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periodismo universitario en internet

Amor en tiempos de pandemia

Parejas y pandemia COVID-19

Pareja dándose la mano / Pixabay

  • Las parejas han sufrido los efectos de la pandemia: o han salido reforzadas o no han superado este desafío

  • Las cifras muestran que el confinamiento no ha producido un baby boom

 

Desde hace casi dos años, el virus SARS-CoV-2 ha cambiado nuestras vidas radicalmente. La pandemia provocada por la COVID-19 ha supuesto un desafío para el mundo entero a todos los niveles. Primero, por el riesgo para la salud de las personas. Después, por el confinamiento domiciliario que trajo consigo una doble problemática. Por un lado, el impacto en la estabilidad emocional y psicológica que supuso estar aislados en casa las 24 horas del día durante más de dos meses. Por otro lado, este mismo encierro implicó el cese de cualquier actividad comercial, lo que tuvo claras consecuencias negativas para la economía de muchas familias, así como del país en su conjunto. Las relaciones de pareja también han sufrido los efectos de la pandemia y se han visto sometidas a una prueba de fuego. El impacto de la COVID-19 ha mostrado dos vertientes: parejas que han salido reforzadas y otras que se han visto abocadas a la extinción.

El encierro ha funcionado como un catalizador en las relaciones, para lo bueno y para lo malo. Varias parejas se reforzaron gracias a la convivencia. Otras, separadas por obligación, dieron rienda suelta a su imaginación para tratar de superar la distancia. En el otro extremo, algunas se vieron sobrepasadas por la situación y su historia de amor se rompió en pedazos.

Carmen y Alberto son un claro ejemplo de cómo salir reforzado de una difícil e inesperada situación, como fue la del inicio de la pandemia. A principios del año 2020, la pareja se casó y se compró una casa. «Nos casamos a finales de 2019 y decidimos comprarnos un piso nuevo en el centro de Madrid». A los pocos meses, el coronavirus asoló al mundo entero. «Los primeros días fueron extraños, pero enseguida nos acostumbramos a estar todo el día juntos. Alberto teletrabajaba desde nuestro cuarto y yo desde el salón. Nos respetamos en todo momento, y aunque tuviéramos alguna discusión (normal por la situación que todos vivimos), nuestra relación salió reforzada. Diría que compartir tanto tiempo nos sirvió para reencontrarnos», asegura Carmen a Variación XXI.

Tan afianzada ha salido la relación que, a los pocos meses del inicio de la pandemia, la pareja decidió tener un bebé. «Tuvimos mucho tiempo para reflexionar sobre nuestro futuro durante los meses duros de confinamiento. Probablemente si no hubiera habido pandemia, por culpa de nuestros horarios de trabajo y la mala conciliación, no nos hubiéramos planteado ser padres el año pasado. Lo vimos como una oportunidad», indica Alberto.

 

La otra cara de la moneda

Por otro lado, durante los meses de confinamiento en los que las parejas compartían el mismo espacio vital durante todo el tiempo, se han podido percibir discusiones y disputas. A la mala situación emocional a nivel individual, provocada por la crisis sanitaria, se sumó la ausencia de un espacio propio que sirviera como vía de escape y reflexión. No se podía salir a la calle, ni desconectar. Según el psicólogo y sexólogo Aitor Grimaltos, las parejas que vivieron el confinamiento en casas muy pequeñas lo han llevado peor, porque no han podido aislarse y desconectar, ya que se necesita un espacio propio al que poder retirarse. «Las parejas que estuvieron en estas circunstancias han tenido más discusiones», señala el terapeuta experto en parejas.

Es el caso de Cecilia y su expareja. Ella reconoce que no atravesaban su mejor momento y que la COVID-19 hizo que afloraran las rencillas y rencores del pasado. Asegura que el confinamiento fue «la gota que colmó el vaso». «En abril de 2020 decidimos romper porque discutíamos a diario, y la situación no era sostenible. Yo me quedé con el piso de alquiler y mi excompañero se fue a vivir a casa de unos amigos», señala Cecilia. «La pandemia me sirvió para darme cuenta de lo bien que se está sola, y de lo necesario que es tener un espacio propio», sentencia. En relación a crear nuevas relaciones, ya sean de amistad o de pareja, piensa que, pese a la vacunación masiva, «este no es el mejor escenario para conocer gente».

Según el CIS, el 14,6 % de los españoles encuestados reconoce haber aumentado el tiempo de discusión con su pareja. Según la psicóloga Sara Novoa, han sido muchos los factores que han podido afectar a la estabilidad de las relaciones íntimas.

 

 

De esta forma, la pandemia de la COVID-19 y el confinamiento han influido negativamente en los individuos y sus relaciones sentimentales. Esto se ha reflejado en los datos relacionados con los divorcios, una vez terminó el encierro y los procesos administrativos se reactivaron.

 

Un aumento en las cifras de divorcios

Las cifras de los divorcios muestran que la paralización de los juzgados por el confinamiento, en marzo de 2020 dio lugar a una disminución de casos de divorcio. Por el contrario, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en su estadística trimestral, refleja que se experimentó un notable crecimiento en el segundo trimestre de 2021, con respecto al mismo período de 2020.

Según los datos del CGPJ, el número total de demandas de divorcio entre marzo y junio de este año fue de 26.752, un 62,2 % más que en el mismo periodo de 2020. Son, precisamente, los meses de encierro y de paralización de los juzgados, lo que explica tal disminución. Después de esta bajada de casos de divorcio sin precedentes, las separaciones crecieron en el primer trimestre de 2021 un 5,7 % con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando todavía no había pandemia. Es necesario tener en cuenta que estos datos del CGPJ son exclusivamente de parejas con una relación conyugal, y que quedan excluidas aquellas parejas de hecho que no se han casado.

 

Parejas y pandemia COVID-19

Pareja discutiendo en una consulta psicológica / Pexels

 

Cada vez menos bebés

Por otro lado, no se puede pasar por alto que los nacimientos están intrínsecamente relacionados con las parejas. Por eso, el impacto de la COVID-19 en las relaciones íntimas repercute también en las cifras de natalidad.

En enero de 2021, se produjo una bajada del 20 % en la natalidad con respecto al año anterior. La COVID-19 ha acentuado la tendencia decreciente de los índices de natalidad que arrastra España en los últimos tiempos. Si al inicio de 2020 ya hubo una disminución del 1,9 % en el número de nacimientos, sin existir la influencia de la pandemia, el inicio de 2021 ha confirmado la tendencia a la baja: -8,75 %.

El confinamiento no produjo un baby boom, tal y como se especulaba a mediados de marzo de 2020. De hecho, la pandemia ha producido un descenso pronunciado en las tasas de natalidad, no solo de España, sino también de otros países, como Portugal (-6,6 %) o Italia (-9,1 %). Estas cifras proceden del análisis de los datos de 22 países con rentas per cápita elevadas llevado a cabo por la Universidad de Bocconi (Italia), publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Después de tocar fondo en el mes de diciembre de 2020, con 23.415 nacimientos (el valor más bajo desde 1941), a lo largo de este año 2021, la tendencia ha ido mejorando. Miguel Fernández es enfermero en el Hospital de Basurto, en Bilbao. Fernández lleva a sus espaldas más de 15 años como enfermero de urgencias y ha podido observar cómo disminuyó el número de ingresos para dar a luz. En base a lo observado, Fernández considera que las malas cifras de finales del año 2020 están causadas por «el estrés, o la incertidumbre».

En el mes de marzo de 2021, según el INE, el número de nacimientos rozó la cifra de 30.000. Este aumento del 2,5 % se puede deber a que nueve meses antes (junio del 2020), se produjo el fin del primer estado de alarma. «Muchos proyectos familiares se vieron congelados en marzo. Ante la buena situación del verano de 2020, con mensajes positivos sobre la COVID, decidieron reactivar los planes de ser padres pospuestos meses atrás», asegura Fernández. El enfermero desea que pronto esta crisis sanitaria sea historia y vuelva a crecer la natalidad en España.

Cabe destacar que estos números no son definitivos ni establecen una conclusión irrefutable, ya que la pandemia de COVID-19 no ha llegado a su fin. Si bien es cierto que durante 2020 no hubo un baby boom, no se puede saber con certeza si, cuando termine esta situación anómala, los datos reflejarán otra realidad.

