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Erasmus, una ventana abierta al mundo laboral

Muchos son los que consideran que una beca Erasmus es una ventana abierta a los excesos y el desenfreno. Tales son las dimensiones de este mito, que llevaron al Gobierno español a plantearse la reducción de las ayudas, considerando que estas debían destinarse a aquellos cuya situación económica fuese más precaria. Sin embargo, tras un análisis de la situación, esta medida no llegó a materializarse. Variación XXI contrapone el mito y la realidad, para definir de una forma más profunda esta experiencia.

Grafitti callejero estudiantes Erasmus

Grafitti callejero / Google Imágenes

“Una experiencia inolvidable”. Así definen su estancia en el extranjero aquellos que han podido disfrutar de una beca Erasmus. Sin duda, cuando evocan esa etapa recuerdan los amigos que conocieron, y las numerosas fiestas e historias que vivieron juntos. Pero también tienen en mente las diferentes culturas y modos de trabajo que descubrieron, las dificultades que encontraron y las destrezas que adquirieron en el extranjero.

La experiencia Erasmus escribe una página nueva en la historia de aquellos que pueden disfrutar de ella.

El programa Erasmus y la sociedad española

El Programa Erasmus surge en 1987 por iniciativa de una asociación estudiantil y es promovida y apadrinada por el Comisario europeo de Educación en aquel entonces, el español Manuel Marín con especial apoyo de los Presidentes de España y Francia, Felipe González y François Mitterrand.

Marín afirma que, desde el principio, esta iniciativa provocó numerosos choques entre la Comisión Europea y algunos estados miembro, puesto que se consideraba que la educación y la cultura, así como la enseñanza universitaria, eran un elemento central de la identidad nacional. En el año de su implantación, España seguía siendo un país con una mentalidad cerrada que solamente llevaba dos años formando parte de la Unión Europea. Por ello, muchos estudiantes veían en estas becas numerosos inconvenientes, como el dominio de un idioma distinto o las diferencias en lo referente al estilo de vida. Estas y otras razones hicieron que en su primera edición solo hubiese unos 3.000 becados, 87 de ellos españoles.

Los empresarios los prefieren Erasmus

El pasado mes de septiembre, la Comisión Europea presentó los resultados de un estudio titulado Erasmus Impact StudyEn dicho informe, en el que han trabajado numerosos expertos, se mide el impacto que el programa Erasmus ha tenido entre 2007 y 2013 en las destrezas y la empleabilidad de sus participantes. El estudio resalta la importancia de la experiencia internacional para estudiantes, empleados y para la economía en general: “una tasa de desempleo más baja, una mayor presencia en puestos de responsabilidad y una visión más emprendedora de los estudiantes Erasmus, mostrando las oportunidades que ofrecen los programas Erasmus y Erasmus+, que realmente pueden cambiar vidas y abrir puertas”.

Culturas europeas

Mural sobre la multiculturalidad / Google Imágenes

El informe se conforma de testimonios de hasta 88.000 personas, entre ellos estudiantes y empresas. En él, un porcentaje del 92%  de los empresarios ha declarado que en sus procesos de selección de empleados buscan personas que presenten algunas de las capacidades transversales que principalmente se adquieren en la experiencia Erasmus, como curiosidad, tolerancia o carácter decidido a la hora de enfrentarse a un problema. Todo ello se suma al conocimiento más profundo de un idioma y a la experiencia obtenida en el ámbito profesional y académico, haciendo del candidato al puesto una persona con mayor capacidad para enfrentar retos y asumir responsabilidades. Además, uno de cada diez Erasmus que han realizado periodos de prácticas en una empresa extranjera han constituido su propia empresa, y tres de cada cuatro tienen previsto hacerlo o se plantean esa posibilidad.

En un contexto globalizado y con una alta tasa de desempleo la movilidad se convierte en una necesidad básica para la formación y el empleo. En una Europa con fronteras difuminadas las empresas no demandan exclusivamente trabajadores nacionales sino que, cada vez más, buscan la internacionalidad entre sus empleados, haciéndose más competitivas en un marco económico comunitario. Por ello esta experiencia se convierte en un imprescindible ya desde la etapa de formación académica.

En primera persona

El Erasmus no solo se basa en datos, sino también en personas. Estudiantes que traspasan fronteras para conocer otras culturas, costumbres e idiomas. Su objetivo: romper los convencionalismos y estereotipos de otros estados europeos. Expectativas que se crean y acompañan a las distintas nacionalidades. Y que cambian durante su estancia.

Jóvenes que han regresado al país de origen cuentan sus impresiones. Cruzaron sus fronteras porque pensaban que sería una vivencia beneficiosa para su futuro, su currículum y para su crecimiento personal. También creían que conocerían mejores sistemas educativos, idealizando la formación internacional. Grandes sorpresas, positivas y negativas se han llevado los alumnos que han visitado sitios como Bruselas, Turquía, o Finlandia.

 

España también recibe una gran cantidad de estudiantes procedentes de todas las nacionalidades europeas. Italianos, portugueses, alemanes, franceses. Es muy común encontrar en nuestras aulas a algún representante de otra nación. Esta beca no solo es beneficiosa para los que la disfrutan. También para compañeros de estudios del país de destino, que tienen la posibilidad de intercambiar conocimientos y visiones diferentes con los visitantes. Se puede decir que todos ganan. Todos se enriquecen.

Tras conocer la visión de estos jóvenes, no cabe duda de que el Programa genera grandes beneficios en aquellos que pueden disfrutar de él. Cientos de destinos diferentes, pero una misma ilusión: la de crecer como profesional y como persona. Porque es evidente que hay algo que la beca Erasmus proporciona a todos sus solicitantes: nuevas oportunidades y horizontes.

 

 

One Comment

  1. Muy muy buen trabajo! De verdad, muy bien hecho! Yo estudio en Madrid gracias al programa Erasmus y estoy totalmente de acuerdo con lo que està escrito en el artìculo! Es una ocasiòn para crecer personalmente y profesionalmente también…si pudiera lo harìa otra vez! Aconsejerìa a todos los estudiantes de hacer (una vez o màs) unos meses al extranjero… creo que esta experiencia te cambia la vida!

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