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La soledad en las personas mayores

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Actividades con personas mayores / Grandes Amigos

  • Un 25% de la población de más de 65 años vive sola en la Comunidad de Madrid

  • El 59% de personas mayores que viven solas han tenido sentimientos negativos o de aislamiento

En España la soledad en las personas mayores es un problema que está cada vez más en aumento. Según encuestas del CIS y del IMSERSO, en la Comunidad de Madrid el 18% de la población tiene más de 65 años y el 25% de ella vive sola. Además, el 59% de personas mayores que viven solas han tenido sentimientos negativos o aislamiento, un problema creciente en una sociedad cada vez más envejecida e individualista. Aunque la soledad puede aparecer en todas las edades, es un problema que se acentúa en las personas mayores, ya que suelen tener otro tipo de problemas en su bienestar físico y mental debido a factores como la limitación de su movilidad. Para reducir esta soledad no deseada existen distintas iniciativas y proyectos que se centran en este colectivo, como los centros de mayores, distintos programas de voluntariado o la ayuda que realizan distintas personas anónimas.

 

La soledad y las personas mayores en España

La longevidad es algo que no había caracterizado a ninguna sociedad hasta la actual. Esto es una tendencia que va en aumento: cada vez vivimos más y cada vez más personas mayores viven solas, lo que puede aumentar el sentimiento de aislamiento. El hecho de vivir solo no implica que se vaya experimentar la soledad no deseada o una sensación de sufrimiento, pero sí que es un factor de peligro para sufrirlo. 

Encuestas del IMSERSO o del CIS revelan que un 59% de las personas mayores que viven solas han sentido sentimientos de soledad negativos o aislamiento. Estos datos son alarmantes y comienzan a constituir un problema de salud pública, se habla de ello como las “epidemias del primer mundo”. Según un estudio realizado por Juan Díez y María Morenos, solo en nuestro país el 8,7 % de personas de más de 18 años se ha sentido sola frecuentemente, esto serían alrededor de 3,3 millones de personas en nuestro país.

Los datos y estudios internacionales no nos dan información nada alentadora, sino todo lo contrario. Estudios de prospectiva y proyecciones llevados a cabo por la ONU posicionan a España en el año 2050 como el país más envejecido del mundo, año en el que el 40% de la población española tendría más de 60 años. Las comunidades autónomas con la población más envejecida serán Madrid, Cataluña y Andalucía, que podrían llegar a tener más de un millón de personas de más de 60 años.

Varones y mujeres de 65 años o más , 1900-2017

Distintos estudios del INE nos muestran cómo avanzará el crecimiento de la población de 65 años o más. Según los censos, entre los años 1900 y 2017 la población de esta edad aumenta casi 3,4 millones en hombres y más de 4,5 millones en mujeres.Desde 2017 a 2021 ha habido un importante crecimiento en la población de más de 65 años. En solo 4 años el porcentaje de personas mayores con respecto al total ha pasado de un 17,47% a un 18,08%. Una tendencia que no para de crecer y que va a continuar haciéndolo.

INE, 2017 ,2021, envejecimiento, tasa, porcentaje, Otro estudio del INE muestra que el porcentaje de personas viudas aumenta de manera muy notoria a partir de los 70 años. Esto produce un cambio en el núcleo familiar de las personas mayores que, normalmente, pasan de estar acompañadas en su día a día a vivir solas, lo que puede acentuar este sentimiento de soledad no deseada.

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La gran labor de las cuidadoras

La soledad en las personas mayores es un problema que no para de crecer. Personas como las cuidadoras viven este problema muy de cerca. Sara Miskinich es una de ellas, ha estado trabajando con personas mayores durante 15 años. Ella es nacida en Paraguay y lo primero que cuenta es que ve que en España este problema está muy acentuado comparado con su país. En su cultura están muy acostumbrados a tener a las personas mayores muy bien acogidas y suelen ser los propios familiares los que se encargan de cuidarlos.

 

 

Sara compara el trato a las personas mayores en otros lugares, ya que aunque en España está muy normalizado que acaben en una residencia, en su país es normal que sean los hijos y los nietos los que cuiden de ellos. Para ella, el cuidado de las personas mayores es una forma de agradecimiento hacia ellos: “Nosotros valoramos todo lo que nuestros padres han luchado por nosotros”.

