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periodismo universitario en internet

La creatina y la hipertrofia muscular: ¿doping?

Ilya Itch, culturista natural / Alejandra Yedra

  • El uso de la creatina como una ayuda externa a la hora de mejorar el rendimiento físico se ha extendido entre los deportistas desde su descubrimiento en la década de los 90

  • Los culturistas naturales, como Ilya Itch, defienden su uso acompañada de ejercicios de fuerza

La suplementación dietética es empleada frecuentemente en el ámbito deportivo, siendo la creatina una de las sustancias más cotizadas. Su gran repercusión mediática tuvo lugar en la década de los 90, cuando comenzó a usarse por los atletas ingleses en los Juegos Olímpicos de Barcelona, aunque no ha sido hasta hoy que se ha tomado conciencia sobre ella gracias a la publicación de estudios concluyentes sobre sus repercusiones. Sin embargo, pese a ser el suplemento deportivo más investigado, sigue existiendo, a nivel general, una falsa asociación de este a los efectos de las sustancias anabolizantes.

¿Qué es la creatina?

La creatina es una sustancia frecuentemente consumida por deportistas, pues su empleo se sustenta en la mejora del rendimiento deportivo. De hecho, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) permite su uso.
Este suplemento fue descubierto en 1832, sin embargo, no fue hasta una década más tarde que no se empezó a utilizar.
A nivel orgánico, el músculo esquelético que conforma nuestro organismo emplea trifosfato de adenosina (ATP) como medio para producir la energía necesaria para generar la actividad motriz. Este sistema supone la primera fuente energética que se utiliza a nivel muscular cuando se agotan las reservas de ATP en el músculo.

Fórmula química de la creatina monohidratada / Química Alkano

La creatina es un compuesto que puede encontrarse en alimentos como son pescados, moluscos o carnes rojas, así como leche y huevos. En este sentido, llevando una dieta equilibrada se conseguirían unos niveles suficientes de creatina para realizar las funciones vitales. La ingesta normal dietética es de un gramo al día, el resto, hasta llegar a dos gramos aproximadamente, es producida de forma endógena por nuestro organismo.
El monohidrato de creatina es el suplemento que más se ha comercializado y del que más investigaciones científicas se han publicado.
En cuanto a la dosis diaria, la Sociedad Internacional de Nutrición en el Deporte (ISSN) indica que el empleo de creatina en fase de carga sea de aproximadamente 0,3 g/kg/día.

Monohidrato de creatina de 300G neutra, de la marca Biotech / CerreFit

La toma de este suplemento supone mejoras en el rendimiento físico en deportes en los que se realicen ejercicios de 2 a 30 segundos a alta intensidad y con descansos de corta duración entre series. Por otro lado, otro efecto que se produce es el aumento de masa muscular libre de grasa, con una mejora de la fuerza y potencia muscular tras 5-7 días de suplementación, siendo este efecto mayor en hombres que en mujeres. Asimismo, también destaca una mejor tolerancia de los ejercicios realizados a altas temperaturas. Gracias al efecto osmótico que se genera se incrementa entre medio y un litro de agua,lo que supone un aumento de peso proporcional que sufre el individuo, generando, de esta forma, hipertrofia muscular.

¿Qué son las sustancias anabolizantes?

En cuanto a los anabolizantes o también conocidos como esteroides, son muchos los tipos, y pueden ser tanto  orales como inyectables.
El ser humano posee una serie de hormonas esteroideas naturales que son sintetizadas a partir del colesterol. Entre ellas podemos destacar el cortisol, la aldosterona, el estrógeno, la progesterona y la testosterona. Sin embargo, en este caso haremos especial hincapié en la testosterona, ya que entre sus funciones se encuentra la hipertrofia muscular.
Asimismo, entre los anabolizantes orales más empleados nos encontramos con anadrol, oxandrín, dianabol y winstrol, y los inyectables como Deca-Durabolín, Durabolín, Depotestosterona, Equipoise y Tetrahidrogenasa.

