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periodismo universitario en internet

Las adicciones conductuales: dependencia sin sustancia

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Ilustración del funcionamiento de la dopamina en el cerebro | Google Photos

  • Se trata un trastorno psicológico en el que la persona pierde el control del “uso” de una conducta

  • Patricia Boillos, psicóloga especializada: “Encontramos personas que se aíslan de la realidad en la gratificación que su adicción les produce”

Cuando se habla de adicciones, se tiende a pensar inmediatamente en la drogodependencia. El término de adicción siempre ha estado muy relacionado a las toxicomanías y drogadicción. Las adicciones conductuales suelen quedar relegadas al juego patológico. En la actualidad, las adicciones conductuales son más populares de lo que se cree y van en aumento. El crecimiento de internet, y el desarrollo de la sociedad consumista crean el ambiente propicio para que este tipo de adicciones afecten cada vez a más gente.

Los datos lo respaldan, según el informe de sanidad del observatorio Español de las Drogas y las Adicciones Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, un 18% de los adolescentes españoles entre 12 y 17 años presentan síntomas de adicción a Internet. Un 1% de la población española juega de manera patológica y se estima que un 10% sufre adicción al trabajo.

Estas adicciones perjudican notablemente a la sociedad española y, sin embargo, apenas se habla de ellas. A continuación, explicaremos qué son las adicciones conductuales, cómo funcionan, a quién afecta, y los mecanismos existentes para tratarlas.

Las adicciones conductuales: más allá de la sustancia

Las adicciones conductuales, también conocidas como adicciones sin sustancia, son un grupo heterogéneo de condiciones médicas clínicas que se caracterizan por la necesidad incontenible de realizar un acto. Son adicciones que no están relacionadas con el uso de sustancias. El individuo que padece esta adicción tiene una completa incapacidad de autocontrol y realiza estos actos de forma compulsiva, pierden el control de sus acciones y desarrollan dependencia.

Las adicciones conductuales son muy similares a las adicciones a sustancias debido a que en ambas se desarrollan los mismos mecanismos biológicos: los síntomas y fenómenos que se producen durante el desarrollo de la adicción, la evolución de estos, y la respuesta terapéutica, como la abstinencia. Se desarrollan los mismos circuitos neuronales en ambos tipos de adicciones. 

Sistema dopaminérgico / Revista de la Facultad de Medicina de México

Sistema dopaminérgico / Revista de la Facultad de Medicina de México

Existen factores biológicos que contribuyen a que una persona sea adicta como anomalías biológicas cerebrales, neuroquímicas y neurofisiológicas. Pero existen factores sociales y aprendidos, procesos psicológicos que, aunque se reflejen en el cerebro son de causa externa y, por lo tanto, están al alcance de posibles cambios del entorno.

Cada vez más populares

Las adicciones conductuales son cada vez más populares y se extienden cada vez más entre la población, independientemente del rango de edad y sexo. Sin embargo, hay sectores de la población que son más vulnerables que otros y pueden desarrollar adicciones con más facilidad. Un estudio de la Unidad de Trastorno de Juego y Otras Adicciones Conductuales del Hospital Universitario de Bellvitge valoró en qué medida afectaban las principales adicciones conductuales a los diferentes sectores de la sociedad. 

En el caso de la ludopatía, este trastorno afecta más a los hombres, y el inicio más precoz de esta práctica, tendrá como consecuencia una mayor severidad en esta adicción.

La adicción a las compras es cuatro veces más común en mujeres que en hombres y en el caso de la adicción al sexo, ocurre, al contrario, siendo los hombres quien la padecen más que las mujeres.

Niña usando el móvil

Niña usando el móvil / XLSemanal

En la adicción al uso de Internet apenas hay diferencias por sexo y el 20% de las personas que sufren esta adicción tienen entre 14 y 18 años. En cuanto al uso de internet, el porcentaje es notablemente mayor entre los chicos, sin embargo, conforme van creciendo, el porcentaje disminuye.

