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periodismo universitario en internet

El auge de la estética

MUJER, PREOPERATORIO, PORTADA

Una mujer se somete a un preoperatorio/ FUENTE Clínica cirugía plástica y estética Kyrschbaqm

  • La cirugía y la medicina estética son dos conceptos distintos, aunque la sociedad lo confunde.

  • Las redes sociales y su forma de banalizar la vida han contribuido al aumento de los complejos.

La cirugía estética en España ha aumentado exponencialmente, posicionándolo en el ranking de los 5 países que más intervenciones realizan. Según el informe de la Sociedad Española de Medicina Estética se han realizado cerca de 900.000 tratamientos medico estéticos durante 2021. Solo Estados Unidos, Brasil, México y Alemania se sitúan por delante. En los últimos años se ha producido un aumento de las intervenciones debido a la mejora exponencial de las técnicas, y sobre todo, a la influencia que ejercen día a día las redes sociales sobre la autoestima y la imagen de las personas; los filtros, la idealización de otros o las comparaciones. Por ello, se ha popularizado la creación de clínicas estéticas low cost dirigidas a todo tipo de públicos con mayor o menor poder adquisitivo ya que las listas de espera de la Seguridad Social y sus criterios sobre lo que es complejo y lo que no, no responden a las demandas de los pacientes. 

En cuanto a la medicina estética, la cirugía estética o plástica, cabría señalar que no significan lo mismo, aunque se haya popularizado la idea de que sí lo son. Por un lado, hablamos de medicina estética cuando se lleva a cabo un tratamiento no invasivo, en el que se mejora el aspecto físico de un individuo sin utilizar bisturí de por medio. La naturalidad e instantaneidad de los resultados, el poco tiempo de recuperación o la asequibilidad de los precios, son algunas de las razones por las que 231. 606 ciudadanos españoles según el ISAPS optaron por este tipo de medicina en el año 2020.  Entre los métodos más utilizados se encuentran: la toxina botulínica o el ácido hialurónico. Por otro lado, si nos referimos a la cirugía estética, debemos definirlo como las intervenciones quirúrgicas que modifican una parte del paciente por petición del mismo, con un complejo como impulso de querer una transformación. En cambio, la cirugía plástica y reconstructiva es la que se ejecuta para dar solución a los defectos que han ocurrido tras una enfermedad o accidente. Por ejemplo, mastectomías, malformaciones o quemaduras. 

Los métodos que tienen que ver con modificaciones estéticas, se han beneficiado de la evolución tecnológica que ha vivido la sociedad en general, y ha mejorado indudablemente sus procesos y resultados. Muestra de ello, es la técnica «Rinoplastia Ultrasónica», que consiste en una leve incisión con una sonda de ultrasonidos que corrige las estructuras óseas de la nariz sin dañar tejidos blandos ni vasos sanguíneos. Aunque este proceso aún conlleva una intervención quirúrgica, cada vez existen más tipos de defectos que se pueden solventar con medicina estética sin necesidad de recurrir a la cirugía. Un claro ejemplo de ello es el estiramiento facial con hilos tensores, radiofrecuencia facial o toxina botulínica que tienen exitosos resultados y con invasión cero.

 

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Grafísmo sobre las intervenciones estéticas con y sin cirugía/ Mara Rodríguezcirugía, intervenciones, estética

 

La innovación se ha entrelazado con la normalización, por lo que cada día resulta menos extraño confesar que quieres hacerte un retoque o que ya te lo hiciste. Los complejos se encuentran en todos los géneros, aunque algunos son más frecuentes en unos que en otros. Por un lado, según cuenta el doctor Julián Bayón en una entrevista concedida a Vozpópuli, «Los hombres buscan, sobre todo, mucha hidratación con ácido hialurónico no reticulado» mientras que la doctora Bañón de la Clínica de Medicina Enea habla de que lo más demandado por este género es la toxina botulínica, que va enfocada a prevenir y tratar arrugas o disminuir las líneas de expresión facial. Sin embargo, el injerto capilar es la mayor demanda entre los hombres «El pelo me proporciona mucho seguridad, no sé realmente por qué, pero tengo claro que desde que me lo pueda permitir me voy a hacer un injerto de pelo»  afirma Sergio Sánchez, un joven de 25 años que comenzó a sufrir alopecia desde que comenzó la pubertad. En el caso de las mujeres, las demandas estéticas más habituales son las rinoplastia, o el aumento de pecho como nos cuenta Beatriz Martín.

 

¿Por qué se les llama clínicas de cirugía estética low cost ?

La medicina estética, plástica y modeladora es una especialidad de la medicina que tiene años de trabajo para el médico que lo estudia. Se trata de una especialización minuciosa en el que por mejorar la vida del paciente se puede quedar en la mesa de operación. 

