Pages Navigation Menu

periodismo universitario en internet

El Ministerio de Trabajo busca poner fin a la precariedad de los becarios con un estatuto

Ministerio de Trabajo busca mejorar las condiciones de los becarios

Estudiante en prácticas teletrabaja desde su casa (Variación Siglo XXI).

 

  • Yolanda Díaz, con el apoyo de CCOO Y UGT, ha aprobado el primer borrador del estatuto

  • En torno a 1,4 millones de personas están de prácticas, según la Encuesta de Población Activa

El pasado 18 de octubre la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, en acuerdo con los principales sindicatos, sacaba el primer borrador del Estatuto del Becario, que tiene como objetivo regular la actividad y los derechos en este sector. Una iniciativa que todavía no cuenta con el apoyo de la patronal y que sirve de apéndice a la Reforma Laboral, aprobada el 3 de febrero de 2022.  

España es el país de la Unión Europea que más becarios tiene y, a su vez, el que peor remunera esta actividad. A pesar de que es difícil estimar el número exacto de becarios, se calcula que hay unos 1,4 millones de personas en este régimen. Esto equivale a uno por cada 15 trabajadores de una plantilla, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Esto supone un gran problema porque las prácticas deberían suponer la transición entre la formación académica y la actividad profesional. Por el contrario, muchas empresas, ya sean públicas o privadas, abusan de este tipo de contratos para completar sus plantillas.

Así, el Estatuto del Becario busca poner fin a esta mala praxis empresarial. Para ello, se delimita de mejor manera la figura del becario: garantizar que las prácticas no laborales se adscriben a un plan de estudios concreto o limitando la presencia de becarios a un 20% del total de la plantilla. Así, las conocidas prácticas extracurriculares dejarán de existir y las entidades se verán obligadas a realizar contratos de formación práctica. A su vez, los centros de estudios deberán garantizar que todas estas prácticas tengan que ser remuneradas, estableciendo la cuantía que vean precisa. 

Por otro lado, Trabajo también quiere equiparar en derechos a los becarios respecto a los trabajadores ya contratados: asegurar días de descanso y festivos, otorgar fechas para vacaciones, o recibir una prestación de desempleo una vez finalizada la actividad. También se refuerza la figura del tutor dentro de la empresa, que deberá supervisar el trabajo de los becarios para ayudarles en su formación académica/profesional.

 

La CEOE, en contra del Estatuto

Sin embargo, el Estatuto ha encontrado reticencias dentro de la CEOE. Después de que los sindicatos mayoritarios acordarán con Trabajo el primer borrador, ahora la patronal ha pedido revisar el mismo. «El ministerio ha quedado en plantear alguna modificación al texto actual, incluido alguna propuesta más flexible a lo recogido sobre prácticas extracurriculares, que en el fondo es donde está el problema» , explicó la CEOE en un comunicado.

Alguna de las exigencias de la patronal es la de mantener las prácticas extracurriculares, una figura que la cartera Yolanda Díaz ha prometido eliminar de manera gradual. Desde la CEOE opinan que si descartan las extracurriculares la oferta de prácticas podría disminuir de manera importante. Además, alegan que algunas partes del texto podrían generar una «mayor inseguridad jurídica» dentro de las empresas.

A pesar de que el Ministerio de Trabajo y la CEOE han acordado volverse a reunir para tratar esta cuestión, todavía no hay una fecha establecida para ese encuentro.

 

 

Mejorar las condiciones de los becarios

CCOO y UGT reclaman mejores condiciones para los becarios, alegando que no tiene sentido que a un estudiante le salga más caro realizar estas prácticas en vez de no hacerlas. Por ello, los sindicatos han exigido que se remuneren todas las prácticas, incluso las horas en las que se trabaja de más. Por otro lado, exigen mayor responsabilidad por parte de las universidades, señalando que los tutores deberían mostrar más preocupación por los estudiantes, lo que podría contribuir a detectar situaciones de “falsos becarios”.

En este sentido, Irene Gracia, quien estuvo de becaria en una agencia de publicidad, explica lo costoso que le resultó compaginar sus estudios con sus prácticas, durante buena parte de la beca. «A veces la empresa nos pedía horas extras, trabajar algunos sábados o domingos. Mi contrato establecía cinco horas diarias de lunes a viernes, en horario de tarde», explica. «Lo peor fue durante el verano, ya que nos pidieron cubrir a compañeros que estaban de vacaciones» , señala Irene, que también recuerda que apenas le dieron cuatro o cinco días de vacaciones, tanto a ella como al resto de sus compañeros.

Raúl Rico, becario en una redacción de un periódico, lamenta la falta de seguimiento que tuvieron sus tutores, tanto el de la universidad como el de la empresa: «Nunca me preguntaron ni qué tal me iba o si necesitaba ayuda. Para mí muchas cosas eran nuevas, así que al principio estaba muy perdido y cometía muchos errores. Por suerte, tuve compañeros que me ayudaron en todo momento, aunque entiendo que esa no era su labor principal». En este sentido, Raúl detalla que, a medida que fue pasando los meses, el trabajo que realizaba dentro del periódico apenas difería a la de los redactores contratados. «Está claro que muchas empresas se nutren de becarios para rellenar huecos. Le sale más barato tener a dos o tres, sabiendo que cuando terminen la beca vendrán otros, en vez de contratarnos al final del periodo de prácticas», concluye.

 

One Comment

  1. Antiguo becario del CSIC no nos cotizaron a la seguridad social desde el Sindicato Sattui se lleva una lucha de varios años para que renozcan la seguridad social por la totalidad del tiempo trabajado gratis y se espera con el Estatuto de los becarios se reconozca ése derecho.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *