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periodismo universitario en internet

Creí que era una guerra…

Desahucios, Carabanchel, Sindicato, Vivienda, Fidere, Blackstone, Socimi, Fondos buitre

0 Despliegue policial en el desahucio de la calle Laguna 10 en Carabanchel / Foto de Alejandro Lage.

  • Pese al escudo social del Gobierno y las huelgas en la Administración de Justicia, se han producido 150 desahucios diarios en el primer semestre de 2023

  • El desahucio es la última bofetada que le da la vida a este colectivo ciudadano tan vulnerable

Durante el primer semestre de 2023 hubo en España 13.858 desahucios, un 37% menos que en 2022. Esta cifra está próxima al número mínimo de lanzamientos producidos en la primera mitad de 2020, cuando debido al confinamiento se ejecutaron 11.048 desahucios por el cierre de los juzgados.

Pero esta cifra es engañosa. La menor actividad es debida principalmente a dos motivos:

  • A la huelga indefinida de los secretarios judiciales reclamando mejoras salariales que se prolongó hasta marzo.
  • A la huelga de funcionarios judiciales que tomó el relevo de la anterior y duró hasta principios de julio.

De hecho, las organizaciones que trabajan con los colectivos afectados por esta problemática, advierten de un incremento en la vulnerabilidad, lo que unido al fin del escudo social del Gobierno (el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal -AIReF- aconsejan prorrogar sólo las ayudas necesarias) precarizará, aún más si cabe, a este colectivo y llevará el IPC general al 5% en la primavera de 2024.

Y es que, en los últimos años, se han sumado nuevas emergencias a la problemática de los desahucios:

  • Soluciones individualizadas por parte de los tenedores de viviendas, que lesionan las herramientas de presión colectiva de Sindicatos de Vivienda y Plataformas Antidesahucio.
  • Venta de vivienda pública a fondos buitre.
  • Crisis del sector del alquiler e hipotecario.
  • El impacto que tiene la masificación turística en el tejido comercial y social de determinados barrios o ciudades, que obliga al desplazamiento de muchas personas del centro de las poblaciones.
  • Persistencia de la segregación urbana.
  • Crisis migratoria y necesidad de vivienda.
Gráfico evolución de los lanzamientos practicados en España desde 2013

Gráfico de la evolución de los lanzamientos practicados en España desde 2013 / Infografía de Variación XXI

Todo ello pese al giro social de algunas entidades públicas como la SAREB (Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria), conocida también como el “banco malo” y su Proyecto Viena (el plan para construir viviendas de alquiler asequible en colaboración público-privada, que en una primera fase se compondrá de unos 3.500 pisos), o actuaciones como las de la Generalitat de Cataluña, que se ha comprometido a disponer en los próximos 3 años de 10.000 viviendas para dedicarlas al alquiler social, frente a unas necesidades actuales de 230.000 viviendas en esta Comunidad Autónoma. Son tan sólo una gota de agua en este océano de necesidades.

Por otra parte, los Sindicatos de Vivienda y Plataformas Antidesahucio avisan de que la intervención de nuevos actores como aseguradoras, comercializadoras, Socimis y algunos organismos del Tercer Sector (conjunto de entidades privadas no lucrativas; es decir, asociaciones, fundaciones y ONGs), están creando en los afectados por esta problemática fenómenos de dependencia, oportunismo y desorientación.

 

Amanece que no es poco

A la hora en que desayunan los pájaros, el canto gregoriano de las sirenas de la Policía rompió la mañana en Carabanchel demostrando, una vez más, que la mayoría de los bailes que sirven para amenizar el caos se hacen en la oscuridad. Y es que la noche tiene su propia música.

Una nueva partida de tute político y reivindicativo estaba a punto de iniciarse entre el séptimo de caballería vestido de nazareno y un pequeño grupo de quijotes masoquistas acostumbrados al relato habitual de la desgracia y al aroma del desastre.

El programa de mano siempre es el mismo: un corrillo de gente que grita al vacío, una trama de personas vacunadas contra el COVID especulativo de la vida; es decir, un muestrario surtido de ciudadanos nacido de la anatomía patológica del dolor y la desesperación, de personas que no sueñan con grandes lujos y horizontes tan sólo con sobremesas familiares sosegadas. Frente a ellos, la felicidad administrativa y la técnica intimidatoria de quienes buscan restablecer la armonía en la naturaleza a través de la disciplina judicial, el oleaje de los reglamentos y las leyes del dinero. Son los pretorianos del Big Brother.

