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Un camino de inclusión: la evolución de la educación especial

Entrada del Centro Ponce de León. Educación especial, alumnos, inclusión, periodismo, profesores, enseñanza, información

Entrada Ponce de León/web

El colegio Ponce de León cuenta con un profesor signante en cada una de sus aulas

La conexión con los alumnos reside en el interés por conocerlos

La educación especial es un campo en constante evolución que ha experimentado cambios significativos a lo largo de los años. Lo que una vez fue un sistema segregado y limitado, destinado a niños con discapacidades, se ha transformado en un enfoque inclusivo y diverso que busca atender las necesidades individuales de todos los estudiantes. En este reportaje, exploraremos la evolución de la educación especial, desde sus humildes comienzos hasta su enfoque contemporáneo en la inclusión y el apoyo integral. 

Tendremos la ayuda de nuestro entrevistado, Álvaro Collado Alonso, profesor del Centro Ponce de León de Orcasitas.

 

Los comienzos de la educación especial

La educación especial tiene raíces profundas en la historia, aunque en sus primeras etapas, estaba lejos de ser inclusiva. A principios del siglo XIX, se fundaron las primeras escuelas para niños con discapacidades sensoriales, como la Escuela Perkins para Ciegos en 1829 y la Escuela de Hartford para Sordos en 1817. Estas instituciones tenían como objetivo proporcionar educación, pero también buscaban la segregación de los niños con discapacidades.

Durante gran parte del siglo XX, la educación especial se centró en la segregación y en la clasificación de los estudiantes según sus discapacidades. La discriminación era evidente, y a menudo se negaba la educación a aquellos que no encajaban en el molde tradicional. Esto llevó a luchas por los derechos civiles y la necesidad de un cambio radical en el sistema educativo.

Alumnos hacen deporte en las instalaciones del centro. Educación especial, alumnos, inclusión, periodismo, profesores, enseñanza, información

Alumnos haciendo deporte/web

La era de los derechos civiles y la ley de educación para personas con discapacidades (IDEA)

La década de 1950 marcó el comienzo de un cambio significativo en la educación especial, impulsado en gran parte por los movimientos de derechos civiles. A medida que las luchas por la igualdad y la inclusión cobraban impulso, surgieron desafíos legales para abogar por la educación de calidad para todos los estudiantes, independientemente de sus discapacidades.

En 1975, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley de Educación para Personas con Discapacidades (IDEA, por sus siglas en inglés), un hito crucial en la evolución de la educación especial. La IDEA garantizó el derecho de los estudiantes con discapacidades a recibir una educación gratuita y apropiada en entornos menos restrictivos. Esto marcó un cambio importante hacia un enfoque más inclusivo y equitativo en la educación.

 

 La inclusión en las escuelas regulares

Una de las transformaciones más notables en la educación especial ha sido el movimiento hacia la inclusión en las escuelas regulares. En lugar de aislar a los estudiantes con discapacidades en escuelas separadas, se promueve la idea de que todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades, deberían aprender juntos.

La inclusión no solo se trata de ubicar a estudiantes con discapacidades en aulas regulares, sino de proporcionar los apoyos necesarios para que tengan éxito. Esto incluye la adaptación de materiales y métodos de enseñanza, así como la capacitación de docentes en estrategias de enseñanza inclusiva.

Alumnos hablan entre ellos en el patio. Educación especial, alumnos, inclusión, periodismo, profesores, enseñanza, información

Alumnos reunidos/web

 Enfoques educativos actuales en la educación especial

Hoy en día, la educación especial se centra en un enfoque centrado en el estudiante y en su apoyo integral. Se reconoce que cada estudiante es único, y los programas educativos se diseñan para satisfacer sus necesidades individuales. Los docentes y especialistas trabajan en estrecha colaboración con los estudiantes y sus familias para crear planes de educación individualizados (IEP) que guían el proceso educativo.

Además, se ha producido un cambio en la percepción de las discapacidades. Se enfatiza la fortaleza y el potencial de cada estudiante, y se promueve la diversidad como un valor enriquecedor en el aula. La educación especial no se trata solo de superar desafíos, sino de fomentar el crecimiento y el desarrollo de todos los estudiantes.

 

Interior de una clase del centro. Educación especial, alumnos, inclusión, periodismo, profesores, enseñanza, información

Sala de ordenadores/web

 Tecnología y educación especial

La tecnología ha tenido un impacto significativo en la educación especial. Las herramientas y recursos tecnológicos han ampliado las posibilidades de aprendizaje para los estudiantes con discapacidades. Por ejemplo, los dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa (CAA) han revolucionado la comunicación para personas con dificultades del habla.

Además, las plataformas en línea y las aplicaciones educativas ofrecen oportunidades de aprendizaje personalizado. Los estudiantes pueden acceder a materiales adaptados y participar en actividades interactivas que se ajustan a sus necesidades individuales.

 

 Los desafíos actuales y el futuro de la educación especial

A pesar de los avances significativos, la educación especial todavía enfrenta desafíos. La financiación insuficiente, la falta de personal capacitado y la necesidad de abordar las desigualdades en la educación son problemas críticos que deben abordarse.

En el futuro, la educación especial continuará evolucionando para adaptarse a las necesidades cambiantes de los estudiantes. La investigación en neurociencia y pedagogía especializada seguirá informando las mejores prácticas, y se espera que la tecnología siga desempeñando un papel importante.

