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periodismo universitario en internet

Mitos y verdades de trabajar en Glovo

Dos repartidores de Glovo. EUROPA PRESS

Dos repartidores de Glovo. EUROPA PRESS

  • Pese a que los vemos todos los días circulando por las calles, poco o nada es lo que sabemos de ellos

  • Glovo fue absorbida en 2022 por la gigante alemana DeliveryHero

En el trasfondo del ajetreo urbano, los riders se han consolidado como actores cruciales en la cadena logística y de servicios de entrega. Sin embargo, tras el dinamismo aparente de sus movimientos y en cómo desempeñan sus funciones, aparecen complejidades desconocidas en sus condiciones laborales.

Este reportaje indaga en las mitos (y verdades) económicas y laborales que caracterizan la vida de los riders contemporáneos. ¿Cuánto perciben realmente por cada entrega y cómo se estructuran sus ingresos? ¿Cuáles son las dinámicas laborales que rigen sus jornadas diarias en las intricadas redes urbanas? A través de una exploración minuciosa, conocemos las realidades cotidianas de aquellos que eligen las dos ruedas como medio de subsistencia, examinando de cerca los desafíos a los que se enfrentan y los derechos que, en ocasiones, se desvanecen en el trasfondo de su labor.

Soy mi propio jefe

Eso fue lo que Johan, trabajador de Glovo de 21 años, contestó cuando se le hizo la pregunta de por qué trabaja actualmente para la empresa de Glovo. «Pago cuota de autónomo y manejo mi propio horario». Cuando se es trabajador de Glovo, te pueden contratar de dos maneras, la primera es como autónomo como es el caso de Johan y la segunda es como asalariado con un sueldo que la empresa de Glovo estipula a cada trabajador. 

El dinero que recibe cada trabajador por pedido depende de la distancia a la que tengan que ir a repartir ese pedido. «Si es una distancia corta, la cantidad que recibimos es de 2’70 euros y si es una distancia más larga ronda entre los 5 y 8 euros. Con distancia corta me refiero a menos de 1,5km».  La distancia de reparto depende de cada trabajador, no hay ninguna norma que estipule hasta donde repartir una persona. «No hay un radio de zona estipulado como tal, yo puedo ir a 8, 10 o hasta 20 km de distancia, pero normalmente no acepto pedidos de más de 4km». Esto se puede deber a varios factores, pero depende del trabajador y las necesidades de cada uno. «Simplemente porque trabajo en bicicleta y es mucho mejor y me rinde más la autonomía de la bicicleta y me rinde más en cuanto a tiempo también».

 

Cuanto más trabajo, más dinero gano, es proporcional

Johan tiene la posibilidad de manejar su propio trabajo y su propio tiempo como nos comentaba anteriormente, y por eso: «cuanto más trabajo, más dinero gano, es proporcional. Pero por otro lado, si trabajase menos ganaría menos dinero, lo normal que gana cualquier persona en este tipo de trabajos»

El medio de transporte en esta empresa, lo tienen que poner los trabajadores, y Johan nos cuenta que: «El medio de transporte, que en este caso es la bicicleta, lo proporciono yo, y en caso de que algún día sufra daños, corre a cargo de mi cuenta, la empresa no se hace cargo».

Si un pedido no llega a tiempo, no depende de mí

En McDonalds, que es la empresa en la que Johan suele coger los pedidos, la mayoría de las veces hay mucha demanda de pedidos a la vez y, por eso, se forman las colas tan grandes de riders de Glovo esperando en la puerta. «Mcdonalds tiene muchas veces 8 o 10 pedidos y nosotros tenemos que esperar a que nos lo preparen para entregarlo, por eso se forman las colas tan largas»

Nuestro entrevistado Johan respondió que ellos no reciben ningún tipo de penalización si un pedido llega tarde o fuera del tiempo estimado. «No depende tanto de nosotros, depende más de la aplicación que le de el pedido a McDonalds y depende también de la rapidez con la que Mcdonalds nos entregue el pedido». No se les penaliza si un pedido llega tarde porque los trabajadores no saben a la hora a la que tendrán listo el pedido, ni las circunstancias en las que tendrán que repartirlo. «No se nos pide entregarlo en un determinado espacio de tiempo ya que es imposible calcular todas las posibles circunstancias a tener en cuenta. Pueden pasar muchas cosas por el camino»

