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periodismo universitario en internet

No sin mi móvil

Encontrar pareja a través de Internet, buscar trabajo mediante aplicaciones, colgar información personal en redes sociales, escuchar música desde el móvil, Instagram, Facebook, Twitter… ¿Estamos ante una pérdida de las relaciones personales? ¿Cuánto tiempo podemos estar sin mirar el móvil? A pesar de que aún no esté considerada una patología o un trastorno en el comportamiento, la nomofobia cada vez afecta a más personas en el mundo.

Miedo a no tener el móvil

Pero, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de nomofobia? La nomofobia es el miedo o la ansiedad a salir de casa sin nuestro teléfono móvil y creer estar incomunicado. ¿Somos esclavos de estos dispositivos? Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística el 96% de las familias cuentan con al menos un teléfono móvil en casa y el 77% de los ciudadanos que acceden a internet lo hacen desde este dispositivo. La dependencia del móvil se ha consolidado como una adicción que sufren, de manera más notoria, los jóvenes menores de 24 años. El 29% de éstos asegura no poder vivir sin teléfono. Además, el 32,8% de la población afirma mirar el móvil más de diez veces por cada hora y el 76.4 % de los usuarios reconoce que mirar el dispositivo es lo primero que hace cuando se levanta.

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Grupo de amigos en el Templo de Debod / Andrea Cimadevilla

Según Antonio de Dios, psicólogo del Hospital Quirón de Marbella, la nomofobia además de una dependencia extrema del teléfono móvil, puede ser causa de un problema de autoestima y de relación, siendo la inseguridad personal la causa más común. Los expertos han determinado que el perfil común de este tipo de persona es la que tiene poca confianza en sí misma y baja autoestima, con carencia de habilidades sociales y de resolución de conflictos. Entre los síntomas más comunes se encuentran la sensación de ansiedad, las taquicardias, los pensamientos obsesivos, dolores de cabeza y dolor de estómago. Según un estudio realizado por el Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad, el 53% de los usuarios de teléfonos móviles tienden a sentir ansiedad cuando pierden su teléfono móvil, se les agota la batería, el saldo, o no tienen cobertura.

«Phubbing», cuando tu teléfono te roba la atención

Dentro de esta nueva adicción, los especialistas también hablan del Phubbing, que consiste en dejar de prestar atención a las personas con las que nos encontramos por mirar el móvil u otro dispositivo electrónico. El término está formado por las palabras en inglés phone (teléfono) y snubbing (desprecio).

Según datos recogidos por el Estudio de Tuenti Móvil sobre hábitos de conexión a internet en el móvil -realizado en colaboración con IPSOS- el  66.8 % de los españoles afirma haber vivido esta situación solo cuando se trataba de un tema importante, aunque el 13 % confiesa hacerlo siempre.

María Valadas, directora de Community Support de Tuenti, señala que «los smartphones se han convertido en la herramienta de comunicación social más utilizada, no solo para interactuar con amigos y conocidos a través de internet, sino también como sustituto de otras herramientas como despertadores, mp3 o cámaras de fotos. Es normal que, a medida que estos cambios sociológicos evolucionan, los comportamientos humanos se modifiquen». El estudio de Tuenti Móvil también señala que de las 2.140 personas consultadas, el 88 % no sale nunca de casa sin su teléfono móvil, siendo un 56 % los que vuelven a casa a por él en caso de olvidarlo.

La enfermedad del siglo XXI

Los primeros estudios sobre este fenómeno comenzaron 2011 en Reino Unido, mediante una investigación de la Oficina de Correos de Reino Unido y el Instituto Demoscópico YouGo.

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Una pareja en Plaza de España / Andrea Cimadevilla

Actualmente la nomofobia es un problema asociado de manera directa al uso y desarrollo de las nuevas tecnologías y a pesar de que los adultos también pueden sufrir este tipo de trastorno, son los niños y jóvenes quienes tienen más posibilidades de sufrir problemas de salud mental como consecuencia de esta dependencia que les hace pasar demasiadas horas al día conectados a las redes sociales y aislandose del «mundo real».

Respecto a este problema, el psicólogo Jonathan García-Allen a través de «Síndrome FOMO: sentir que la vida de los demás es más interesante», habla sobre la necesidad de educar respecto al uso de estas nuevas tecnologías desde edades tempranas para evitar graves adicciones. García-Allen recalca que la clave no es tanto prohibir el uso total de los smartphones sino enseñar a utilizarlos de forma moderada tanto en el ámbito familiar como en la escuela para evitar esos usos indebidos y patológicos.

Soy nomofóbico, ¿qué debo hacer?

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Ilustración sobre la nomofobia / Redes sociales

Saber si uno o no es nomofóbico es tan sencillo como la realizar de un test creado por la Universidad Estatal de Iowa, que detecta qué nivel de adicción tiene el usuario. Mediante la realización de veinte preguntas, que deben ser contestadas en un escala de 1 a 7, se podrá saber si la persona padece una nomofobia leve, moderada o severa.

En caso de sufrir la adicción, lo recomendable siempre es acudir a un especialista en dependencias, adicciones y en el tratamiento de la seguridad personal o de autoestima. A pesar de que la nomofobia no sea un concepto ampliamente conocido por la sociedad, la verdad es que afecta en gran medida a las relaciones personales, así como las relaciones en pareja, que se han visto altamente debilitadas por el uso permanente del teléfono móvil. Cada vez es más común ir a un restaurante y ver cómo una pareja en vez de estar hablando entre ellos, está inmersa en su mundo online. O también ver cómo una familia está en el salón de casa viéndola la televisión cada uno con su respectivo aparato sin comunicarse entre ellos.

Asimismo, las consecuencias de la adicción a los dispositivos móviles pueden ser incluso peores, como por ejemplo, en la conducción. El simple hecho de mirar la pantalla, escribir un mensaje o coger una llamada telefónica puede poner en riesgo la vida de las personas. Según la Organización Mundial de la Salud, las personas que utilizan el móvil durante la conducción tiene cuatro veces más posibilidades de tener un accidente. No obstante, no es solo una cuestión del conductor, ya que la distracción de los peatones con los dispositivos también puede resultar catastrófica.

Para paliar la nomofobia los expertos aconsejan apuntar lo que sería un uso razonable del teléfono, apagar el móvil durante las comidas o durante una reunión familiar, priorizar la realidad al mundo virtual y por último, si la ansiedad se apodera de la persona, dejar el teléfono en casa y consultar al especialista.

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