Se trata de un trabajo que no consiste solo en cuidar, sino que se basa más en entretener, hacer que no se sientan solas y crear un vínculo con ellas. “Intentaba hacer cosas como leerle un libro, ver una peli o preguntarle que quería hacer. O sea, esa era la labor que yo hacía con ellos”, nos cuenta la cuidadora. Nos dice que ese tipo de trato las personas mayores lo agradecen mucho y lo expresan en forma de cariño: “Yo al menos le cogí muchísimo cariño a todas las personas mayores con las que he trabajado. Hasta ahora tengo contacto con sus familia porque ellos vieron cómo yo les cuidé. Yo intentaba que no estuvieran tristes ni que les faltara de nada”.

Como solución a este problema, Sara cree que concienciar debe ser lo primero que hay que hacer, porque la situación ha cambiado con respecto hace unos años. “Lo de ahora ya no es como antes, yo veo mucha diferencia”. Para ella es fundamental tener paciencia con estas personas: ”La paciencia es uno de los métodos principales para cuidar a las personas mayores. Hay muchas cosas que ellos no entienden, no saben. Te preguntan tres o cuatro veces, te llaman cada cinco minutos… Entonces si no tienes paciencia no consigues nada. Los jóvenes de ahora no tienen paciencia”. Ella se pregunta qué es lo que pasará cuando su generación se haga mayor: “¿Qué va a pasar de nosotros cuando seamos mayores?”.

 

Iniciativas para combatir la soledad

Para reducir esta soledad no deseada encontramos distintas iniciativas que realizan una gran labor. Una de ellas es la Fundación Grandes Amigos, una fundación que nació hace 20 años en Madrid y que poco a poco se fue expandiendo hasta seis comunidades autónomas. Esta ONG tiene distintos programas destinados a reducir la soledad de personas mayores, como es el programa de Acompañamiento Afectivo. Elsa Serrano, trabajadora del equipo de Comunicación de Grandes Amigos, cuenta que lo que desde la fundación hacen es “tejer redes entre los voluntarios y las personas mayores”. Se realiza una entrevista a estas personas voluntarias y a los mayores para intentar emparejarlos en cuanto a gustos o necesidades y así forjar una amistad que dure el máximo tiempo posible. “Nosotros lo que buscamos cuando hablamos con una persona voluntaria es que se comprometa. No nos interesa que una persona esté uno o dos meses haciendo voluntariado y luego se quiera ir, porque sino la persona mayor puede pensar que la están abandonando cada poco tiempo”, asegura Elsa. También cuenta que hay personas mayores que están en la fundación desde que el proyecto comenzó, ya que para ellos es fundamental “tejer vínculos emocionales y afectivos”: “tenemos parejas que pueden llevar acompañándose ocho o nueve años”. A través de este programa de Acompañamiento Afectivo, la persona voluntaria suele ir a casa de la persona mayor y dependiendo de cada situación personal realizan distintas actividades. Si la persona mayor “tiene más movilidad suelen ir a dar un paseo o tomar un café. Sino se quedan en casa, hablando, haciendo punto o viendo la telenovela, por ejemplo. Se trata de pasar tiempo de calidad para que realmente se puedan conocer la una a la otra, relata Serrano.

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Actividades con personas mayores / Grandes Amigos

Elsa cuenta un caso que le resultó muy bonito. Conoció a Dolores, que tenía 92 años, y a Cristina, con 23. “Yo las veía y sonreía tontamente, porque estaban tan compenetradas, contaban maravillas la una de la otra. Cristina se apuntó al voluntariado porque falleció su abuela, una persona con la que pasaba mucho tiempo y se le quedó un gran vacío. Encontró la ONG y quería seguir ayudando a las personas mayores”, asegura Elsa. Cuenta que Dolores enseñaba a Cristina a hacer punto y que Cristina la ayudaba con la tecnología, porque “Dolores es una persona que maneja muy bien el ordenador”. “Nos contaron que el médico de familia de Dolores se fue de trabajar de su centro de salud, y ella quería contactar con él para agradecerle como la había tratado. Crearon un perfil de LinkedIn y consiguieron contactar con él”, relata la trabajadora de Grandes Amigos.