Así las cosas, acertó a pasar por allí una mujer quien, asombrada por el dispositivo policial, preguntó con cara de extrañeza:

  • «¿Qué es lo que ocurre aquí?
  • Se trata de un desahucio -respondió alguien-
  • ¡Ah, bueno! Creí que era una guerra… claro que, de tratarse de una guerra, no hubieran estado aquí.»
Desahucios, Carabanchel, Sindicato, Vivienda,

Miembros del Sindicato de Vivienda de Carabanchel y otros colectivos antidesahucio frente al portal donde se estaba produciendo el lanzamiento / Foto de Alejandro Lage.

 

«Es un 10-70»

El lanzamiento vino precedido, el día anterior, por la ocupación pacífica de la sede de Fidere, una Socimi (sociedad anónima cotizada de inversión inmobiliaria) perteneciente a Blackstone, un fondo de inversión inmobiliario norteamericano, considerado el mayor casero de España.

La Policía, cuando llegó a la sede de la cotizada, comunicó con su central que se trataba de un 10-70, que es como se conoce en el argot policial este tipo de actuaciones. Tal vez el importante despliegue policial para desalojar la vivienda de Carabanchel fuera consecuencia de dicha ocupación.

Desahucios, Carabanchel, Sindicato, Vivienda, Fidere, Blackstone, Socimi, Fondos buitre

Protesta del Sindicato de Vivienda de Carabanchel ante la sede de Fidere. El pasado día 10 de octubre / Foto del Sindicato de Vivienda de Carabanchel.

 

El otoño no hace prisioneros

Está documentado el vínculo entre los desalojos y la aparición abrupta de sintomatologías como ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático. Y dicha sintomatología, así como otros trastornos asociados, están en la base de la gran mayoría de los intentos de suicidio por parte de algunas personas de este colectivo.

No existen cifras fiables sobre el porcentaje de suicidios por desahucio sobre el total de suicidios que se cometen en España. En una sociedad que tiende a la culpa individual, es preciso buscar por parte de las personas afectadas espacios colectivos para recuperar el aliento, coger fuerzas y poder seguir (sobre)viviendo.

Nos encontramos ante un nuevo grupo de riesgo psiquiátrico. Un 68,4% de las personas en proceso de desahucio presentan todas las características del estrés postraumático. Se trata de un síndrome que afecta a quienes han pasado por alguna experiencia vital de extrema gravedad y tiene consecuencias duraderas sobre la salud mental. Se observan en todos los casos que son las mujeres las que presentan niveles más altos de intentos de suicidio, pero son los hombres quienes presentan mayores cifras de suicidio consumado.

 

Lanzamientos practicados por Comunidades Autónomas en el T2 de 2023

Lanzamientos practicados por Comunidades Autónomas en el Segundo trimestre de 2023 / Infografía de Variación XXI

 

El dolor evitable es el más cruel de los dolores

Pese a ello, todo lo que invierten los poderes públicos para evitar este problema consiste en colocar números de teléfono al alcance de las personas en riesgo de autoinmolarse. En realidad, son parches para gente que ve en el desahucio la última bofetada que le da la vida.

En España, en la actualidad, hay más de ciento cincuenta desalojos al día. Cataluña, la Comunidad Valenciana y Andalucía van a la cabeza. El 71,95% de los lanzamientos son de personas que viven de alquiler. Visto lo anterior, el notario del sexto sentido no precisa ni fe de bautismo ni certificado de penales para asegurar que ha quedado claro que debajo de los adoquines no estaban las playas sino los fondos buitres, la indiferencia y el cinismo de los poderes públicos. Hoy, la desesperación tiene otro nombre y apellidos porque los frutos industriales de la violencia nunca cristalizan en canutillos de crema. Quizás quieran que volvamos a las soluciones habitacionales del Neolítico.

También puedes ver este reportaje en un Shorthand a través de este enlace.

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7 Comments

  1. Tema álgido bien narrado

  2. Muy interesante la información….nunca supuse que debajo de la reluciente imagen de una España turística se gestaran tantas tragedias personales..

  3. Excelente el artículo, muy triste y preocupante la problemática social que plantea.

  4. Excelente

  5. Excelente

  6. Maravilla

  7. Excelente artículo…! Redacción impecable.

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