Usera

Comercio chino en Usera | (cc) Xintong Cai

Lo que más destaca de Usera es que muchos comercios se mantienen sin necesidad de tener clientes españoles y están dirigidos únicamente a los chinos. No estamos hablando del típico restaurante chino que adapta sus productos a los españoles, sino de unos establecimientos donde se mantiene el sabor picante propio de esta gastronomía y que puede resultar poco habitual para el paladar español. A pesar de ello, muchos de los vecinos se han acostumbrado al mismo.

El resto de las tiendas son muy parecidas, porque sus letreros están escritos en el idioma chino y no en español. Este cambio es muy importante: la población china se ha vuelto tan mayoritaria en Usera que caminar por sus calles es como caminar por un barrio obrero de China, dado que no sólo hay restaurantes, sino también agencias de viajes, supermercados, peluquerías, etc.

Esto ha provocado tensiones con la población que vive en el barrio desde que nació y que ha visto cómo todos los comercios han sido ocupados por chinos. Algunas de sus críticas incluyen que los chinos no se integran y que muchos de ellos no han aprendido a hablar el idioma del país que les ha acogido. Si bien esto lo reconocen vecinos del barrio, también aclaran que muchos comercios tradicionales que han sido adoptados por chinos mantienen las costumbres españolas, y que, por ejemplo, los migrantes han aprendido a cocinar los platos castizos.

 

Uno de los acontecimientos más destacables es el Año Nuevo Chino, que este año se celebró el 5 de febrero. Dado que China tiene un calendario distinto, esto llama mucho la atención de los españoles porque, cuando se lleva a cabo, no es un día de fiesta para ellos y ya hace mucho que ha pasado el año nuevo occidental. Además, las costumbres de los ciudadanos chinos son muy distintas.

Algunas de las actividades que se llevan a cabo son los desfiles y los eventos gastronómicos, destacando por encima de todo el color rojo en la indumentaria de los chinos que participan en estas festividades. Cabe resaltar que muchos de los habitantes chinos de este barrio vuelven a su país por estas fechas. Los que se quedan, celebran algunos eventos como la Ceremonia de los Farolillos, que los extranjeros han importado desde su región de origen: se lleva a cabo en la Navidad china y consiste en soltar al cielo una serie de farolillos. Se trata de una tradición de este país por la que las personas sueltan estos objetos en el aire y se crea una imagen muy bonita, si la lluvia o el viento no lo impiden.

Comercio chino en Plaza de España

Comercio chino en Plaza de España | (cc) Benjamín Mejías Valencia

Otra de las actividades para el año nuevo es la Gran Desfile con dragones, una imagen que muchos españoles han visto en películas, pero que los madrileños no saben que tienen en su propia ciudad. Durante este desfile, los asistentes podrán recorrer las calles de Usera junto a las figuras de dragones que sus compañeros llevan, en un espectáculo parecido al de la Semana Santa.

Esta festividad es muy popular en los pueblos chinos, sobre todo en el campo, y hasta hace poco también era popular en las ciudades. Sin embargo, en muchas ciudades grandes como Chengdú se han dejado de celebrar por las complicaciones que crean las grandes masas de gente que asiste a ellos. Por ello, los chinos nostálgicos de esta tradición pueden recuperarla en Usera. Otra de las costumbres de año nuevo consiste en comer dumpling, un plato tradicional chino que muchos de estos restaurantes preparan en esta fecha, y que es mucho más accesible para los españoles que otros tipos de comida china.

En definitiva, Usera es una ventana a China y a sus tradiciones, tanto que puede parecer que estamos en otro país. Este barrio chino forma ya parte del mapa madrileño, al igual que sucede en ciudades como Nueva York, y de su patrimonio.

 

Mi nacionalidad, Lavapiés

Lavapiés es probablemente el barrio más multicultural de la capital. Allí conviven más de 22 nacionalidades diferentes y hasta cuenta con un equipo de fútbol infantil y juvenil que aboga por valores como la diversidad, la integración y la solidaridad: Dragones de Lavapiés.

Esta barriada surge en el barrio de Embajadores, uno de los más amplios del centro de Madrid, hace más de 500 años atrás. Desde la Edad Media, se caracteriza por ser un barrio netamente obrero. Desde el final del franquismo y el inicio de la Monarquía Parlamentaria en 1978, las migraciones aumentaron y la convivencia en las corralas experimentó un sincretismo cultural sin precedentes.

Hotel Lavapiés en hindú

Hotel Lavapiés en hindú | (cc) Dam Sifuentes

Al salir de la estación de metro de Lavapiés, uno se puede encontrar con una amplia etnia de viandantes y una cantidad diversa de negocios, desde restaurantes hindúes, pasando por agencia de viajes, hasta locales comerciales senegaleses. Pero uno de los establecimientos más destacables es la Farmacia de Lavapiés, la cual se ha adaptado a los vecinos y ahora incluye cárteles que incluye diferentes idiomas fuera de su establecimiento. Atendiendo a lo estudios realizados en el presente curso por la Comunidad de Madrid, de los más de 45 mil habitantes que residen en el barrio, el 22,6% son vecinos de origen extranjero, siendo los procedentes de Bangladesh los más numerosos, seguidos de los hindúes, marroquíes y senegaleses.

