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periodismo universitario en internet

Juan Manuel Muñoz Bianchi: pasión por una disciplina

Grabado y plancha

Grabado y plancha.Fuente: Marina Pérez Muñoz

  • El primer grabado tuvo lugar hace tres mil años en Mesopotamia

  • Una obra artística original al alcance de todos

»Como aquel, yo vengo a hablar de lo que es el grabado», así nos introduce Bianchi, artista especializado en esta técnica artística con más de tres mil años de historia, lo que es el grabado. Basta con una plancha, un buril, papel, tinta y un tórculo para obtener todas las reproducciones que se quieran de un mismo dibujo.

Como toda faceta artística, requiere un tiempo de aprendizaje y una técnica, acompañado por pasión por lo que se hace. Son muchos los pintores que han destacado en el arte de grabar, desde Leonardo Da Vinci, hasta Goya y Picasso.

Cada copia es igual de auténtica que todas las demás, la obra siempre ha de ir acompañada del número de ejemplares de la edición y cuanta más corta sea la edición, más exclusivas son las obras y alcanzan un mayor valor. El grabado es una mirada particular al arte, una forma de contar con imágenes lo que el artista siente, en forma estampada.

El arte de grabar

Acabar con el tópico de que el arte solo está al alcance de unos pocos y de que éste solo puede ser original si existe una única representación de él es el objetivo de los grabadores. Artistas que, tras años de estudio, de especialización en la técnica y precisión, han conseguido dar voz a una alternativa de adquirir una obra artística original sin necesidad de pagar altas cifras de dinero.

Tener un grabado significa tener mucho; significa tener una de las obras numeradas de una misma edición, cuyo valor tiene un tope, ya que cuantas menos reproducciones haya más exclusividad alcanza. Es uno de los grandes desconocidos dentro del mundo de las artes, y más en una era digital, dónde desde Internet se imprime todo. Pero quienes de verdad valoran el arte, lo realizan o ayudan a su difusión, saben la importancia de esta técnica.

Cabe la necesidad de remontarnos tres mil años atrás para hablar de los primeros vestigios del grabado. Estos aparecieron en Mesopotamia, de la mano de los Sumerios, quienes utilizaron las piedras redondeadas para tallar sobre ellas. Con un elemento punzante tallaban diseños, y al hacerlos rodar sobre arcilla, se quedaba la estampación grabada cuantas veces se quisiera.

El grabado es una de las técnicas artísticas más antiguas. Los primeros sellos para reproducir imágenes o dibujos datan de la antigua Mesopotamia, y han evolucionado hasta el día de hoy.

Primeros sellos para la reproducción de imágenes utilizados en Mesopotamia. Fuente: Ancient Origins

Fue en el Renacimiento con la invención de la imprenta cuando el grabado alcanzó su mayor esplendor, siendo conocidos grandes artistas como Guillaume Le Signerre o Tiziano Vecellio. Mientras, en Alemania nace uno de los fundadores más relevantes del grabado: Alberto Durero ayuda a elevar el prestigio de esta técnica con la realización de estampas como El caballero, la Muerte y el Diablo y series de grabado como Apocalipsis.

"El caballero, la muerte y el diablo" es un ejemplo de grabado; es una obra realizada en el año 1513 por Alberto Durero.

“El caballero, la muerte y el diablo”  Fuente: Louvre Museum

En España fueron varios los grabadores pioneros de esta técnica cuyas obras se encuentran expuestas en la Biblioteca Nacional de España, autores como Ribera (Spagnoletto), quien con gran influencia italiana desarrolló varios grabados de temas religiosos como El poeta.

Bianchi resalta el que gran parte de su obra está influenciada por las técnicas utilizadas por Goya, grabador español referente a nivel mundial de los siglos XVIII y XIX. Goya realizó reproducciones de Velázquez, llegando así a ojos de la familia real. Mezcló técnicas como el aguafuerte, aguatinta y punta seca, llegando a realizar una de sus series más famosas, Los caprichos, una composición de más de 80 grabados cargados de fantasías personales y crítica social, o Los desastres de la guerra, conformada por 82 grabados que reflejan las nefastas consecuencias de ésta.

"Los desastres de la guerra" es un ejemplo más de la técnica del grabado; fue realizado entre los años 1810 y 1815 y forma parte de una colección de 82 grabados, siendo el autor Francisco de Goya.

“Los desastres de la guerra” Fuente: El Periódico de Aragón

Otra de sus influencias ha sido Picasso, el cual experimentó todas las técnicas del grabado; cuenta con más de dos mil grabados, destacando La Minotauromaquia con una tirada muy reducida. Muchos expertos la consideran la obra gráfica más importante del siglo XX.

El proceso del grabado

Basta con una plancha metálica de hierro, cinc o cobre, junto con herramientas como el buril, el rascador, el raedor o la punta seca para realizar los diseños sobre ella. Una vez realizada la obra en la plancha con estas herramientas se procede a retirarla. Para ello se utilizan tintas de diferentes colores que calan en las incisiones del dibujo. Una vez extendida, se procede a limpiar la tinta superficial, quedando así las incisiones marcadas.