Sin embargo, aunque Cristina es una joven de 23 años, el perfil de personas voluntarias suele ser mujeres de más de 45 años. “Tenemos muy poca gente joven. Hay personas jóvenes que sienten rechazo por las personas mayores”, asegura Elsa. Por ello, realizan distintas campañas de sensibilización para concienciar a los jóvenes de que es bueno establecer relaciones y amistades con personas de distintas edades.

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Actividades con personas mayores. Fotografía de Grandes Amigos

Elsa puntualiza que en este programa de Acompañamiento Afectivo, el perfil de persona mayor a la que acompañan la mayoría de las veces son “mujeres mayores de 80-85 años, que suelen tener una movilidad más reducida y problemas para salir de casa.” También cuenta que aunque tienen a personas mayores que están completamente solas, sin ningún tipo de familiar y que son más vulnerables, muchas veces también ayudan a “perfiles que tienen su familia, sus hijos y sus nietos, pero aún así tienen ese sentimiento de soledad”, por no querer ser una carga para los familiares.

Además de este acompañamiento presencial, Grandes Amigos ofrece un acompañamiento telefónico, un método creado a raíz de la pandemia. “Es la misma dinámica, se trata de emparejar a una persona mayor con una voluntaria. Es una amistad que empieza de forma telefónica, luego pueden decidir verse y se convierte en una amistad presencial. Lo bueno de este programa es que podemos llegar a todo España” asegura Elsa. Por otro lado, Grandes Amigos también ofrece la posibilidad de realizar acompañamientos puntuales, donde se ponen en contacto a dos personas, por ejemplo para ir al médico.

También cuenta que existe el programa Grandes Vecinos, que pretende recuperar las relaciones vecinales de toda la vida en los barrios. A través de distintas actividades de socialización, como ir a un museo, exposiciones, obras de teatro o quedar para merendar y charlar, se intenta crear esas redes vecinales. “Buscamos que se vuelva a hacer barrio, algo que hace tiempo se hacía mucho, se sabía cómo estaba tu vecino, quienes eran, y ahora prácticamente ni los conoces. Se hace esto para que esos vecinos ayuden a las personas mayores cuando detectan algo y se interesen por ellas”, relata Elsa. También cuenta que las personas mayores que participan en este programa suelen ser más autónomas, con menos dificultades a la hora de moverse y menos deterioro tanto cognitivo como físico: “son grupos más activos”.

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Acompañamiento a personas mayores / Grandes Amigos

Por otro lado, además de iniciativas como la de esta fundación, también hay personas que individualmente ayudan a la causa. Este es el caso de Jose Antonio de 73 años que cuenta que hasta que llegó la pandemia estuvo ayudando en distintos hospitales como el de Valdemoro o el hospital San Juan de Dios de Ciempozuelos: “Me iba por lo menos una vez a la semana al hospital y si había gente mayor enferma que estuviese sola me encargaba de hacerles compañía”. Asimismo, Paulina Ruiz de 75 años nos cuenta la realidad de muchas personas que tiene en su entorno que se enfrentan a la soledad. Ella intenta aportar aunque sea desde la distancia: “Yo tengo a mi hermana que me llama todos los días, ayer estuvimos hablando de cinco a siete de la tarde.”

Los centros de mayores son uno de los recursos más utilizados para evitar que las personas ancianas no se sientan solas. La directora del Centro de Mayores de Pinto cuenta su funcionamiento y las actividades que hacen: “Ellos vienen a hacer distintas actividades, vienen a jugar a las cartas, a leer el periódico… Tenemos cursos de memoria, de inglés, de francés, de gimnasia, de yoga, de manualidades…”. Todo este tipo de actividades se realizan en el centro, pero también hay otras actividades como viajes o excursiones que suelen realizar en un mismo día. Además, cuenta que para formar parte del centro hay que cumplir varios requisitos: un carnet, ser mayor de 60 años y estar empadronado en la Comunidad de Madrid. Hay elecciones de socios cada 3 o 4 años para la junta de gobierno, que son los encargados de representar a los mayores. En el centro hay aproximadamente 7.000 socios y a diario suelen acudir entre 200 y 250 personas a las distintas actividades que realizan.

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