Las principales causas por las que la población migrante, ya sea bangladesí, hindú o senegalesa llega al barrio es principalmente por la situación económica en la que se encuentra. Manuel Osuna, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Vecinos La Corrala en Lavapiés, asegura que estas personas «piden créditos» en sus respectivos países para poder salir y emigrar a ciudades como Madrid. Una vez localizados, lo primero que hacen es buscar un trabajo, la mayoría de los puestos laborales que ocupan son principalmente los rechazados por la población autóctona, por lo que son sectores como la hostelería los que obtienen mayor demanda.

 

Con el paso del tiempo y una capacidad adquisitiva mayor, el migrante opta por el alquiler de un local comercial, bares o restaurantes, a los que va aportando parte de su cultura. Luis García Tojar, profesor de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, destaca este aspecto gastronómico como punto de inicio para una transculturación y un acercamiento de una determinada comunidad a un espacio en concreto: «Inmediatamente ese tipo de platos pasa al supermercado, marcas que antes no existían (…) al mismo tiempo que aparecen los restaurantes, aparecen las tiendas como primer escalón de visibilización».

«La segunda generación de migrantes en el barrio te dicen que ellos no son de su país de origen, sino de Lavapiés», asegura Manuel Osuna, quien también espera una integración por parte ellos y su futura colaboración en alguna asociación de vecinos solucionando cualquier tipo de problema que pueda surgir.

 

La gentrificación, la principal causa de desplazamiento

 El ejemplo más notorio es el de la población de Bangladesh, que en 2007 contaba con más de 2 mil residentes en la capital, de los cuales el 75,6% de la población se encontraba empadronada en el barrio de Embajadores. De acuerdo a los estudios demográficos realizados a mediados de 2018 por la Comunidad de Madrid, esta cifra ha aumentado considerablemente (5.886 residentes registrados). Pese a este incremento en los últimos diez años, tan solo el 46,6% está actualmente empadronado en el Centro.

 

 

La Farmacia de Lavapiés en árabe

La Farmacia de Lavapiés en árabe | (cc) Dam Sifuentes

Otro aspecto interesante es que de los 1.704 hindúes empadronados en Madrid, tan solo 138 residen en el Centro, lo cual contrasta con la notoriedad gastronómica que se encuentra en Lavapiés. Por su parte, tan solo el 24% de los 2.106 senegaleses registrados en la capital se encuentran en este barrio, siendo sus establecimientos los más cercanos a la plaza.

La gentrificación es la principal amenaza del barrio, dado que la explotación de viviendas turísticas encarece el alquiler de habitaciones y pisos, un hecho que está desplazando a las personas con menos recursos del centro de la ciudad a extrarradios. Desde la Asociación de Vecinos La Corrala, intentan dar voz a los habitantes del barrio, pero recuerdan que es tarea principal de la administración pública.

 

Ciudad Lineal y Vallecas: Latinoamérica unida

¿Chinos en Usera? ¿Hindúes y senegaleses en Lavapiés? ¿Colombianos, dominicanos, ecuatorianos y peruanos en Ciudad Lineal? ¿Rumanos en Alcalá de Henares? Internacionalmente Madrid se hace conocida por sus tapas, abanicos, el Real Madrid o las puestas de sol en el Templo de Débod, pero poco a poco está apareciendo una nueva imagen de la capital española, donde familias que nacieron en otras latitudes llegan a la ciudad en búsqueda de nuevas oportunidades. Los motivos por los que decidieron dejar todo de lado para estar en Madrid, qué hay en estos lugares y el por qué conocer estos barrios son parte de las respuestas a estas incógnitas.

Evento “Descolonicemos” para la conmemoración del 12 de Octubre | (cc) Dam Sifuentes

6 de la mañana de un sábado de octubre en la estación Pueblo Nuevo del Metro de Madrid. Gloria (53), española y peruana, se dirige a su lugar de trabajo en Barajas, cerca de la terminal 1 del aeropuerto. Hace casi dos décadas, en 1999, emigró a España junto a su esposo con la esperanza de encontrar mejores oportunidades para sus padres y hermanas, que viven en Lima. «¿Sabes dónde se detiene hoy el autobús al aeropuerto?», le pregunta a un vigilante del Metro, a medio dormir aún. Gloria también trabaja en una empresa de seguridad, pero para una industria privada. Cuenta que entre sus compañeros de trabajo hay muchos latinoamericanos y que su jefe directo, coincidentemente, también lo es. «Madrid cambió hace mucho», asegura.

