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periodismo universitario en internet

España se duerme medicada

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Pastillas al lado de un despertador. Fuente: spine-health.com

  • España, líder mundial en consumo de somníferos y ansiolíticos

  • La melatonina es el suplemento más popular para conciliar el sueño

Dormir es una parte fundamental de la vida y de la salud del ser humano. En los últimos tiempos, los humanos dormimos cada vez menos y peor, la velocidad a la que se vive equivale a estrés y poco descanso. Muchos investigadores y farmacéuticas han trabajado para buscar una «píldora mágica» que solucione todos los problemas de insomnio y falta de horas de sueño. Numerosos fármacos han salido al mercado, pero dejan mucho que desear. A pesar del buen resultado de la mayoría de estos fármacos, los efectos secundarios existen y la adicción ha sido el mayor quebradero de cabeza. Recientemente, muchas farmacéuticas han comenzado a fabricar suplementos de melatonina y han tenido gran revuelo por lo que parece ser «la píldora mágica» pero, ¿qué es la melatonina?

La melatonina o N-acetil-5-metoxitriptamina es una hormona natural que se encuentra en todos los animales. Se produce principalmente en el cerebro, en la glándula pineal, y se sintetiza a partir del neurotransmisor serotonina. Participa en muchos procesos del cuerpo humano como la regulación del cáncer, la transmisión de distintas hormonas, como antioxidante… pero también es un importante regulador del sueño. Es una medicina que al encontrarse y crearse de forma natural por nuestro organismo, presenta mucho optimismo de cara a los efectos secundarios y la adicción de la hormona. Además, está demostrado que los humanos crean o segregan menos melatonina con el paso de la edad, por lo que tiende a crecer la demanda de este suplemento en personas mayores.

Está claro que la melatonina parece un gran avance. Aun así, este suplemento no es nuevo o reciente, pero se ha popularizado mucho en los últimos años. Está por demostrarse si es en realidad esa  «píldora mágica».

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Bote de ZzzQuill, uno de los suplementos de melatonina más populares del mercado. Fuente: farmaciaonlinetrescantos.com

Melatonina, el somnífero de moda

La farmacéutica Conchi Álvarez trabaja en una farmacia de Madrid y ha notado un incremento significativo en la demanda del suplemento de melatonina. No es un fármaco novedoso pero se ha popularizado desde el confinamiento. Álvarez explica los tipos, las diferentes dosis y cómo ingerir este suplemento. No obstante, siempre recomienda apostar por la higiene del sueño, esto es, sentar pautas y un hábito saludable de esta necesidad fisiológica como por ejemplo, evitar las pantallas 30 minutos antes de dormir o cenar pronto. 

Comparación de fármacos

Médicos y farmacéuticos españoles advierten que España es uno de los países con más personas polimedicadas. Y son los trastornos del sueño, la depresión y la ansiedad, contra los que hay un mayor consumo de medicamentos en la actualidad. En el caso de los trastornos del sueño, hay una preferencia por la medicina natural, en este caso la melatonina, frente a la medicina de laboratorio basada el principio activo del lorazepam como el conocido Orfidal. Las pastillas para dormir son armas de doble filo ya que es cierto que son eficaces y suelen tener un efecto inmediato para el tratamiento del insomnio y la ansiedad pero también tiene serios efectos adversos especialmente en personas mayores que son además los principales consumidores de este tipo de fármacos.

Entre dichos efectos adversos se puede destacar:

  • Riesgos de caídas y accidentes.
  • Pueden probar confusión mental.
  • El uso prolongado puede producir dependencia.
  • Su interrupción repentina puede provocar síndrome de abstinencia.
  • Inducen tolerancia, necesidad de mayor dosis para lograr el mismo efecto.

Por ello, médicos y farmacéuticos aconsejan una duración máxima de tratamientos de 4 a 6 semanas.

La alternativa natural al Orfidal es la melatonina. Recordemos que la melatonina es una sustancia que producimos de manera interna, principalmente en la glándula pineal, situada en el cerebro, y cuyos niveles de producción son mayores conforme disminuyen los de luz, es decir, cuando empieza a oscurecer. Además de otras funciones como su poder antioxidante, su principal función es la regulación e inducción del sueño.

