Real Betis Balompié: Un equipo que rompe fronteras

• Valdemoro (Madrid) tiene una peña dedicada al Real Betis Balompié

• José María Cáliz (presidente de la asociación) y Gabi (socio) hablan de la historia y del día a día de la peña

En un lateral de la plaza de toros de Valdemoro, tras un mosaico decorado con unos vibrantes azulejos verdes y blancos, se esconde la Peña Bética de Valdemoro. 500 kilómetros separan a esta asociación de la ciudad del Betis, Sevilla; pero la pasión verdiblanca que recoge este pequeño local está igual de presente que en el estadio Benito Villamarín.

Fachada de la Peña Bética de Valdemoro ubicada en la Plaza de Toros del municipio. Fotografía realizada por Laura Salas.

El beticismo se asienta en Valdemoro 

Hace años que la plaza de toros no está en uso, pero el ayuntamiento de Valdemoro decidió darle vida al espacio cediendo una serie de locales; la Peña Bética es la orgullosa dueña de uno de ellos. La asociación se fundó en 1994. Por aquel entonces eran tan solo cinco miembros, ardientes aficionados del Betis que solían reunirse en un bar del pueblo para ver juntos los partidos. Un día se les ocurrió fundar la peña y hoy, 27 años más tarde, son 270 integrantes.

José María Cáliz García, defensor a capa y espada del peñismo verdiblanco en Madrid, es el actual presidente de la asociación. Es andaluz, de Marmolejo (Jaén), pero lleva toda una vida viviendo en Valdemoro y como la ciudad del Betis queda lejos, él hace un esfuerzo diario por mantener la unión y el sentimiento bético en la localidad que ahora es su hogar. «El Betis es universal. Hay béticos por todo el mundo, y Valdemoro no iba a ser menos», expresa Cáliz.

Además, Valdemoro, como muchas otras ciudades del sur de Madrid, tiene la particularidad de tener mucha población andaluza, lo que explica el elevado número de aficionados en la peña. Sin embargo, muchos de estos miembros no tienen relación alguna con Andalucía, pero el Betis, insiste Cáliz, es universal, geográfica y sentimentalmente.

Mapa de las peñas béticas que hay en la Comunidad de Madrid. Realizado por Lucía Fuentes.

En cuanto a la parte económica, la peña se sustenta a través de las cuotas de los socios, así lo estima su estatuto. Se trata de un pago de cinco euros mensuales, que se cobra trimestralmente por el banco. No reciben ningún tipo de ayuda económica del ayuntamiento de Valdemoro, tampoco del Real Betis Balompié, o al menos no directamente, ya que la peña, cuando viaja a Sevilla a ver los partidos, sí puede acceder a entradas con un precio más reducido.

Los miembros de la Peña Bética de Valdemoro, salvo el pago de la cuota, no están obligados a nada. «Eso es lo bonito de esto, que es para el disfrute de todos los socios», manifiesta el presidente. Pueden participar en lo que quieran y cuando quieran. Pero para aquellos socios más activos, siempre hay multitud de actividades que pueden realizar, ya sea ver los partidos, participar en campeonatos, viajar etc. 

Sin límites ni fronteras

Por su historia, la mayoría de personas saben, o al menos intuyen, que el fútbol no es sólo un deporte: es mucho más. Dentro de la cultura española y alrededor de todo el globo, el fútbol se ha convertido en parte de nuestra estructura, configurándose como uno de los grandes pilares de la sociedad. Ya no sólo a nivel económico, sino a nivel humanitario; este deporte supone el detonante de la mayor expresión de emociones para sus aficionados.

Es por eso que, aunque el corazón de la sede física late únicamente los fines de semana y los días de diario en los que el Betis haga rodar el balón, en fechas señaladas también el pueblo de Valdemoro se ha visto bañado por la esencia verdiblanca.  José María Cáliz explica: «Nosotros no sólo participamos con el Real Betis, aunque siempre esté el escudo por delante, también hacemos actividades dentro del municipio». Con estas declaraciones, Cáliz pone sobre la mesa el hecho de que para el Betis, no existen fronteras; y que el fútbol, no se limita sólo al campo de juego.

De este modo, en la noche más mágica del año, es posible ver a las nuevas generaciones de béticos cumpliendo sus sueños en la Cabalgata de Reyes. Entre los directivos construyen la carroza con una potente ilusión y la tarea la culminan los más pequeños. Con su inocente mirada, la noche del 5 de enero, ellos se convierten en los protagonistas y tienen la oportunidad de subirse a lo más alto a tirar caramelos.