Como Gloria, muchos nacidos en países sudamericanos y centroamericanos como Ecuador, Perú, Colombia o República Dominicana emigraron a distintas economías del mundo que demostraban estabilidad laboral y política y seguridad, lo que, por diversos motivos, en sus países no encontraban. Fue durante la década del noventa que las estadísticas que ponían a argentinos, chilenos y colombianos en el tope de los ránkings –la mayoría de ellos exiliados por razones políticas que habían decidido establecerse en la península– fueron reemplazados por peruanos, ecuatorianos o dominicanos, quienes entre 1995 y el 2000 llegaron a barrios como Quintana, Ciudad Lineal o las distintas zonas de Vallecas. De acuerdo a los estudios demográficos de migraciones del Ayuntamiento de Madrid de julio de 2018, en ambas zonas están concentradas no sólo las nacionalidades ecuatorianas, peruanas o dominicanas, sino también marroquíes o filipinos en Puente de Vallecas o rumanos en Ciudad Lineal, donde estadísticamente son mayoría (2888 empadronados frente a unos 2.471 ecuatorianos o 1.726 peruanos), pero sin una notoria presencia social o comercial.

En la Avenida de Alcalá –entre la Plaza de Toros de las Ventas y la estación del metro Ciudad Lineal– es posible ver una amplia oferta de tiendas de ropa, locutorios, envío de dinero (remesas), fruterías y restaurantes, que tienen en común que son atendidos por latinoamericanos, intentando perseverar las identidades y costumbres de sus clientes, los vecinos de ese lugar. Lo mismo en Puente de Vallecas y Villa de Vallecas, donde las peluquerías ofrecen con fotografías los looks de moda, a precios populares tanto para mujeres como hombres. En las tiendas de alimentación de la calle de la Mancha tampoco es extraño ver ofertas de productos como la harina de maíz PAN –para las arepas–, la malta Pony o los refrescos Postobón.

¿Chinos en Usera? ¿Hindúes y senegaleses en Lavapiés? ¿Colombianos, dominicanos, ecuatorianos y peruanos en Ciudad Lineal? ¿Rumanos en Alcalá de Henares? Internacionalmente Madrid se hace conocida por sus tapas, abanicos, el Real Madrid o las puestas de sol en el Templo de Débod, pero poco a poco está apareciendo una nueva imagen de la capital española, donde familias que nacieron en otras latitudes llegan a la ciudad en búsqueda de nuevas oportunidades. Los motivos por los que decidieron dejar todo de lado para estar en Madrid, qué hay en estos lugares y el por qué conocer estos barrios son parte de las respuestas a estas incógnitas.

Gastronomía en Pueblo Nuevo | (cc) Benjamín Mejías Valencia

«Pregúntame lo que quieras, pero no me grabes», dice asustada Laura (28), española y ecuatoriana, que trabaja en el nuevo emprendimiento familiar de su familia, inaugurado apenas hace unas semanas en la calle Emilio Ferrari: un restaurante de pollos asados y parrilladas a la ecuatoriana. A dos metros de distancia, su principal competencia, otro restaurante de pollos asados, pero a la peruana. Si bien ambos países son vecinos, las diferencias gastronómicas e identitarias son muy distintas.«Si un español nos ve claro que no va a entender que dos bares que ofrecen lo mismo estén uno al lado del otro, pero nos llevamos bien y hemos iniciado espectacular hasta ahora», dice, entre risas solapadas mientras mira a los meseros del local peruano.

Pero no todo ha sido perfecto para los nuevos vecinos de la ciudad. El apelativo de sudacas, putas o indios de manera despectiva los marca frente a las familias con más antigüedad en España, según relata Laura. “En el colegio me llevaba bien con todos, pero no faltó el que me trató de ‘india’ cuando no estabas o no te eligiesen para todos los grupos», cuenta. Ahora se lo toma con humor e, incluso, con orgullo. «Si me dicen sudaca me da lo mismo, pero que no crea que con eso va a dejar de ser un cobarde. Soy española igual que él y lo que diga mi cara o mi color de piel no me va a hacer más o menos española», afirma Laura.

 

Transculturación

Para Elisa Brey, socióloga e integrante del Grupo de Estudios en Migraciones Internacionales de la U. Complutense de Madrid, si bien no es posible concluir una total transculturación entre las costumbres locales de los migrantes y las de los madrileños, si hay una convergencia tendiente hacia ello.

 

La también académica de la Facultad de Ciencias de la Información advierte que deben existir políticas regulatorias para evitar problemas sociales asociados a la migración, como el aumento del precio de las viviendas por plataformas como AirBnb –que hacen inaccesible el acceso a la escasa oferta de arriendos, según Brey– y el aumento de la gentrificación en barrios actualmente marcados por la migración, como Lavapiés, o Chueca, que si bien no es migrante, fue acaparado por la comunidad LGBTI+.

2 Comments

  1. Me gustó mucho la forma como se enfoca el tema. Se ve que hay una doble manera de medir la inmigración, tanto lo bueno como lo malo ha influido e influye en los cambios sociales y de infraestructura que sufre Madrid.
    Muy bien documentado.

  2. Un muy buen trabajo periodístico, acompañado de un campo audiovisual muy bueno, que ayuda a irte situando, la escritura es muy buena y el reportaje se te hace muy dinámico. Es muy bueno la separación por ladillos para la lectura.

    Muy buen trabajo equipo, me ha gustado mucho leerlo.

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