En cuanto a la tipología, esta es variada y extensa. Se pueden desarrollar adicciones a todo lo que produzca placer a un individuo, pero algunas de las más comunes son: ludopatía, adicción a las compras, adicción al sexo, al trabajo, a la comida, a los aparatos tecnológicos e internet, etc. Vamos a ir desgranándolas.

Adicción al juego

“[…] aquel mismo día fui a la ruleta. ¡Oh, cómo me latía el corazón! ¡No, no era el dinero lo que deseaba! Lo único que quería era que al día siguiente todas esas señoronas de Baden hablasen de mí, contasen mi historia, se admiraran, me alabasen y se inclinasen ante mis nuevas ganancias […]”.

Estas son algunas afirmaciones de Fiódor Dostoyevski, el cual se dice que escribió la obra El jugador en 1867, para con los beneficios de esta pagar las deudas que tenía contraídas por el juego. Poco después de escribir el libro, Dostoievski recaería de nuevo en esta adicción. Este libro es, posiblemente, la primera manifestación autobiográfica de una persona arruinada por el juego.

La historia de la humanidad ha estado marcada por el juego, surgiendo normas para su regulación y organización. Así ́el juego organizado, que implica ganancia o pérdida de bienes o dinero, ha estado presente en casi todas las culturas.

Ludopatía y adicción al juego | Google Photos

El interés por analizar el juego como problema, el denominado juego patológico, no surge de manera repentina o casual. En España, la adicción a los juegos de azar se ha incrementado de modo importante en los últimos años, yendo en paralelo a la potenciación y promoción de todo tipo de juegos. En nuestro país se legalizó el juego en 1977 y las máquinas tragaperras en 1981. Actualmente, es preocupante la elevada incidencia de adicción al juego vinculado a las nuevas tecnologías (casinos virtuales, apuestas deportivas online, bingos virtuales, etc.), donde existe una publicidad cada vez más emergente y relacionada a eventos deportivos. A pesar de que los problemas con el juego han existido desde épocas muy lejanas, su “reconocimiento oficial” como un trastorno no se produce hasta 1980, cuando la Sociedad Americana de Psiquiatría en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, incluye el juego patológico como una de sus categorías dentro de los trastornos del control de los impulsos no clasificado en otros apartados.

El jugador patológico se caracteriza por una dependencia emocional del juego, una pérdida de control y una interferencia en el funcionamiento normal en la vida cotidiana. El tipo de adicción de un jugador y un drogodependiente es muy similar. El drogodependiente necesita cada vez más sustancia, al igual que el ludópata apuesta cada vez más dinero. 

El juego online reúne unas características que le hacen tener un potencial adictivo si cabe mayor que el juego tradicional que es presencial y esto está generando que el número de personas que tienen problemas con el juego en esta modalidad esté aumentando de forma alarmante, siendo previsible que esto siga en aumento los próximos años. Esta nueva modalidad de juego viene acompañada de un cambio en el perfil del jugador patológico, así́ hace tiempo era de mayor edad y cada vez nos vamos encontrando que dichos jugadores son de una edad menor, jóvenes de 15 a 35 años.

El juego online cumple unas características al ser fácilmente accesible (desde su propia casa, en el teléfono móvil, o en cualquier sitio), privacidad (nadie puede saber quién eres, lo que no ocurre, como, por ejemplo, en un bar jugando a una máquina tragaperras o en un casino).

Adicción a las compras

Se caracteriza por el impulso incontrolable de conseguir cosas nuevas continuamente, a pesar de que pueden ser tanto innecesarias como inútiles. La primera consecuencia de esta adicción es el endeudamiento, ya que se adquieren más cosas de las que se puede permitir. Este cuadro es más habitual en mujeres que en hombres, las mujeres sufren esta adicción cuatro veces más.

Esta adicción también suele derivan a problemas con la justicia, soledad, divorcio e incluso intentos de suicidio.