Efectos de la creatina y la testosterona a nivel hipertrófico

Según un estudio realizado por la Universidad de León, se demostró que los individuos que combinaron el entrenamiento de fuerza con el consumo de creatina incrementaron su fuerza. Asimismo, queda plasmado un aumento de la masa magra, tanto en hombres como en mujeres, siendo en estas últimas menor. De esta forma, comprobamos que las mujeres obtuvieron un aumento de 2,5kg, mientras que en los hombres el aumento fue significativamente mayor de 3,6kg. Por tanto, el entrenamiento de fuerza en combinación a la ingesta de creatina aumentó aún más la masa muscular.

Resultados de la fuerza muscular y la masa muscular de los sujetos bajo estudio. / Efectos de un entrenamiento de fuerza y de la utilización de creatina en la prevención de la sarcopenia en personas de edad avanzada, Carlos J. Padilla Colón

Por otro lado, y de acuerdo con un estudio realizado por Bhasin en el que se analizó a deportistas que consumían esteroides y más concretamente 600mg de testosterona, ganaron en torno a 6,1kg de masa magra, es decir, músculo libre de grasa. Lo que sería un equivalente a 3-4 años de entrenamiento de fuerza en deportistas naturales. Esto demuestra la gran diferencia que hay a nivel de hipertrofia el consumo de una sustancia u otra. De hecho, tal y como explicaba Antonio Ramos Gordillo, «la testosterona es la hormona madre, de ahí parte el resto», ya que una gran parte de los atletas que practican deporte de fuerza consumen derivados de esta hormona.
Tal como nos explica Ilya Itch, culturista natural de origen ruso-francés, tras 6 años de consumo de creatina en combinación con un entrenamiento de fuerza, él sí ha notado cambios significativos a nivel de hipertrofia, aunque no exclusivos. Afirma que su uso ha favorecido su nivel de rendimiento y de recuperación muscular y, por ende, su capacidad para aumentar el volumen y la intensidad de los entrenamientos, con el consecuente aumento de la masa muscular.

Por otro lado, defiende que existen «dos bandos» en cuanto al desconocimiento general que existe con respecto a la suplementación deportiva: aquellos que consideran estos suplementos -entre ellos la creatina- como productos dopantes por mera desinformación, y los que han investigado sobre el tema y han comprobado que existe una evidencia científica que corrobora los efectos beneficios para la salud y el rendimiento deportivo. Asimismo, afirma que el consumo de esteroides ha de combinarse también con entrenamientos de fuerza para apreciar una clara mejoría en el crecimiento muscular, no basta con usarlos.
Hay que destacar que el deportista ha sido tajante en su conclusión: «Quien quiera usar sustancias dopantes que lo haga si su objetivo es más importante que su salud».

Espantada de culturistas en una competición de culturismo natural

En 2018 varios culturistas abandonaron la competición en cuanto se les informó de que se realizarían pruebas anti dopaje, así como afirmó Daniel Prada, miembro de la Asociación Española de Culturismo Natural (AECN), es imposible lograr de forma natural un cuerpo como el que se presenta en competiciones no naturales, pues existe un límite.
En su día, el propio Arnold Schwarzenegger, quien ganó el Míster Olympia seis veces consecutivas en la década de los 70, consumía anabolizantes, como ya ha admitido.

Schwarzenegger en la competición de Míster Olympia 1974 en el Madison Square Garden de Nueva York / RMY Auctions

Desconocimiento general acerca de la suplementación deportiva

Sin embargo, pese a las evidencias científicas existentes, aún sigue habiendo una clara confusión en la población con respecto a la suplementación deportiva y las sustancias dopantes. Tal es el caso que, tal como hemos podido comprobar según un muestreo a pie de calle, en torno a un 75% no había oído hablar siquiera de la creatina y, además, quienes sí la conocían creían que se trataba de un anabolizante.

 

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