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periodismo universitario en internet

El lado oscuro de las redes sociales para niños y adolescentes

  • Las redes sociales afectan y amenazan la salud mental y física de los jóvenes

  • El 89% de los padres han compartido fotografías o vídeos de sus hijos y el 81% de los bebés son expuestos antes de cumplir los 5 meses

Las redes sociales han llegado a convertirse en una parte integral de la vida de los adolescentes. Sin embargo, no todo es positivo; se esconden peligros significativos que pueden afectar su bienestar emocional y psicológico. La presión por mantener una imagen perfecta y el acoso cibernético generan problemas como ansiedad, depresión y trastornos alimentarios. La exposición a estándares de belleza poco realistas y el aumento del ciberacoso convierten el entorno digital en un campo de batalla emocional. Por ello, psicólogos y sociólogos advierten sobre el incremento de trastornos de ansiedad en niños y jóvenes debido a las plataformas digitales. De igual manera, es crucial abordar el desafío de la sobrexposición de menores ya que en muchas ocasiones son los propios padres los que comparten vídeos de ellos sin pixelar ni pensar en las consecuencias.

 

Comienzo en las redes sociales

Los niños acceden a su primer móvil a los 11 años, un 98.5% de los adolescentes tienen cuenta en una red social, mientras que un 83.5% tienen una cuenta creada en más de tres redes sociales. El Gobierno va a elevar la edad mínima para que un menor pueda abrir una cuenta en las redes sociales sin el consentimiento de sus padres, en vez de 14 años serán 16. Los menores serán obligados a acreditar un documento identificativo para demostrar que tienen la edad que aseguran.

El ministro de Presidencia, Feliz Bolaños, ha expresado que el entorno digital es “un espacio vital” para niños y adolescentes, pero que a “nadie se le escapan sus riesgos” refiriéndose a contenidos inapropiados, ciberacoso y adicción a las pantallas. “Está en juego la salud y el bienestar de los niños y adolescentes. Tenemos que poner coto desde este instrumento legislativo”, confesó Bolaños.

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Gráfico que muestra el porcentaje de las horas de conexión digital adolescente | Unicef

 

Consecuencias psicológicas y sociológicas

El psicólogo clínico, Francisco Villar, afirma que, a pesar de que las pantallas no sean las responsables de que el suicidio exista, si son uno de los factores responsables de su crecimiento. Esto se suma al aumento del malestar adolescente, los posibles problemas alimenticios, a las violencias a las que se ven expuestos y a la pérdida de habilidades a la hora de afrontar la vida. “Las pantallas los vacían de herramientas, les restan oportunidades para adquirir dichas habilidades”, condena Villar. De igual manera, la socióloga, Cecilia Eseverri, sentencia que los móviles pueden tener consecuencias en la salud de los jóvenes si no se advierten a tiempo.

Por otro lado, el psicólogo, Sergio Salamanca, señala que hay que ser cauteloso con la exposición de niños en las redes sociales dado que puede ser un detonante en su desarrollo emocional y autoestima, además de la exposición de su privacidad. “Parece que subir una foto de algún niño no tiene ningún tipo de peligro pero hay mucha desinformación en estos casos”, confesó Salamanca. Además, esta exposición en casos de mayor visibilidad puede tener más peligro por la opinión pública. 

Las redes sociales utilizan algoritmos avanzados para maximizar el tiempo de uso. Estos algoritmos pueden promover contenido adictivo o sensacionalista, convirtiéndo a los menores en seres más vulnerables a su influencia. Los expertos en telecomunicaciones destacan que este contenido, diseñado para capturar la atención, puede impactar en el estado mental y físico de los jóvenes, además de exponerlos a contenido inapropiado. 

 

Riesgos de un mal uso

Unicef ha creado un artículo donde expone cinco de los riesgos que puede sufrir un niño si no tiene cuidado y que todos deberían conocer. El primero habla sobre la privacidad y cómo hay que mantener las actividades que realizan fuera de la mira del resto de personas, parezca o no que corren algún tipo de riesgo. Tiene riesgos como revelar información privada y además los vídeos crean una huella digital permanente que podría afectarles en el futuro.

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Catfishing, un peligro real del que hay que protegerse | El Día

En segundo lugar, recalcan la importancia de saber a quién se está aceptando en las redes sociales. Afirman que “siempre hace ilusión” el hecho de recibir una solicitud de amistad, pero que no siempre tiene por que ser de un amigo. Hablan del catfishing y del engaño que supone ya que consiste en adoptar una identidad falsa con la intención de “estafar o abusar de otra persona”.

La campaña “No seas una estrella” tiene como objetivo promover la importancia de proteger nuestra identidad y privacidad en internet y redes sociales. En un entorno donde compartir detalles de nuestra vida se ha vuelto común, es esencial ser conscientes de lo que publicamos. Unicef destaca que “a todos nos gusta que nos hagan caso, pero a nadie le gusta sentirse observado”. La iniciativa invita a reflexionar sobre el impacto de la presencia digital.

De igual manera, tienen otra campaña que incide en la importancia de frenar el ciberbullying que sufren muchos estudiantes en las redes sociales. Este mensaje está dirigido a todos aquellos que son testigos de esas conductas, pero que no se esfuerzan en pararlas aunque no participen en ellas.