Fotografía que refleja la carroza de la Peña Bética de Valdemoro en la Cabalgata de Reyes del año 2014. Realizada por Laura Salas

Aunque la mejor forma de definir una pasión se encuentra en la carencia de fronteras existentes para el individuo que la siente. La Peña Bética no sólo cruza los límites en los días más especiales, sino que además traslada su pasión en los viajes que realiza dentro y fuera del país. Su presidente cuenta con orgullo: «Recientemente hemos vuelto de Leverkusen (Alemania) en una autocaravana. Ahora nos vamos a Glasgow, a principios del mes que viene. Aquí, en La Liga, vamos a todo lo que esté a un radio de 300 kilómetros de Madrid».

Este periodo de convivencia bética es acogido con entusiasmo por los socios como Gabi, quien comenta que uno de los mejores recuerdos que tiene asociados a la peña fue su primer viaje. Cada kilómetro perdurará en su memoria de por vida.

Fotografía de la maleta un socio de la Peña Bética de Valdemoro realizada antes de ir a ver jugar a su equipo en Europa League. Cogida del Twitter de la peña.

«El día previo a ir a un partido es para preparar tu camiseta, tu bufanda, tu bandera, y prepárate la garganta porque el Betis es de animar y de cantar», relata Cáliz. Aunque si algo une a todos los socios es vivirlo con puro nervio. El presidente ve reflejado su juventud bética en las nuevas generaciones: «Yo ya tengo canas y lo llevo de otra manera, pero los chavales que entran como nuevos socios tienen mucha pasión y ganas».

Entre las cuatro paredes de la peña

La sede de la peña da para mucho, pues ligas de futbolín, dardos y billar se suceden en el calendario, bajo una única meta: el disfrute común.

Además, varias jornadas gastronómicas al año favorecen al amistoso ambiente que reina entre los socios, gracias a su inigualable solidaridad. El presidente explica: «La gente trae una serie de alimentos y los ponen como si fuera un autoservicio, te sirves de todo, y la verdad que nos ponemos ciegos a coste cero».

Sin embargo, dejando a un lado las informalidades y la camaradería propia de una reunión entre colegas, también es cierto que se celebran las cenas correspondientes a la Navidad y al aniversario de la fundación con un tinte más burocrático. En ellas, representantes de las instituciones valdemoreñas y del propio Betis, como fue el caso de Alfonso Pérez Muñoz, hace unos años, visitan la peña y a sus aficionados.

Fotografía realizada en el interior de la Peña Bética de Valdemoro antes de un partido. Realizada por Laura Salas.

La pandemia: el peor rival para el Betis

La pandemia por coronavirus no ha entendido de fechas importantes y ha pasado por encima de ellas haciendo que el mundo se parase a su paso. El presidente de la peña comenta: «Me acuerdo que se cerró la sede, fíjate, precisamente jugando contra el Real Madrid, que ganó el Betis». A partir de ese momento, el alma de la peña valdemoreña estuvo apagada durante un año. Gabi, aficionado ligado a la peña, explica: «No poder venir es sufrir y pasarlo mal. Aquí echamos unos ratos muy buenos y estamos en familia».

Fotografía realizada con camisetas del Betis para formar la frase «Yo me quedo en casa». Cogida del Twitter de la peña.

El levantamiento de las restricciones fue la luz al final del túnel, aunque aún quedaba mucho por hacer, pues las distancias mermaron el jolgorio y la fiesta habitual que conlleva un partido del Betis. La mejor definición de este hecho la tiene su presidente: «Es una explosión de alegría, fíjate que te estoy hablando del Real Betis eh, que mucha gente puede pensar: “No, es que el Betis no gana”, bueno pues es que los béticos tenemos eso, un júbilo de alegría siempre, de ahí viene el “manque pierda”».

Aun así, poco a poco, el paso de los días está devolviendo a la peña su habitual rutina. La libertad no entiende de restricciones y los socios ya pueden disfrutar de los partidos de su equipo codo con codo.

No hay quien pueda con esta afición

Así reza una de las líneas de las tres estrofas que componen el himno bético. El conjunto sevillano es uno de los clubes españoles que más arropado se siente cuando salta al terreno de juego. Y no es para menos, pues se trata del cuarto en número de socios a nivel nacional, rebasando ampliamente los 50.000 aficionados. Del mismo modo, ostenta la cuarta posición en lo que a peñas se refiere, con 471 agrupaciones repartidas a lo ancho y largo del globo, según fuentes del propio club.

Allá donde vaya, miles de gargantas lo acompañan. Desde España a Europa, pasando por Estados Unidos, Argentina o Suecia. El carácter universal expone la intensidad del sentimiento verdiblanco. La entrega de la afición forma parte de ese pacto entre club y aficionado, aunque desde la Peña de Valdemoro, sienten que no es del todo redondo. «Desde mi punto de vista se nos debería tener más consideración porque las peñas somos el motor del beticismo», reconoce José María Cáliz durante la entrevista.