La edad, y una incorrecta regulación del sueño, provocan una disminución de nuestros niveles de melatonina. Ante esta situación, parece evidente que para los trastornos del sueño la solución perfecta sería tomar directamente melatonina en lugar de medicamentos con lorazepam. Pero cuidado, ya que la ingesta no regulada de melatonina puede también tener consecuencias negativas. Es cierto que no se han encontrado casos de sobredosis o intoxicación, y que al ser una hormona sintética, no es peligrosa al no producir adicción como ocurre con los somníferos. Pero como hemos citado anteriormente, la melatonina no solo regula el sueño sino otras muchas funciones neuroendocrinas y neurofisiológicas.

Ante un posible trastorno del sueño, debemos desechar las recomendaciones de usuarios de medicamentos y solicitar siempre supervisión médica, que nos aconsejarán de la idoneidad de un tipo de tratamiento, natural o de laboratorio, así como de su dosis y duración.

Estadísticas de consumo de somníferos en España

España lidera el primer puesto mundial en consumo de somníferos y ansiolíticos destronando a Estados Unidos, en concreto el consumo de benzodiacepina es especialmente alarmante para las organizaciones de consumidores, un fármaco que presume de efectividad a costa de generar numerosos efectos secundarios además de una fuerte dependencia. El panorama nacional e internacional que vivimos después de una pandemia y una guerra, con una gran incertidumbre y sus consecuentes dificultades económicas han hecho que todas estas preocupaciones diarias afecten al suelo de la población española. Los expertos avisan de que es un problema psicológico que se está tratando mayoritariamente como un problema médico ante la falta de psicólogos y psiquiatras. Además, el uso abusivo de las pantallas afectan en gran medida a la hora de que nuestro cerebro sepa cuándo desconectar.

Los problemas de sueño son un problema que frustra a quien lo padece, lo que mueve a los pacientes a recurrir a soluciones rápidas en las consultas de Atención Primaria más que a un tratamiento psicológico más prolongado en el tiempo. Los pacientes prefieren que su médico les recete fármacos antes que buscar el origen psicológico o social de sus problemas de insomnio o ansiedad.

La pandemia acrecentó los problemas de sueño al mantenernos días enteros en casa sin realizar actividades físicas ni neurológicas lo que dañó fuertemente las rutinas de sueño de los españoles a lo que se sumó un fuerte bombardeo psicológico debido a la actualidad informativa. Esto disparó los problemas de sueño en personas que nunca los habían tenido.

Como consecuencia, los medicamentos para el sueño son los que lideran el crecimiento en toda la industria farmacéutica. Los medicamentos más recetados son los sedantes, ansiolíticos, hipnóticos, antihistamínicos y sustancias hormonales.

También se ha disparado el consumo de remedios naturales y menos nocivos como la valeriana, la pasiflora o la amapola. 

El problema recae en que son fármacos que generar una gran dependencia y por ello están recetados por un periodo determinado pero la mayoría de los pacientes recurre a ellos sin un orden pautado por un médico aumentando su dependencia y reduciendo la efectividad del fármaco ya que nuestro organismo aumenta su tolerancia a ellos y hace que cada vez necesitamos más dosis para notar su eficiencia. 

Cabe destacar que es alarmante el aumento del consumo de estos medicamentos en la población adolescente, el 13% de los adolescentes consumen psicofármacos y el 7% lo hace sin receta ni control médico. El consumo de estos fármacos a edades tan tempranas hace que los problemas psicológicos se vuelvan crónicos e impide que el cerebro se desarrolle de forma correcta.

Rutinas de sueño de los españoles

El último estudio realizado por el CIS en 2022 sobre las rutinas de sueño de los españoles llegó a la conclusión de que la amplia mayoría de los españoles, 9 de cada 10, duermen entre 7 y 9 ubicándose así en el margen de horas de sueño recomendadas para personas adultas, en concreto, el promedio de horas que duermen los españoles es de 7 horas y 52 minutos. Solo un 5% de los españoles afirmó dormir menos horas de las recomendadas mientras que otro 5% duerme más de 9 horas. 