El grabado implica que la imagen pase por un tórculo, un cilindro grande y negro, que aplica la presión necesaria para imprimir lo deseado.

Grabado pasando por tórculo en el estudio de Bianchi. Fuente: Marina Pérez Muñoz

A continuación se necesita un tórculo donde se coloca un papel humedecido en el que se reproducirá el dibujo, y un fieltro de lana encima de la plancha entintada. Todo en su conjunto pasa por un rodillo de gran peso que se encarga de desplazar el artista con un timón, que hace que la tinta se calque en el papel.

Poseer unas buenas herramientas y tintas es fundamental para llevar a cabo un buen grabado.

Herramientas y tintas utilizadas por Bianchi para la elaboración del grabado en su estudio. Fuente: Marina Pérez Muñoz

Todo grabado va acompañado de la firma del artista y de la numeración correspondiente del grabado indicando la cantidad. Para que se sepa que es auténtico, es necesario palparlo y notar las líneas y la profundidad de la plancha, es entonces cuando nos encontramos ante una obra original. En el caso de que sea una P/A (prueba de autor) siempre irá acompañado con esas siglas para identificarlo.

El grabado implica que la imagen pase por un tórculo, un cilindro grande y negro, que aplica la presión necesaria para imprimir lo deseado.

Así queda el grabado tras su paso por el tórculo. Fuente: Marina Pérez Muñoz

Bianchi, grabador y pintor

El artista madrileño con raíces en Getafe, Juan Manuel Muñoz Bianchi, nos abre las puertas de su estudio para descubrirnos su trayectoria como artífice. Se define como pintor, grabador, muralista y en algunas ocasiones ceramista. Nos confiesa su particular pasión por el grabado, técnica que lleva practicando desde que ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid.

"La Virgen de la Caridad" es una de las obras magnas de Bianchi, artista especializado en el grabado.

“La Virgen de la Caridad” es una de las obras magnas de Bianchi. Fuente: Marina Pérez Muñoz

Bianchi empezó como aprendiz y se ha ido desarrollando como profesor a lo largo de su vida, da clases en su estudio particular desde hace más de 30 años y lo ha combinado con la enseñanza en universidades y colegios. Uno de sus grandes objetivos es la difusión del grabado, por su importancia histórica en pintores pasados y por su técnica particular con un resultado único.

Destaca dentro del mundo digital, dónde se abre hueco con su página web. En http://bianchiarte.es se pueden apreciar sus obras más conocidas y esenciales, siendo la acuarela y el óleo otra de sus especialidades. Sus redes sociales (@bianchiart11 en Instagram) son una muestra diaria de sus creaciones y progresos artísticos.

El arte: una forma de sentirse vivo

Una de sus particulares creaciones es la mezcla entre su pintura y grabado, llevando a la plancha aquellos cuadros que más destacan en él y más le apetece grabar. Es por ello que varias de sus reproducciones en grabado parten de la creación de un cuadro pictórico inédito. Esto facilita, según el artista, que su arte esté al alcance de todos aquellos que deseen adquirir una de sus obras.

Destaca profundamente también su trayectoria como pintor, lo cual es la base de sus grabados. »Pinto casi todos los días, sigo una línea estilística que define mi arte», -se sincera el artista-. Define su pintura como un »realismo fantástico», dejando en el espectador al libre albedrio la emoción que le quiera producir. Es el espectador quien tiene que explicar su temática, dentro de la libertad de representación, al poder imaginar una cosa u otra.

El grabado es una técnica que ha tenido mucho reconocimiento, artísticamente hablando. Muchas grandes obras se han expuesto en espacios a nivel nacional e internacional.

Bianchi posa junto a otra de sus obras en la exposición del Espacio Mercado (Getafe) Fuente: Marina Pérez Muñoz

Desde la creación del lienzo fabricado por él mismo con maderas, pasando por la realización de la obra en sí, hasta la puesta a punto con el marco que él mismo diseña. Todo en uno, así es como nacen sus obras, parten de una hoja, hasta una madera o lienzo, pudiendo acabar como grabado, y todo ello enmarcado en una pared. »Es como si a una persona, se le pone un buen traje. Enmarcar los cuadros para ensalzar la obra es satisfactorio como artista», -confiesa Bianchi-.

El artista Bianchi nos introduce en el grabado, una técnica artística con más de tres mil años de historia.

“El Mundo” es una obra de Bianchi realizada en óleo sobre tabla. Fuente: Marina Pérez Muñoz

»El arte es mi vida. No podría vivir sin el arte, tengo que pintar a diario, y si no pinto, hago una acuarela, un pequeño dibujo, un boceto. De entre todos ellos, elijo uno para hacer de él un cuadro con un lienzo previamente fabricado por mí mismo y le doy vida en forma de grabado. Este acaba en los ojos de quien lo admira y en el corazón de quien lo valora», -relata Bianchi-.

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