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periodismo universitario en internet

El periodismo en el frente

El periodismo en el frente

El soldado Zachary Boyd en el combate Restrepo en el valle de Korenga/ David Guttenfelder

El periodismo es una de las profesiones más interesantes y bonitas del mundo. Es una profesión basada fundamentalmente en la curiosidad  y en la necesidad de contar cosas. Viajar por el mundo y narrar lo que sucede en él es una de las grandes ventajas que tiene. Pero en ocasiones, el periodismo se convierte en una profesión de riesgo. Un ejemplo de ello son los reporteros de guerra o los equipos de investigación. Periodistas que arriesgan sus vidas para poder contar lo que está sucediendo en cualquier parte del mundo con el objetivo final de que la gente sea consciente de lo que verdaderamente ocurre.

¿Qué es el reporterismo de guerra?¿Cuál es la función de un reportero en una zona de conflicto?

El Periodismo de guerra es tan antiguo casi como la historia misma, desde el principio de los tiempos los seres humanos han batallado entre ellos por diversos motivos, ya sean políticos, económicos, sociales, religiosos… La guerra siempre ha sido contada de una u otra forma. El emperador romano, Julio César, ya escribía sobre la guerra de las Galias y la hacía llegar por entregas a Roma. Esta es una prueba de que siempre ha existido una estrecha relación entre las acciones bélicas y los medios de comunicación. Es decir, que determinadas personas han tenido siempre la necesidad de contar las acciones que ocurren en los diferentes conflictos bélicos.

Un claro ejemplo de esta relación fue en el caso de la Guerra de Secesión estadounidense cuando  los periódicos neoyorquinos aumentaron su tirada con el objetivo principal de aumentar su difusión. Es decir, que lo que querían era que el mayor número de personas conociera la situación de la guerra y que mostrara un cierto interés por ella.

Un periodista que decide dedicarse a narrar este tipo de sucesos debe ser un verdadero aventurero, no debemos confundir nunca a un corresponsal de guerra con Indiana Jones, uno se dedica a buscar tesoros mientras que el otro busca historias. Los corresponsales de guerra son fieles a su ética profesional y hacen frente a situación muy difíciles en sus lugares de destino, tienen que ser capaces de lidiar con la cara B del mundo, con la miseria y la destrucción.  Este grupo de valientes tiene la habilidad de convertir acontecimientos realmente tristes en las noticias que abrirán un informativo al otro lado del planeta.

Una de las batallas más importantes que tienen los informadores destinados en zonas sensibles es el discernimiento de la información, es decir, no toda la información es válida, y no todas las fuentes son fiables, partiendo de estas premisas deben sacar lo mejor de sí mismos para obtener la información veraz.

Un reportero de guerra es una persona destinada en una zona de conflicto en cuya estancia va a ser testigo del horror y la brutalidad del ser humano también se va a encargar de investigar y contrastar toda la información que pase por sus manos. Estas personas no sólo cumplen una función informativa, siendo un papel preponderante informar de la manera más objetiva posible, sino que también cumplen un función social. La función social a la que nos referimos parte de la visibilización del conflicto y del trabajo de campo que ellos mismos realizan durante el periodo que viven allí.

Fotoperiodismo

 

El periodismo en el frenteNguyen Ngoc Loan ejecuta a sangre fría
a un ciudadano indefenso / Eddie Adams

El Fotoperiodismo o Periodismo gráfico es una rama dentro del Periodismo que nace directamente de la fusión de la fotografía y la información como dos técnicas aisladas que se juntan para crear un producto conjunto. Los encargados de desarrollar esta misión son los periodistas gráficos o fotoperiodistas.

La primera vez que un medio impreso utilizó una imagen fue en 1880, el diario fue el Daily Graphic de Nueva York y desde entonces se ha convertido en una costumbre.

En el ámbito donde mejor se ha desenvuelto este fenómeno ha sido en las zonas de conflicto de los diferentes países, a lo largo de la historia. El papel de los reporteros gráficos ha sido vital a la hora de transmitir la información de los principales acontecimientos bélicos de la historia, la fotografía acompañada de la información son un tándem imparable, si de transmitir contenido se trata. La labor de un fotoperiodista se ha convertido en un aspecto fundamental dentro de este mundo. Cada vez las imágenes tienen una mayor importancia y una persona que consigue captar la realidad de una guerra mostrando la crueldad que se vive, hace que la labor que desempeña esa persona sea muy importante dentro del ámbito periodístico. 