 

Este trabajo es perfecto porque puedo compaginarlo con los estudios

Johan además de ser trabajador de Glovo, estudia en el tiempo que le queda libre. «Tengo 21 años y de momento quiero seguir aquí ya que me permite compaginarlo con los estudios, ya que me da el tiempo y el dinero que necesito». Johan eligió este trabajo porque según cuenta: «quiero estudiar una carrera para ser chef el día de mañana y este trabajo es el mejor posible para ello»

Juicio a la empresa Glovo en Zaragoza. Toni Galán/EFE

Juicio a la empresa Glovo en Zaragoza. Toni Galán/EFE

La media de lo que yo gano al mes está en unos 2.000 euros

Johan argumenta que: «a eso hay que restarle el dinero que te quitan por autonomías y todo y se queda en unos 1.300 euros netos lo que yo gano al mes». Esto se debe principalmente a lo que Johan comentaba al principio de la entrevista, depende de los pedidos que hagas en un mes y la distancia a la que los hagas ya que: «como os decía anteriormente, recibo 2´70 euros por pedidos cortos y entre 5 y 8 por pedidos de larga distancia»

Depende un poco también de la hora a la que el repartidor trabaje, ya que según nos cuenta Johan: «las horas pico van desde las 14:00 hasta las 16:00h y entre las 20:00 y las 23:00h de la noche, entonces si repartes pedidos a esa hora, ganarás más dinero».

 

Hay que estudiar bien los puntos en los que se va a repartir

Lo primero que hay que hacer es estudiar bien la zona en la que se va a repartir, porque si vas a una zona en la que no hay mucho movimiento de pedidos, esa persona no ganará mucho dinero. «Mucha gente me dice que trabaja mucho y no recibe mucho dinero, y eso es porque están trabajando en zonas en las que no hay mucho movimiento de pedidos, y por eso es importante traer ese trabajo de análisis previo antes de ponerte a repartir»

Johan cuenta que la zona de reparto no la elige la empresa para la que trabajes, si no que es el propio trabajador el que puede elegir donde repartir. «Como decía anteriormente, tú puedes elegir repartir a 10km de distancia de ti, pero no te va a salir rentable por la distancia tan larga que es. Se puede trabajar tanto fuera de la M-30 como en el centro de Madrid sin ningún problema, ya depende de lo que quiera hacer cada uno»

 

En caso de accidente laboral, los daños los cubro yo

Johan cuenta que en caso de sufrir un accidente de tráfico o de cualquier otro tipo mientras trabaja, los daños ocasionados tendrían que correr de su cuenta ya que: «al ser autónomo como comentaba anteriormente, la empresa no cubre los daños, si fuese asalariado si». Si se comprara una bicicleta nueva, el IVA le baja por ser autónomo, es la única ventaja. Johan comenta que: «por suerte nunca he sufrido un accidente y espero no sufrirlo nunca».

 

Moverse en transporte público siendo repartidor no es lo correcto

Nuestro segundo entrevistado es Jonathan y nos cuenta que: «No es lo correcto pero hay situaciones en las que nuestras bicicletas se estropean o sufren algún tipo de daño y la única manera de hacer que el pedido llegue bien y a tiempo, es esa». Además Jonathan opina que el cliente debe quedar satisfecho con el pedido y recibirlo en tiempo y forma.

 

La mayoría de mis compañeros y yo somos inmigrantes

Según cuenta Jonathan: «Nos hacemos autónomos y colaboramos con Hacienda, la mayoría de mis compañeros y yo aquí somos inmigrantes, Venezolanos en su mayoría». Jonathan cuenta que en su caso en concreto, él es abogado y licenciado en Ciencias Policiales en su país. «Además de eso, estuve trabajando también como funcionario de investigación, simplemente venimos aquí a trabajar fuertemente y a colaborar»

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