2020 cerró como un año negativo para la natalidad, con 338.000 nacimientos, 20.000  menos que el año anterior. La cifra ha ido cayendo año tras año: 370.000 en 2018; 391.000 en 2017. El psicólogo y sexólogo Aitor Grimaltos considera que seguirá descendiendo: «Probablemente siga cayendo en picado porque estamos intentando salir del modelo de relación que lleva instaurado décadas por nuestros padres y abuelos en el que solo hay un modelo de familia, padre, madre e hijos». Según el experto, los jóvenes tienen una mayor percepción de la precariedad laboral y la crisis económica, y «buscan enamorarse, pero siendo conscientes de que no pueden traer un hijo al mundo si no puedes cuidarlo y consentirlo».

 

¿Las parejas LGTBI+ se ven afectadas de diferente manera?

En la actualidad, existe una amplia diversidad en lo que se refiere a relaciones sexoafectivas. Pero las que establecen los miembros del colectivo LGTBI se ven afectadas por una mayor desigualdad y discriminación en distintos ámbitos de su vida diaria. La conversación con Aitor Grimaltos, psicólogo, sexólogo y experto en terapia LGTB, para Variación XXI inició con la intención de conocer si existía una diferencia real entre cómo ha afectado la pandemia a las parejas LGTB y a las parejas heterosexuales. Sin embargó, concluyó en una profundización en la diferencia de problemáticas entre las parejas homosexuales y heterosexuales, los motivos por los que unos acuden más a terapia y la importancia que tienen, para las personas del colectivo, las aplicaciones como intermediario para establecer relaciones sentimentales y sexuales.

 

 

La tecnología, una solución para mantener el contacto en las relaciones

El CIS publicó en 2021 un informe basado en 2.972 entrevistas, en relación con las relaciones afectivas y amorosas durante la pandemia. El primer dato que arroja es la crítica a las relaciones que surgen a través de internet: la mitad de los encuestados piensan que en este tipo de relaciones hay menos confianza, compromiso, intimidad, sinceridad. Y, además, el 50 % también considera que implican más infidelidad. El 85 % de los encuestados aseguran no haber usado nada frecuentemente internet para ligar durante la pandemia.

Sin embargo, el otro 15 % que sí ha recurrido a Internet para establecer una relación afectiva asegura tener motivos de peso para hacerlo. Según Enrique Moya, «Primero, fue el confinamiento y, después, cuando nos dejaron salir a la calle, las medidas sanitarias. Era imposible conocer a gente con tantos obstáculos, bares y discotecas cerrados, restricciones de movilidad… Al final, recurres a aplicaciones de citas para poder quedar con nuevas personas». Además, asegura que si no hubiese habido pandemia, no estaría con su actual novia. «La conocí gracias a una de estas aplicaciones. Ambos tenemos muy claro que, de haber estado en una situación normal, nunca nos habríamos conocido».

Para otras parejas más afianzadas que no vivían juntas, la tecnología también ha sido un aliado para evitar el distanciamiento.

 

 

Aunque la tecnología haya sido una solución práctica para muchas parejas, evidentemente no ha conseguido reemplazar el contacto físico. Es el caso de Ainoa y Guillem que, a pesar de la distancia, no han querido estar mucho tiempo sin verse en persona. Ella en Madrid y él en Barcelona, hicieron lo imposible para que, en 2020 e inicios de 2021, las restricciones de movilidad no limitasen sus momentos en pareja.

 

 

En conclusión, la pandemia de COVID-19 ha provocado grandes cambios en todos los ámbitos sociales. Las parejas han visto alteradas sus rutinas y sus relaciones íntimas. Para muchas personas, ha sido una época de dificultades y crisis que ha derivado en la ruptura con sus parejas. Para otras, ha sido una oportunidad de fortalecimiento y superación de retos que ha tenido como resultado grandes historias de amor. Sin embargo, no hay que olvidar que la pandemia aún no ha terminado. Por lo que habrá que esperar a que llegue a su fin para saber qué otros impactos ha tenido en las relaciones afectivas.

2 Comments

  1. Interesante perspectiva de las parejas LGTBI!

  2. Yo creía que habría un baby boom por el confinamiento, porque tanto tiempo en casa… Interesante, chicas!!

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