Y es que, el presidente tilda de buena la relación entre la entidad y las agrupaciones de aficionados, pero desea contar con más peso: «Tenemos un presidente de la federación de peñas que las gestiona, pero creo que podríamos tener más relevancia porque sólo podemos reivindicarnos en las asambleas». Su ambición la lleva más allá: «Deberíamos estar dentro de la dirección del Betis, tener una representación más fuerte».

Interior de la Peña Bética de Valdemoro con algunas camisetas del equipo y fotografías de los abonados a la peña.

De las 471 peñas que congregan la pasión por el Betis en el mundo, otras cuatro tienen su sede en Madrid. La relación con ellas es «una maravilla», y es que a todos los une y los mueve el mismo escudo. Sin embargo, cuando los colores cambian, pero el sentimiento de pertenencia se mantiene, la relación sigue estando. Si hay un deporte capaz de hermanar y romper barreras, ese es el fútbol. Atlético de Madrid, Real Madrid y FC Barcelona son otros clubes con representación en Valdemoro. A pesar de defender a distintos equipos, José María Cáliz reconoce la afinidad que hay entre ellos. Porque el fútbol es así, un deporte capaz de unir nuestras diferencias en un todo común.

El Betis también son ellas

El mundo del fútbol femenino llama cada vez más la atención. Ya no se trata de una cuestión de futuro, sino de una realidad del presente. Las mujeres han conseguido hacerse un hueco en los deportes antiguamente denominados «para hombres», demostrando que son igual de aptas que sus compañeros varones. 

En lo que respecta al Betis, éste es un club multidisciplinar con equipo femenino de fútbol, el Real Betis Féminas; equipo de baloncesto, el Coosur Real Betis; y de fútbol sala, el Real Betis Futsal. Todos y cada uno de ellos asentados en la máxima categoría de sus respectivas disciplinas. Aunque el primer equipo masculino de fútbol se adueñe de prácticamente la totalidad del sentimiento, en las barras franjiverdes la pasión va más allá. «Todo lo que sea de la marca Betis tendrá el apoyo de la peña bética de Valdemoro», sentencia el presidente José María Cáliz. Sin embargo, el mandatario reconoce que falta adhesión: «El concepto multidisciplinar aún no está arraigado, no tenemos conciencia de que hay algo más allá del fútbol».

Pero si un equipo está apoderándose de las miradas de la afición verdiblanca, es el femenino: «Nos encantan las féminas porque lo dan todo, son luchadoras y me encanta, para nosotros son las guerreras verdiblancas», explica José María Cáliz con una sonrisa rebosante de orgullo.

Mucho más que un deporte

«¿Qué significa para mí? El Betis es mi vida», asegura José María Cáliz García con los vellos de punta, visiblemente emocionado. Y es que para él, igual que para millones de personas, el fútbol significa algo más que ver correr detrás de un balón a un puñado de futbolistas por todo el campo. Más allá del impacto cultural y económico, para sus seguidores esos noventa minutos lo abarcan todo: sueños, frustración, entrega, pasión y ganas. Una montaña rusa de emociones, donde jugadores y afición se transforman en uno y luchan codo con codo en el estadio. 

La Peña Bética de Valdemoro lo apuesta todo a su equipo: «Ya lo dice la canción “estamos locos de la cabeza” y es verdad, para mí el Betis es una filosofía, es una forma de vida», expresa también Cáliz. No importa si se gana o se pierde, siempre se aprende algo nuevo de cada partido, porque el fútbol para ellos es mucho más que un deporte. 

Además, los aficionados verdiblancos no son sólo una simple aglomeración de gente, sino un sentimiento de pertenencia a algo tan grande que transforma a conocidos en amigos, y a los amigos en familia. Gabi, el aficionado de la Peña Bética, lo tiene claro en cuanto al Betis: «Es una pasión, y por lo tanto es lo más grande que hay». 

Gambrinus de la cerveza Cruzcampo personalizado con la camiseta del Betis. Se encuentra en la fachada de la Peña. Fotografía realizada por Laura Salas

De abuelos a nietos

El fútbol es capaz de movilizar sentimientos y emociones, pero sobre todo puede influir en el comportamiento de las personas que lo siguen desde cerca, dentro y fuera del campo, a través de los valores que consigue transmitir. Si algo tiene la peña del Betis, es que es un espacio familiar que se transmite de generación en generación. «De abuelos a nietos», ese es su lema. Es por eso que intentan dejan atrás las ideologías más radicales de los hinchas del fútbol y se centran en disfrutar al máximo de su equipo de la manera más sana. «Es una gran familia en la que predomina el respeto además de mucha alegría», aclara Gabi.