Pues bien, algunas clínicas low cost ofrecen ofertas, que pueden llegar a ser atractivas para el cliente incluso llegando a considerarlas «gangas», lo que no saben, es que detrás de esos precios hay médicos sin la certificación y acreditación que exige la legislación española.

El Doctor Díaz Gutiérrez recalca que en las clínicas low cost el paciente es atendido por un comercial sin ningún criterio médico, mientras que en clínicas que no son low cost, el paciente es visto por el cirujano que le va a operar desde la consulta de reconocimiento, haciéndole un seguimiento durante todo el proceso, además de un asesoramiento

El paciente que acude a una clínica low cost se expone a ser tratado por médicos no especialistas en la materia que realizan este tipo de intervenciones sin ningún pudor provocando infecciones, perforaciones, deformaciones que el paciente no tenía. 

La problemática de esta situación es que no tiene regulación específica. Existe la Sociedad Española de Cirugía Plástica, que establece unos códigos deontológicos a la hora de tratar al paciente,«pero en muchas ocasiones no se cumplen», dice el Doctor Díaz Gutiérrez.

«Las consultas para arreglar los destrozos de una primera operación puede suponer entre el 40% y el 50% de las visitas que recibo» Afirma el Doctor en una entrevista para La Sexta

En muchas ocasiones, los pacientes no son informados sobre los peligros a los que se exponen cuando entran en un quirófano o simplemente darles el consejo de no operarse.

«A veces hay que decirles que no. Eso es una realidad y es la primera actuación como médicos y explicarles los pros y los contras, no solamente enseñarles la parte bonita» apunta el Doctor Díaz Gutiérrez.

No todo el low cost es malo, pero los doctores recomiendan siempre que el paciente se informe antes de acudir a cualquier clínica, conocer los derechos como paciente, solicitar la acreditación y verificar la formación del cirujano.

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Mujer siendo pinchada/ Adobe Stock

 

¿Qué debe ofrecer una clínica de cirugía estética de referencia?

Una clínica de cirugía estética debe ofrecer un equipo de médicos experimentados, especializados en la materia, que te acompañen desde la primera consulta hasta las revisiones postoperatorias.

Deben de contar con centros hospitalarios de referencia que cuenten con salas de reanimación, UCI, bancos de sangre, etc, para una rápida reacción en el caso de que algo saliera mal.

La cirugía plástica no debería considerarse como un negocio, hay vidas humanas en juego.

 

Intervenciones estéticas en la Seguridad Social

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Intervención quirúrgica/ Google Image

Según el Real Decreto 1030/2006 de 15 de septiembre, se excluye de la sanidad pública todos los procedimientos con finalidad estética que no guarden relación con accidentes, enfermedades o malformaciones congénitas. Pero, según el Doctor Díaz: «El problema es que esto se mueve en una delgada línea de aquí paso y no paso.»

Y es que para entender las excepciones que puede hacer la Seguridad Social, primero debemos entender que, dentro de la medicina hay dos ramas principales:  la medicina curativa y la medicina satisfactiva

La curativa tiene por objetivo la conservación o recuperación de la salud en cualquiera de sus manifestaciones. La satisfactiva, por su parte, trata de responder a demandas en el terreno del mejoramiento o del bienestar personal

La medicina curativa es recogida por la sanidad pública. Pero la medicina satisfactiva solo en ciertos casos: por un lado encontramos la cirugía reparadora, que se encarga de restaurar la función y el aspecto de lesiones causadas por accidentes, enfermedades o anomalías congénitas. Y por otro, la estética o cosmética, que interviene a pacientes sanos que quieren corregir ciertos aspectos de su físico. 

La seguridad social asume las intervenciones que se encuentran dentro de la cirugía estética reparadora por considerarlas medicina curativa. Pero la decisión es siempre valorativa. Y esta, según el Doctor Díaz, depende  «del centro hospitalario, de la comunidad autónoma y, esperemos que no, del propio profesional. Porque normalmente en los hospitales todos nos movemos por protocolo». El aspecto de una persona y su estado de salud suelen ir de la mano. Por ello es importante que, si la operación se va a realizar en el ámbito público, haya un tribunal que determine si debe ser realizada o no. En general, los candidatos a quienes aceptan intervenir suelen mostrar la gran mella que provoca ese complejo en su salud mental o el riesgo que supone el problema para el paciente.