Si nos enfocamos en franjas de edad podemos observar que las personas mayores de 65 años son las que más tiempo invierten en el descanso, además el 13,5% de las personas mayores de 65 años afirman dormir más de las 9 horas necesarias.

En el otro lado de la balanza se encuentran los adultos de entre 30 y 65 años, en esta franja es donde se concreta el mayor porcentaje de españoles que no alcanza las horas de sueño recomendadas, en concreto un 5,6%. 

En cuanto a la hora a la que nos vamos a la cama, los españoles somos los europeos que más tarde lo hacen, el 45% de los españoles no se va a dormir hasta pasadas las 11 de la noche y el 35% lo hace más tarde, a las 12. Solo un 3% se acuesta antes de las 10 de la noche.

Acostarnos tarde tiene fuertes consecuencias en nuestra productividad y es que somos los europeos que más tarde salen de la cama por las mañanas, el 38,1% lo hace entre las 7 y las 8 y el 20,6% entre las 8 y las 9. Solamente el 33,8% se levanta antes de las 7. 

Con estos datos sobre la mesa podríamos concluir que España es un país en donde nos cuesta conciliar el sueño a horas tempranas y por el contrario las sábanas se nos pegan al día siguiente. 

En contra de lo que podríamos pensar, los datos arrojan que los mayores de 65 años son los que más tarde se acuestan y los que más tarde se levantan, se podría explicar en base a su falta de obligaciones laborales o familiares. Por el contrario, los jóvenes menores de 30 años son los que más temprano se van a la cama, la mayoría lo hace antes de las 12.

Por zonas territoriales, los asturianos son los españoles que más tarde se van a dormir y por consecuente más tarde se levantan, en contraposición a los aragoneses que son los más madrugadores. 

Por último hemos querido verificar si de verdad la siesta es un emblema nacional o por el contrario es un mito que ya no se cumple y la realidad nos confirma que los españoles ya no duermen la siesta, en concreto el 49% de los españoles, prácticamente la mitad de ellos, ya no la duerme nunca. El 26,7% afirma dormir solo durante fines de semana o vacaciones y solo el 24,3% afirma dormir una siesta cada día. 

Los que sí la duermen, lo hacen con ganas, la mayoría afirma dormir siestas de una hora o incluso más mientras que solo el 15% se tumba menos de los 20 minutos recomendados. 

También se desmiente otro mito, y es que el sur de España no es el que encabeza estos datos sino que las CCAA donde se duerme más la siesta son Extremadura, La Rioja, Asturias y Castilla-La Mancha.

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Estadística de las horas de sueño de la población. Fuente: encuentracolchon.com

Además, para conciliar el sueño de manera más fácil los expertos recomiendan realizar cenas ligeras, evitar el uso de dispositivos electrónicos y consumo de televisión una hora antes de dormir y realizar actividades cognitivas como leer un libro o meditar. Los españoles le llevan la contraria a estas recomendaciones puesto que el 43,9% afirma ver la televisión antes de irse a dormir y el 36,5% afirma utilizar los dispositivos electrónicos, solo un 14,5% afirma leer un libro. Los mayores consumidores de televisión son los menores de 30 años mientras que los mayores de 65 son los que más apuestan por la lectura o la meditación.

Los ciudadanos afirman que su sueño no es de calidad, 1 cada 3 españoles sufren insomnio y no solo esto, alrededor del 70% de la población afirma que la calidad de su sueño es regular o mala. 

Para combatir esto, el 27% de la población afirma consumir medicamentos para conciliar el sueño.

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Estantería de una farmacia con somníferos. Foto: Isabella Valente

Los fármacos que inducen el sueño son extendidamente consumidos en España, incluso en algunos casos, se abusan de ellos. Hay diferentes tipos: más o menos naturales, con mayor o menor dosis de melatonina, en formato de gotas, pastillas o gominolas… Detrás de muchos casos subyacen problemas de insomnio e higiene del sueño a los que se pone un parche. Se usa la vía rápida y fácil que ofrecen los fármacos sin realmente incidir en mejorar las rutinas del sueño e incluso, en terapia psicológica. 

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