En cuanto al equipo, José María Cáliz tiene claro que el Betis tiene unos valores fundamentales que van mucho más allá de simplemente ganar títulos: «Si te das cuenta, cada vez que el Betis ficha a un jugador de donde sea, no te ha fichado solamente a un buen jugador, te ha fichado a una buena persona», explica el presidente de la peña.

Cartel del Real Betis vs Atlético de Valdemoro, del año 1986 en la Copa del Rey. Fotografía realizada por Laura Salas.

Porque al fin y al cabo, en un partido puede pasar de todo. No sólo ha de tenerse en cuenta la técnica, porque los jugadores también se enfrentan en cada encuentro a la toma de múltiples decisiones que serán decisivas en el terreno de juego. Es por eso que, tomarlas en función de valores como el esfuerzo, la honestidad o el respeto al contrario, les ayudará a marcar la diferencia en el campo.

Mitos y recuerdos del Betis

Ningún deporte es capaz de generar lo que genera el fútbol,  que consigue levantar pasiones por todo el globo. Tanto es así que, como ya se ha visto antes, se trata de uno de los negocios más lucrativos del planeta, pero también una forma de vida para sus seguidores más fieles. Muchos jugadores serán recordados a lo largo de la historia por sus números, sus hazañas y los sentimientos de los que llenaron las gradas. Sin embargo, José María Cáliz advierte: «Hay una cosa que decimos los béticos y es que no hay que engrandecer a ciertas personas porque realmente es el Betis el que siempre va a estar». Aun así, ni él se resiste a tener sus favoritos verdiblancos. 

Como entrenador,  Cáliz se decanta por Lorenzo Serra Ferrer. «Con él conseguimos una copa del rey, jugamos otra final y tuvo un nivel con el equipo muy grande, quedó tercero en la Liga y siempre quedaba en puestos europeos», aclara el presidente de la peña. Por otro lado, es contundente en cuanto a quién ha sido su debilidad en el juego: «Mis referentes, aparte de Gordillo que es un mito y Joaquín que ahora también es un mito, a mí quién me ha llamado toda la vida de dios; y me cambié de número, que mi número favorito era el siete; ha sido Jesús Capitán», expresaba con entusiasmo. Pues Capi para él, aparte de ser una buena persona es un jugador que siente el fútbol.

Por otro lado, haciendo eco de que el fútbol bético no es únicamente unos cuantos mitos o leyendas, sino el equipo del Betis como tal, diremos que una de las mejores experiencias de este deporte es vivirlo como afición, como parte de un grupo unido a una misma causa. Es por eso que, tanto el presidente de la Peña Bética de Valdemoro, como Gabi en representación de los aficionados, rescatan como memorables algunos de sus recuerdos más íntimos con el club: «Leverkusen en autocaravana, ¿qué te puede unir más con tu gente? 1800 km para allá y para acá, haces una unión de familia. El día a día es el que me hace sentir y vivir el Betis», decía Cáliz con emoción; mientras que Gabi expresaba que sus momentos favoritos, habían sido el viaje que hizo con la peña y el triunfo que el Betis ganó en el 77.

Bandera de Andalucía con el escudo del Betis, además de algunos momentos de la historia de la peña. Fotografía realizada por Laura Salas.

Un sentimiento verdiblanco

En medio de todo lo que rodea al conjunto bético, está su afición. A veces se la ve más triste y otras más entusiasta; pero lo que siempre hace es mantenerse fiel al equipo, caminando junto a él pese a las dificultades. En toda su historia, ésta ha visto al Betis en sus momentos más altos y en los más bajos; en Primera, en Segunda e incluso en Tercera División. Daba igual, porque siempre ha permanecido a su lado. 

Ahora, sus aficionados tampoco ponen límites al sentimiento verdiblanco que los une. «Veo al equipo bastante mejor que otros años y quedará puestos por encima que en anteriores ocasiones», asegura Gabi. Aun cuando la visión es algo más pesimista no se abandona el deje de esperanza, como en el caso de José María Cáliz: «Bueno, ahora justo hemos pasado un bache de tres partidos, hasta estos tres partidos el Betis era el equipo que menos había perdido en todo 2021 en las grandes cinco ligas de Europa. Entonces hemos tenido tropiezos y te surgen dudas, pero yo confío mucho en Pellegrini», aclara.

Fotografía de una de las esquinas del estadio Benito Villamarín. Realizada por Laura Salas.

Ambos coinciden en que el Betis es capaz de lo mejor y lo peor, pero se adaptan a su ritmo y sobre todo: confían. Y es que, ya lo dice esa frase legendaria que da la vuelta al mundo «del Betis manque pierda».