 

 

Entrevista a Álvaro Collado: “Lo mejor para conectar con mis alumnos es interesarme por conocerles”

Álvaro Collado es profesor de Educación Especial en el centro Ponce de León, en Madrid. A sus 25 años de edad, y tras haber trabajado como profesor de educación primaria, hace unas semanas empezó a impartir clases en secundaria.

Siendo hijo oyente de padres sordos (CODA), creció con la lengua de signos en casa, aprendiendo de manera natural a comunicarse con él. Tras graduarse y especializarse en Pedagogía Terapéutica, continuó investigando más sobre la lengua de signos, y aún a día de hoy aprende cosas nuevas siguiendo los consejos de sus compañeros de trabajo.

Cuando le preguntamos qué opina sobre el uso de etiquetas y categorías diagnósticas que reciben los alumnos del centro, nos explicó lo siguiente:

“Yo defiendo que haya etiquetas, pero que correspondan al contexto y que se adecúen a cada persona. Por ejemplo, el término “diversidad funcional” ¿A ti que te plantea? ¿Es una persona que vuela, que tiene siete brazos? No, no es una persona con diversidad funcional, es una persona con discapacidad.”

Fundación Montemadrid / web

Fundación Montemadrid / web

Álvaro conoce el tema bien de cerca, y opina que hay situaciones en las que los pacientes de discapacidad necesitan de esta etiqueta, para recibir diversas ayudas o visualización respecto al tema. El problema de estas etiquetas es cuando se salen de los márgenes. Nos relata así el caso de que durante la juventud de sus padres, estos tenían un carnet de “retrasado” para constatar su discapacidad.

Sobre el debate de la inclusión total en la educación, y los centros de Educación Especial, el joven docente opina que estos centros tienen que seguir existiendo. Arroja aún más perspectiva sobre el tema al relatarnos sobre su experiencia en uno de estos centros. Y es que existe un desequilibrio entre el nivel de personal con el que se cuenta, y el nivel de necesidades del alumnado. Recalcando que si se apostara por la inclusión total, en los centros no se daría a basto.

Álvaro: “Es imposible mantener una dinámica y un ritmo que vaya adecuado a todo el mundo. En nuestro centro, por ejemplo, se trabaja por co-tutorías en primaria. Hay tutor, co-tutor y PT (un especialista).Y aún con tres personas en aula, hay pequeños grupos de alumnado con más necesidades, de la rama de educación primaria, que requieren una atención mucho más individualizada.”

La inclusión total también podría dar lugar a situaciones hostiles, fruto de la desinformación de algunos padres, que se oponen a que sus hijos estudien al mismo nivel que los alumnos con discapacidades.

Desde su centro, Álvaro pide más ayuda al Estado y a las organizaciones especializadas, ya que en muchos casos la falta de personal, información y herramientas de calidad, dificultan la tarea de trabajadores como él. Tanto los centros como algunas organizaciones van “muy justos” y se necesita de más visualización y ayuda para contribuir a la causa, de lo contrario es complicado progresar en la dirección correcta.

Sobre su relación con las familias de los alumnos, el joven profesor está agradecido del buen trato que tiene con la mayoría. Los padres por lo general están muy concienciados respecto al trabajo que desempeñan en ese centro, con tacto y paciencia, y los docentes notan el apoyo. Aunque siempre hay familias que cuestionan las salidas laborales de este tipo de educación, y tienen miedo de que sus hijos tengan menos oportunidades. Y es que algunos padres ven lo de la Educación Especial como algo positivo, mientras que otros ponen en duda el futuro de estos estudiantes.

Alumnos Ponce de León / Madridiario

Alumnos Ponce de León / Madridiario

También le preguntamos a Álvaro sobre el objetivo fundamental que tiene el centro con los alumnos. Nos respondió lo siguiente:

“Sobretodo funcionalidad. En temas de matemáticas o lengua, nos centramos en poder aplicarlo a nivel de calle, mucho más a mano que, por ejemplo, aprender fórmulas o raíces cuadradas. Es decir, una vez que ya sabes sumar, puedes aplicarlo a situaciones como ir a hacer la compra. Si voy a hablar con una persona, y no soy nada oral, porque no tengo esa capacidad, aprender a manejar herramientas como pantallas o  tablets. Al final, es un poco saltarte la parte “peñazo” de la educación, y aplicar los conceptos básicos a la vida cotidiana para que sean autónomos, y que puedan realizar su vida con las herramientas que podría tener cualquier otra persona.”

Para Álvaro el material humano es lo más importante, y comparte con nosotros que la clave para conectar con sus alumnos, es algo tan simple como mostrar interés por conocerles. Saber cuáles son sus intereses, qué es lo que buscan, qué es lo que necesitan, trabajar también con las familias. No olvida lo que aprendió de sus padres, los frenos que les impone la sociedad actual, y por eso busca la manera de ayudar a sus alumnos a saltar esas barreras, para que crezcan y disfruten su vida de la mejor manera posible.

 

 El poder del desarrollo

Alumnos pasean por el huerto junto con el profesor. Educación especial, alumnos, inclusión, periodismo, profesores, enseñanza, información

Huerto del centro/web

La evolución de la educación especial es un testimonio del poder de la inclusión y la igualdad en la educación. Desde sus comienzos segregados hasta su enfoque actual en la diversidad y el apoyo integral, la educación especial ha recorrido un largo camino. A medida que avanzamos hacia el futuro, es fundamental continuar abogando por una educación inclusiva y equitativa para todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades o discapacidades. La educación especial no solo se trata de superar desafíos, sino de empoderar a cada estudiante para que alcance su máximo potencial.

 

Galería de imágenes

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