Por último, enfatiza en saber distinguir lo que es hiriente y lo que no, en saber que por que a ellos le haga gracia cierto comentario no significa que sea divertido sino que puede hacerles daño. Concluyen en que este mensaje es para aquellos que, sin darse cuenta, pueden estar cometiendo o contribuyendo en un delito de acoso.

Importancia del papel de los padres

En este caso también entra en juego el papel de los padres ya que muchas veces son ellos los que exponen a sus hijos. En TikTok es muy normal ver vídeos de bebés que publican los propios padres sin pixelar ni ocultar el rostro de los hijos con la intención de ganar seguidores ya que generan engagement al generar curiosidad de cómo irá creciendo.

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¿Cuál es el límite a la hora de exponer a los hijos en Internet? | BBC

Los expertos advierten sobre los peligros de exposición y sobrexposición de los niños, un estudio confirma que el 81% de los bebés menores de 6 meses tienen o han tenido presencia en la red. Dos de los riesgos que ello supone son la usurpación de identidad y la captación de las imágenes para generar material pornográfico. Además, en Reino Unido se realizó un estudio que demostraba que los padres comparten alrededor de 200 fotografías de sus hijos menores de 5 años.

De igual manera, una encuesta española demuestra que el 89% de los padres y madres confirman haber compartido contenido de sus hijos en el último mes. Esta situación se ha convertido en un tema de debate. “Esto es una obviedad, pero los niños, en tanto que personas, tienen derecho a la propia imagen. Lo regula el artículo 18.1 de la Constitución y, aunque se entienda que su gestión está dentro de la patria potestad, el derecho es solo propiedad de los niños” sentencia Estefanía Jiménez, investigadora de la Universidad del País Vasco y miembro de la red EU Kids Online.

Uno de los casos más recientes es el de Judith Arias, una influencer y madre de dos hijos, que comparte su vida familiar y momentos cotidianos con sus propios hijos en plataformas como TikTok y Youtube, lo que ha conseguido una considerable cantidad de seguidores. En ninguno de los vídeos publicados ha pixelado la cara de ellos, al contrario, desde que nacieron se han visto envueltos en el mundo digital de las redes sociales.

De igual manera, otro caso conocido en redes sociales, es el caso de Raquel Martínez más conocida como “Bonbon Reich”, influencer que, desde que nació su hija Sofía, ha estado haciendo contenido con ella enseñando su vida cotidiana. Lo hace en redes sociales como TikTok o Instagram, las publicaciones con su hija tienen más likes y visualizaciones que otras publicaciones en las que sale sin ella, por lo que recibe bastantes críticas como “haces contenido a base de tu hija” por parte de la gente. 

También encontramos casos en YouTube como el de la “Familia Carameluchi” una familia formada por Nohemi Garcia “Nohewi”, Elaia, William y Fran Ciaro, conocidos por sus vlogs diarios acerca de sus experiencias como familia, consejos de viaje, challenges, etc. Llevan muchos años exponiendo a sus hijos, ambos menores de edad, en esta aplicación, y como ellos hay muchísimos más canales de familia que exponen la vida de sus hijos menores. 

Por otro lado, aunque los padres pongan su perfil en privado, en ocasiones son los propios conocidos o familiares quienes comparten esas imágenes (incluso sin permiso). Esto supone un problema, ya que, aunque se elimine el contenido, si se ha compartido, seguirá siendo visible si esas personas no lo han borrado.

 

¿Qué piensan los niños sobre la situación?

El impacto de las redes sociales en la vida de los niños es un tema de creciente preocupación. En un taller con estudiantes de 1º de ESO, se observó cómo sus comportamientos y percepciones se reflejan en el uso de plataformas, evidenciando una brecha entre conocimiento y práctica. Las quejas sobre el acoso en redes fueron frecuentes. Muchos mencionaron mensajes de extraños pidiendo fotos íntimas o números de teléfono. Sus respuestas variaron entre bloquear a los acosadores y contárselo a sus padres. Esto mostró que, aunque eran conscientes del riesgo, su comprensión de las implicaciones no era clara.

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Charla ofrecida por María Portillo a adolescentes | Hugo Portillo

En una actividad, los niños compartieron experiencias incómodas en redes sociales. Un relato preocupante fue el de un niño que subió una foto de dos personas drogándose, recibiendo amenazas para que la borrara. La mayoría dijo que irían a la policía, sin saber que su acción también era un problema. En el segundo desafío, usaron tarjetas de colores para clasificar situaciones en redes. Al preguntar si era seguro publicar su ubicación, muchos eligieron la tarjeta verde, creyendo que no habría consecuencias. Al explicar los riesgos, los niños empezaron a reconsiderar sus respuestas, mostrando cierta inquietud.

Finalmente, al reflexionar sobre los aspectos negativos de las redes sociales, casi todos los niños concluyeron que, a pesar de reconocer los problemas que estas conllevan, seguirán utilizándolas. Este hecho resalta un hallazgo importante: aunque son conscientes de que sus acciones pueden no ser las correctas, no muestran ni arrepentimiento ni temor. Esta falta de preocupación por las consecuencias de su comportamiento en línea sugiere una desconexión entre el conocimiento de los riesgos y la voluntad de cambiar sus hábitos. Es fundamental abordar esta brecha y fomentar una cultura de responsabilidad digital.

One Comment

  1. Qué articulo más completo! Y cuánta razón. Se deberían estudiar medidas para contrarrestar ya el problema porque de aquí, solo vamos a peor :\

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