Según el Instituto Español de Cirugía Plástica, las intervenciones más comunes cubiertas por la entidad pública son: la cirugía de abdomen para evitar problemas de espalda, hernias, úlceras o para subsanar dolencias de aquellas personas que hayan perdido grandes cantidades de peso y su piel y músculos se hayan visto afectados. La cirugía mamaria para corregir asimetrías, para su reconstrucción tras un cáncer,  la reducción de ellas para subsanar dolores de espalda o para eliminación de la ginecomastia, que es el aumento de tejidos de las glándulas mamarias en niños y hombres. La otoplastia, en el caso de que exista una deformidad y esto conlleve a una gran afectación psicológica. La rinoplastia para solventar problemas respiratorios o traumatismos. La blefaroplastia para evitar problemas de visión por el exceso de piel en los párpados. O la cirugía facial para corregir asimetrías faciales producidas por una parálisis, por traumatismos que han desembocado en deformidades o por lesiones que afecten a los músculos de la cara. 

El Doctor Antonio Díaz asegura que en el Hospital 12 de Octubre, tienen un protocolo aprobado por el Gabinete Legal del Hospital y por la Dirección Médica que marca los parámetros que tienen que cumplir las personas para someterse a este tipo de intervenciones. Pero, la principal baza de los hospitales públicos es su lista de espera: «Si tienes mucha lista de espera no vas a hacer nada que esté en esa delgada línea roja. Si tienes muy poca demanda y muy poca lista de espera el profesional y el centro tienen que buscar una actividad, entonces a lo mejor va a meter determinado tipo de patologías que en otros hospitales no entran.»

 

La influencia de las redes sociales

En los últimos años, se ha producido un auge del culto a la imagen personal, sobre todo entre los jóvenes. Y en esto han tenido mucho que ver las redes sociales. Millones de personas buscan aumentar su salud psicofísica, su confianza y, sobre todo, su autoestima. 

Es importante y necesario mencionar que dentro de las redes sociales existen dos factores que son los que llevan a la medicina estética al auge absoluto. Por una parte, muchos cirujanos recurren a las redes para hacer publicidad de sus tratamientos y cirugías. Y esto tiene una parte mala: Los propios médicos, haciéndose pasar por profesionales, suben a las redes sociales fotografías engañosas con efectos de luz que alteran la imagen. E incluso, en muchas ocasiones, llegan a utilizar herramientas de edición como el Photoshop. Por otra parte, se encuentran los referentes estéticos que tienen las personas como influencers o famosos.

No hay un control sobre lo que se sube en las redes sociales, por ello supone un gran peligro. El engaño incita a un aprovechamiento que provoca sensación de frustración y genera unas expectativas poco realistas. Ya se han tomado algunas medidas para combatir esto. Por ejemplo, en Noruega se ha sacado adelante una ley que prohíbe a los influencers y anunciantes publicar imágenes retocadas sin incluir una etiqueta que explique que la imagen ha sido modificada mediante un filtro o programas de edición.

La Sociedad Española de Cirugía Plástica afirma, con datos del año 2020, que del total de los pacientes que se realizan cirugía estética en España, el 10,5% acude influido por las redes sociales y un 4,99% lo hace por el deseo de parecerse a algún famoso. (SECPRE, 2020).

En todas las intervenciones es necesario respetar las proporciones del cuerpo y de cada paciente en particular, por ello es necesario recibir un asesoramiento adecuado. El doctor Antonio Díaz Gutiérrez afirma haberse negado a realizar alguna intervención y dice: «Yo creo que la parte fundamental de nuestro trabajo es no olvidar que somos médicos. Entonces la primera actuación que deberíamos tener cuando un paciente solicita un tratamiento es serle sincero y si le tengo que decir al paciente que no se debe de operar, se lo digo. A mí me ha pasado con pacientes. Me dicen que se operan conmigo, no porque sea mejor que aquel, sino porque soy el único que les ha explicado los riesgos

Ilustración, Redes Sociales, salud mental

IIustración de la influencia de las RRSS/ Revista Espejo

 

Es necesario mencionar el llamado fenómeno selfie. Las redes se han convertido en un espejo en el que mirarse y en una necesidad constante de salir siempre perfectos en ellas. Diferentes estudios han encontrado que la cirugía estética ha conseguido modificar estados emocionales y motivaciones frente a situaciones de la vida diaria, así como modificación de actitudes frente a su propio cuerpo (Pavan y col. 2008; Crerand y col. 2009). Sin embargo, también se puede producir una deformación de la realidad que los expertos denominan dismorfofobia. Esto es una enfermedad mental y no es la única que puede surgir. Según el psicólogo Pablo Rodríguez López, destacan en consulta los TCA, como anorexia y bulimia nerviosa, ya que focalizan mucho en el supuesto defecto y se pierde la referencia real. Pero estos trastornos suelen ir acompañados también de ansiedad, depresión o estrés postraumático.

Someterse a un tratamiento de medicina o de cirugía estética es algo muy importante y peligroso, por ello los consejos de los médicos son no utilizar el selfie como herramienta para valorar una intervención, no dejarse influir por los comentarios de redes y acudir siempre a un buen profesional. 

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