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Persona con bolsas de compra | fb.ru

Adicción al sexo

Se produce cuando las relaciones sexuales se convierten en una obsesión. Comienzan a convertirse en una necesidad, pero no por placer, sino para aliviar los malestares emocionales que se producen en caso de que no haya encuentro sexual. Es una adicción conductual que suele estar más ligada al consumo de drogas dado a que ayuda a la desinhibición del individuo. A diferencia de la adicción a las compras, afecta más a los hombres que a las mujeres.

Las consecuencias pueden ser enfermedades de transmisión sexual, sentimientos de culpa, vergüenza, divorcios, pérdida del trabajo, etc.

Representación metafórica de la adicción al sexo | Google Photos

Adicción al trabajo

Esta adicción es muy peligrosa ya que suele ser reforzada por la sociedad. Ser trabajador es una cualidad positiva de los individuos en sociedad, y por ello se valora como algo bueno. 

Las personas que sufren este tipo de adicción suelen dar mucha importancia al dinero y poder. Suelen tener un perfil de poca autoestima y, en consecuencia, asocian su valor como persona a su valor como trabajador. Tienen sentimientos de culpa cuando no están trabajando.

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Individuo encadenado al ordenador | Google Photos

Adicción a la comida

Consiste en la presencia regular de atracones de unas 1500 a 5000 calorías con rapidez. Se produce sin control, en solitario y a escondidas. Se suele confundir con la bulimia, sin embargo, son trastornos diferentes. En la bulimia suele haber conductas purgativas, en la adicción a la comida no, y no hay una distorsión corporal.

Terapia emocional ajuda a combater a vontade de comer - Atualidade - SAPO Lifestyle

Representación metafórica de la adicción a la comida | Google Photos

Adicción a internet

La irrupción de las nuevas tecnologías ha producido grandes avances. Nos facilita estar en contacto con un gran número de personas a través de redes sociales. Cuando se habla de posibles adicciones tecnológicas vemos de forma continua en los medios de comunicación diferentes cuadros: adicción a internet, a redes sociales, al móvil, a internet, al WhatsApp, etc.

Internet es una herramienta que mejora nuestra calidad de vida. Poco a poco se ha ido extendiendo hasta el punto en el que apenas quedan personas que no tengan acceso a internet. Por ello, se han desarrollado con fuerza las adicciones a esta red: es barato o incluso gratuito, puedes ser fácilmente anónimo y es fácil relacionarse con cualquier tipo de persona.

Internet es un concepto muy grande, por ello vamos a estudiar específicamente la adicción al teléfono móvil. El 40% de la población en España emplea el teléfono como un ordenador. En una encuesta realizada por el Instituto de Psicología a la sociedad española, se declaró que un 18% de los encuestados prefieren perder un avión o tren antes que su teléfono ya que el trastorno que les supondría sería mayor. 

La adicción al teléfono tiene síntomas como sentir ansiedad cuando no se puede utilizar, tanto porque no haya cobertura, normas sociales, falta de batería, etc. Otros síntomas son utilizarlo con otras personas delante, emplearlo durante las horas de sueño, etc.

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Hombre sobrepasando la pantalla de un ordenador | Google Photos

A nivel cerebral, al igual que en las adicciones a sustancias, la segregación de dopamina es la que produce esa sensación de necesidad que deriva en la dependencia. Así lo explica Patricia Boillos, psicóloga especializada en terapia de parejas y adicciones conductuales en la entrevista publicada en VariaciónXXI, así como la forma de tratamiento a estos pacientes y maneras de detectar comportamientos peligrosos.

 

Es evidente que estas adicciones suponen un desorden en el comportamiento de los afectados y requieren tratamiento profesional. Alejándonos un poco sobre las primeras ideas que nos vienen a la cabeza al pensar en adicciones, aparecen todo este tipo de conductas que cada vez afectan más a la sociedad, y dejan su impronta especialmente en la población joven, mucho más susceptible a caer en comportamientos dañinos.

2 Comments

  1. Muy interesante. Es un tema tabú del que no se suele hablar. Felicidades.

  2. Qué buena iniciativa dar visibilidad a estos temas, espero ansioso vuestro próximo trabajo

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