Las ventajas de ser mujer en el periodismo de combate

Rosa María Calaf y Cristina García Rodero son dos ejemplos brillantes de mujeres que han destinado su vida profesional a poner voz a los peores conflictos bélicos. Cada una en su parte de la información, primero Rosa María Calaf como corresponsal de guerra para RTVE durante años , y en segundo lugar Cristina García Rodero como la única fotógrafa de la agencia Magnum.

El periodismo en el frente

Rosa María Calaf durante su etapa como corresponsal de guerra / Archivo RTVE

“Las mujeres tenemos muchas dificultades en territorios donde hay enfrentamientos: no podemos ir solas a algunos sitios, hay que vestirse de determinadas maneras, algunos hombres no quieren que les entrevistes.. pero el resto son ventajas” asegura la periodista Calaf en una entrevista.

Esta ventaja de la que habla la periodista de RTVE es la facilidad para conseguir la versión femenina debido a su sexo, las mujeres sólo hablan con mujeres, los hombres te cuentan su versión, mientras que por tu condición te es más fácil conseguir la otra verdad, la del mundo femenino que también vive allí. La mujer ha sido objeto de la guerra y también merece tener voz, y contar su verdad. Ser mujer en este trabajo les ha aportado libertad.

Los peligros que entraña esta parte de la profesión

    • ENTREVISTA ALFONSO DÍEZ

 

El Caso José Couso

El cámara de Telecinco, José Couso, murió el 8 de abril del año 2003 a la edad de 37 años como consecuencia del disparo de un tanque estadounidense al hotel Palestina de la ciudad de Bagdad. El gallego se encontraba en la terraza de la habitación 1403 filmando la guerra de Irak cuando ese proyectil acabó con su vida, dejando huérfanos de padre a sus dos hijos. En ese lugar había establecido su cuartel general la prensa internacional que cubría el conflicto. Fue un día aciago para la prensa ya que en ese mismo ataque murió también el periodista ucraniano Taras Protsyuk, que trabajaba para la agencia Reuters. Además poco antes de ese suceso, había muerto el periodista de Al Jazeera, Tarek Ayub, por culpa de un bombardeo dirigido hacia la emisora catarí y hacia la cadena de televisión Abu Dhabi TV. Este ataque fue llevado a cabo por tropas de la coalición internacional desplegadas para liberar Irak y acabar con el régimen de Sadam Husein.

El periodismo en el frente                                         Jose Couso durante una grabación/REUTERS PHOTOGRAPHER/ REUTER

Quince años después, este caso sigue coleando y la familia de Couso sigue pidiendo justicia. Quiere que se derogue la reforma de la ley de justicia universal de 2014 y que se recupere la investigación abierta en su día por la Audiencia Nacional. El caso de la muerte de José Couso se cerró de un plumazo y del mismo modo fueron sobreseídas otras causas por delitos de genocidio, crímenes contra la humanidad, tortura y desaparición forzosa.

De hecho, sobre la muerte del cámara ha caído una especie de manto de silencio. Desde el Pentágono se asegura que su muerte fue un acto de “defensa propia”. En medio de “un fuego intenso de morteros, granadas antitanques y misiles”, un militar detectó “a alguien con prismáticos” en una habitación elevada de un edificio. El mando ordenó disparar contra ese punto un proyectil de 120 milímetros. Los Estados Unidos se lavaban las manos.

La familia del cámara rechazó esta investigación realizada por el Pentágono y se querelló contra tres militares estadounidenses. La Audiencia Nacional intentó durante varios años sentar en el banquillo a los autores de aquel ataque al hotel Palestina. Incluso el juez Santiago Pedraz viajó a Bagdad en el año 2011 para reconstruir in situ el ataque. Pero todas las investigaciones fueron echadas por tierra cuando el PP sentenció que la justicia universal no era eficaz y decidió echar por tierra la ley que permitiría a la justicia española actuar fuera del territorio nacional. De esta manera, se cerró el caso. Algo que indignó a su familia, amigos y compañeros, quienes cada 8 de abril se reúnen para exigir justicia y que el caso se reabra para que su asesinato no quede impune.

 

 

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